Introducción: Fe no solamente es un don, sino también es un fruto del espíritu; lo que nos enseña que fe también es un estilo de vida. La manera en que yo vivo, como me comporto, como me conduzco, como hablo, como reacciono revelan mi verdadera fe. En Hebreos 11: 20 vemos que dice: “Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú, bendiciones para el futuro”. Para poder entender esta Escritura tendríamos que ir a Génesis 27. En Génesis 27 vemos la historia de estos dos hermanos Jacob y Esaú; que los dividió la herencia y la bendición del padre. Nos enseña que cuando Isaac el padre de Jacob y Esaú estaba viejo; Jacob se hace pasar por Esaú para ahora robarle la bendición que le pertenecía a Esaú y así tener todo el control de la herencia de su padre. Luego nos dice Génesis 27: 32 – 36 que cuando Jacob logra su plan y se disfraza como su hermano y el padre lo bendice, al momento entra Esaú llega y se percata que su padre ya había bendecido a Jacob y lloraba amargamente y dice el v. 34 que: ¨Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, lanzó un grito fuerte y lleno de amargura. ¡Oh padre mío! ¿Y yo? Bendíceme también a mi, le suplicó¨. Mas adelante dice el v. 38 ¨¿Pero acaso tienes una sola bendición? Oh padre mío, ¡bendíceme también a mí! —le rogó Esaú. Entonces Esaú perdió el control y se echó a llorar.¨¡ Es en este contexto que nos dice Hebreos 11: 20 que ¨Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú bendiciones para el futuro¨; fue porque Isaac les dijo en Génesis 27: 39 – 40 ¨39 Finalmente su padre Isaac le dijo: Tú vivirás lejos de las riquezas de la tierra y lejos del rocío que desciende de los cielos. 40 Vivirás de la espada y servirás a tu hermano. Sin embargo, cuando decidas liberarte, te sacudirás su yugo del cuello.¨ Hoy aprenderemos del legado de la fe; no la herencia de la fe. Una herencia trata con bienes, derechos, beneficios que las personas obtienen cuando alguien muere; pero un legado es algo que se imparte, algo que un aprendiz, descendiente o discípulo recibe o le ha sido transmitido por el estilo de vida de otro. Mensaje Herencia o Legado Cuando la Biblia nos dice que Isaac le prometió a los hijos bendiciones para el futuro y leemos la bendición de Isaac sobre sus hijos, sobre Jacob (v. 27 – 29) y sobre Esaú (v. 39 – 40) nos damos cuenta que lo que Hebreos nos busca enseñar es que aquí hubo mas que la declaración de las palabras que salieron de la boca de Isaac, sino que trataba del legado que Isaac dejó a sus hijos. Si hay algo que es mas importante que una herencia material, es el legado de fe que dejamos en la memoria de nuestros hijos. Las bendiciones para el futuro que Isaac le prometió a sus hijos, fue el legado que el mismo les dejó pos su estilo de vida y su propio ejemplo. Por ejemplo: Una herencia es algo que dejamos; un legado es algo que sembramos en ellos. Una herencia se enfoca a bienes y derechos; un legado se enfoca en principios y valores. Una herencia es temporera, un legado es permanente. Una herencia tiene un grado de valor; un legado no tiene precio. Una herencia se puede agotar; el legado esta entre las entrañas del que lo recibe. Un legado tiene que ver con la inversión que hacemos en la vida de otros. Por eso es que vemos a Isaac antes de morir, el les declara una bendición a sus hijos para el futuro; no porque les estaba dejando una herencia, sino un legado; porque estaba seguro que su estilo de vida, su manera de amar a DIOS, su manera en que condujo su vida, seria suficiente evidencia para dejar un legado futuro en la vida de sus hijos. Isaac mismo vivió esto en Génesis 26 donde nos dice en los v. 1 – 5 del legado que Abraham dejó y nos dice: ¨Un hambre terrible azotó la tierra, como había ocurrido antes en tiempos de Abraham. Así que Isaac se trasladó a Gerar, donde vivía Abimelec, rey de los filisteos. El SEÑOR se le apareció a Isaac y le dijo: «No desciendas a Egipto, sino haz lo que yo te digo. 3 Vive aquí como extranjero en esta tierra, y yo estaré contigo y te bendeciré. Yo, con estas palabras, confirmo que te daré todas estas tierras a ti y a tu descendencia,[a] tal como le prometí solemnemente a Abraham, tu padre.4 Haré que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas de los cielos, y les daré todas estas tierras. Y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas. 5 Yo haré esto porque Abraham me escuchó y obedeció todos mis requisitos, mandatos, decretos e instrucciones¨. Si nos fijamos la herencia que Isaac había recibido de Abraham, no le sirvió para nada en un tiempo donde un hambre terrible azotó la tierra; pero en medio de esa hambre terrible; DIOS decidió bendecir a Isaac, no gracias a Isaac, sino que el v. 5 nos enseña que fue gracias al legado que Abraham había dejado; al ejemplo de obediencia que Abraham tuvo con DIOS. El legado de la fe Cuando dejamos un legado de fe en la vida de nuestros hijos, no importa que tan lejos ellos estén, no importa que situación estén atravesando, el legado de fe, les afirmará. En un tiempo en que Pablo advierte a Timoteo de lo difícil de los tiempos, en 1 Timoteo 4: 1 – 2; Pablo describe ese tiempo como un tiempo en el que: 1. Las personas se apartarán de la fe verdadera; 2. Las personas seguirán espíritus engañosos y enseñanzas que provienen de demonios; 3. Las personas eran hipócritas, mentirosas y con una conciencia muerta. Luego en 2 Timoteo 1: 3 – 7 Pablo felicita a Timoteo por la fe que vivia y su estilo de vida y le dice en el v. 5 ¨Me acuerdo de tu fe sincera…¨. Pablo destaca que en medio de un tiempo donde la corrupción, la hipocresía espiritual, donde las conciencias de las personas estaban muertas; Timoteo se mantuvo firme, Timoteo no se dejó contaminar por lo que estaba pasando alrededor de el; no se dejó llevar por los conceptos de la sociedad. Pablo explica que esa fe que se manifestaba en Timoteo, era un legado que el había obtenido de su madre y su abuela; porque Pablo dice: ¨…pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.¨ La fe que Timoteo vivía aun el Apóstol Pablo se la atribuía al legado que había recibido de su abuela Loida y su madre Eunice; y esa fe que ellas vivieron ahora seguía firme a Timoteo, ahora ese legado de fe no dejaba a Timoteo, no abandonaba a Timoteo. Por esa razón es que Pablo luego le dice a Timoteo que en este tiempo difícil de su vida, en este tiempo de persecución, no era tiempo de huir, sino tiempo de: ¨avivar el fuego del don de DIOS; porque DIOS no le había dado un espíritu de temor y timidez; sino de poder amor y autodisciplina. Los padres tenemos que vivir una fe verdadera; tenemos que dejarle a nuestros hijos un legado de fe; para que cuando ellos se encuentren en los momentos difíciles de sus vidas, ellos puedan mantenerse firmes y no desmayen en su fe. Pero para esto ellos nos tiene que ver a nosotros no solo hablando de la fe, sino viviendo la fe, ellos nos tienen que ver a nosotros con una fe genuina y verdadera. Nuestros hijos tienen que mirar nuestra fe, tenemos que dejarle un legado de fe, que ellos quieran imitar, para que cuando ellos se encuentren en los momentos difíciles de sus propias vidas, el legado que les hemos dejado sea lo suficientemente fuerte como para ellos avivar el fuego del don de DIOS que esta en ellos. Por ejemplo, cuando nuestros hijos nos vean luchando por nuestro matrimonio y ahora ellos estén casados; el legado que les hemos dejado no les permitirá rendirse facilmente en su matrimonio; cuando nuestros hijos nos vean sirviendo a DIOS con pasión; el legado que les estamos dejando, les seguirá y ellos no negarán la fe. Pero si no nos ven viviendo una fe verdadera. ¿A quien luego imitarán? El que dejemos una herencia a nuestros hijos no va a garantizar que ellos tengan éxito en la vida, ni tampoco va a garantizar que ellos amen a DIOS. Pero un legado de fe, marcará sus vidas para siempre. Lo mejor que podemos dejar a nuestros hijos no es una herencia, sino un legado y el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos es el que teman a DIOS porque una herencia los puede pervertir; pero un legado los puede bendecir eternamente; porque la Biblia dice claramente que: ¨La bendición del SEÑOR (es la que) enriquece a una persona y el no añade ninguna tristeza¨. La herencia que pervierte y el legado que salva En Lucas 15: 11 - 32 vemos la parábola del hijo pródigo. En esta parábola el hijo le pide al padre su parte de la herencia antes del padre morir y el padre accedió dividir los bienes entre sus hijos. La Biblia nos enseña que este hijo aprovechó la herencia para vivir una vida desenfrenada, hasta que agotó la herencia. Este joven después de haberlo tenido todo; llegó a vivir una vida tan deplorable y miserable y terminó comiendo comida de cerdos. ¿Por qué? Porque la herencia no garantiza éxito. Sin embargo en el v. 17 nos dice: ¨Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre!¨ ¿Cómo es que este joven entró en razón? Porque recordó: ¿quién era su padre? ¿cómo se conducía su padre? ¿cómo trataba a los jornaleros su padre? ¿qué tipo de persona era su padre? Y aunque el había vivido una vida de pecado y lujuria y había derrochado todo su dinero y estaba viviendo en una condición deplorable; el legado del padre fue lo suficientemente fuerte como para marcar su vida. El estilo de vida del padre del hijo prodigo, como se conducía el padre revelaba la fe del padre; por eso es que el hijo dice en los v. 18 – 19 ¨ 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero¨. Y regresó a la casa del padre, su casa. El hijo prodigo recibió la herencia y la malgastó; y como no adoptó el legado, terminó comiendo comida de cerdos; sin embargo comiendo comida de cerdos, lo que lo alcanzó fue el legado del padre. Si nosotros como padres nos enfocamos en que nuestro estilo de vida, nuestra manera de comportarnos, la manera en que reaccionamos, si nos enfocamos en ser un ejemplo de lo que es vivir una fe verdadera y genuina; podremos descansar en que no importa que tan lejos nuestros hijos traten de huir de la fe; el legado de fe, siempre les alcanzará. El dejar un legado de fe a nuestros hijos no siempre será lo mas fácil, algunas veces ira en contra de nuestros deseos, porque el vivir una fe verdadera requiere de sacrificios; pero se imagina lo que el padre tiene que haber sentido, cuando un día a lo lejos se percata de que el hijo que estaba perdido había regresado, o el que pensaba que estaba muerto estaba con vida. Se imagina lo que el padre sintió cuando escucha de su hijo: He pecado contra el cielo y contra ti, se imagina cuando ese hijo le contara a su padre; el legado de lo que tu me enseñaste, tu manera de vivir es lo que me trajo de regreso a casa. Se imagina Timoteo contándole a su mama y su abuela; que fue gracias al legado de fe que ellas ke dejaron que en los momentos difíciles de su vida no se rindió, que en los momentos difíciles de su vida no desmayó y todo por la fe no fingida que su madre y abuela le dejaron como legado. Así debemos vivir esta fe, donde dejemos un legado de fe a nuestros hijos y nietos, un legado donde no importa que tan lejos ellos traten de huir, hasta allá la fe, les alcance y hereden las bendiciones futuras que DIOS tiene para ellos. No podemos controlar el destino de nuestros hijos; pero podemos vivir una fe genuina y apasionada, donde podamos tener la paz de que hemos dejado un legado de fe, para así vivir con la fe y la esperanza de que un día ellos también declararán que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO. Para reflexionar ¿Cómo nuestra fe esta impactando el destino de nuestros hijos? ¿Cómo estamos viviendo nuestra fe para ser un ejemplo para nuestros hijos? ¿Qué debo cambiar para dejar un legado de fe en la vida de nuestros hijos? ¿Qué decisión tomaré hoy para comenzar a dejar un legado de fe en la vida de mis hijos? Oración Padre reconozco la gran responsabilidad que tengo de ser un ejemplo para mis hijos y reconozco lo difícil que esto puede ser en algunos momentos. SEÑOR te pido en el nombre de JESÚS, que me ayudes a hacer los cambios necesarios en mi vida para vivir esta vida de manera tal que sirva para dejar un legado espiritual en la vida de mis hijos, para que ellos jamás se aparten de tus caminos. Ayúdame a renunciar a todo lo que tengo que renunciar, a cambiar todo lo que tengo que cambiar, a crecer en todas las áreas que tengo que crecer para que mi vida sirva como ejemplo para mis hijos y las personas que tu me delegaste. Te lo pido en el nombre de JESÚS. Amen