Vida De Esperanza 3

Donde Esta DIOS?

By Richard Martinez, Pastor Principal, September 22, 2019

INTRODUCCION

En este día continuaremos la serie de mensajes de Vida de Esperanza y en esta serie estamos tratando de identificar como es que podemos aun sostenernos de Dios cuando nuestra fe esta flaqueando, cuando nuestro corazón esta tan destrozado que no encontramos solución.

Hace dos semanas atrás hablábamos de la importancia de ser sinceros con Dios y expresarle de verdad como nos sentimos, como si nuestra fe esta débil como podemos sincerarnos con El.

Hay personas que cuando están en Cristo se les dificulta entender que en los momentos de dolor y los momentos de aflicción Dios esta con ellos. Esto es uno de los mayores conflictos que tenemos y esto los lleva a nos lleva a hacernos una preguntas como:

¨Donde esta Dios, ahora que lo necesito? O ¿Dónde estaba Dios cuando sufrí esto o aquello otro? Lo cierto es que como hablamos el Jueves y en el mensaje anterior, cuando nos hacemos esta pregunta no tiene que ver con la fe, el preguntarnos: ¿Dónde esta Dios o donde estaba Dios, no tiene que ver con nuestra fe?

Sino que esta pregunta mas hacer referencia al hecho de que precisamente yo creo y se que Dios existe, pero ¿donde esta Dios ahora que lo necesito? O ¿Dónde esta Dios ahora que estoy pasando por este momento tan difícil? Esto nos lleva o nos puede llevar a una gran crisis de fe.

Las personas por lo general nos hacemos esta pregunta cuando hemos tenido algún grado de estabilidad y de repente se nos sale todo de control, se nos complica todo y ahora en el momento de dolor nos hacemos la pregunta: ¿Dónde estas Dios o donde estaba Dios?

MENSAJE

¿Dónde Esta o Estaba DIOS?

Esto no es solo nosotros, en la Biblia vemos en Juan 11 vemos que cuando a Jesús le llegó la noticia de que su amigo Lázaro estaba enfermo y Jesús en vez de correr a la situación, mas bien fue a Judea; en el proceso Lázaro muere y cuando Jesús llega a la ciudad de Lázaro, las hermanas de Lázaro le hicieron la misma pregunta o reclamo a Jesús.

Marta le dijo en el

  1. 21 ¨Señor si tan solo hubieses estado aquí…

luego Marta le avisa a María de la llegada de Jesús y le dice:

  1. 28 ¨El maestro esta aquí y quiere verte¨

en ese momento María se levantó y salió a prisa y las personas pensaban que ella iría a la tumba a llorar a Lázaro; pero María en vez de correr a lamentarse de su dolor, fue y corrió a los pies de Jesús.

María corrió a los pies de Jesús a pesar de que vino a Jesús, también le hizo el mismo reclamo en el

  1. 32 María le dijo: ¨Señor, si tan solo hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto¨.

Básicamente las dos le hicieron a Jesús la misma pregunta, en otras palabras le dijeron: ¿Dónde estabas cuando te necesitábamos? Te mandamos a buscar, te pedimos que vinieras, pero: ¿Dónde estabas que no llegaste?

Así es que nos sucede a nosotros, muchas personas cuando han estado en una situación difícil, un tiempo de incertidumbre donde le hemos pedido a Dios, le hemos rogado a Dios, le hemos clamado a Dios que intervenga, que nos visite, que nos ayude, y cuando sucede lo que sucede y vemos que El no llegó nos hacemos esa misma pregunta: ¿Señor donde estabas? Y eso puede llevar a cualquier persona a una crisis de fe.

Hay otro grupo de personas que se les dificulta creer o poner su confianza en Dios, por lo que atravesaron en su pasado, porque fueron victimas de violencia, abuso, maltrato, violaciones, abandono y ahora cuando se les habla a estas personas del amor de Dios y se hacen otro tipo de preguntas; las preguntas que ellos se hacen son algo así:

¿Dónde estaba Dios cuando yo estaba siendo abusado o abusada? ¿Dónde estaba Dios cuando yo estaba siendo maltratado? Cuando mis padres se divorciaron , cuando perdí el trabajo etc.

Por ejemplo: Yo recuerdo un día que un director de un hospital en un lugar que visitaba me dijo: Usted hace una obra muy bonita en ofrecerle esperanza a las personas. Yo conteste: Muchas gracias. El me dijo: Le digo la verdad, yo respeto lo que usted hace, pero se me hace difícil creer en el amor de Dios. Yo se que Dios existe, pero se me hace difícil creer que El nos ama.

Cuando le traté de explicar con la Biblia el; el no me refutó, el me escuchó y luego dijo: Explíqueme una cosa: En el hospital hay a una niña de 12 años, ella esta embarazada y ella ahora mismo no sabe quien es el padre; ella no sabe si el padre de su bebe es su hermano, su abuelo o su propio padre. Me puede decir: ¿como le explico a esa niña que Dios la ama? No pude contestar; solo llorar.

Pero como expresamos desde el principio, lo que estamos buscando en estos mensajes no es contestar todas las preguntas que tenemos, porque hay preguntas que no tenemos contestación para ellas; hay cosas que no sabemos explicar; yo no puedo explicar que beneficio existe con que una niña de 12 años haya sido violada por su padre, su abuelo y su hermano; eso no tiene explicación, ni tiene justificación; yo no puedo explicar eso; yo no puedo explicar el porque un niño tiene que experimentar y presenciar el asesinato de un padre, o porque una madre tiene que recibir la noticia de que su hija fue asesinada; eso no tiene explicación; ni tampoco cosas menos duras como el dolor que ocasiona el divorcio y la traición.

Sin embargo yo tengo la plena convicción de que Dios ama a esa niña, yo se que se, que se, que Dios tiene el poder de rescatar a esa niña, de sanarla, es posible que esa niña termine siendo la próxima Joyce Meyer, no se pero en el proceso de dolor también esa niña tiene que estarse preguntando: ¿Dónde estas Dios? O también algún día se preguntará: ¿Dónde estaba Dios?

Es Mas Común Que Lo Que Pensamos

La pregunta de ¿Dónde esta Dios? es una de las preguntas mas comunes que las personas se hacen. Cuando las personas se hacen esta pregunta no necesariamente están cuestionando la existencia de Dios, no están cuestionando el poder de Dios. Lo que esta cuestionando es: ¿Donde esta Dios? O ¿Dónde estaba Dios? Porque el dolor los lleva a pensar que Dios no esta cerca cuando lo han necesitado; sienten que es imposible que Dios haya estado ahí mirando todo el dolor que experimentaron y no hacer nada al respecto.

En los momentos difíciles de nuestra vida, muchas veces el dolor que experimentamos o la injusticia amarga nos ciega a pensar y creer que Dios pueda estar en el mismo entorno en el que me encuentro, porque pensamos que si El estuviera aquí; no permitiría algo así.

Entonces lo que expresamos con esta pregunta, no es si Dios existe, o que no nos ama; sino que lo que expresamos es que en ese momento doloroso, sentimos como si Dios estuviera ausente.

En la Biblia cantidad de personas se hicieron esta misma pregunta; por ejemplo cuando el ángel del Señor se le apareció a Gedeón en

Jueces 6: 12 – 13 y le dijo: ¨Guerrero valiente, el Señor esta contigo. Gedeón respondió: Señor, si el Señor esta con nosotros, ¿Por qué nos sucede todo esto…?

Gedeón no estaba dudando de la bondad de Dios, ni del poder de Dios, pero Gedeón se estaba haciendo la misma pregunta: ¿Dónde has estado en todo este tiempo que hemos estado sufriendo?

Job no se cuestionó si Dios estaba con el; el dolor llevo a Job a llevarlo a otro nivel; Job dijo en

Job 16: 7 – 17. ¨7 »Oh Dios, tú me has molido y arrasaste con mi familia. 8 Me has reducido a piel y huesos, como si tuvieras que demostrar que he pecado; mi carne consumida testifica en mi contra. 9 Dios me odia y me despedaza en su enojo. Rechina los dientes contra mí y me atraviesa con su mirada. 10 La gente me abuchea y se ríe de mí. Con desprecio me dan bofetadas en la mejilla, y una turba se junta en mi contra. 11 Dios me ha entregado a los pecadores y me ha arrojado en manos de los malvados. 12 »Yo vivía tranquilo hasta que él me quebró; me tomó por el cuello y me hizo pedazos. Después me usó como blanco 13 y ahora sus arqueros me rodean. Sus flechas me atraviesan sin misericordia y el suelo está empapado con mi sangre.14 Una y otra vez él se estrella contra mí, arremete como un guerrero. 15 Me visto de tela áspera en señal de mi dolor. Mi orgullo yace en el polvo. 16 Mis ojos están enrojecidos de tanto llorar; los rodean sombras oscuras. 17 Sin embargo, no he hecho nada malo y mi oración es pura.¨

Pero en el

  1. 17 Job dice: Sin embargo, no he hecho nada malo

en otras palabras, yo no he hecho nada lo suficientemente malo para merecerme lo que me esta sucediendo; y termina diciendo: y mi oración es pura. Lo que podemos ver que Job no dejó de creer en Dios en medio del dolor; pero si se cuestionaba, donde estaba Dios ya que sentía que Dios no escuchaba su oración.

Sin embargo también el v. 17 nos enseña, nos revela algo importantísimo de Job y es que Job si llegó a pensar que Dios no estaba con el, en ocasiones pensó que Dios era el causante de su dolor, que fue Dios quien lo puso y lo pasó por todo este proceso doloroso.

Como cristianos no nos atrevemos a aceptar que nos estamos haciendo esta pregunta nosotros mismos; pero lo mejor que podemos hacer es no hacernos esta pregunta nosotros mismos; sino hacérsela a Dios,

ser sinceros con Dios y decirle a Dios: ¿Señor donde estas? El problema no es que nos hagamos esta pregunta, el problema es cuando permitimos que el reclamo nos limite de experimentar y creer en la misericordia, la gracia y el amor de Dios.

Y cuando usted ha pasado estos momentos de dolor, cuando usted ha pasado estos momentos difíciles e injustos donde se cuestiona: ¿Dónde esta Dios? O ¿Dónde estaba Dios? Yo quiero que sepa que esto no es señal de falta de fe, no es señal de rebelión, sino que…

En el dolor, Dios si nos invita a que seamos sinceros con El a que le abramos nuestro corazón a El.

Inclusive el dolor se hace mas profundo y fuerte, cuando creemos que no podemos venir a nuestro Padre con un corazón sincero en medio del dolor.

Aunque parezca difícil de entender; es hermoso saber que el Dios que creó los cielos y la tierra, el Dios, que con su Palabra hizo todo lo existente, el Dios que pudiera matarnos en este momento, el Dios que es Todopoderoso y Majestuoso, ese Dios, el cual también es nuestro Padre nos invita a abrir nuestro corazón y venir a El en nuestro dolor y sufrimiento y ser sinceros con El.

Esto fue lo que Marta y María hicieron; cuando María se enteró que Jesús había llegado, y ella se levantó de prisa y la gente pensaba que ella iría a la tumba de Lázaro a llorar, ella no fue a la tumba de Lázaro; sino que ella en su dolor e incertidumbre, corrió a Jesús y nos dice la Biblia que cuando llegó a Jesús cayó a sus pies y fue ahí que le preguntó:

¨¿Dónde estabas? Porque si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto¨.

Muchas personas pueden ver en esto incredulidad; mientras yo veo esperanza, yo veo a María diciendo: Yo se que tu eres el Mesías, yo se que tu eres el Señor; yo se cuanto me amas y amas a Lázaro; pero Señor, mi Dios, mi Rey, mi Maestro: ¿Dónde estabas?

La Búsqueda En El Dolor

El Salmista hace una declaración poderosa; el dice en el

Salmo 6: 1 - 7: ¨Oh Señor, no me reprendas en tu enojo ni me disciplines en tu ira. 2 Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil; sáname, Señor, porque mis huesos agonizan. 3 Mi corazón está angustiado; ¿cuánto falta, oh, Señor, para que me restaures? 4 Vuelve, oh, Señor, y rescátame; por tu amor inagotable, sálvame. 5 Pues los muertos no se acuerdan de ti; ¿quién puede alabarte desde la tumba? 6 Estoy agotado de tanto llorar; toda la noche inundo mi cama con llanto, la empapo con mis lágrimas. 7 El dolor me nubla la vista; tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.¨

El expresa dentro de todo esto que estaba en una etapa de su vida débil, estaba enfermo a tal punto que el dice que sus huesos agonizaban, encima de eso estaba rodeado de enemigos y el expresa: ¿cuánto falta, oh, Señor, para que me restaures?

Donde se pone complejo es en los v. 6 - 7 que dice:

6 Estoy agotado de tanto llorar; toda la noche inundo mi cama con llanto, la empapo con mis lágrimas. 7 El dolor me nubla la vista; tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.

En otras palabras el se esta preguntando lo mismo que todos nos preguntamos en medio del dolor: ¿Señor donde estas? Pero el Salmista entendía lo mismo que hemos estado hablando; el dice en los v. 8 – 9:

¨Váyanse todos los que hacen el mal, porque el Señor ha oído mi llanto. 9 El Señor ha escuchado mi ruego; el Señor responderá a mi oración.¨

Aunque el se estaba haciendo la pregunta que nos hacemos todos en el momento de dolor, aun así, el estaba seguro de que Dios estaba con el, que Dios escuchaba y había escuchado su oración; pero era como el expresando que no era que Dios no estaba en el entorno de su dolor; sino que el oraba que Dios lo rescatara del dolor. En otras palabras el dolor no le permitía el poder ver a Dios en el proceso.

Eso es lo mismo que nos sucede a nosotros, que…

En los procesos dificiles de nuestra vida, se nos dificulta poder ver a Dios en medio de ellos, porque el dolor puede llegar a nublar nuestra sensibilidad al Espíritu Santo y a la presencia de Dios.

Por eso aunque no tengo la respuesta para poder explicar porque pasamos por momentos dolorosos, lo que si tengo la plena convicción es que Dios ha estado y estará ahí con nosotros en cada uno de los momentos dolorosos de nuestra vida.

Por eso en los momentos dolorosos si podemos preguntarle a Dios; ¿Señor donde estas? ¿Dónde estas que no te siento? ¿Dónde estas que mi dolor es tan grande que siento que desfallezco?

Por eso es que si le hacemos a Dios esta pregunta sinceramente, en intimidad con Dios, en oración le preguntamos a Dios: ¿Señor donde estas?; porque: Estoy agotado de tanto llorar; toda la noche inundo mi cama con llanto, la empapo con mis lágrimas.

7 El dolor me nubla la vista; tengo los ojos gastados.

Es muy posible que experimentemos un nuevo nivel de la presencia de Dios como nunca la hemos experimentado.

CONCLUSION

Sin embargo si eres de los que te has preguntado: ¿Pero donde estaba Dios cuando yo#1? Yo quiero decirte que: Dios estaba ahí contigo, y me puedes decir: Pastor ¿Cómo usted sabe que Dios estuvo ahí; cuando usted no estaba ahí y no sabe lo que yo sufrí?

Y es cierto; yo no estuve ahí; pero se que Dios estuvo ahí; porque usted esta aquí hoy; y Dios te esta diciendo hoy; que: Te ama, te ama, te ama, te ha amado, te ama y te amará siempre y si tu le entregas tu vida y tu corazón a El; El es el único que tiene la habilidad de sanarte, restaurarte, fortalecerte y bendecirte.

Por eso es que el Salmista dice en los v. 8 – 9

¨Váyanse todos los que hacen el mal, porque el Señor ha oído mi llanto. El Señor ha escuchado mi ruego; el Señor responderá a mi oración.¨

El Salmista no había salido de su situación, el salmista no había escapado su dolor; pero aun así, Eso es lo mismo que nos sucede a nosotros, que…

El Salmista estaba seguro de que:

  • Dios había oído su llanto.

  • Dios había escuchado su ruego.

  • Dios respondería su oración.

Muchas personas temen ser sinceros con Dios y poder decirle: ¿Padre, donde estas? ¿Papi no te siento y te necesito en este momento, necesito que me ayudes? Pero si lo hiciéramos, si nos sinceráramos con Dios, si pagáramos el precio de buscarlo con todo nuestro corazón en medio del dolor; si lo buscáramos por medio de la Palabra, la oración y derramamos nuestro corazón; la verdad es que Dios, siempre buscará la forma de acercarse a nosotros, abrazarnos y hacernos sentir que El esta ahí con nosotros.

El dolor puede tratar de nublar su presencia en nuestras vidas; pero el Espíritu Santo, siempre encontrará la manera de hacernos saber que somos amados y que no estamos solos.

Es como si un hijo en un momento dado perdiera la vista y en la desesperación nos dijera: Papi no te siento. ¿Dónde estas? Ninguno de nosotros nos esconderíamos y le dijéramos: ¨Hijo búscame a ver si me encuentras, porque eso te va a hacer mas fuerte.¨

Al contrario, nosotros correríamos a El, lo abrazaríamos y lo tomaríamos de la mano y le dijéramos: Hijo aquí estoy ¿me sientes ahora? Eso no sanará su ceguera, pero si su corazón.

Así mismo es Dios con nosotros, el jamás nos dejará, nunca nos abandonará y nunca jamás nos desechará, aunque pareciera distante, Dios siempre ha estado, esta y estará con nosotros.

Por eso en este día; haz como María, aunque no entiendas el porque pasaste lo que pasaste o estas pasando lo que estas pasando; corre a los brazos de tu Padre y en su presencia derrama tu corazón con sinceridad y te darás cuenta de que Dios te consolará, te fortalecerá y te afirmará; pero sobre todo te amará.

Si buscamos a Dios a pesar del dolor, nos daremos cuenta de que jamás estamos solos y en medio del dolor podremos declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO