Vida Familiar 7

El Corazón Endurecido En El Matrimonio

By Richard Martinez, Pastor, April 28, 2019

INTRODUCCIÓN:

Dos de los peores sentimientos que podemos experimentar en el matrimonio son el Resentimiento y la Apatía. Estas dos colaboran para endurecer nuestros corazones.

Resentimiento significa: Sentimiento persistente de disgusto o enfado hacia alguien por considerarlo causante de cierta ofensa o daño sufridos y que se manifiesta en palabras o actos hostiles.

Apatía significa: Estado de desinterés y falta de motivación o entusiasmo en que se encuentra una persona y que se comporta indiferente ante cualquier estímulo externo.

En palabras más sencillas, el resentimiento es cuando siento un disgusto interno y persistente contra mi cónyuge que no encuentro cómo quitármelo; mientras la apatía significa cuando he llegado al momento que ya no me importa nada en la relación y simplemente me da lo mismo.

MENSAJE

El Resentimiento y La Apatía En El Matrimonio

Los resentimientos y la apatía son tan dañinos, porque cuando dejamos que acampen en nuestra mente y en nuestros corazones, eventualmente endurecen nuestros corazones.

Los matrimonios en ocasiones atraviesan por situaciones difíciles que marcaron el corazón del uno y el otros; estas situaciones cuando no se tratan suceden varias cosas:

  1. Nunca se llega a una solución;

  2. No se habla del asunto o se ignora el problema;

  3. Se distancian y simplemente continúan viviendo. El ignorar situaciones y sentimientos es peligroso en cualquier relación.*

En el matrimonio, el ignorar una situación no la resuelve y el ignorar un sentimiento no lo sana. Cuando hay un problema o resentimiento en el matrimonio, es mejor pasar por la incomodidad que produce el confrontarlo, que el daño que ocasiona el ignorarlo. Recuerde ignorarlo no lo arregla.

Cuando en el matrimonio se ignoran los conflictos y los resentimientos, generalmente lo que sucede es que eso puede llevar a una persona a la apatía, que trae como resultado un corazón endurecido.

Sin embargo, los resentimientos con la pareja no son los únicos que causan daño en una relación; porque hay otro tipo de resentimientos que puede terminar afectando la relación matrimonial y son aquellos que cargamos de nuestro pasado, nuestra niñez, etc.

Muchos de los problemas que tenemos en el matrimonio hoy día son el resultado de situaciones y eventos que atravesamos en el pasado que afectaron nuestro carácter y nuestro desarrollo.

Hay personas que llegan al matrimonio cargando un sin número de resentimientos que vienen arrastrando del pasado; cosas que le han dañado, en ocasiones desde la niñez y cuando no se confronta, continúa afectando seriamente su corazón de forma tal que ahora está tratando de sobrellevar una relación con un corazón herido y marcado por el dolor.

Por ejemplo, si un hombre fue abandonado por su madre y ahora entra en una relación sin haber resuelto ese asunto en su corazón; lo que puede terminar sucediendo es que ahora ese hombre se le haga difícil valorar a su esposa, porque no tuvo una madre a quien valorar.

Otro ejemplo: Si una mujer fue abusada sexual, verbal o emocionalmente cuando niña o joven; es muy posible que ahora se le haga muy difícil ser expresiva, posiblemente tenga algunos conflictos en el área sexual, o aun se le complique poder confiar en su esposo.

Si no hemos sanado estas cosas, aunque estas heridas y resentimientos hayan sido en el pasado; generalmente continúa profundizando, estorbando y haciendo daño en su relación presente.

Es por eso que el perdonar es tan importante.

Por eso, Cristo habló del perdón en Mateo 5: 38 – 48; y dijo cosas como: Amar al enemigo, orar por los que nos persiguen, poner la otra mejilla, etc.

La razón por la que Cristo nos ordena que perdonemos a toda persona que nos ha hecho mal, es para que no permitamos que el dolor y la traición nos defina, para no permitir que el dolor pasado determine nuestro presente y afecte nuestro futuro.

Por eso, Él dijo en los V. 45 y 48: ¨De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo.¨; ¨Pero tu debes ser perfecto, así como tu Padre que está en el cielo es perfecto¨.

En otras palabras, Él dice que: No permitamos que el dolor, ni la traición, la amargura, ni el odio, nos defina; porque si permitimos que eso nos defina hacemos más profunda la herida, hacemos más duradero el dolor.

Pero cuando perdonamos; nuestra identidad está definida por nuestro Padre que está en el Cielo y no por un pasado que nos atormenta.

Me explico. Cuando hemos sido heridos tendremos dos opciones: la de permitir que el dolor no nos afecte a tal punto que se convierta en una raíz de amargura que ahora afecte mi presente y mi futuro, o la de perdonar con el fin de ser libre del dolor y no ser definido por el.

La Apatía y El Corazón Endurecido

Lo mismo sucede en el matrimonio; cuando en el matrimonio la pareja atraviesa por una situación y decidimos no perdonar o no perdonar de corazón, lo que termina sucediendo es que dejamos que el resentimiento crezca y se haga más profundo y esto nos lleva a la apatía y a la dureza de corazón.

El proceso es así:

  1. Comienza con el dolor;

  2. El dolor no tratado lleva a resentimiento;

  3. Cuando el resentimiento no se atiende lleva a la apatía;

  4. Todo esto da como resultado la dureza de corazón.

Recordemos que la apatía es un estado de desinterés y falta de motivación o entusiasmo en que se encuentra una persona y que se comporta indiferente ante cualquier estímulo externo.

Pero hay personas que no tienen que haber atravesado por algo en su relación presente para tener un corazón lleno de apatía e indiferencia. Personas que como mencionamos, lo que han atravesado en el pasado ha sido tan duro que endurecieron sus corazones a tal punto que nada les mueve.

El peligro es que la persona que ha desarrollado apatía en su corazón reacciona ante el conflicto de forma como si no le importara y prefiere endurecer su corazón; porque su corazón ha sido herido tantas veces o de forma tan profunda que la forma en que reacciona es con indiferencia.

Pero eso no es lo peor en una persona con el corazón endurecido; lo peor es que una persona con el corazón endurecido o llena de apatía se le hace difícil recibir amor, se le hace difícil recibir afecto.

Si usted analiza a su cónyuge y dice: ¿Por qué es tan frío o fría? O tal vez dice: ¿Pues sí hemos tenido conflictos, pero no era para llegar a este punto? Posiblemente no tenga que ver con usted, posiblemente en el pasado, su cónyuge haya experimentado algo tan duro o difícil que ahora se le dificulte abrir su corazón o lo que atravesó lo llevó a endurecer su corazón.

Pero si usted reconoce que usted es esa persona y si usted dice: yo amo a mi familia, pero reconozco que les estoy causando daño con mis acciones, con mi frialdad, con mi falta de afecto y cariño; es posible que haya dejado que alguna situación del pasado le haya endurecido el corazón.

La Biblia nos enseña el daño que ocasiona el corazón endurecido y nos dice en Hebreos 12: 15 ¨ Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.¨

Esto nos muestra que el resentimiento y la apatía no solo nos afecta nuestra vida, sino que también contamina y envenena nuestro matrimonio, nuestros hijos y la familia en general.

Las personas muchas veces desarrollan la apatía para proteger su corazón. En otras palabras, endurecen sus corazones porque están cansados de sufrir, están cansados de ser heridos y lastimados. Les sucede como a Mefiboset, en 2 Samuel 9 que siendo el nieto del rey, cuando se cansó de su condición se fue a vivir a un lugar de soledad apartado de todos.

Porque ese es el resultado de un corazón endurecido, que te lleva a apartarte de todos, te lleva a cerrar tu corazón con todos, para proteger tu corazón.

Por eso es que el corazón endurecido es un veneno que termina envenenando al que la porta, que no le deja avanzar, le limita de sentirse amado por Dios, y por los demás, etc. Estos sentimientos son como maletas que traemos a la relación y luego pasamos por otra situación y son más maletas; luego entramos en otra relación y salimos con otras maletas y entramos en otra relación con tantas maletas que se nos hace difícil descubrir dónde estaba la situación original que nos llevó hasta aquí.

CONCLUSIÓN:

Cómo Vencer El Corazón Endurecido

Uno no desarrolla un corazón lleno de apatía sólo porque sí.

Las experiencias dolorosas son las que llevan a una persona a llenarse de apatía y endurecer su corazón. Por eso la persona con un corazón endurecido no puede ver mas allá de su dolor. El dolor del pasado le roba la esperanza futura.

La esperanza de la felicidad, la esperanza de la restauración, la esperanza del gozo, la esperanza de amor; porque la persona llena de apatía todo lo mira a través del lente del dolor.

Esto le sucedió ha Mefiboset. Cuando el rey envió a llamar a Mefiboset y le dijo a Mefiboset en el V. 7 que le mostraría su bondad. Como Mefiboset no podía mirar más allá de su dolor; él contestó en el

  1. 8: ¨¿Quién soy yo para que muestre su bondad a un perro muerto como yo?¨

Así es que muchos de nosotros nos vemos cuando hemos sido heridos en el pasado; nuestro dolor no nos permite ver la bondad que Dios nos quiere mostrar y cómo Dios quiere hacer algo nuevo en nuestra vida.

La historia de David con Mefiboset nos muestra 3 cosas que necesitamos permitir que Dios haga en nuestras vidas.

1. Deje Que Dios Le Consuele.

La bondad de David trajo consuelo a Mefiboset.

La apatía y el corazón endurecido nos vende una falsa realidad, nos dice que no hay esperanza, que no hay consuelo, que no hay forma de ser sanado; pero la Biblia nos dice otra cosas, porque la Biblia nos promete en

Salmos 34: 17 – 19 que: ¨El Señor oye a los suyos cuando claman a él por ayuda; los rescata de todas sus dificultades. 18 El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado. 19 La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión.¨

Dios desea que seamos libres, que nuestros matrimonios sean restaurados, que nuestros hijos sean edificados, que nuestra familia sea bendecida. Él quiere consolarnos. Él nos oye cuando clamamos a Él por ayuda; por eso está cerca cuando estamos quebrantados; por eso nos rescata cuando nuestro espíritu está quebrantado y enfrentamos muchas dificultades. Así es nuestro Dios!

2. Deje Que Dios Le Ame.

David amó a Mefiboset.

Una persona con un corazón endurecido ¡se le dificulta recibir amor!

Pero dice Romanos 8: 38 – 39 ¨Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. 39 Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.¨

A Dios no lo limita el corazón endurecido, el amor de Dios siempre buscará las formas de mostrarle su amor; por eso si quieres sanar tu pasado, simplemente déjate amar por Dios; recibe el amor de Dios, abre tu corazón a Dios. Porque ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los demonios te pueden apartar del amor de Dios, el corazón endurecido tampoco lo logrará.

3. Deje Que Dios Le Restaure.

David le restauró a Mefiboset todas las tierras que eran de su padre.

La apatía y el corazón endurecido siempre nos venderá una mentira que no hay manera que nuestras vidas, nuestros matrimonios, nuestra familia, nuestros hijos sean restaurados. Por eso, en este último punto declare como dijo el Salmista en el

Salmo 71: 20 – 23 ¨ 20 Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra. 21 Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más. 22 Entonces te alabaré con música de arpa, porque eres fiel a tus promesas, oh mi Dios. Te cantaré alabanzas con la lira, oh Santo de Israel. 23 Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas, porque me redimiste.¨

Si hay una manera de sanar el corazón endurecido en nuestras vidas, es dejando que Dios nos restaure, es corriendo a Él, dependiendo de Él, amándolo a Él, buscándolo a Él, refugiándonos en Él, alabándolo a Él, entregándonos a Él y diremos como el Salmista: 21 Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más.

El diablo siempre utilizará la apatía y buscará endurecer nuestros corazones aun en nuestra relación presente para mantenernos en una condición limitados de disfrutar el amor, la paz, la libertad y el gozo de Dios y de avanzar en el propósito de Dios.

El resentimiento y la apatía nos mantiene enfocados en el pasado; pero Cristo siempre nos mostrará un futuro lleno de esperanza.

Nos dice en el 2 Samuel 9: 12 que Mefiboset tenía un hijo, lo que significa que el cambio transformador que tuvo Mefiboset no solo impactó su vida, sino también la vida de su hijo. Lo mismo Dios quiere hacer con nosotros. La restauración de nuestras vidas, no solo es para nosotros, sino para llegar también a impactar a nuestras generaciones.

El Rey te mandó a llamar para mostrarte su bondad. ¿Estás listo para venir a Él o prefieres seguir en tu dolor?

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANOS.