Vida Familiar 6

Habitos En El Matrimonio

By Richard Martinez, Pastor, April 17, 2019

INTRODUCCIÓN

En este mensaje estudiaremos los Hábitos en el Matrimonio.

Un hábito es: una conducta que se repite de modo sistemático. Estos hábitos tienen gran influencia en nuestras vidas, hasta el punto de determinar los éxitos y los fracasos en nuestras vidas.

Por eso es que los hábitos que desarrollamos en el matrimonio son tan importantes, porque hay hábitos que edifican el matrimonio y otros que lo destruyen.

MENSAJE

Hábitos Destructivos En El Matrimonio

Los hábitos destructivos pueden llegar a poner tensión en la relación hasta posiblemente llevar el matrimonio al fracaso. Por eso miremos algunos de estos hábitos que ponen tensión en la relación:

Hábitos Destructivos Que Afectan La Relación:

1. La Crítica y Las Humillaciones

No hay nada más frustrante en una relación, que la crítica y las humillaciones. Esto toma lugar cuando una de las partes no se siente satisfecho en la relación y recurre a la crítica, y/o la humillación como forma de resolver las situaciones o comunicar su frustración.

Proverbios 18: 20 – 21 dice así: ¨Las palabras sabias satisfacen igual que una buena comida; las palabras acertadas traen satisfacción. La lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharan las consecuencias.¨

Muchas personas piensan que criticando o humillando a su cónyuge o a sus hijos es la forma de ver resultados en las áreas que quisiera que cambiaran; pero la crítica sólo expresa frustración, la humillación sólo revela manipulación y ninguna de ellas produce edificación.

Cada vez que recurrimos a la crítica, lejos de estar edificando estamos afectando la estima y el corazón de aquellos que amamos, porque nuestra lengua puede traer vida o muerte.

2. La Inseguridad

Hay personas que por diferentes situaciones posiblemente en su matrimonio presente, en una relación pasada, en su niñez, etc., operan bajo la influencia de diferentes inseguridades y estas inseguridades las manifiestan en sus vidas, trabajo, ministerio, pero especialmente estas inseguridades son más notables en el matrimonio y la familia.

Cuando hablamos de inseguridades en este punto hablamos de inseguridades sin fundamentos, no la que ha sido provocada por una infidelidad en su relación presente.

Pero estamos hablando de las inseguridades que personas traen a la relación por situaciones del pasado que le marcaron y ahora estas inseguridades pueden manifestarse por medio de:

  • Celos absurdos,

  • Manipulaciones necias,

  • Desconfianza constante, etc.

3. Reviviendo Heridas Pasadas

En el matrimonio los conflictos son inevitables. Pero en el matrimonio cuando una de las dos partes o las dos partes almacenan heridas del pasado como herramientas o municiones para usarlas en algún momento, esto es una receta de autodestrucción. Cuando algo sucedió y semanas o meses después uno saca a la luz lo que sucedió un tiempo atrás, esto afecta dramáticamente la comunicación y destruye la relación.

Este asunto es muy serio, ya que cuando traemos las heridas del pasado revela varias cosas:

  1. Que no he perdonado;
  2. Que estoy siendo usado por el enemigo, (porque él es quien nos recuerda el pasado);
  3. Que estoy usando la manipulación;
  4. Que posiblemente tengo una raíz de amargura.

4. Lo Tuyo y Lo Mío.

Cuando un esposo y una esposa tienen cuentas bancarias separadas, amigos separados o sueños separados, ya están formando vidas separadas. Cuando la Biblia nos dice en

Génesis 2: 24 ¨ Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo.¨

Esto significa que se supone que seamos uno en todo. Un matrimonio con sueños separados, cuentas separadas, amigos separados, están colaborando para la separación.

Una de las áreas en la que más los matrimonios se dividen es en las cuentas bancarias. Cantidad de matrimonios encuentran razones para mantener sus cuentas separadas, algunas son como: Es que él o ella no manejan bien las finanzas; es que yo gano más que él o ella, etc.

Tenemos que entender que si estamos compartiendo la vida juntos y estamos unidos, no debemos dejar que el dinero sea la razón de nuestra división. Si una de las dos partes no maneja bien el dinero no es razón para la división, sino eso debe motivarnos a tener comunicación para encontrar una solución.

El matrimonio se trata de combinar; el divorcio se trata de dividir. Mientras más puedas compartir, más fuerte será su matrimonio.

5. Depender De Nuestros Sentimientos

Cuando las personas comienzan a depender de sus sentimientos, es un peligro impresionante, porque los sentimientos y las emociones son temporeros y traicioneros.

En el matrimonio todos pasamos por procesos donde un día estamos bien y la relación está bien y nos sentimos felices y enamorados y 3 días después podemos estar en una discusión acalorada donde cuestionamos nuestra relación.

Si nos dejamos llevar por nuestros sentimientos cometeremos graves errores en la relación y tomaremos decisiones basadas en sentimientos que luego nos arrepentiremos.

El mejor indicativo de una decisión por sentimiento es Judas, cuando traicionó a JESÚS. El área que afectó a Judas fue el área sentimental y luego que tomó la decisión se arrepintió de haberlo hecho pero ya era muy tarde.

6. Darle La Prioridad a La Crianza De Los Niños Sobre El Matrimonio

El criar los hijos es la tarea más hermosa en un matrimonio, pero nunca la crianza de los hijos debe ser prioridad sobre el matrimonio. Hay matrimonios que cuando tienen un hijo, el bebé se convierte en el centro de atención y es normal porque los bebés demandan atención y el asunto es que si sólo la mamá está envuelta en la crianza y desarrollo del bebé, se hace más grave este problema, porque se crea un desbalance en la relación.

Pero muchos matrimonios se enfocan tanto en la crianza de los hijos que terminan ellos mismos desconectándose a tal punto que luego son los hijos que pagan las consecuencias, con la separación de los padres o las discusiones constantes de los padres. La mejor crianza que un hijo puede tener son padres que están conectados en todas las áreas de sus vidas y padres que sacan tiempo para buscar a Dios e invertirse el uno al otro en el matrimonio.

Nuestros hijos son el producto de nuestro amor, nuestra intimidad y relación; no vienen para que esas áreas se afecten, vienen para complementarlas.

7. Dando Lo Que Me Sobra a La Relación

Esto es una receta perfecta para el divorcio en el matrimonio. Esto sucede cuando las personas por su egoísmo, egocentrismo y narcisismo sólo dan en el matrimonio lo que les sobra, el tiempo que les sobra, el afecto que les sobra, la atención que les sobra.

Por ejemplo, cuando una persona está viendo la TV o está en su teléfono y la otra parte necesita atención y se le contesta: Espera que termine el programa o que termine de enviar este post; le estamos enviando un mensaje directo a nuestra pareja que no estamos dispuestos a dar lo mejor, sino entregarle sólo las sobras de nuestra atención.

La Raíz De Los Malos Hábitos

Los malos hábitos que desarrollamos en nuestra vida generalmente revelan que tenemos vacíos en nuestros corazones y necesidades más profundas que las que podemos imaginar.

Generalmente, los malos hábitos en el matrimonio y en nuestra vida son el resultado de malas experiencias que hemos tenido, situaciones del pasado que hemos atravesado y ahora nos han llevado a comportarnos en la forma que nos comportamos.

Si miramos la mujer que tenía una hemorragia en Marcos 5: 24 – 34 vemos que esta mujer que tenía esta condición, desarrolló el hábito de poner su esperanza en médicos tras médicos y nos dice el

  1. 26 ¨Había sufrido mucho con varios médicos y, a lo largo de los años, había gastado todo lo que tenía para poder pagarles, pero nunca mejoró. De hecho, se puso peor.¨

Esto nos enseña que su mal hábito de poner su esperanza y confianza en el lugar equivocado había producido en ella:

  • Sufrimiento,
  • Pobreza económica y emocional,
  • Empeoró su condición.

Esto es lo que nos sucede en la vida, en el matrimonio y la familia cuando recurrimos a los malos hábitos, que:

  • Produce sufrimiento en el matrimonio y en la familia;
  • Trae pobreza emocional en la relación y aun económica en el hogar;
  • Solo empeoramos la situación en la relación.

La mayoría de las veces los malos hábitos los desarrollamos sin darnos cuenta. Por ejemplo, una persona que atravesó una situación de infidelidad en una relación pasada, puede ser que haya desarrollado un hábito destructivo de celos, inseguridades y desconfianza.

Una persona vio cómo sus padres se criticaban constantemente o había violencia en el hogar y está repitiendo en su matrimonio el mismo hábito destructivo que vio en sus padres.

En fin, el asunto es que los hábitos destructivos reflejan un alma quebrantada, un vacío en el corazón una necesidad de seguridad y afirmación.

Por eso si nos preguntamos:

  • ¿Por qué mi relación está en esta condición?
  • ¿Por qué no he podido tener una relación estable?
  • ¿Por qué las cosas en mi matrimonio o familia no están funcionando?

Antes de mirar a los defectos de su pareja, antes de ver los problemas de sus hijos; debemos preguntarnos: ¿Qué hábitos he desarrollado que han colaborado o están colaborando con la destrucción o la condición de mi relación?

Si no nos evaluamos primeramente nosotros mismos; no trataremos con el problema más importante, que es el interno, porque solo podemos resolver nuestros propios conflictos internos.

Si primero no resolvemos nuestros conflictos internos, no podemos resolver los conflictos en nuestra relación o familia.

La mujer del flujo de sangre o la hemorragia continuó recurriendo a hábitos destructivos por 12 años y más bien su condición se empeoraba cada vez; así mismo sucede con los matrimonios que operan por medio de hábitos destructivos, su condición empeora, nunca mejora.

Hábitos Que Bendicen y Edifican Al Matrimonio

La mejor manera de vencer los malos hábitos es sustituyéndolos por buenos hábitos, por ejemplo, si tenemos el hábito de comer comida que nos hace daño, lo mejor que podemos hacer es cambiar, desarrollando el hábito de comer saludable.

Los hábitos saludables no suceden por casualidad o coincidencia, tenemos que desarrollarlos.

El Apóstol Pablo dice en Efesios 4: 21 – 24 ¨21 Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, 22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. 23 En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. 24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo¨.

Nos enseña esta Escritura que el abandonar los hábitos destructivos y adoptar nuevos hábitos es una decisión personal que debemos tomar. Nos demuestra que es nuestra decisión si continuaremos operando en hábitos destructivos de nuestra vida pasada; o si ahora que estamos en Cristo, vamos a equiparnos con los hábitos que edifican nuestra vida, matrimonio y familia.

Por eso en esta sección mencionaremos algunos hábitos que bendicen y edifican nuestra vida, matrimonio y familia y que podemos decidir aplicar. Estos son sólo algunos:

1. Desarrollemos El Hábito De Amar

El amor por nuestro cónyuge no está basado en sentimientos, sino que el amar es una decisión. Lo que nos enseña que podemos desarrollar el hábito de amar.

Como he explicado anteriormente: cuando nació mi nieta Annalisse, inmediatamente la amé, ella aún no me ha dicho que me ama, aún no ha hecho nada por mí; pero yo simplemente decidí amarla, porque el amar es una decisión.

Lo que significa que el amor que le debo a mi esposa, que me ha amado, que me ha apoyado, que me ha ayudado, debe ser mayor que el que tengo por mi nieta, porque con ella yo sellé un pacto en el cielo, somos una sola carne unida por Dios.

Tenemos que desarrollar el hábito de amar como nos enseña 1 Corintios 13 que nos enseña que el amor es: paciente, bondadoso, no es celoso, ni orgulloso, ni ofensivo, no se irrita, ni lleva registro de las cosas, no se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanza y se mantiene firme en las circunstancias.

2. Desarrolla Un Hábito De Confianza.

La confianza es vital en el matrimonio y es un hábito indispensable. Es posible que en su relación presente hayan ocurrido situaciones que hayan promovido la desconfianza; pero si usted decidió perdonar, debe ahora no confiar en su pareja, sino en Dios.

El asunto es que la desconfianza no ayudará la relación, más bien la afectará. Pero el confiar es un hábito y una práctica que tenemos que desarrollar. Hay personas que dicen: Es que ya no puedo confiar. Lo cierto es que: Si usted quiere lo puede hacer. Lo que sucede es que prefiere desconfiar por si le vuelven a fallar, piensa que le ayudará porque estuvo prevenido.

Lo que quiero decir es que si al confiar, su pareja le vuelve a fallar, el haber estado prevenido o prevenida no le hará menos dolorosa la traición; pero cuando pone toda su confianza en Dios, le sostendrá en los momentos dolorosos de su vida. Así que si confía en Dios tenga paz en la relación; esto un hábito necesario en el matrimonio.

3. Desarrolle Un Hábito De Respeto.

Esto es un hábito importantísimo en la relación. El respeto muestra la forma en la que valoramos a alguien. No podemos decir que amamos a alguien sin respetar a quien decimos que amamos.

La Biblia nos enseña en Efesios 5: 33 ¨Cada hombre debe amar a su esposa y la esposa debe respetar al marido¨.

La manera en que el esposo se siente amado es cuando es respetado y lo que es amor, es por el respeto y la mujer se siente respetada cuando es amada. El respeto mutuo, el honrarse, no burlarse, no criticarse, sino verdaderamente valorarse es un hábito indispensable en la relación.

4. Desarrolle El Hábito De La Fe

También las personas ven la fe como algo místico, algo inalcanzable, algo que no podemos lograr; cuando la fe es la confianza y la seguridad de que Dios es el fundamento de todo lo existente y todo lo que creemos. Esto se puede definir como: la fe es el hábito de creer sobre nuestras dudas de que Dios tiene control de todo.

Nosotros tenemos que desarrollar el hábito de creer que Dios sí tiene un plan para nuestro matrimonio y nuestra familia. Tenemos que creer que hay un propósito mayor por lo que Dios me unió a mi cónyuge, mayor que lo que puede ver, mayor que los problemas que han tenido, mayor que las dificultades, mayor que toda trampa del enemigo para su matrimonio y familia.

El matrimonio requiere fe, porque está compuesto de dos personas imperfectas, que están buscando lograr una de las tareas más difíciles en la vida; amarse para juntos llegar a un destino. No es fácil, pero vale la pena.

5. Desarrolle El Hábito De Entenderse

Esto es uno de los hábitos más hermosos en la relación, el hábito de buscar entender a mi esposa y que ella me entienda a mí es verdaderamente hermoso. Requiere esfuerzo, paciencia, amor. El asunto es que muchas personas quieren ser entendidas, pero no quieren pagar el precio de entender a su cónyuge, porque para entenderle tiene que hacer el esfuerzo y la tarea de conocerle verdaderamente, profundamente y sinceramente.

No podemos asumir que conocemos a nuestra pareja porque llevamos tiempos juntos, porque toda persona experimenta cambios y etapas en su vida que requieren volver a continuar conociéndole y entendiéndole.

Por ejemplo, pregúntese:

  • ¿Qué tan bien conozco a mi cónyuge?
  • ¿Soy consciente de lo que le gusta?
  • ¿Sé qué es lo que le hace feliz o qué le pone triste?
  • ¿Conozco por qué reacciona de cierta manera?

Conocer, entender y comprender al cónyuge es un hábito vital en la relación para podernos comunicar mejor y ser lo que la pareja necesita que seamos.

CONCLUSIÓN

Cuando reconocemos que tenemos hábitos destructivos la pregunta es: ¿Cómo cambiamos los hábitos destructivos en mi vida y matrimonio por hábitos que enriquecen y bendicen la relación? Tenemos que reconocer que solos no lo podemos hacer sino que necesitamos a Cristo.

Cuando la mujer de Marcos 5: 25 – 34 se percató que la condición en la que se encontraba estaba fuera de sus capacidades y haciendo las cosas como ella pensaba más bien la había empeorado, ella hizo lo que todos debemos hacer cuando reconocemos que tenemos hábitos que nos están destruyendo; ella vino en su condición a Jesús.

Todos en un momento dado hemos tratado de cambiar hábitos destructivos, conductas y comportamientos que sabemos que tenemos que cambiar y cambiamos un tiempo y luego volvemos a lo mismo. ¿Por qué? Porque lo hacemos en nuestras fuerzas y habilidades y lo que tenemos que cambiar está fuera de nuestras fuerzas y habilidades.

Nos dicen los V. 27 – 29 que ella cuando oyó hablar de Jesús, aunque no Lo conocía, aunque no tenía claro Quién era Jesús, sólo le habían dicho que Jesús sanaba, restauraba y daba vida, ella tomó la decisión de venir a Cristo.

En otras palabras ella dijo: Yo he escuchado hablar de este Jesús, así que voy a ir a Él; si no lo hago seguiré hundiéndome en mi dolor y mi aflicción y dice que ella dijo:

¨Si tan solo tocara su túnica, quedaré sana¨.

Y dice la Biblia en el V. 29 que cuando ella lo tocó: Al instante… ella pudo sentir en su cuerpo que había quedado sanada de su terrible condición. Por eso si verdaderamente quiere cambiar su vida, para ver los resultados eventualmente en su familia la única forma es entregando su vida a Cristo. La vida de aquella mujer fue impactada, fue transformada, fue edificada, fue restaurada por Cristo, porque sólo Cristo puede hacer milagros de esa magnitud.

  • Ella no fue la única que su vida fue transformada, sino también…

  • Jairo que su hija estaba muerta y cuando Jesús llegó a la casa, su hija resucitó.

  • Zaqueo que vino a Cristo con el hábito de robar y estafar, pero fue transformado y se convirtió en un hombre generoso.

  • La Samaritana que tenía una vida desordenada pero cuando vino a Jesús su vida fue transformada y saciada.

  • La vida de María Magdalena la cual estaba poseída por demonios, y fue liberada por Cristo.

  • La vida del carcelero que estaba a punto de quitarse la vida y le entregó su vida a Cristo y su matrimonio, sus hijos y toda su casa ese mismo día fue restaurada.

  • También la vida de su Pastor que Dios lo rescató de las drogas, del adulterio, del alcoholismo y de un matrimonio a punto de divorciarse, pero cuando el amor de Cristo me alcanzó mi vida fue transformada a tal punto que hoy no puedo, ni quiero hacer otra cosas que hablar de Él.

La vida de cantidad de personas que están aquí, personas que operaban en hábitos destructivos de adulterio, de alcoholismo, drogadicción, depresión, celos, matrimonios separados, con problemas de violencia, problemas de estima, problemas de abuso, problemas severos, etc. pero cuando entregaron sus vidas a Cristo, sus vidas fueron transformadas, matrimonios restaurados, vidas edificadas, aún los que han sufrido el divorcio se mantienen firmes porque el amor de Cristo los sostiene, los ha llenado, los ha fortalecido, porque se han sentido amados.

Lo mismo Cristo quiere hacer con cada una de las personas que está leyendo este mensaje, Cristo quiere usar este mensaje para cambiar su vida, su matrimonio, su familia. Cristo quiere que entregue su vida a Él tal y como está, así como la mujer que vino con su hemorragia, así Cristo quiere que venga a Él, con todo y sus hábitos destructivos porque Él quiere sanarle, transformarle, restaurarle. Usted se preguntará, ¿Por qué? ¿Por qué quisiera Dios hacer eso por mí? Porque le ama, Él le ama más de lo que puede imaginar.

Entienda que Cristo Le ama con cada fibra de Su ser, con cada partícula de Su corazón, cada latigazo en Su cuerpo, cada espina en Su cabeza, cada clavo en Sus manos y pies expresaba a gritos Su amor por nosotros y por eso es que usted está leyendo esto; porque Cristo quiere que sepa que ÉL Le ama y quiere transformar su vida.

Pero usted tomar la decisión de ir a Él, nadie lo puede hacer por usted, usted tiene que anhelar el amor de Cristo, que sea Cristo que Le ministre, que Le ayude, que Le restaure y que te transforme. Ríndase ya y entregue su vida a Cristo y experimente Su gran amor.

Que la muerte y resurrección de Cristo en nuestras vidas sea más que un momento en la historia, sino que nos lleve a apasionarnos por ÉL y vivir declarando que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO.