Santiago 4

Santiago

By Marisol Reyes, Ministro, August 22, 2019

INTRODUCCIÓN

El Libro de Santiago fue dirigido a las 12 tribus de Israel que estaban en dispersión y con el fin de traer consuelo y dirección a estas personas. Porque cuando estas personas escucharon el Mensaje del Evangelio, fueron movidos a tal convicción que decidieron vender sus pertenencias y quedarse en Jerusalén.

Pero ellos se quedaron con la esperanza de ver el regreso de Jesús y lo que tuvieron a cambio fue una gran persecución que los obliga a huir y en ese proceso comienzan a vivir situaciones difíciles. Y Santiago más allá de decirles que todo va a estar bien; les recuerda que aún en medio de esa dura persecución y aún en medio de la desesperación que vivían, no podían olvidarse de quiénes eran.

O sea, que más allá de animarlos con el engaño de decirles que todo va a estar bien, Santiago les dice: tienen que enfocarse en la misión de Cristo. Porque ya Santiago conocía que Jesús había dicho que ellos pasarían por este tipo de situaciones,

Marcos 13. 8-11 “Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá terremotos en muchas partes del mundo, y también hambres; pero eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más. Cuando esas cosas comiencen a suceder, ¡tengan cuidado! Los entregarán a los tribunales y los golpearán en las sinagogas. Serán sometidos a juicio ante gobernantes y reyes por ser mis seguidores, pero esa será una oportunidad para que ustedes les hablen de mí. Pues la Buena Noticia primero tiene que ser predicada a todas las naciones. Cuando los arresten y los sometan a juicio, no se preocupen de antemano por lo que van a decir. Solo hablen lo que Dios les diga en ese momento, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo”.

Y aunque sea duro de entender, pero esto es lo que nosotros debemos estar predicando y no seguir engañando a la gente diciéndole que todo va a estar bien; cuando la verdad es que definitivamente vamos a pasar situaciones en nuestra vida.

Que no está bien pasarlas, que es muy duro pasarlas; sabes una cosa, quiero que juntos aprendamos algo. No se desarrolla una acción sin un pensamiento (todo lo que hacemos, nos movemos a hacer y aún cuando quedamos quietos, es porque hubo un pensamiento que nos dijo qué hacer), de igual manera no se desarrolla la fe sin una prueba. Ej. Un niño cuando comienza a caminar, un joven cuando comienza a manejar.

Y de todas las situaciones que atravesemos en la vida, de algunas Dios nos sacará y de otras nos permitirá atravesar; pero tanto en una como en la otra Cristo tiene que seguir siendo exaltado, tiene que seguir siendo alabado, glorificado y predicado.

Por eso insisto en que el mensaje de Santiago es el mismo que nosotros debemos escuchar cuando nos dice:

“gózate en la prueba, soporta la prueba y en el proceso se un hacedor de la Palabra”.

Que en medio del dolor que estás atravesando, si tú Fe es genuina se debe manifestar con evidencia y debe llevarte a edificar y servir a los demás incluso a guardar un testimonio intachable. Y la semana pasada hablamos de cómo Santiago amonestó al pueblo de guardar su lengua y cuidar sus testimonios porque no podemos vivir la vida un día bendiciendo y en otro criticando al prójimo, porque de un mismo lugar no puede salir bendición y maldición.

Y finalmente antes de entrar en el contexto del capítulo 4, Santiago nos enseña que las contiendas entre los hermanos no revela la Verdad ni opera en la justicia de Dios; sino que más bien esas contiendas nacen de los celos y contiendas del corazón, que es una conducta terrenal, animal y diabólica; que aunque suena duro es una realidad muy clara.

Mi Gusto o la Voluntad de Dios

Estudiemos ahora lo que Santiago nos habla en el siguiente capítulo, y dice:

  1. 1-3 “¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior? 2 Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios. 3 Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer”.

En estos versículos Santiago les planteaba algo muy fundamental: (esta era la base, el fundamento sólido, la raíz de todo) la finalidad de sus vidas, es someterse a la Voluntad de Dios o el satisfacer el deseo de placeres de este mundo? Porque si el placer es el objetivo de sus vidas, lo único que van a conseguir son peleas, odio y divisiones.

La búsqueda de placeres lo que resulta en cada persona es en resentimientos interminables que son como guerras, y en explosiones de enemistad que son como batallas.

Lo que a diario vivimos en nuestro alrededor es odio y peleas; pero no sólo se ve entre las naciones y países, entre países y gobernantes o entre las familias. Te hablo de esas grandes batallas continuas que se dan en el interior de cada individuo aún en tiempos de paz. Y hace un rato aprendimos que para que se dé una acción, tiene que haber un pensamiento.

Por lo tanto, para que se cree una disputa o una pelea, tengo que primero definir a quién voy a obedecer: a mi deseo o a la Voluntad de Dios?, a quién voy a agradar a mi naturaleza caída o a Dios?

Santiago estaba animando al pueblo a que aún en medio de su situación o condición, mantuvieran su fe y su testimonio. Y les enseña que el problema de sus vidas, el problema de su condición estaba dentro de ellos mismos, no era en los de afuera. Los estaba llevando a auto evaluarse.

La raíz de los conflictos incesantes no es otra cosa que el deseo, la peor de las pasiones del alma. ———Las guerras, peleas y disputas surgen de la misma fuente: el deseo de dinero, deseo de gloria, deseo de placer, deseo de títulos, deseo de posiciones; deseos que enloquecen a la humanidad. Y un mundo donde el fin del hombre es agradarse a sí mismo, es un campo de batalla y de división.

Ej. En la vida tenemos que escoger entre nuestros deseos y la Voluntad de Dios. Si escogemos nuestros deseos, nos alejamos de Dios y del prójimo. Porque cuando todos nos esforzamos por poseer las mismas cosas, nos convertimos en un campo de batalla donde se pisotean unos a otros para llegar antes, y haremos lo que sea para eliminar a nuestro rival.

Pero el obedecer la Voluntad de Dios nos lleva a la unión porque la Voluntad de Dios es que se amen y se sirvan mutuamente.

Ej. La mayoría de nosotros cuando tenemos problemas con otros sólo estamos mirando lo que la otra persona hizo o no hizo; dijo o no dijo. Estamos enojados y resentidos con todo el mundo pero no somos capaces de hacernos una radiografía para ver cómo está nuestro corazón.

Porque es más fácil acusar a todo el mundo de lo mal que estamos que el analizar lo que verdaderamente hay en nuestros corazones. No analizamos nuestros corazones, nuestros pensamientos, nuestras conductas, porque preferimos culpar o responsabilizar a otros de nuestra condición; porque si llegamos a hacernos una radiografía interior, no nos gustaría lo que vamos a encontrar, va a ser feo por eso prefiero culpar a otros que evaluar mi corazón.

Por eso Santiago les dice: las disputas y los pleitos no vienen de la gente, sino de nuestro propio interior. El proceso es sencillo pero terrible; la persona se permite desear algo, aquel pensamiento comienza a dominarle y ahora se encuentra pensando en eso de manera involuntaria en todo momento, de día y de noche.

Ejemplos

1- Juan y Juana se casan, Juan tiene un buen salario y Juana quiere una buena casa con muebles finos como las otras parejas jóvenes de la Iglesia. Juan quiere un auto del año, y algunas de estas cosas tienen que comprarlas a plazos. Un año después el salario de Juan no aguanta tanta presión y ahora llega un bebé. Al aumentar las demandas de Juana, Juan se vuelve gruñón y Juana reacciona con peleas y lágrimas. Las paredes de esa casa comienzan a vibrar por el deseo de materialismo que destruye el hogar.

2- Mario y María tienen un puesto de liderazgo en la Iglesia; Alexa siente envidia del puesto de María y hace un comentario sarcástico hacia ella. Va aumentando la hostilidad entre ellas y ahora Mario y Alex (esposo de Alexa) se ven envueltos en el conflicto. Y de ahí otros cristianos toman ventaja y la congregación queda dividida por la codicia de un puesto deseado.

Qué sucedió? El ansia de placer y deseo cerró la puerta de la oración. Si las oraciones de una persona se limitan a aquellas cosas que pueden gratificar sus deseos, son egoístas; y por tanto, no es posible que Dios las conceda. El fin de la oración es: Dios que se Haga Tú Voluntad, y el de una persona dominada por el deseo: que se cumplan mis deseos.

Esto es importante entenderlo porque muchas ocasiones los v. 2 y 3 son sacados de contexto, las personas leen esto y piensan que hay una regla específica para pedir a Dios todo lo que queremos. Si quiero un carro nuevo, tengo que encontrar cómo orar por ese carro nuevo porque si no encuentro la fórmula, Dios no me lo dará. Pero si leemos los versículos desde un inicio del libro y mirando lo que Santiago estaba enseñando, nos damos cuenta de que Santiago ciertamente dice que si no pedimos no recibimos; pero explica que la razón por la que no recibimos es porque estamos enfocados en nosotros mismos y en nuestros deleites, y nuestro pedido no está basado en Cristo y en Su propósito para mi vida.

Muchas personas han llegado a creer que no han recibido porque no saben las palabras correctas para pedir, sin darse cuenta de que su corazón puede estar distorsionado y con prioridades invertidas. Y las oraciones están llenas de envidia, codicia y egocentrismo.

La Infidelidad para con Dios

  1. 4-10 “4 ¡Adúlteros![a] ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios. 5 ¿Acaso piensan que las Escrituras no significan nada? Ellas dicen que Dios desea fervientemente que el espíritu que puso dentro de nosotros le sea fiel.[b] 6 Y él da gracia con generosidad. Como dicen las Escrituras:«Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes»[c].7 Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. 9 Derramen lágrimas por lo que han hecho. Que haya lamento y profundo dolor. Que haya llanto en lugar de risa y tristeza en lugar de alegría. 10 Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor”.

Santiago condena el amor desordenado por las cosas materiales como adulterio espiritual. Dios quiere que le amemos primero y por encima de todo, porque cuando amamos las cosas efímeras de este mundo, le estamos siendo infieles.

El espíritu mundano es enemistad contra Dios.

Pero déjame explicarte algo porque no quiero que te quedes confundido(a). Quizás te estás preguntando: por qué si Dios creó el mundo, entonces el mundo es malo para nosotros? El mundo es creación de Dios y Dios mismo se complació en toda su belleza. Pero la palabra “mundo” aquí no significa el planeta en el cual vivimos, ni la naturaleza a nuestro alrededor.

Mundo es el sistema que el mismo hombre se ha edificado en su interior por el esfuerzo de satisfacer la concupiscencia de sus ojos, de la carne y a la soberbia de la vida, apartándose de Dios. En ese sistema no hay lugar para Dios ni para el Espíritu Santo.

El Espíritu que Dios ha hecho morar en nosotros, celosamente anhela la plena devoción de nuestros corazones. ———Dios es un Esposo celoso, que no consiente competidor. Dios nos ama con tan ardiente pasión que no puede soportar ningún otro amor supremo en nuestros corazones.

Pero, y cómo podemos ofrecer la devoción que Dios exige? ———Así como Dios hace una gran demanda, así también da una gran gracia para cumplirla; y mientras mayor es la demanda, mayor es la gracia que Dios da. Pero nadie puede recibir esa gracia hasta que se dé cuenta de que la necesita y acuda a Dios con humildad a pedirla.

Y Santiago continúa diciéndoles: “lávense las manos, pecadores”,

en otras palabras Santiago lo que les quería decir es: ———miren si ustedes reconocen, si es obvio y notorio, si saben que en su corazón hay algo que no agrada a Dios; acérquense a Él y confiesen su falta o su debilidad, quebrántate delante de Su Presencia, humíllense de corazón y Dios mismo se encargará de mostrarte Su gracia, Él mismo se encargará de secar tus lágrimas, y Él mismo se encargará de levantarte con honor.

Por eso les decía a aquel pueblo,

“humíllate delante de Dios y resiste al diablo y él huirá de ustedes”;

porque cuando tú te humillas ante Dios y le presentas tu corazón, estás resistiendo a esa conducta terrenal, animal y diabólica; y cuando eso pasa comienza en ti una obra purificadora de palabras, de obras, de emociones y de pensamientos.

Cinco Pasos Para un Verdadero Arrepentimiento

  • Someternos a Dios - esto es sujetarnos a Él, estar listos para escucharle y obedecerle. Con un corazón humilde y no orgulloso. Esto nos llevará a resistir.

  • Resistir al diablo - cerramos nuestros oídos y corazones a sus sugerencias y tentaciones y poniendo por práctica la Palabra. Y él huirá de nosotros.

  • Acercarnos a Dios - a través de un tiempo de intimidad y oración, acudimos a Él diciéndole todo lo que tenemos en nuestros corazones. Y Dios se acercará a nosotros, nos perdonará y restaurará.

  • Limpiamos las manos y Purificamos nuestros corazones - las manos representan nuestras acciones y el corazón nuestros deseos. Nos limpiamos y purificamos por medio de la confesión y abandono de nuestros pecados.

  • Humillarnos delante de Dios - tomamos nuestro lugar a los pies de Dios y Él nos levantará con honor.

CONCLUSIÓN

Santiago concluye afrontando otro pecado, el de un espíritu criticón. Este espíritu por lo general proviene de los mismos malos deseos que ya hemos estado viendo. Deseos de celos y envidias, posiciones y títulos, deseos de placer y de gloria.

Antes de nosotros hablar mal contra un hermano o tan siquiera de murmurar, deberíamos hacernos 3 preguntas:

  • Qué bien hace a tu hermano? Lo que vas a hablar en contra de tu hermano; irónicamente porque si hablas en contra no puedes hacer bien. Le va hacer un bien a tu hermano?

  • Qué bien te hace a ti mismo? No a tu ego, porque el ego es un deseo o placer pecaminoso del cual Dios tampoco se agrada. Lo que vas a hablar te bendice, te edifica, exalta tu corazón que debe ser a su vez un reflejo del corazón de Dios?

  • Qué gloria hay para Dios en lo que vas a decir? Si nuestras palabras, acciones y pensamientos no reflejan a Cristo, no Le damos la gloria que Se merece.

Uno de los mandatos de Dios es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Por lo tanto, hablar mal de un hermano, es lo mismo que hablar en contra de este mandato y decir que no tiene valor. Y cuando nosotros quebrantamos un mandamiento de manera deliberada, estamos menospreciando, despreciando y siendo indiferentes con lo que Dios nos manda.

En otras palabras, decimos que el mandato no es bueno y que no vale la pena el obedecerlo. El pecado está, en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace. Y hacer lo bueno es incluir a Dios en cada aspecto de nuestras vidas, vivir cada momento en dependencia de Él. Si sabemos que debemos hacer esto, y no lo hacemos, evidentemente estamos pecando. Ministración

Durante este tiempo si Dios te ha mostrado un deseo amargo en tu corazón, si tú mismo reconoces un placer que está envenenando tu corazón; este es el momento de someterte a Dios y escuchar con un corazón humilde lo que te está hablando.

Ahora ante ese deseo o placer, resiste! Cierra tus oídos y tu corazón firmemente y niégate a servirle. Declara que tendrá que huir de ti. Y en esa misma intimidad, háblale a Dios todo lo que tienes en tu corazón, todo lo que ese deseo te está llevando a cometer, a creer. Confiésale tu debilidad y tus pocas fuerzas para ser firme ante ese deseo, placer o tentación.

Abre tus manos en señal de entrega de tus actos y muestra tu corazón a Dios y pídele que las limpie y purifique tu corazón. ———Vamos Iglesia no temas, no temas, Dios está escuchándote y dispuesto a obrar en tu vida. No dejes que nada te robe este tiempo de intimidad ante el Padre.

Y así humillados, rendidos a Sus pies porque ahora no Le alabas y Le exaltas con la confianza de que Él lo hará.

En todas las áreas de la vida, la oportunidad para hacer lo bueno nos hace responsables de hacerlo. Si sabemos lo que es bueno, tenemos la obligación de vivir bajo ese conocimiento. Dejar de hacer lo bueno es pecado contra Dios, contra nuestro prójimo, y contra nosotros mismos.

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANOS