Vida Victoriosa 3

Los Procesos Incómodos De Dios

By Richard Martinez, Pastor General, September 19, 2019

INTRODUCCIÓN

Hoy vamos a estar hablando de los procesos incómodos y difíciles de Dios. Estos procesos incómodos y difíciles de los que hablo, son los que Dios permite que atravesemos con un fin determinado, con un fin que para nosotros es complejo, difícil y duro pero que al final Dios conoce el por qué y el fin de lo que está haciendo.

Ya vimos el por qué Dios escogió a David como rey; miramos en el primer mensaje de esta Serie que el pueblo luego que pidió un rey, Samuel le dijo que el rey que reinará sobre ellos los maltrataría y sacaría provecho de ellos; pero aun así, porque ellos no querían ser gobernados por los hijos de Samuel que tenían un corazón dañado, ellos prefirieron un rey. Luego vimos el por qué Dios decidió levantar a David y fue porque había descubierto que en David había un corazón conforme al corazón de Dios.

Un hombre o mujer conforme al corazón de Dios es uno: 1. Vive una vida recta; 2. Que hace la Voluntad de Dios; 3. Tiene intimidad con Dios.

Luego vimos de cómo David no tenía los recursos, la capacidad para ser rey; pero cómo aun así, Dios lo llamó y lo escogió como rey. Sin embargo, hoy vamos a ver qué sucedió después que David fue ungido como rey.

MENSAJE

El Inicio De Un Proceso

En la última parte de la visita de Samuel a la casa de Isaí donde David fue ungido como el próximo rey, nos dice la Biblia que cuando David llegó, Dios le dijo a Samuel en

1 Samuel 16: 12 ¨Este es, úngelo¨. Luego en el v. 13 dice: ¨13 Al estar David de pie entre sus hermanos, Samuel tomó el frasco de aceite de oliva que había traído y ungió a David con el aceite. Y el Espíritu del Señor vino con gran poder sobre David a partir de ese día. Luego Samuel regresó a Ramá.¨

Se imagina esa escena, donde pareciera que mientras el padre y los hermanos de David lo dejaron fuera de la reunión con Samuel y no fue invitado, ni considerado; apareciera Dios trayendo a David del brazo y diciéndole a Samuel: Mira no es ninguno de esos que esta ahí; Éste es, úngelo!

Luego dice que: David estaba de pie entre sus hermanos cuando fue ungido. O sea, que los hermanos que lo menospreciaron ahora estaban siendo testigos de quién sería el próximo rey de Israel y dice que

¨el Espíritu del Señor vino con gran poder sobre David a partir de ese día¨.

¿Se imagina lo que pudo haber provocado esto en David, se imagina el impacto que tiene que haber sido para él, el que Dios lo reconociera entre sus hermanos, y su padre como el próximo rey; se imagina la impresión tan grande que tiene que haber tenido cuando sintió o cuando sobrevino sobre él, el Espíritu del Señor con gran poder?

Cualquier persona que atraviesa por una experiencia como esa, fácilmente puede llegar a pensar que de aquí en adelante todo va a estar bien; por fin mis oraciones van a ser contestadas; al fin voy a avanzar, voy a cumplir mis sueños, etc. Pero Dios tenía otros planes.

Nos dicen los v. 14 – 21 que mientras en la casa de Isaí, David estaba siendo ungido y en la casa de Saúl el rey actual algo diferente está sucediendo, porque mientras el Espíritu del Señor vino sobre David con gran poder, así mismo el Espíritu del Señor se apartó de Saúl y lo que le vino fue un espíritu atormentador de parte de Dios.

Pero en lo que respecta a David, posiblemente David pensaba que el proceso de Dios envolvía ahora darle muchas victorias, darle mucha fama o un sin número de cosas; pero los planes de Dios con David fue que lo llevó a un proceso de formación en la casa de Saúl y en este proceso de formación envolvía el que cada vez que el espíritu atormentador atormentaba a Saúl, David tocaba el arpa y Saúl se sentía mejor y el espíritu atormentador se iba.

Fue Dios quien escogió a David, pero fue Dios mismo quien pasó a David por este proceso incómodo, un proceso en que nadie querría pasar, un proceso que parecía ser injusto para un joven que se le dijo que sería el próximo rey y un proceso en el cual si el rey actual; el cual estaba siendo atormentado por un espíritu se llegara a enterar que el sería el próximo rey, lo mataba.

Muchas personas se confunden cuando Dios les declara una Palabra o cuando los llama al Ministerio, o les da una promesa y piensan que de ahí en adelante todo debe estar bien y no tienen porqué pasar por necesidades, ni pruebas, ni dolor. Pero lo cierto es que la muchas veces que vemos a Dios declarando una promesa sobre alguien en la Biblia, nos damos cuenta de que esas personas Dios permite que pasen por un proceso incómodo.

Por ejemplo el Apóstol Pablo dijo en

2 Corintios 12: 7 – 10 ¨ 7 aun cuando he recibido de Dios revelaciones tan maravillosas. Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso. 8 En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. 9 Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. 10 Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.¨

Los procesos de Dios tienen un propósito en la formación de nuestro carácter, porque hay promesas de Dios en nuestra vida que si nuestro carácter no es formado, no lograremos el propósito para el que Dios nos llamó.

El Motivo De Los Procesos De DIOS

Cuando hablamos de la formación de carácter para cumplir el llamado de Dios en nuestras vidas no necesaria o únicamente tiene que ver con que nuestro carácter no haya sido formado.

Puede ser que en realidad el proceso que estamos atravesando o que Dios nos permite atravesar sea el vehículo para lo que Dios ha determinado hacer.

Por ejemplo, cuando miramos la vida de José, en Génesis 37; nos enseña que Dios le dio a José sueños, en otras palabras Dios le indicó lo que haría con él; pero todo el resto del proceso incómodo que Dios lo hizo pasar, no fue porque José tuviera un mal carácter, pero sí porque era el vehículo que Dios usaría para hacer con José lo que había determinado.

DIOS puede hacernos pasar o permitir que pasemos por procesos con el fin de formarnos, con el fin de darnos los recursos necesarios para la asignación que Dios nos ha delegado, con el fin de llevarnos a madurar para que seamos efectivos en aquello que Dios nos ha delegado.

En Jeremías 18: 1 – 6 Dios envía al profeta Jeremías al taller del alfarero y le dijo: Allí te hablaré; cuando Jeremías llegó, encontró al alfarero trabajando en una vasija; pero se dio cuenta que la vasija no resultó como esperaba y vio como el alfarero aplastó la vasija y la comenzó de nuevo. En ese momento Dios le dice a Jeremías en el v. 6 ¨Oh Israel. ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.¨

Por lo general cuando Dios permite o cuando Dios nos pasa por un proceso, nosotros no lo entendemos, no entendemos el por qué, no entendemos cómo es que Dios está permitiendo lo que está permitiendo; no entendemos la razón.

Pero cuando leemos la Escritura, nos damos cuenta que

Cada persona que Dios le permitió pasar por un proceso incómodo o difícil fue con el fin de hacer algo mejor en ellos,

como este alfarero; fue con el fin de hacer algo más fuerte en ellos, de llevarlos a madurar en áreas necesarias para el cumplimiento del propósito de Dios en sus vidas.

Pero lo más importante es lo que dice en la última parte del versículo que dice:

¨De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.¨

Lo importante es que estamos en las manos del Alfarero, que en los procesos Dios jamás nos ha dejado ni nos dejará.

Por ejemplo; yo no sé por qué mi esposa y yo pasamos por el proceso tan difícil que atravesamos en el 2012 en nuestro matrimonio; pero lo que sé es que lo atravesamos y fue doloroso; pero hoy puedo decir que nos amamos más que lo que nos amábamos antes del proceso; que nos valoramos hoy más, que lo que nos valorábamos antes del proceso.

Yo no creo que David estaba diciendo: Qué chévere este proceso en el que Dios me ha bendecido con él; tocarle el arpa a este rey loco que si se da cuenta que yo soy el próximo rey, me mata. Yo creo que se tenía que estar preguntando como cualquier otra persona: ¿Cómo es que llegué hasta aquí; no se suponía que yo fuera el próximo rey?

Lo difícil de los procesos incómodos de Dios, es que Dios no nos avisa lo que está haciendo, que lo que estamos pasando es parte de un proceso, tampoco nos dice cuándo saldremos del proceso; sólo pasamos el proceso.

Pero nosotros ahora podemos ver cómo es que…

El proceso de David le dio la oportunidad para:

  1. Ayudarlo a ser humilde (lo cual es vital si queremos avanzar en el Reino)

  2. Tener la experiencia de las funciones de un rey (al ver diariamente a Saúl y estando cerca de él

  3. Prepararse para su asignación final (aprender el cómo ser rey)

Muchas personas renuncian en el calor de los procesos difíciles, renuncian al Ministerio, al trabajo, a su negocio, al área en que están sirviendo y todo porque no entienden que lo que están atravesando es un proceso, es parte de un plan perfecto de Dios.

Por eso es que dice:

Hebreos 10: 35 – 39 ¨ 35 Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! 36 Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido. 37 «Pues, dentro de muy poco tiempo, Aquel que viene vendrá sin demorarse. 38 Mis justos vivirán por la fe. Pero no me complacerá con nadie que se aleje»[ 39 Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas.¨

CONCLUSIÓN

El Resultado De Los Procesos Incómodos

En el proceso es muy posible que David haya atravesado maltrato, abuso, violencia, injusticia y un sin número de cosas que eran incómodas y difíciles para David; pero lo importante es que Dios estaba en control y David estaba en las manos de Dios como el barro está en manos del alfarero. Sin embargo, no significa que el proceso dejaba de ser menos difícil; y en ocasiones Dios hace lo mismo con nosotros nos lleva a pasar por procesos que son incómodos, procesos que a nuestro parecer son injustos; pero que Dios conoce lo que Él está haciendo.

Por ejemplo, cuando leemos

Filipenses 2: 1 – 11 nos damos cuenta que cuando el Apóstol Pablo dice en el v. 5 ¨Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús¨; él luego describe el proceso no sólo incómodo o injusto que atravesó Jesús, sino que describe el proceso mortal que atravesó Jesús, pero que al final del proceso el dice en los v. 9 – 11 ¨ Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres 10 para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, 11 y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la Gloria de Dios Padre.¨

Aunque la victoria de Cristo Jesús era garantizada; Dios estaba permitiendo que pasara por este proceso difícil, incómodo, terrible con el fin de al final exaltarlo y darle la victoria y lo mismo estaba haciendo con David.

Pero así mismo Dios hace con nosotros; muchos de los procesos en los que Dios nos hace pasar sirven y funcionan para formar nuestro carácter para lo que Él nos ha llamado y para la victoria que nos espera.

Los procesos son incómodos, injustos, difíciles; pero todos ellos cumplen un propósito de formación de carácter y completar y formar en nosotros lo que tenemos que desarrollar con el fin de cumplir nuestro propósito en victoria.

El Apóstol Pablo cuando habló del proceso incómodo y difícil que atravesaron en

2 Corintios 4: 8 – 18 el dijo en los v. 16 – 18 ¨ 16 Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día. 17 Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! 18 Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.¨

Él expresa que ese proceso difícil y duro producían en él una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades.

A lo que quiero llegar es, que nosotros hoy podemos ver y leer de la vida de David y darnos cuenta cómo el proceso que David atravesó fue parte de un plan maestro de Dios, fue parte de un plan perfecto de Dios.

Pero David en ese momento no lo miraba de esa forma, David en ese momento solo pensaba en lo duro y lo difícil, solo pensaba en la amenaza que enfrentaba, solo pensaba en el dolor que sentía; pero usted y yo podemos mirarlo y decir: Wow! Dios sabía lo que estaba haciendo.

De la misma manera tenemos que pensarlo cuando se trata de nosotros, Dios nos permite aprender de la vida de David con el fin de que nos demos cuenta que si lo hizo con David, también lo está haciendo con nosotros, que si tuvo a David en sus manos, también nos tiene en sus manos, que si el proceso de David, de José, de Moisés, de Abraham, de Jacob, de Jesús era con el fin de hacer algo mayor en sus vidas que producía en ellos una gloria que duró para siempre.

Lo que estamos atravesando, hemos atravesado, o llegaremos a atravesar es parte de un plan perfecto, de un plan maestro de Dios para hacer algo mejor en nosotros, para luego hacer algo mayor a través de nosotros y lo que Dios nos ha permitido pasar y atravesar; también producirá en nosotros una gloria que durará para siempre.

Ninguna de nuestras dificultades son en vano, ni en el Ministerio, ni en tu familia, ni en tus finanzas; ninguna de las situaciones dolorosas que hemos atravesado son sólo porque sí; pero hoy nosotros aprendemos de David que no se quitó, no se rindió en el proceso, sino que perseveró en su llamado y asignación a pesar del dolor y aprendemos de él.

Pero tus dolores, pruebas y luchas tampoco han sido ni serán en vano; Dios está al tanto de cada situación dolorosa, de cada lágrima derramada, de cada injusticia, de cada momento que nos ha marcado; por eso es que nos dice que al final

¨El secará toda lágrima de nuestros ojos, y no habrá más muerte, ni tristeza, ni llanto, ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más¨.

Pero mientras tanto no olvidemos que:

Los procesos difíciles que atravesamos en la vida vienen a formarnos, a edificarnos, a producir lo mejor en nosotros para así estar listos a cumplir la Voluntad de nuestro Padre y ser victoriosos en aquello a lo que Él nos llamó y nos delegó.

Por eso es que, en medio del dolor, no pares de confesar y declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO