INTRODUCCIÓN

Continuamos estudiando la vida de David, la semana pasada aprendimos cómo Dios vio en David el corazón que él estaba buscando. Aprendimos que mientras el pueblo de Israel buscaba un rey con habilidades para que lo gobernara, Dios buscaba un corazón conforme a Su corazón y que estuviera dispuesto a obedecerlo.

Como humanos contamos con un instinto de supervivencia a través del cual buscamos sentirnos aceptados y valorados para sentirnos seguros y para sentirnos que pertenecemos a una comunidad, grupo, círculo social; incluso este sentido de supervivencia busca darnos seguridad en nuestra propia familia.

Ahora volvamos a David, y quiero que vayas conmigo a esta escena de su historia, cuando Dios le habla a Samuel y le dice que vaya a la casa de Isaí, el padre de David porque tenía que ungir a quien sería rey en lugar de Saúl.

En esos tiempos cuando un profeta en este caso Samuel visitaba la casa de alguien, la familia completa se reunía para honrarlo y atenderlo, era un evento important. Sin embargo, en este caso estaban reunidos toda la familia de Isaí, menos David; no sé si por ser el más pequeño, no sé si porque Isaí pensaba que no era importante por no ser mayor como sus demás hermanos que ya eran soldados del ejército de Saúl; hay muchas especulaciones incluso hay personas que llegan a decir que tal vez David no fue invitado porque posiblemente no era hijo legítimo de Isaí, aunque escuche, la Biblia no da mucho claridad en cuanto a esto.

El caso es que David estaba experimentando el rechazo de forma directa o indirecta por su propia familia.

Muchas personas han tenido que enfrentar el doloroso proceso del rechazo; algunos incluso como David, por su propia familia, hijos que han experimentado el rechazo de sus padres, sus hermanos, algunos experimentaron o están experimentando el rechazo en procesos como uno o varios divorcios,o por la ruptura de un noviazgo.

Hay jóvenes que sienten el rechazo de sus amigos, en la universidad o en el trabajo y cada una de estas situaciones nos causa dolor y muchas veces impotencia para enfrentarlo.

MENSAJE

Por tal razón, a través de este mensaje aprenderemos cómo el rechazo no tiene la última palabra sobre nuestras vidas y tampoco determina nuestra identidad; ni las victoria o derrotas que experimentemos a menos que nosotros mismos nos dejemos afectar por el rechazo.

Si permitimos que el rechazo afecte nuestras acciones, éstas nos llevaran al fracaso. Sigamos con David…

1. CUANDO EL RECHAZO NOS DICE: NO CALIFICAS

1 SAMUEL 16:6-7 6 Cuando llegaron, Samuel se fijó en Eliab y pensó: «¡Seguramente este es el ungido del Señor!».

Lo que Dios quiere que entendamos hoy es que detrás de cada NO CALIFICAS que el mundo o cualquier persona te grite en la cara se esconde un propósito que Dios puso en ti; que tal vez como a David aún no es el tiempo que se manifieste, pero Dios ya lo reservó para ti, Dios ya lo apartó para ti, no importa lo que el mundo te grite, no importa lo que aún las circunstancias te griten, por más fuerte que suene el NO CALIFICAS, más fuerte Dios gritará, voceará y se esforzará por ti.

Samuel traía el prototipo de un hombre en su cabeza, pero mire lo que Dios le dice al profeta.

1 SAMUEL 16:7 7 Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.

Por eso, aprendimos por qué debemos buscar tener UN CORAZÓN CONFORME AL DE DIOS. Porque eso es lo que Dios vé, el corazón.

Mira, cuando Dios tiene un propósito para tu vida Él lo va a cumplir! Ahora déjeme decirle esto, este libro está lleno de gente que no calificaba para el mundo; yo veo a un Jacob tramposo que le robó la primogenitura a su hermano, veo a una Rahab que era prostituta que definitivamente no calificaba, pero en Dios le fue dado el propósito de que a través de ella vendría la genealogía de Jesús. MATEO cap. 1

1 Corintios 1:28 28 Dios escogió lo despreciado por el mundo, lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante.

2. EL RECHAZO NO NOS DETERMINA.

1 SAMUEL 16:10-12 10 De la misma manera, Isaí le presentó sus siete hijos a Samuel. Pero Samuel le dijo:—El Señor no ha elegido a ninguno de ellos. 11 Después Samuel preguntó:—¿Son estos todos los hijos que tienes?—Queda todavía el más joven —contestó Isaí—. Pero está en el campo cuidando las ovejas y las cabras.—Mandó llamarlo de inmediato —dijo Samuel—. No nos sentaremos a comer hasta que él llegue. 12 Entonces Isaí mandó a buscarlo. El joven era trigueño y apuesto, y de hermosos ojos. Y el Señor dijo: —Este es, úngelo.

Aunque aún después de Isaí presentarle a Samuel todos los hijos presentes y no ser ninguno de ellos, aún vemos el rechazo de Eli cuando se refiere a David, él no creía en David; pero no significa que porque él no creyera en él, Dios no creyó en él.

No podemos juzgar, ni culpar a la gente que no cree en nosotros, porque ellos no ven lo que Dios ve; ellos no conocen lo que Dios ya determinó hacer en nosotros, por medio de nosotros y a través de nosotros.

Los planes de Dios para nosotros no se determinan por la opinión que las personas tengan de nosotros, aún nuestra propia familia.

No debemos ver el RECHAZO como el obstáculo que me frena sino como la motivación que me impulsa. Ahora debemos dejar claro que la motivación que nos impulsa no debe ser dirigida a las personas que no creyeron en nosotros sino a quien sí creyó en nosotros, CRISTO. Es más Cristo mismo experimentó el rechazo en su propia familia.

JUAN 7:5, Ni aún sus hermanos creían en él…

Es muy diferente que sus hermanos lo admiraran a que creyeran en él. Los hermanos de Jesús admiraban sus milagros pero lo rechazaban como Su Salvador. Pero antes de juzgar a la familia de Jesús piense esto: Hay personas que admiran y se conmueven con las películas de Jesús y los milagros y todo esto, pero lo rechazan con sus acciones cada día, es más lloran cuando cometen algún pecado y sienten remordimiento, pero remordimiento no es arrepentimiento; no es el sólo sentirte mal por lo que hiciste sino pedirle perdón a Jesús y cambiar lo que venías haciendo mal.

MARCOS 3:31-35 (referencia)

Fue cuando Jesús estaba predicando en el templo y llegaron su familia a buscarlo según historiadores porque pensaron que se había vuelto loco y eso ponía su vida en riesgo. Y lo que Jesús hizo fue una vez más desengancharse del rechazo de su familia y enfocarse en el propósito que Dios le había dado, por eso dijo: mis hermanos y mi madre son todos aquellos que hacen la Voluntad de mi Padre.

MARCOS 6:1-6 (referencia)

Vemos que no sólo ellos rechazaron a Jesús sino que la gente de su pueblo Nazaret también lo rechazaron, es más dice la Palabra que no pudo hacer muchos milagros ahí, sólo unos cuantos en quienes impuso manos, porque fue tanta la incredulidad y el rechazo hacia él. Y es que volvemos a lo mismo sólo veían las apariencias, lo que conocían de él, lo vieron crecer, pero nunca aceptaron que podía tener una misión tan extraordinaria como salvar al mundo.

Por eso, cuando te sientas rechazado no permitas que eso te determine, no permitas que eso te defina, porque quienes te rechazan juzgan apariencias pero tu corazón es lo que Dios ve, porque ahí es donde el deposita Su propósito.

CONCLUSIÓN

3. LA BENDICIÓN DEL RECHAZO.

El punto exacto donde encontraremos bendición en medio del rechazo es reconociendo y teniendo claro en nuestra vida de que no somos perfectos y jamás lo seremos, por tal razón, no siempre encontraremos la aceptación de la gente, pero sí muchas veces su rechazo.

Porque el que seamos escogidos por Dios, no significa que no enfrentaremos rechazo, no significa que las personas van a aceptar el llamado de Dios en nuestras vidas.

Ahora, el que no seamos aceptados por los demás nunca limitará ni determinará los planes y propósitos de Dios en nuestra vida. Algo de lo que Dios amaba de David era que nunca tuvo filtros con Dios es decir, se presentaba tal cual era; si tenía que agradecer, lo hacía desde lo más profundo de su corazón; si tenía que adorar aunque no lo sintiera, negociaba con su alma y le decía alma mía, bendice al Señor; si tenía que pedir perdón lo pedía desde lo profundo de su corazón; si necesitaba ayuda no se quedaba quieto y susurraba, sino que levantaba un gran clamor porque su vida dependía de ello.

Por eso cuando peques, cuando te equivoques, no dejes de venir a la Iglesia, Dios ya sabe cómo eres y con qué estás luchando y lo imperfecto que eres; en vez de dejar de venir a la Iglesia, es cuando más debes venir, este es el mejor lugar a donde debes correr en cuanto te equivoques, porque aquí es donde Dios te quiere procesar; no te juzga, te ama, te acepta, te recibe. El reconocer nuestra imperfección, el no fingir nos mantendrá cerca de Dios y de Su amor. Dios nunca nos va a rechazar no porque somos perfectos, sino porque somos auténticos.

2 CORINTIOS 12:7-9 7 aun cuando he recibido de Dios revelaciones tan maravillosas. Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso. 8 En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. 9 Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad».

El saber que Cristo jamás nos rechaza, nos motivará a vivir declarando que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO