Una Vida Renovada 5

Renovando Mis Disfunciones Familiares

By Richard Martinez, Pastor, August 03, 2019

INTRODUCCIÓN

Hemos estado hablando de la Serie de Mensajes de Una Vida Renovada, y si hay algo que estamos claros es que el Espíritu Santo quiere llevarnos de la condición presente en la que estamos a una mayor y mejor desarrollada.

Hoy estaremos hablando de Renovando mi Vida para Renovar mi Familia; porque tengo la plena convicción de que Dios quiere bendecir mi familia y creo que la razón por la que Dios me salvó; fue con el fin de que mi descendencia Lo conozca, Le ame y Le sirva con todo su corazón.

Yo creo que Dios quiere hacer de mi generación en vez de una generación en la que Dios tuvo que sacar de las drogas, del alcohol, del adulterio; yo creo que Dios quiere que mi próxima generación sea una generación que nunca se apartó de Él, una generación que Lo buscó a Él, que Le sirvió a Él, que Lo amó a Él, que la inversión que Él hizo en ellos, no fue sacarlos de una situación o condición terrible, sino que Le invirtió recursos para que Lo amen y Le sirvan a Él.

MENSAJE

Las Ataduras Familiares

En la Biblia vemos cantidad de familias disfuncionales y las consecuencias que estas disfunciones producen en los hijos y descendientes.

Las disfunciones en ocasiones se convierten en las ataduras que hoy nosotros estamos operando. Como lo que vemos con un joven llamado Ismael.

Ismael se convirtió en el enemigo del pueblo de Dios hasta el día de hoy; pero Ismael no nació así, Ismael fue el producto del error de un hombre que aunque amaba a Dios pero que no supo esperar en Dios, ni confiar en la promesa de Dios; este hombre siguió el consejo de su esposa de tener un hijo con su esclava llamada Agar y dice Génesis 16: 4 que cuando esta esclava se vio embarazada comenzó a tratar con desprecio a su Señora.

Años más tarde cuando Dios le dio un hijo a Abraham y Sara; ahí comenzó la rivalidad entre Sara y Agar. Luego en Génesis 21: 9 – 10 Sara se percató que Ismael se burlaba de Isaac y Sara decidió ponerle fin a la rivalidad y le dijo a Abraham que Agar tenía que marcharse.

Luego de eso nos dice Génesis 21: 14 – 19 que Abraham despidió a Agar con su hijo Ismael y sólo le dio un recipiente de agua y la envió errante por el desierto; hasta que se le acabó el agua, cuando se le acabó el agua Agar estaba tan desesperada por la situación que puso a Ismael debajo de un arbusto para dejarlo morir y se fue a cierta distancia para no ver cuando Ismael muriera.

La Biblia dice en el v. 17 que Ismael lloró a tal punto que Dios lo oyó llorar y lo rescató a él y a su madre Agar creando un pozo en medio del desierto donde Agar e Ismael tomaron y se salvaron.

  • ¿Se imagina lo que en ese momento tiene que haber cruzado por la mente del joven llamado Ismael? En ese momento en que siendo un niño pensaba que se moriría; lo que tiene que haber estado pensando mientras lloraba desconsolado pidiendo el socorro de Dios. Yo me imagino que Ismael tuvo que estar pensando:

  • ¿Por qué mi padre nos expulsó?

  • ¿Por qué mi padre no me quiere que nos sacó?

  • ¿Cómo mi madre me dejó aquí solo para dejarme morir?

  • ¿Qué hice para que mi padre me despreciara?

Estas cosas definitivamente marcaron a Ismael, esta disfunción familiar tiene que haber marcado la vida de Ismael por el resto de su vida.

Los padres debemos crear conciencia de que nuestras decisiones marcan significativamente para bien o para mal la vida de nuestros hijos.

La Limitación De Las Disfunsiones Familiares

Jueces 6 en el v. 1 que dice que: ¨los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor. Entonces el Señor los entregó a los madianitas¨.

La Biblia describe que los madianitas eran tan crueles que los israelitas tenían que esconderse en cuevas y en los montes y la Biblia describe que los israelitas no tenían paz y vivían una vida de miseria.

Estando en un estado de hambre y de miseria, los israelitas clamaron a Dios y Dios decidió rescatarlos y nos dicen los

  1. 12 – 13 que el Ángel del Señor vino a Gedeón y le dijo: ¨Guerrero valiente, el Señor está contigo¨; pero Gedeón le contesta: ¨Señor; si el Señor está con nosotros, ¿Por qué nos sucede todo esto? ¿Y donde están todos los milagros que nos contaron nuestros antepasados? … Pero el Señor nos ha abandonado¨.

Gedeón no estaba dudando de la existencia, ni del poder, ni de la soberanía de Dios; de lo que Gedeón estaba dudando era de la bondad y el amor de Dios para con su familia. Por la condición en la que estaban viviendo, él pensaba que Dios los había abandonado.

Gedeón sin saberlo estaba viviendo las consecuencias de las decisiones de sus padres, porque ellos decidieron desobedecer a Dios y Dios los entregó en manos de sus enemigos.

A Gedeón se le dificultó creer al llamado que Dios le estaba haciendo no porque no creía en Dios, sino por la disfunción que su familia estaba viviendo como consecuencia de su desobediencia.

Luego vemos en los v. 14 – 15 que dice: ¨Entonces el Señor lo miró y le dijo:—Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envía! Y Gedeón respondió: 15 Pero, Señor, ¿cómo podré yo rescatar a Israel? ¡Mi clan (familia) es el más débil de toda la tribu de Manasés, y yo soy el de menor importancia en mi familia!¨.

Gedeón estaba limitado de creerle a Dios, por lo que había vivido por años en su familia. A Gedeón no le estaba afectando el hecho de que él era un joven, Gedeón no dijo: Dios yo no creo que Tú lo puedas hacer; lo que Gedeón dijo fue: Basado en mi trasfondo familiar, basado en lo que he vivido en mi familia, yo no creo que yo pueda. Porque mi familia es la más débil de todo Israel y entre lo débil que es mi familia, encima de eso yo soy el más débil de todos.

Hay personas que están aquí, que saben de lo que hablo; personas que vivieron una vida llena de menosprecio, rechazo, abandono, maltrato, abuso, violencia; que aún en este tiempo no entienden cómo había tanta disfunción en sus casas que se les dificulta hoy creerle a Dios.

La verdad del caso es que ningún hijo tiene porque atravesar por el abandono de un padre o una madre, por el rechazo de un padre o una madre; ningún hijo tiene porque ver a su mamá o a su papá drogados o borracho; un hijo o una hija no tienen porque tener que ver a un padre o una madre saliendo de la casa y comenzando una nueva familia; ni tienen porque ver a un hombre o una mujer diferente de cada cierto tiempo; un hijo o una hija no tienen porque tener que enfrentar el haber sido molestado en su niñez y un sin número de cosas más.

Nuestros hogares no deben ser el lugar donde nuestras acciones y decisiones limiten la Fe de nuestros hijos; nuestros hogares deben servir como plataforma que funcione para apoyar e impulsar a nuestros hijos a la Fe y la confianza en Dios.

Renovando Mi Vida Para Renovar Mi Familia

Nosotros tenemos que buscar ser renovados por Dios para así poder edificar nuestra familia.

Para Dios esto es importante, por eso vemos que en Marcos 5: 1 – 20 nos habla de un hombre endemoniado; que vivía una vida terrible, de puro tormento y era un problema para los que lo rodeaban; porque buscaban atarlos con cuerdas, cadenas y grilletes, pero nadie podía controlarlo.

Podemos pensar: Pues yo no estoy endemoniado y es cierto no lo estamos, pero lo que también es cierto es que algunos de nosotros estamos lidiando con situaciones, comportamientos y áreas de nuestra vida que nos afectan; cosas como: inseguridades, celos, iras, descontrol, vicios, temores y otras cosas que no sólo nos afectan a nosotros sino también a nuestra familia.

Cuando aquel hombre en su tormento tuvo un encuentro con Jesús;

Jesús le preguntó en el v.9 al espíritu maligno: ¨¿Cómo te llamas? Él contestó: Me llamo legión porque somos muchos los que estamos dentro de este hombre¨.

Pero cuando Jesús liberó a aquel hombre de los espíritus que lo atormentaban, que lo tenían atado por años; Jesús lo liberó por completo.

Por eso es que nosotros no podemos seguir mirando la renovación como que vamos poco a poco; sino que tenemos que mirar la renovación basado en las promesas de que:

¨Cuando el Hijo nos liberta somos verdaderamente libres¨; basado en la promesa de que: ¨El que le pertenece a Cristo es una persona nueva. La vida antigua ha pasado; una nueva vida ha comenzado¨.

Ninguna persona en este lugar, está limitado de la renovación completa que Cristo hizo cuando llegó a nuestras vidas.

Ningún demonio, ningún asunto del pasado, ninguna condenación nos puede atormentar. Porque ya usted y yo somos libres.

Pero a lo que quiero llegar es que en los v. 18 – 19 dice que este hombre que estaba endemoniado, que se hacía daño, que atormentaba a toda una comunidad; cuando iba a seguir a Jesús, Jesús le dice:

¨Mientras Jesús entraba en la barca, el hombre que había estado poseído por los demonios le suplicaba que le permitiera acompañarlo. Pero Jesús le dijo: «No. Vé a tu casa y a tu familia y diles todo lo que el Señor ha hecho por ti y lo misericordioso que ha sido contigo»¨.

La instrucción de Jesús fue: Ahora que estás bien, ahora que tu vida ha sido renovada, ahora vé a tu casa y a tu familia y diles, muéstrales, enséñales con evidencia, sé un ejemplo, sé un modelo, da tú el ejemplo, que puedan ver en ti todo lo que el Señor ha hecho por ti y lo misericordioso que ha sido contigo. En otras palabras: Ya que has sido renovado, ahora renueva también a tu familia.

CONCLUSIÓN

Yo sé que esto es difícil creer que Dios pueda darnos la victoria de rescatar a nuestros hijos, de restaurar nuestro matrimonio, de renovar mi familia; porque vivimos atados a las disfunciones que aprendimos y que nos afectaron.

Yo sé que nos sentimos como Moisés frente al mar y con los egipcios en la retaguardia; no sabemos nadar, ni estamos preparados para pelear; si seguimos mi familia y yo nos ahogamos, si nos rendimos mi familia y yo seguiremos siendo esclavos. ¿Entonces, qué hacemos?

  • ¿Te imaginas esta escena en los v. 11 – 12?

A la gente quejándose, a los niños y los jóvenes escuchando:

  • ¿Por qué no nos dejaste morir en Egipto?

  • ¿Por qué nos hiciste creer en Dios?

  • ¿Por qué no nos dejaste seguir siendo unos esclavos?

  • ¿Te imaginas lo que hubiese sucedido?

Si Moisés le hubiese hecho caso; significaba que hubiesen sido generación, tras generación de esclavos.

Pero alguien se atrevió a creerle a Dios, alguien se atrevió a confiar en Dios, alguien se atrevió a postrarse delante de Dios, alguien se atrevió a tener Fe en Dios.

¿Se imagina ahora la escena? Cuando el Mar se comienza a abrir en dos, cuando ellos comienzan a pasar y ven que la tierra estaba seca y luego ver cómo Dios los liberó y ahogó a los egipcios.

Esa generación jamás fue la misma; es más nos dice en

el v. 31 ¨ Cuando el pueblo de Israel vio el gran poder que el Señor había desatado contra los egipcios, se llenaron de temor reverente delante de él. Entonces pusieron su fe en el Señor y en su siervo Moisés.¨

Estos jóvenes, adolescentes, niños, hijos, hijas y nietos que fueron testigos de todo esto; nos dice la Biblia que se llenaron de temor reverente y pusieron su Fe en Él.

A diferencia de Gedeón; estos pudieron ver el poder de Dios manifestado y cuando vieron el poder de Dios, esto marcó su Fe a tal punto que nunca más pudieron negar que fue Dios quien los libró.

Eso es lo que Dios nos está llamando en este tiempo; en que como padres podamos ponernos en la posición de un milagro, en que paguemos el precio del milagro, en que seamos no de los que dice: Ya nada se puede hacer, ya ni modo; si nos toca vivir como esclavos, vivimos como esclavos; sino que seamos de los que dicen como Moisés en v. 13 – 14 : Quédense quietos y observen cómo Dios nos rescatará hoy y cómo Dios peleará por nosotros; que seamos de los que nuestros hijos nos ven confiando en Dios, obedeciendo a Dios, creyéndole a Dios y dejando un legado de Fe en sus vidas.

Porque el mejor legado que le podemos dejar a nuestros hijos es la Fe; porque Pedro dijo en 1 Pedro 1: 7 que: la Fe es mucho más preciosa, más valiosa que el oro.

Estos padres en vez de tomar decisiones que limitaran la Fe de sus hijos, prefirieron tomar decisiones que edificaron la Fe de sus hijos. Así quiero vivir yo, tomando decisiones que honren a Dios y edifiquen la vida y la Fe de mis hijos.

El resultado de esta gran victoria que Dios le dio a Israel, los llenó de tanto gozo, tanto honor, tanto agradecimiento, tanto que nos dice Éxodo 15: 1 – 18 que ellos entonaron un canto al Señor; por lo que había hecho en sus vidas, porque Dios salvó a las familias del pueblo de Israel.

Es mi oración y mi Fe, que así mismo sucederá con nuestras familias, con nuestros hijos; que el enemigo que estás viendo que viene por la retaguardia y que amenaza a tu familia, no prevalecerá, no vencerá, no ganará sino que tú y tu familia triunfarán y cantarán cantos de alabanza y alegría al Señor. Pero mientras tanto, cántalo tú en Fe, alábalo tú, créele tú, comienza cambiando tú.

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO