Santiago 1. 3

Santiago

By Alex Robles, Pastor Jovenes Adultos, August 01, 2019

INTRODUCCIÓN

Continuamos con el estudio del Libro de Santiago, hoy concluimos el capítulo primero; recuerde que lo dividimos en tres partes porque este capítulo tiene tanto que podemos aprovechar. Ahora, para poder comprender la tercera y última parte del capítulo 1 de Santiago es necesario hacer un pequeño resumen de lo que ya hemos hablado y que Pastor Richard nos compartió.

Lo primero que debemos recordar es: Quién era Santiago? Posiblemente este Santiago que éste libro habla era el hermano de Jesús; el mismo que NO creyó en Jesús en la primera etapa de su Ministerio, sin embargo, un tiempo después puso toda su confianza y Fe en Cristo.

Lo segundo que debemos recordar es a quién fue dirigido este libro, y es que Santiago escribe o se dirige a un grupo muy complicado; ya que eran personas que habían sido dispersadas por la persecución a los primeros cristianos. Recordemos también que ellos vendieron todo lo que tenían, sus propiedades y posesiones y después de la muerte de Esteban este grupo fue perseguido por Saulo y tuvieron que salir huyendo sin tener adonde ir y sin la oportunidad de poder regresar.

Ahora, en medio de estas circunstancias Santiago les anima a que NO PERMITAN QUE SUS CIRCUNSTANCIAS DETERMINEN SU FE, SU GOZO Y SU DEVOCIÓN POR CRISTO.

NO PERMITAS QUE LAS CIRCUNSTANCIAS DETERMINEN TU FE, TU GOZO Y TU DEVOCIÓN POR CRISTO.

MENSAJE

1. FORMANDO EL CARÁCTER.

SANTIAGO 1:19-21 19 Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse. 20 El enojo humano[g] no produce la rectitud[h] que Dios desea. 21 Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma.

Ahora es de suma importancia entender lo que Santiago estaba tratando de comunicar, porque básicamente lo que él les estaba diciendo es: es necesario que ustedes formen su carácter en medio de las circunstancias que están viviendo; deben estar atentos porque su carácter como pueblo de Dios, como la Jerusalén espiritual, es necesario que se forme.

Cuando Dios saca a Israel de Egipto al desierto, los saca con el plan de cambiarles la mentalidad de esclavos a una mentalidad de pueblo, ellos no sabían cómo ser pueblo; solo imagine 400 años de esclavitud, cuántas generaciones nacieron así, por tal motivo Dios los saca al desierto para formarlos; les dio leyes, reglas, normas de convivencia, los organizó, los capacitó, los entrenó como un ejército para enfrentar a sus enemigos, les dio carácter de soldados, de guerreros, les dio identidad y los enseñó a depender de Él.

Cristo viene y se presenta como el Mesías, como el Redentor, como el Salvador; nuevamente está formando un pueblo, un pueblo que también está atravesando un desierto por la persecusión que están viviendo; pero Cristo viene y los dispersa para formarles el caracter, son un pueblo que necesita leyes pero que ya no están escritas en piedras; les dice ahora las van a escribir en su corazón, les da en Mateo 5,6 y 7 normas de convivencia, leyes espirituales, normas de vida que deben seguir si es que quieren ser Su pueblo escogido.

Y lo que Santiago está haciendo es darle continuidad a esa formación, no de la Jerusalén que estaba cubierta por murallas, ni por el templo que fue construido por manos humanas; Santiago inspirado por el ESPÍRITU SANTO ahora viene y les dice: es tiempo de formar el carácter de la Jerusalén espiritual no la que estaba rodeada por murallas sino la que está rodeada por el ESPÍRITU SANTO, dentro de esa Jerusalén espiritual levantaremos no un templo, sino que cada uno seremos templo del ESPÍRITU DE DIOS y para poder ser ese templo es necesario que el carácter de Cristo sea formado en ustedes.

Ahora como ejército ya no necesitarás espadas para pelear contra tus adversarios como los que fueron al desierto; ahora sólo necesitarás una espada, mi Palabra, esta espada que es más cortante que una espada de dos filos y que penetra tan profundo que discierne los pensamientos y el corazón del hombre.

No irás a campos de entrenamiento para saber cómo usarla; se reunirán y aprenderán juntos cómo usarla, cómo pelear, cómo enfrentar enemigos, situaciones, circunstancias; nadie te podrá hacer frente, eso no quiere decir que no vas a luchar, porque sí vas a luchar pero YO estaré contigo.

Lo que Santiago hacía era seguir formando un ejército tan poderoso que si bien podía ser capturado, golpeado, apedreado, mutilado; nada de eso quebrantaría su carácter, ni su identidad, ni su FE, ni su propósito; sería un ejército que pelearía batallas de rodillas, serían un ejército que LAS CIRCUNSTANCIAS NO DETERMINAN SU FE, SU GOZO Y SU DEVOCIÓN POR CRISTO.

2. MI CARÁCTER.

Ahora, a cuántos les gustaría saber qué tanto han avanzado en la formación de su carácter como hijos de Dios. Recuerde que venimos a aprender, y hoy nos vamos a conocer a nosotros mismos un poco más.

TODOS TENEMOS UN TEMPERAMENTO, UN CARÁCTER Y UNA PERSONALIDAD.

TEMPERAMENTO: Es el comportamiento determinado en base a la nacionalidad, el sexo y otros factores hereditarios genéticamente.

CARÁCTER: Es el yo verdadero, el carácter se va formando con la educación que recibimos desde nuestra infancia, por principios y creencias; por eso Santiago les decía que tenían que trabajar y persistir en actuar y reaccionar en todo lo que produzca la rectitud que Dios desea.

PERSONALIDAD: Esta es el reflejo de nuestro yo, es el resultado del temperamento que ha sido procesado por un carácter fuerte o débil según sea el caso.

SANTIAGO 1:22-25 22 No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. 23 Pues, si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo; 24 te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres.25 Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia.

Para que el carácter del pueblo de Dios sea formado en nosotros, necesitamos poner en práctica lo que leemos y no olvidarlo; lo que aprendes en tu grupo CAFE, lo que estás aprendiendo ahora mismo, los domingos, etc.

SANTIAGO 1:26 26 Si afirmas ser religioso pero no controlas tu lengua, te engañas a ti mismo y tu religión no vale nada.

Es decir, si tu afirmas que tu carácter sí está siendo formado pero no eres capaz de controlar tu lengua, leíamos en el verso 22, no estás poniendo en práctica la Palabra; y si piensas que estás bien viviendo así, te engañas a ti mismo y verso 26 dice: que el cristianismo que quieres reflejar no vale nada, mire nadie invalida tu cristianismo, tú mismo lo estás invalidando.

SANTIAGO 1:27 27 La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa.

El cristianismo puro y verdadero se traduce en compasión por los demás, cómo estás viendo a tu prójimo, cómo estás viendo a aquellos que vienen por primera vez y que no conocen a Cristo, cómo reaccionas ante aquellos que están pasando por un dolor, ante aquellos que están siendo procesados igual que tú, con qué tolerancia los estás tratando, ese es el cristianismo verdadero.

El cristianismo verdadero es ver con compasión a tu esposo (a), no es verlo como tu enemigo, es amarlo (a) porque en Cristo son amados a pesar de sus fallas; compasión también es entender que él o ella están en proceso y que no son perfectos.

El querer pagar mal por mal eso es lo que el mundo te enseña y si actúas de esa manera te estás dejando corromper por el mundo, pero lo que Santiago nos habla es que amemos con compasión, que desarrollemos el carácter de Cristo en nosotros; ya no abraces el orgullo tonto de decir yo tengo un carácter fuerte y a mí nadie me la hace, deja eso y deja más bien que la Palabra, que Cristo te procese; te va a doler porque es morir a ti, pero Cristo ya murió por nosotros, nos toca morir para que Él viva.

CONCLUSIÓN

3. EL MOTIVO DE MI PROCESO.

Ahora déjame darte no un motivo, sino EL MOTIVO para que todo lo que aprendimos hoy quede sellado y realmente quede escrito en las tablas de nuestro corazón y pueda provocar en nosotros el querer como el hacer para dejar que nuestro carácter sea formado.

SANTIAGO 1:18 18 Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la palabra de verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión.

La iniciativa de la salvación viene de Dios y no de nosotros, Santiago dice: fue sólo por Su Voluntad que nos hizo nacer de nuevo, por la Palabra, de Su propia iniciativa.

Santiago se dirige a los Cristianos dispersos a quienes les escribió esta carta y a nosotros para recordarnos el amor eterno e incondicional de CRISTO que nos grita cada día cuánto Nos ama, que llama nuestra atención en cada detalle de Su creación para decirnos que Nos ama.

Es Cristo y Su amor incondicional el motivo por el cual tenemos que esforzarnos en procesar nuestro corazón y nuestro carácter, ese carácter de hombre y de mujer de Dios que Él espera ver en cada uno de nosotros.

Vistámonos de un corazón compasivo. Amemos como Cristo nos amó. Déjate procesar, el proceso duele porque para desarrollar el carácter, tenemos que morir para que Cristo viva en nosotros y mientras, Cristo sea reflejado a través de nuestras vidas.

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO