Vida Familiar 3

La Realidad Del Divorcio

By Richard Martinez, Pastor, March 31, 2019

INTRODUCCIÓN

Hablaremos en esta ocasión de uno de los temas más controversiales que podemos hablar en la Serie de la Familia y el Matrimonio; porque en este día hablaremos del sensitivo tema del divorcio.

El Tema del Divorcio es un Tema Complicado Porque:

  • Hay personas que miran el divorcio como el pecado imperdonable y rechazan a toda persona que se ha divorciado.

  • La sociedad promueve y hasta anima al divorcio y presentan el divorcio de una forma tan liviana y superficial sin tomar en cuenta lo traumático del mismo.

  • Es un tema más profundo que lo que podemos imaginar o tratar en un mensaje.

No pretendo con este mensaje, argumentar con nadie en relación a su posición con el divorcio; este mensaje no es una para acusar ni juzgar, sino para aclarar y sanar, y que Cristo sea exaltado.

MENSAJE

El Pacto Del Matrimonio

Cada persona tiene que decidir cómo edificará su matrimonio y familia, si conforme a los estatutos y opinión del mundo y la sociedad, o conforme al diseño de Dios en Su Palabra. Cada cual tiene que tomar esa decisión.

Cuando hacemos las cosas conforme al diseño de Dios no significa que sea fácil, si las instrucciones de Dios fueran fáciles, cualquier persona en el mundo las pudiera realizar; nosotros tenemos que entender que lo que Dios nos demanda no siempre es fácil, pero siempre es lo que nos conviene.

La Biblia nos dice en el Salmos 1 que cuando dirigimos, conducimos, obedecemos y nos deleitamos en la Palabra; seremos como árbol plantando junto a corrientes de agua que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hacen prosperan.

Así mismo es el matrimonio, cuando llevamos el matrimonio conforme al diseño de Dios que vemos en la Palabra; disfrutamos de esa misma promesa, todo lo que hacemos prospera, nuestras vidas prosperan, nuestros hijos prosperan, nuestras finanzas prosperan, el amor prospera, la paz prospera.

Pero la realidad del caso es que el diablo ha contaminado la forma en la que muchas personas ven el matrimonio, llevándonos a pensar que el matrimonio es un contrato y no un pacto. Esta sociedad ve el matrimonio como un contrato. (Slide)Un contrato es un acuerdo entre dos personas donde todas las partes acuerdan cumplir con ciertos requisitos. Si una de las partes no cumple con lo acordado, entonces se toman acciones legales para obligar a hacerlo o terminar el contrato.

Así es que muchas personas ven el matrimonio, cada cual entra en la relación con su propia expectativa de lo que esperan y cuando llegan al punto donde el cónyuge no cumple con los requisitos esperados, entonces buscan la anulación del contrato.

Dice en Marcos 10: 6 – 9

¨pero desde el principio de la creación Dios los hizo hombre y mujer. Esto explica por qué un hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, 8 y los dos se convierten en uno solo”. Como ya no son dos sino uno, 9 que nadie separe lo que Dios ha unido.¨

Cuando analizamos esta Escritura, nos enseña que el matrimonio no fue la idea del ser humano sino que el matrimonio fue la idea de Dios; lo que significa que no es la sociedad la que debe regir los parámetros, principios y estatutos del matrimonio cuando fue Dios Quien lo creó. Y el mayor problema que tenemos en el matrimonio es que muchas personas ven el matrimonio desde la perspectiva de la sociedad y no desde la perspectiva de Dios.

Cuando dice que:

¨y los dos se convierten en uno solo¨ y ¨que nadie separe lo que Dios ha unido¨;

nos muestra que la unión matrimonial no es sólo física, sino también emocional, espiritual. El matrimonio no es un contrato; es un pacto sellado por Dios el cual nadie tiene el derecho de separar.

Notemos la diferencia entre un contrato y un pacto matrimonial:

  1. Los contratos pueden tener fecha de expiración, el pacto matrimonial se anula sólo con la muerte; ***

  2. Los contratos se realizan con el fin de obtener algo para mí, el pacto matrimonial se realiza con el beneficio de la otra persona y la familia en mente;

  3. El contrato tiene condiciones específicas, el pacto matrimonial se trata de amor incondicional;

  4. El contrato cuando llega el conflicto se separan las partes, el pacto matrimonial cuando llega el conflicto se unen y luchan juntos.

El Poder De Un Pacto

El matrimonio es un pacto y para ilustrar el poder de este pacto veamos lo que nos dice Josué 9 donde nos dice: que cuando Dios le estaba dando victorias al pueblo de Israel, los gabaonitas decidieron engañar a Josué haciéndoles pensar que ellos eran un pueblo que venían de muy lejos.

Nos dicen los v. 3 – 4

¨ Sin embargo, cuando los habitantes de Gabaón oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a la ciudad de Hai, 4 recurrieron al engaño para salvarse la vida¨,

y les funcionó.

Josué entró en un pacto con ellos bajo engaño y tres días más tarde el ejército de Josué se da cuenta de que los gabaonitas los habían engañado y cuando el ejército de Josué quisieron atacarlos, Josué y los líderes de Israel

dijeron en Josué 9: 19 – 20

¨ 19 Pero los líderes respondieron: «Dado que hicimos un juramento en presencia del Señor, Dios de Israel, no podemos tocarlos. 20 Lo que tenemos que hacer es dejarlos con vida, porque el enojo divino caería sobre nosotros si no cumpliéramos nuestro juramento.¨

***4 Principios del Pacto de Josué con los Gabaonitas: ***

  1. Ellos hicieron juramento en Presencia de Dios;

  2. Ellos no podían romper su juramento;

  3. Ellos tenían que cumplir su parte del juramento;

  4. Ellos temían las consecuencias de Dios si incumplían su juramento.

En otras palabras, Josué les dijo: Aunque nos hayan engañado, ya hicimos un pacto delante de Dios y no podemos romper ese pacto, porque si lo rompemos el enojo divino caería sobre nosotros.

Ahora yo me pregunto:

¿Si ellos no quisieron romper su pacto aunque fue basado en engaño por temor a las consecuencias; cuanto más será romper un juramento basado en amor que hicimos delante de Dios?

Cuando nos casamos, hacemos un juramento, un pacto delante de Dios, el cual no podemos romper, y tenemos que cumplir en su totalidad al mantenernos juntos hasta que la muerte nos separe; porque sí hay consecuencias cuando incumplimos ese juramento que hicimos delante de Dios.

Esto lo vimos en Malaquías 2: 13 – 15 veamos con un poco de detenimiento estos pasajes:

  1. Los líderes de Israel se quejaban porque Dios no estaba aceptando su adoración; en otras palabras ellos estaban limitados de la bendición de Dios;

  2. Cuando se quejaron, Dios les dijo: Les digo por qué están limitados. Porque yo fuí testigo del pacto matrimonial; lo que significa que fue Dios quien selló el pacto matrimonial;

  3. Dios afirma que el pacto es hecho en ÉL y Él los hizo una sola carne;

  4. Dios confirma que el pacto matrimonial es para siempre.

Tenemos que entender que el rompimiento del pacto matrimonial es serio, a tal punto que

Dios dice el v. 16

¨¡Pues yo odio el divorcio!. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad. Por eso guarda tu corazón; y no le seas infiel a tu esposa».¨ Hay una clave aquí que es importante cuando habla del divorcio que muchos ignoran, porque lo primero que se enfocan es en la parte que dice: ¨Pues yo odio el divorcio¨.

Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que el divorcio en la cultura hebrea era el dar una carta de repudio a su esposa y enviarla, sacarla de la familia y la casa porque la mujer era considerada una propiedad.

El Señor está diciendo aquí que el acto de divorcio en aquel tiempo o en este era un trato cruel, era una actitud malvada en este caso contra la esposa, porque era el hombre quien podía dar la carta de divorcio, pero el divorcio es un trato cruel; por eso es que nos dice que el divorciarte de tu esposa es abrumarla y dijimos que abrumar significa agobiar, imponer cargas físicas, emocionales o morales difíciles de soportar. Y Dios estaba reprendiendo esa actitud.

El divorcio es una de las decisiones y experiencias más duras y traumáticas que una persona puede atravesar; no importando de quién haya sido la decisión. Pero lo tercero que vemos es lo que dice al final que muchos no miran y es cuando Él dice:

¨Por eso guarda tu corazón¨; porque lo que nos lleva al divorcio es la dureza del corazón.

La Dureza Del Corazón y El Divorcio

Cuando se habla de divorcio muchas personas inmediatamente toman una posición defensiva; mientras otros toman una posición de juicio. No debemos mirar la enseñanza del divorcio para obtener herramientas para dañar, juzgar, acusar; sino para amar, cuidar y edificar.

Lo cierto es que el divorcio nunca estuvo dentro de los planes de Dios y JESÚS habló de esto en

Mateo 19: 3 – 10:

¨ 3 Unos fariseos se acercaron y trataron de tenderle una trampa con la siguiente pregunta: —¿Se permite que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo? 4 Jesús respondió: —¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, “Dios los hizo hombre y mujer”.5 —Y agregó—: “Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”. 6 Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido. 7 —Entonces —preguntaron—, ¿por qué dice Moisés en la ley que un hombre podría darle a su esposa un aviso de divorcio por escrito y despedirla? 8 Jesús contestó: —Moisés permitió el divorcio solo como una concesión ante la dureza del corazón de ustedes, pero no fue la intención original de Dios. 9 Y les digo lo siguiente: el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, a menos que la esposa le haya sido infiel. 10 Entonces los discípulos le dijeron:—Si así son las cosas, ¡será mejor no casarse! ¨

Fijémonos lo que nos enseña:

  1. Cuando nos casamos nos convertimos en una sola carne.

  2. Nada ni nadie tiene el derecho de separar lo que Dios ha unido.

  3. El divorcio viene como consecuencia de la dureza del corazón, pero no fue la intención de Dios.

  4. El divorcio sí trae consecuencias.

  5. La infidelidad es la única cláusula que nos da derecho a divorciarnos; más la restauración es mejor solución.

  6. Es mejor no casarse que casarse y divorciarse.

El divorcio no viene como consecuencia de la falta de comunicación, de dinero o de sexo, sino que dice Malaquías 2 y Mateo 19; que la verdadera y mayor causa de divorcio son los corazones endurecidos, viene como resultado cuando una de las dos partes endurece su corazón contra su cónyuge y contra Dios.

Por eso es que dice que Dios odia el divorcio, porque la decisión de divorciarte la Biblia dice que es una decisión de abrumar, agobiar, imponer cargas emocionales, físicas y morales a tu cónyuge.

Así que, si estás casado no veas el divorcio como una opción, mejor permite que Cristo llene tu vida, que Cristo te sane y restaure tu matrimonio.

Créanme cuando les digo que el divorcio es más trágico y duro de lo que parece. Cuando una persona toma la decisión de divorciarse, está renunciando a sueños soñados, destinos planeados, generaciones esperadas, promesas declaradas; está renunciando a mucho más que a una persona, está renunciando al cumplimiento de lo que Dios había planificado para esa pareja.

Si alguien está contemplando el divorcio, si alguien aquí está considerando separarse y abandonar la familia, está pensando que está mejor sin su cónyuge; yo quisiera que nos permitieras orar por ti, para que Dios te restaure, te fortalezca y te ayude; porque Dios sí te ayuda, Dios sí te ama, Dios sí hace milagros y quiere hacer un milagro en tu vida. Yo soy un vivo ejemplo de eso.

CONCLUSIÓN

El divorcio afecta la estima, afecta la vida emocional, afecta el futuro, afecta los sentimientos de la pareja y de los hijos; afecta cosas más profundas de lo que alcanzamos tan siquiera considerar; Dios dijo que odia el divorcio, Dios nunca dijo que odia al divorciado; sino es el divorcio lo que Él odia, por las consecuencias trágicas que el divorcio crea, por el dolor que el divorcio produce, por los traumas que el divorcio deja. Porque el divorcio aún afecta la fe de los hijos. El divorcio es trágico y doloroso.

Pero la verdad es que Dios odia el divorcio, pero en ninguna parte en la Biblia vemos que dice que Dios odia o rechaza al divorciado y aquí es donde las personas cometen graves errores cuando hablan del divorcio, porque hacen sentir a las personas como si Dios rechazara al divorciado.

Así como cuando cometemos cualquier tipo de decisiones que van en contra de la Voluntad de Dios pagamos las consecuencias, así mismo es el divorcio, pero el hecho de que pague las consecuencias no significa que soy rechazado por Dios.

Si recordamos cuando Jesús tuvo el encuentro con la Mujer Samaritana en Juan 4, no vemos a Jesús rechazando a la mujer y diciéndole: Lárgate de aquí maldita; te vas a ir al infierno; porque has tenido 5 esposos y el que tienes ahora ni es tu esposo.

Sino que lo que Jesucristo le dijo fue:

“El que toma de esa agua volverá a tener sed, pero el que toma del agua que yo le doy no tendrá sed jamás. Así que ven toma de esta agua”.

Para mí, Jesús conociendo el pasado de esta mujer, lejos de rechazarla, lo que hizo fue amarla; reconocer la necesidad tan inmensa que ella tenía en su corazón donde había depositado su confianza en hombres y no en Dios; donde había depositado su esperanza en hombres y no en Dios.

Cuando Jesús vió que esta mujer estaba vacía y sedienta aún después de tantos hombres. En vez de rechazarla Le hizo la invitación a saciar la sed de su alma, a sentirse amada por Él, a ser completa con Él; en otras palabras, le hace la invitación a experimentar un verdadero amor que sólo ÉL puede dar.

Por eso es, que si hay alguien aquí que ha pasado por la experiencia traumática y dolorosa del divorcio, si hay hijos aquí que pasaron por la experiencia trágica de tener que vivir el divorcio de sus padres; si hay personas aquí que tienen un cargo de conciencia porque fue usted quien pidió el divorcio, si hay personas que han sido agobiadas, heridas, dañadas por el dolor que sufrieron en su divorcio, yo quiero decirles que hay vida en Cristo, que hay esperanza en Cristo, que Cristo jamás ha dejado de amarte, Cristo jamás te ha rechazado.

No permita que el dolor que causa el divorcio te limite de venir a Cristo, a sentirte amado por Cristo, que el dolor del pasado, la situación dolorosa de tu divorcio no te limite de creer que Cristo perdona, sana, libera, restaura, levanta, edifica, ministra; pero sobretodo que Cristo te AMA.

Si hay alguien aquí que posiblemente está enojado con Dios, porque se pregunta dónde estaba Dios cuando mis padres se divorciaron, o cuando mi esposo o esposa me abandonó; yo quiero decirte que Él estaba ahí consolándote, Él estaba ahí cuidándote, contando cada lágrima que derramabas y por eso estás aquí hoy, porque fue Él Quien te trajo para decirte: NO OLVIDES QUE TE AMO.

En este día quisiera que si alguien aquí ha pasado por el dolor traumático del divorcio, si alguien aquí se ha sentido rechazado por ser divorciado; si alguien sintió que Dios lo abandonó cuando estaba pasando por el duro proceso del divorcio, si alguien aquí, aún se siente que el divorcio que atravesó fue tan duro que no lo ha superado; yo quisiera orar por ti y decirte que Dios, tu Padre, tu Señor, tu Salvador, tu Redentor, el que te ama, el que te perdona, el que sana los corazones, el que te limpia de toda culpa, Él quiere restaurarte, Él quiere que permitas que Su Amor te sane, te levante, Él quiere llenar tu corazón.

Para terminar si no has pasado por un divorcio, permanece en tu matrimonio, lucha por tu matrimonio, cree que Dios hace milagros en tu matrimonio, y verás lo que Dios es capaz de hacer en tu matrimonio. En mi matrimonio yo le doy gracias a Dios que lo restauró, porque ha sido lo mejor que me ha pasado en mi vida después de entregar mi vida a Cristo.

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANOS.