Vida Familiar 1

El Proposito De Dios Para El Matrimonio

By Richard Martinez, Pastor, March 16, 2019

INTRODUCCIÓN

Hoy comenzamos esta Nueva Serie de mensajes titulada Vida Familiar. En esta serie de mensajes queremos hablar de los diferentes aspectos que pueden beneficiar o afectar la familia. Estaremos aprendiendo conceptos que nos ayudarán a entender el matrimonio y la familia en general. En la segunda parte de esta serie nos enfocaremos en la crianza de los hijos.

Esta serie es importante, porque es preocupante el ver cómo los matrimonios cristianos aprenden a vivir conformes en sus matrimonios, cómo hogares cristianos se desintegran; cómo personas se rinden en sus relaciones y no buscan ministrarse el uno al otro y luchar por la familia.

Es importante entender que absolutamente todo lo que DIOS creó; lo creó con un propósito, no existe nada sobre la faz de la tierra que DIOS haya creado sin propósito. El matrimonio no es la excepción; el matrimonio fue creado por DIOS con un propósito y es lo que veremos en este día. Cuando no conocemos el propósito para lo que algo fue creado lo usaremos incorrectamente. Por eso es, que más del 50% de los matrimonios terminan en divorcio y una gran cantidad de matrimonios que permanecen casados ​​viven amargados y decepcionados en su matrimonio porque no conocen el propósito de Dios para el matrimonio.

Por ejemplo, muchas personas comparan sus matrimonios con lo que ven en TV, las redes sociales, con lo que el mundo ha establecido que debe ser el matrimonio, tratan de edificar sus matrimonios con lo que creen que es el matrimonio, pero es importante que siempre miremos nuestras vidas y nuestros matrimonios a la luz de la Palabra y que sea la Palabra nuestra fuente de información.

MENSAJE

La Felicidad y El Matrimonio

Uno de los mayores conflictos que tenemos hoy día en el matrimonio es que muchas personas llegan al matrimonio pensando que la función de mi cónyuge es hacerme feliz a mí. Por eso es, que muchos matrimonios se la pasan tirando cada uno para su lado, porque están buscando su propia felicidad en el matrimonio, cuando el matrimonio es mucho más que eso.

La realidad es que todo lo que se establece en el orden de Dios, produce bendición; todo lo que se hace conforme a lo establecido por Dios, es productivo y cuando establecemos el matrimonio en el orden de Dios, claro que nos sentiremos completos y llenos, felices y gozosos. Pero si queremos verdaderamente ser felices en el matrimonio, debemos cesar de depender de mi cónyuge para que me haga feliz y encontrar mi felicidad en Cristo. Es Cristo Quien Único nos puede verdaderamente llenar y hacer feliz y si cada uno en el matrimonio enfoca su mirada en Cristo, el resultado que obtienen en el matrimonio es maravilloso.

Observe cuáles son la mayoría de los conflictos que tenemos en el matrimonio: Él no hizo, ella no hizo, él no me dio, ella no me dio, él hizo esto, ella hizo esto, todo es relacionado a lo que cada uno desea, cada uno quiere a lo que me hace a mi feliz, a lo que yo necesito o anhelo para ser feliz.

Ahora que sucedería, si en vez de yo esforzarme porque mi esposa me haga feliz, me esfuerzo en: Hacer lo que dice ***Hebreos 12: 2 ***fijar mi mirada en Cristo y que mi esposa fije su mirada en Cristo, porque es Cristo quien inicia y perfecciona nuestra fe.

Qué sucedería si como dice*** Efesios 1: 23*** yo me esforzara porque mi vida sea llena y completa en la Presencia de Dios y mi esposa buscara lo mismo; que sucedería si mi esposa y yo hiciéramos lo que dice Mateo 6: 33 y buscáramos el Reino de Dios por encima de todo lo demás y lleváramos una vida justa, tendríamos todo lo que necesitamos.

En otras palabras, si nuestro esfuerzo fuera el buscar el saciar nuestras vidas en Cristo, nuestros matrimonios, hogares y familias fueran completamente diferentes; Cristo llenaría nuestras vidas, llenaría nuestros corazones, nos daría paz, nos daría gozo, felicidad, amor, saciaría toda las áreas de nuestras vidas y ahora estaríamos en una posición donde podemos vivir una vida de deleite. Pero mientras mi enfoque sea, el hacer lo necesario porque mi esposa me haga feliz a mí, nunca vamos a sentirnos bendecidos en el matrimonio, porque ella continuará tirando para su lado y yo para el mío. Pero ella no tiene la habilidad de hacerme feliz, ni yo a ella, por más que tratemos.

Digo que ella no puede hacerme feliz porque ella es tan imperfecta como yo, tiene luchas internas, emocionales, espirituales, tales como las tengo yo; por esa razón nuestra felicidad tiene que venir primeramente de Cristo y una vez encontremos nuestra felicidad en Cristo y somos saciados en Cristo entonces estamos en una posición de poder ser felices juntos.

Esta es una de las razones por las que las personas cometen tantos errores cuando se enamoran; que lo que buscan es alguien que les haga feliz y no buscan ser saciados en Cristo primero.

Nos dice el Salmo 37: 3 – 4

¨Confía en el Señor y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. 4 Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.¨

Es Dios, siempre ha sido Dios y siempre será Dios Quien único puede llenar y conceder los deseos más profundos de nuestros corazones, por eso busquemos alabar a Dios, adorar a Dios, buscar el rostro de Dios y encontraremos la felicidad en Dios que mi esposa definitivamente no tiene la capacidad de darme. Pero, ¿Cuál es el propósito de Dios para el matrimonio?

Propósito De DIOS Para El Matrimonio

1. El propósito de Dios para el matrimonio es que unidos vivamos para Él.

Cuando leemos en Génesis 2: 15 vemos que Dios puso al hombre en el jardín para que se ocupara del jardín y lo custodiara; luego en el V. 18 es donde Dios dice que: No es bueno que el hombre esté solo y le hizo una ayuda idónea. Podemos ver que Dios decidió que la unidad en el matrimonio es valiosa para cumplir Su propósito divino.

Dios no nos da una pareja para que nos enfoquemos en nosotros, sino para que unidos nos enfoquemos en Dios y cumplamos el propósito de Dios para nuestras vidas. La unidad en el propósito de Dios es vital, porque nos mantiene enfocados en Dios, nos edificamos mutuamente; nos animamos a continuar, nos bendecimos, etc.

Cristo dijo en Mateo 18: 20

¨Pues donde se reúnen dos o tres en mi nombre, yo estoy allí con ellos¨.

Yo le reto que haga el ejercicio esta semana de poner alabanzas y luego con su esposa alabe a Dios, oren el uno por el otro, y verán cómo la Presencia de Dios cambia toda la atmósfera de sus vidas, matrimonios, familias y hogares.

2. El propósito de Dios es que criemos hijos que amen a Dios.

En Génesis 1: 28 Dios les dijo al hombre y la mujer:

¨Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella¨.

En Malaquías 2: 15 nos dice:

¨No te hizo el Señor uno con tu esposa? En cuerpo y espíritu ustedes son de Él. ¿Y qué es lo que Él quiere? De esa unión quiere hijos que vivan para Dios…¨

Aquí nos explica que DIOS no sólo quiere que tengamos hijos y que los traigamos a la Iglesia, y no sólo que enseñemos a nuestros hijos a amar a DIOS; sino que les enseñemos a vivir para Dios.
¿Cómo logramos eso? Hoy más que nunca eso parece una tarea imposible. Lo que usted y yo podemos hacer es primeramente vivir nosotros como ejemplo de qué es ser un verdadero hijo de DIOS, aunque no parezca, usted y yo somos el modelo que nuestros hijos buscan imitar.

Aunque en este momento pareciera que ellos no quieren nada con Dios, usted persista en mantenerse enfocado en Cristo, amar a Cristo y vivir para Cristo y en su momento, su testimonio será el que impactará la vida de sus hijos. Dios es un Dios de generaciones y Dios nos dice en Éxodo 20: 6 que Él derrama Su amor inagotable por mil generaciones sobre los que le aman y obedecen Sus mandamientos.

Por eso, es que digo que nuestra responsabilidad es que nuestros hijos nos vean a nosotros como matrimonio adorando y viviendo para Cristo y veremos que la promesa de Dios en Su Palabra es mayor que la necedad del corazón de nuestros hijos.

3. El propósito de Dios para el matrimonio es que nos complementemos el uno al otro.

La Biblia dice en Génesis 2: 18 que Dios dijo:

¨No es bueno que el hombre esté solo¨

fue ahí y por eso, que creó la mujer para que fuera su ayuda idónea. Luego nos dice en Génesis 2: 22 – 23 que:

¨22 Entonces el Señor Dios hizo de la costilla a una mujer, y la presentó al hombre. 23 «¡Al fin! —exclamó el hombre—. ¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Ella será llamada “mujer” porque fue tomada del hombre».¨

El plan de Dios para el matrimonio envuelve que nos complementemos el uno al otro y llenemos las necesidades emocionales del uno al otro. Por eso vemos, que cuando Dios creó a la mujer, dijo: No es bueno que el hombre esté solo; en otras palabras, la mujer vino a llenar una necesidad emocional del hombre. Cuando la mujer fue creada, el hombre la llamó carne de su carne y hueso de sus huesos lo que muestra que el hombre también llenó una necesidad emocional de la mujer.

Por eso dice en el V. 24 ¨Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo.¨ La expresión una sola carne expresa complemento; expresa que Dios ya depositó en mi lo necesario para complementar a mi esposa y depositó en ella lo necesario para complementarme a mi.

Un complemento es aquello que se añade a otra para hacerlo mejor, más completo, efectivo y perfecto. Por eso vemos, que Dios le hizo ayuda idónea a Adán, o sea Adán sólo podía, pero Dios quiso con Adán hacer algo mejor, algo completo, efectivo y perfecto.

Me explico: Yo puedo vivir sin mi esposa, pero soy mejor con ella, ella puede vivir sin mí pero es mejor conmigo; mi vida es más efectiva, mejor y más productiva con ella, su vida es más efectiva, más productiva y mejor conmigo, porque nos complementamos el uno al otro.

  1. El propósito de Dios para el matrimonio es que nos amemos el uno al otro.

La base del matrimonio es el amor; pero el amor no es el sentimiento ligero, pasajero; superficial que muchas personas piensan, sino que el amor es la decisión más fuerte y firme que una persona puede tomar, el amor es la decisión que tomamos a favor de mi pareja, donde nos sacrificamos por el bien de la otra persona, buscando su bendición antes que la mía.

El amor es tan impresionantemente fuerte que nos dice 1 Corintios 13: 4 – 7

el amor es paciente, bondadoso, no es celoso, ni orgulloso, ni ofensivo; no se irrita, no lleva registros de ofensas; se alegra cuando la verdad triunfa; no se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.

Así es el amor de Dios por nosotros, pero es el mismo amor que Dios espera que reflejemos en nuestros matrimonios; una decisión de amor incondicional.

CONCLUSIÓN

El Ataque Del Enemigo Contra El Matrimonio

Cuando estamos enfocados en el propósito de Dios para nuestros matrimonios es que experimentamos verdaderamente la bendición del matrimonio, disfrutamos el matrimonio, nos gozamos en el matrimonio, no buscamos nuestros deseos individuales, sino lo que necesitamos cada cual para edificar el matrimonio.

El propósito de Dios para Adán y Eva era todo esto que hablamos; hasta que en Génesis 3 la serpiente invadió el Edén y fue la serpiente, el diablo quien los llevó a desenfocarse del propósito que Dios había establecido y perdieron todos los privilegios que tenían en el Edén.

Así como la serpiente invadió el Edén, así mismo la serpiente busca invadir nuestros matrimonios, nuestros hogares, nuestras familias. Porque el conoce que si nos unimos y somos efectivos en el matrimonio, nada detendrá el propósito y la bendición de Dios en nuestras vidas.

Todos los que nos casamos aquí, nos casamos amándonos, ilusionados, con sueños y expectativas. Pero cuando la serpiente hace de las suyas, trae desilusión, amargura, iras, contiendas y divorcio. Hay algo que el diablo es un experto y es llenando los corazones de egoísmo y egocentrismo. Por eso a algunos se les hace tan difícil poder ver el propósito de Dios en sus matrimonios y que funcionen en el orden de Dios; porque el egoísmo endurece los corazones y destruye el matrimonio.

Por eso es que tenemos que buscar llenar nuestras vidas, saciar nuestras vidas en Cristo y con Cristo, porque si NO; la serpiente continuará matando, hurtando y destruyendo los matrimonios. Hay matrimonios que no tienen que divorciarse, ni mudarse de casa para estar separados, es más no tienen que dormir en cuartos diferentes para estar separados, pueden dormir en la misma cama, comer en la misma mesa, vivir en la misma casa y aun así estar separados; esto es una limitante al cumplimiento del propósito de Dios en sus vidas. El matrimonio es algo que no podemos dejar de trabajar en ello, no podemos dejar de luchar por el, no podemos conformarnos, sino que tenemos que luchar para que la serpiente no logre su objetivo de separarnos, dividirnos y terminemos divorciados.

Por eso es que en Malaquías 2: 16 Dios dice que Él odia el divorcio, porque el resultado del divorcio y la desconexión matrimonial provoca el que el uno o el otro se sientan abrumado.

La palabra abrumado significa: agobiado, que lleva cargas físicas, emocionales o morales difíciles de soportar. Es eso lo que causa desconexión matrimonial y el divorcio, cargas físicas, emocionales, morales y difíciles de soportar. Ese jamás era el plan y el propósito de Dios para el matrimonio.

En el Edén vimos cómo cuando Adán y Eva le dieron lugar al diablo; él estorbó el cumplimiento del propósito de Dios y esto trajo cargas físicas, emocionales, morales y difíciles; pero sobre todo la limitación de la bendición de Dios para sus vidas.

Dios nos unió en matrimonio para mucho más que lo que estamos viviendo, Dios nos unió con un propósito divino, nos unió en matrimonio con el fin de que unidos cumplamos Su propósito. Así que no permitamos que el enemigo nos divida, nos desconecte, nos abrume.

Más bien hagamos como dice en 1 Pedro 5: 8 – 11

¨8 ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. 9 Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes[b] en todo el mundo también está pasando por el mismo sufrimiento.10 En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido. 11 ¡A él sea todo el poder para siempre! Amén.¨

Enfoquémonos en el propósito de Dios en nuestro matrimonio, busquemos ser saciados en Cristo; mantengámonos firmes contra el enemigo defendiendo el matrimonio y el pacto que hemos hecho delante de Dios y seamos fuertes en nuestra fe; porque Dios nos llamó a que participemos de Su Gloria. Es cierto que pasaremos momentos difíciles y de sufrimiento en el matrimonio, pero después de un poco de tiempo; es Dios quien restaura, sostiene, fortalece y afirma nuestros matrimonios en un fundamento sólido.

Toma una decisión hoy de que nada ni nadie separará lo que Dios a unido y que en tu matrimonio y familia vivirás declarando que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO.