Vida Familiar 2

El Diseño De DIOS Para El Matrimonio

By Richard Martinez, Pastor, March 23, 2019

INTRODUCCIÓN

En el mensaje pasado vimos, cómo no podemos depender que nuestra pareja sean esclavos de nuestra felicidad, sino que la verdadera felicidad sólo la encontramos en Cristo.

También aprendimos que el propósito de Dios para el matrimonio es que:

  • Unidos Le amemos a Él;
  • Que criemos hijos que vivan para Él;
  • Que seamos un complemento el uno para el otro;
  • Que nos amemos los unos a los otros.

En este mensaje estudiaremos el diseño de Dios para el matrimonio; ya que hemos establecido que todo lo creado por Dios, tiene un propósito; pero también todo lo que Dios creó; lo creó con un diseño y ese diseño tiene un orden y para que algo cumpla el propósito de Dios, es necesario que funcione dentro del orden de Dios.

Una de las razones por las que algunos matrimonios se ven envueltos en conflictos, peleas y contiendas; es por no conocer el diseño y el orden de Dios para el matrimonio. El no conocer nuestro rol en el matrimonio nos lleva a conflictos que nos dividen y nos separan. Si conocemos el rol de cada cual en el matrimonio, estaremos estableciendo el orden de Dios para el matrimonio; que va de acuerdo al diseño y que cumple el propósito de Dios y de esa manera venceremos sobre los planes del diablo contra nuestro matrimonio.

MENSAJE

Para analizar el rol de cada cual en el matrimonio, estaremos estudiando lo que el Apóstol Pablo escribió en Efesios 5: 21 – 33. Para entender bien esta porción de la Palabra, debemos entender que en los V. 1 – 20 el Apóstol Pablo le estaba escribiendo a los cristianos en Éfeso de cómo es que debían conducirse en esta Nueva Vida que tenían en Cristo.

Por eso en los V. 21 – 33, le está hablando a los matrimonios cristianos de cómo es que deben llevar su relación usando la relación de Cristo y la Iglesia como ejemplo.

El Rol De La Esposa

Dicen los V. 22 – 24: 22

22 Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor, 23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia.24 Así como la iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido.¨

Muchas personas cuando escuchan la palabra sumisión les choca; porque lo ven como algo desagradable o inferior; las personas ven la sumisión como una ofensa o algo degradante. Es igual que cuando se dice que la mujer es la ayuda idónea o ayuda ideal; la palabra ayuda se ha mal interpretado por mucho tiempo. Muchas personas lo interpretan como que la mujer fue creada para ayudar al hombre y cumplir algunas tareas para el hombre o por el hombre.

El significado de ayuda viene del hebreo “ezer” que se refiere a la ayuda que proviene de la fuerza de un ejército la cual sin ella se pierde la batalla; también significa: rodear, proteger, socorrer, auxiliar en momentos de crisis y dificultad.

En otras palabras, ayuda idónea es el complemento que Dios le da al hombre por el cual sin ella el hombre no cumpliría a totalidad su misión. Lo que vemos es que lejos de ser un término de inferioridad es un termino de complemento, perfección, victoria, auxilio y protección.

De la misma manera; la palabra sumisión no significa ser inferior. En hebreo la palabra “Someter o sumisión” también tiene un significado militar; significa: posicionarse bajo el rango de… con el fin de lograr un objetivo u obtener una victoria.

Fijémonos cómo es que la palabra ayuda y sumisión son similares en función; ayuda idónea la fuerza de un ejército la cual sin ella se pierde la batalla, protección, socorro,

complemento; sumisión posicionarse bajo el rango o la autoridad de; con el fin de lograr un objetivo u obtener una victoria.

En ninguno de los términos habla de servidumbre o inferioridad. Por ejemplo: un Sargento no es inferior a un Capitán, son dos seres humanos que sirven bajo el mismo cuerpo militar y la misma nación. Pero para que pueda haber orden en el ejército y tener éxito en las batallas; se debe tener niveles y responsabilidades de autoridad o todo sería un caos.

Si tanto el Sargento como el Capitán quisieran dar las ordenes que más le parecieran, o someterse a las instrucciones y roles que más le pareciera; ese ejército fuera un ejército inefectivo, vulnerable a sus enemigos y condenado a la derrota; porque lo que prevalecería fuera el desorden.

La sumisión no implica que la esposa sea menos que el esposo, porque la Biblia dice que todos somos iguales en Cristo en Gálatas 3:28 dice:

“Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús”. Pero dentro del rol de la mujer está el de sumisión al esposo. Por ejemplo, en 1 Corintios 11: 3 dice: " Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios".

Dios estableció estos roles con el fin de que podamos tener un orden en el matrimonio y en el hogar. Lo estableció para que las cosas funcionen efectivamente, y que tengamos victoria y éxito.

La sumisión no es un acto de inferioridad, es más cuando miramos la relación del Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo, vemos una perfecta unidad, pero también vemos manifestada la sumisión. Por ejemplo, nos dice Filipenses 2: 5 – 11 que:

Cristo Jesús aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, 8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. 9 Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres 10 para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, 11 y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.¨

Aquí podemos ver claramente cómo Cristo siendo Dios, Él no consideró aferrarse al hecho de que era igual a Dios, sino que decidió someterse voluntariamente a la Voluntad del Padre, renunciando a sus privilegios; con el fin de que se cumpliera el propósito correcto y obtener la victoria esperada. Así mismo sucede, cuando en un matrimonio se establece el orden correcto establecido por Dios.

El sometimiento voluntario de la esposa no es para ser inferior, humillada o pisoteada, sino para producir el orden correcto en el matrimonio que trae victoria al matrimonio y a la familia. Porque todo lo que se hace en el orden de Dios produce bendición.

El Rol del Esposo

Luego de que el Apóstol Pablo explica el rol de la mujer, ahora habla de la responsabilidad o el rol del esposo, y dice en los V. 25 – 28 ¨ 25 Para los maridos, eso significa:

ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella 26 a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios. 27 Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable. 28 De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo.¨

Si nos fijamos en el rol del hombre en el matrimonio es un rol más demandante; más intenso; a la mujer se le da la tarea de someterse, de ser esa fuerza, ese complemento; pero al hombre se le da toda la responsabilidad de dirección, cobertura y cuidado del matrimonio y la familia.

Por ejemplo, cuando en Génesis 3: 9 – 10 vemos que la mujer y el hombre comen del árbol del conocimiento del bien y del mal; aunque fue la mujer la que habló y tomó el fruto; a quien Dios primero llamó a cuentas fue al hombre.

¿Por qué?

Porque el hombre es la cabeza. Inclusive como mencionamos, fue el no operar en el orden correcto como cabeza lo que trajo caos y catástrofe a la familia. Si miramos en Génesis 3: 6 vemos que dice:

La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y el también comió¨.

Por eso, es que lo que se perdió de la relación en el Edén; el Apóstol Pablo ahora establece el orden en Efesios 5 y cuando el Apóstol Pablo le habla a la mujer y le dice que el marido es cabeza de la mujer; esto lo que le producía a la mujer era paz, confianza, seguridad; porque la traducción de cabeza “kephale” significa: piedra angular, lo que une dos paredes, cobertura.

Lo que nos demuestra que el esposo es quien sostiene, mantiene y cuida de la mujer; también es la cobertura sobre su esposa, que fue lo que vimos en 1 Corintios 11: 3 que dice:

¨la cabeza de todo hombre es CRISTO, la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de CRISTO es DIOS¨.

Ahora lo segundo que vemos en el rol que tiene el hombre dentro del matrimonio es el de amar a su esposa; dice el V. 25

¨Para los maridos esto significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la Iglesia. El entregó su vida por ella¨.

Dios le demanda que los esposos tenemos que amar a nuestras esposas con tal intensidad y decisión como el que vimos de Cristo por la Iglesia.

El rol de un verdadero hombre es que está dispuesto a sacrificar su propia vida y sueños por el bien de la esposa y la familia y como decíamos la semana pasada, aquí no está hablando de un amor superficial y sentimental, sino que está hablando del amor decisivo y total. El amar es la decisión más intensa y poderosa que cualquier ser humano puede tomar.

El amor que Dios demanda del hombre no es un amor que se rinde, es un amor que debe tener resultados; en los V. 26 – 28 nos explica que el amor que el esposo tiene que tener por su esposa, se debe notar en su esposa, se debe ver el resultado de la cobertura de Dios por medio de su esposo, sobre la esposa.

Esta porción de la carta del Apóstol Pablo debió haber generado un golpe fuerte al ego del hombre. Porque tanto en la cultura hebrea; como en la cultura griega la mujer era como una propiedad del hombre; la mujer no tenía derechos legales, en la cultura hebrea un hombre le podía dar carta de divorcio a su esposa y despacharla; en la cultura griega la mujer era tratada como una sirvienta sin ningún tipo de derechos legales. Lo que vemos que tanto en la cultura hebrea, como en la griega todos los derechos legales le pertenecían al marido.

Por eso es, que cuando el Apóstol Pablo escribe a los Efesios para poner orden y les habla de este nuevo estilo de vida, ahora él los impacta con una declaración que iba en contra de sus bases culturales y les explica a los hombres que el rol del marido es: amar a su esposa con tal amor, con tal atención, con tal entrega que se debe manifestar como el amor que vemos que Cristo tuvo por la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella.

Si nos damos cuenta el Apóstol Pablo redefinió la hombría; porque culturalmente la hombría era definida desde una perspectiva machista, pero ahora él dice a los que están en Cristo y adoptaron este nuevo estilo de vida cristiano, que la nueva definición de la hombría es el amar a la esposa de una forma como antes no se había visto en su ambiente cultural. La hombría del hombre de Dios no se define por su éxito personal, sino por la salud emocional, familiar y espiritual de su matrimonio y familia.

CONCLUSIÓN

Por esto el orden es vital; porque el propósito del enemigo siempre ha sido que nos resistamos al orden de Dios y hagamos las cosas a nuestra manera. Nunca tendremos una mejor idea para nuestras vidas que la que Dios ya tuvo y dejó establecida en Su Palabra.

Si no hay orden, es como estar manejando un carro y los dos querer manejar a la vez; no es que no vamos a llegar a nuestro destino, sino que nos vamos a matar en el camino. Esto es lo que ha sucedido en muchos matrimonios, que los dos han querido tomar el volante; y lo que han hecho es destruirse en el proceso.

En la Biblia vemos cómo en el Edén, la serpiente penetró el ámbito familiar y los dividió; el matrimonio fue expulsado del Edén, limitado de la bendición de Dios; los hijos vivieron en caos y todo porque el enemigo logró su objetivo; separó y dividió la familia. Por eso el orden de Dios para el matrimonio es tan importante; porque el orden de Dios en el matrimonio y la familia en general produce la bendición de Dios.

Pero también si nos fijamos luego que el Apóstol Pablo habla del orden de Dios; es que en el Cap. 6 habla de la guerra espiritual, y cómo; como Iglesia y como familia poder prevalecer contra el diablo.

El Apóstol Pablo explica que para estar en la posición de poder vencer contra el enemigo es necesario establecer el orden correcto. Porque si no hay orden no vamos a prevalecer, Jesús dijo en Mateo 12: 25 que:

¨Todo reino dividido por una guerra civil está condenado al fracaso. Una ciudad o una familia dividida por peleas se desintegrará¨.

Fijémonos que no dice que el matrimonio se desintegrará, sino que la familia se desintegrará, en otras palabras será destruida. Pero si nosotros como matrimonio ponemos las cosas en el orden correcto podemos hacer frente a todo plan del enemigo. Como dice Eclesiastés 4: 12

¨Alguien que está solo puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son tres, porque una cuerda triple no se corta fácilmente.¨

El hombre sale de Dios, la mujer sale del hombre, los hijos salen de la mujer; y cómo por eso los hijos dependen de la mujer, la mujer del hombre y el hombre de Dios, eso es orden y una armonía posicionada para la bendición. En la relación que buscan el orden de Dios, ya no son dos los que luchando el uno contra el otro, tirando cada uno para su lado; ya no es mi esposa y yo luchando el uno contra el otro; ya no somos ella y yo solos luchando contra el diablo.

Sino que la Biblia me dice, que donde están dos o tres congregados en Su Nombre ahí está Él entre ellos; lo que significa que cuando ponemos las cosas en el orden correcto ahora somos 3; mi esposa, yo y el Señor. Mi esposa y yo y el Señor de Señores, el León de la Tribu de Judá, el Poderoso Gigante, el Poderoso en Batalla, el Vencedor de la Cruz, el Rey de Reyes; el Eterno, Soberano, Omnipotente, Todopoderoso Dios; está peleando con nosotros, a favor de nosotros y por nosotros, en nosotros y esa unión no se corta fácilmente. Busquemos la unidad, busquemos la paz, disfrutemos de la bendición de Dios, y vivamos declarando que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANOS.