Vida De Esperanza 5

La Esperanza No Desiluciona

By Richard Martinez, Pastor Principal, October 06, 2019

INTRODUCCIÓN

En esta Serie de Mensajes estamos tratando de contestar preguntas que posiblemente nos hemos hecho, pero no nos hemos atrevido a expresar y estamos buscando expresarlas por usted y tratar en la mejor manera posible explicarlas desde una perspectiva que nos mueva de dolor a esperanza.

Hemos hablado durante los mensajes anteriores de cómo los sufrimientos, los dolores, las angustias vienen a robarnos la habilidad de mantener viva nuestra esperanza porque nos llevan a cuestionar a Dios, cuestionar su amor.

Pero hoy yo quisiera mostrar que…

El que en medio del dolor pone su esperanza en Dios, jamás será desilusionado.

MENSAJE

El Propósito Del Dolor

Una de las cosas más difíciles de entender o creer es el hecho de que el dolor que estamos atravesando o que hemos atravesado tiene un propósito mayor que lo que pensamos.

Esto es difícil entenderlo para cualquier persona no importa su condición o nivel espiritual, nadie que está atravesando un momento doloroso lo atraviesa considerando que algo mejor saldrá de ello.

Pero aunque se nos haga difícil entenderlo es la verdad.

Todo proceso doloroso que atravesamos en la vida, tiene un propósito mayor para nuestras vidas,

aún aquellos que nosotros mismos nos buscamos; porque el dolor que viene como consecuencia de nuestras decisiones nos debe motivar a tomar decisiones sabias en el futuro.

Pero es sumamente difícil entender que el dolor que hemos atravesado, o que estamos atravesando tiene un propósito mayor para nuestras vidas que lo que podemos imaginar.

Es como cuando nos habla de la espina en la carne del Apóstol Pablo en 2 Corintios 12: 7 – 10 y nos dice que en 3 ocasiones le ha pedido al Señor que se la quite; el dolor que Pablo estaba atravesando fue tan duro, fue tan difícil, que el describe esta situación como un mensajero de Satanás para atormentarme. Él describe que el dolor era tan traumático en su vida, que la mejor descripción que le podía dar era que era: un mensajero de Satanás.

Pero a pesar del dolor; cuando Pablo recibe de parte de Dios el por qué y propósito de su sufrimiento y Dios le dice:

¨Mi poder actúa mejor en la debilidad¨.

En ese momento entendió que el dolor que estaba atravesando no era en vano, sino que tenía un propósito; y por eso declaró:

¨Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mi¨.

Lo más traumático del dolor, es atravesarlo sin saber que existe un propósito mayor; porque si sabemos que tiene un propósito mayor; aunque nos duela, lo enfrentaremos desde otra perspectiva.

Por eso vemos que el apóstol Pablo dice en: Romanos 5: 3 – 5:

¨3También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. 4 Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. 5 Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.¨

El Apóstol Pablo explica no de que ellos esperaban con ansias los sufrimientos, sino que el conocer que las pruebas y las dificultades que atravesaban no eran en vano, sino que tenían un propósito eso los hacía alegrarse, los llenaba de gozo y les daba paz en medio del dolor.

Analicémoslo de esta manera: Todos nosotros no importa que tan bien nos portemos, que tanto conozcamos la Biblia, que tanto sirvamos, todos nosotros vamos a pasar por momentos dolorosos y difíciles. Entonces si no podemos evitar los momentos dolorosos y difíciles; ¿no sería mejor el aceptar el hecho de que tienen un propósito mayor para nuestras vidas?

En ocasiones la parte más difícil de enfrentar el dolor y el sufrimiento no es el pasar el dolor; sino el no saber que lo que estamos atravesando, tiene un propósito mayor; ni por qué o para qué lo enfrentamos.

Por eso es que el Apóstol Pablo dice en el v. 3 que el enfrentar pruebas y dificultades nos ayudan a desarrollar resistencia.

La palabra resistencia en griego es “hupomoné” que significa:

  • La habilidad de soportar los desafíos que envía la vida.
  • La característica de un hombre que no deja que su lealtad y fe se vea afectada por las más grandes pruebas y sufrimientos.

Lo que significa que cada dolor que nosotros atravesamos o hemos atravesado, ayuda a que nuestra fe y lealtad se afirmen y se fortalezcan y no se dejen afectar por las circunstancias.

Luego dice el v. 4 que la resistencia desarrolla firmeza de carácter; carácter se define como la marca del que se ha probado ser verdadero. El carácter es lo que nos da fortaleza de mantener nuestra esperanza segura en la salvación.

Luego nos dice en el v. 5 que a pesar de las pruebas, no seremos desilusionados; porque tenemos la seguridad del amor de Dios; porque nos ha dado el Espíritu Santo que llena nuestro corazón.

El Apóstol Pablo explica que las pruebas y las dificultades:

  • Nos ayudan a desarrollar resistencia.
  • La resistencia nos ayuda a desarrollar un carácter firme.
  • El carácter firme, fortalece nuestra seguridad en la salvación y todo esto nos muestra cuánto Dios nos ama; porque nos revela cómo Dios nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestros corazones con amor.

El Apóstol Pablo no está diciendo que donde único se manifiesta el amor de Dios es en las pruebas y las dificultades; pero lo que sí está diciendo es, que no hay una mejor forma para conocer el amor de Dios, que cuando estamos atravesando por una prueba o dificultad y el Espíritu Santo insiste en llenar nuestros corazones con el amor de Dios.

Por eso es, que las personas que aman a Dios a pesar de que sufren, a pesar de que les duele lo que atraviesan en la vida; aún alaban a Dios, aman a Dios, buscan a Dios, no porque somos fuertes, sino porque el Espíritu Santo insiste en mostrarnos el amor de Dios en medio del dolor.

Equipados En El Dolor

El no entender esto es lo que lleva a muchos Cristianos a la desilusión que da como resultado: la indiferencia con Dios, el desánimo ministerial, la depresión espiritual, aún la rebelión donde terminan apartándose de Dios, todo por causa del dolor y el sufrimiento.

Pero nosotros no somos los únicos que hemos pensado de esta manera, porque aún el profeta Jeremías expresó su desilusión, cuando luego de obedecer a Dios y profetizar lo que Dios le había ordenado nos dice Jeremías 20: 2 que: lo arrestaron, lo azotaron y lo amarraron a un cepo.

Cuando Jeremías enfrentó este momento doloroso y vergonzoso, él dijo en los v. 7 – 8:

¨Oh Señor me engañaste y me dejé engañar. Eres mas fuerte que yo y me dominaste. Ahora soy objeto de burla todos los días; todos se ríen de mi. Cuando hablo, me brotan las palabras. Grito: violencia y destrucción. Así que estos mensajes del Señor me han convertido en objeto de burla¨.

El profeta Jeremías hace esta declaración impresionante donde él está desilusionado porque por obedecer a Dios, atravesó por una situación dolorosa y vergonzosa donde él expresa que si fuera por él, ya no hablaría más en nombre de Dios.

Pero del mismo modo, él continúa expresando que no puede, que no puede tirar la toalla, que no puede rendirse; él expresa en el v. 9:

¨Sin embargo, si digo que nunca mencionaré al Señor o que nunca hablaré en su nombre, su palabra arde en mi corazón como fuego. Es como fuego en mis huesos. Estoy agotado tratando de contenerla. No puedo hacerlo¨.

En otras palabras, aunque estaba desilusionado, aunque estaba pasando por un tiempo de dolor, Jeremías no permitió que el dolor y la humillación determinara su pasión y devoción, llamado y fidelidad a Dios, porque entendía que Dios tenía un propósito mayor que el dolor y la humillación que estaba atravesando.

En otras palabras, Jeremías expresa que aunque fuera de él, en lo externo, en lo natural algo doloroso le estaba aconteciendo; dentro de él, había algo más poderoso; aunque sus pensamientos y sentimientos, algo más fuerte, algo mayor que lo que estaba pasando fuera de él.

Por eso él dice: aunque me siento desilusionado, engañado, aunque siento que todo el dolor que estoy atravesando es por tu culpa y por tu causa; aun así dentro de mí, hay algo mayor; dentro de mí hay un fuego, dentro de mí hay una pasión, dentro de mí hay algo más fuerte que no me permite ceder y rendirme a lo que está sucediendo fuera de mí, dentro de mí hay un fuego que lo que está ocurriendo fuera de mí no lo puede apagar.

Como dijo Pablo en 2 Corintios 4: 16 – 17:

¨ 16 Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día. 17 Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! ¨.

El Apóstol Pablo explica que: a pesar del dolor que estaban atravesando, ellos nunca se daban por vencidos, porque aunque el cuerpo estaba muriéndose, dentro de ellos, el Espíritu de Dios, los renovaba cada día; al punto tal que hacía que los problemas parecieran pequeños y de corta duración, comparado con la gloria que el Espíritu Santo produciría en ellos que es eterna.

Es lo mismo que Dios nos habla a nosotros, lo que hemos atravesado o lo que atravesaremos aunque nos duele, aunque lloramos, aunque es difícil, tenemos que entender que

Dios nos ha capacitado, nos ha sellado y nos ha llenado con el Espíritu Santo y el Espíritu Santo, el Espíritu Santo es ese fuego que arde dentro de nosotros que no nos permite rendirnos y que constantemente nos consuela, nos da fuerzas y nos muestra y recuerda el gran amor de Dios por nosotros.

Lo que podemos aprender de Jeremías y de Pablo es que si estamos pasando lo que estamos pasando, no es que Dios se ha olvidado de nosotros o que disfruta nuestro dolor; pero lo que sí podemos aprender es que Dios ya nos ha equipado dentro de nosotros con un recurso superior a la situación que estamos atravesando y que si acceso a Él, aunque el dolor aun duele, podemos mantenernos firmes en medio de el.

CONCLUSIÓN

Yo no puedo explicar por qué tenemos que pasar por momentos dolorosos; pero lo que sí tengo la plena convicción es que

Todos los procesos dolorosos que hemos enfrentado han traído consigo una mayor bendición para nuestras vidas y a la vez han servido para formar nuestro carácter.

Usted me puede preguntar; pero si Dios lo puede evitar; ¿Por qué no me los evita? Mi contestación es: Yo no sé. Pero lo que sí sé, es que…

Todo lo que hemos atravesado en la vida, siempre ha producido algo mayor en nuestras vidas; Dios jamás ha desperdiciado un momento de dolor en nuestras vida, todos siempre han producido un resultado mayor.

Es posiblemente por eso que el mismo profeta que dijo: Me engañaste, por tu culpa soy objeto de burla, etc. Él mismo declaró: Los planes de Dios son para lo bueno y no para lo malo, para darnos un futuro y una esperanza¨. Jeremías 29: 11

Es posiblemente por eso que el mismo Apóstol que dijo: 3 veces le he rogado al Señor que quite esta espina en mi carne; fue el mismo que dijo: Por amor a Cristo, he desechado todo y lo considero basura a fin de ganar a Cristo.

Ellos se dieron cuenta de que a pesar del dolor que enfrentaron, al final Dios tenía un plan mayor, Dios tenía un propósito mayor, que el dolor que atravesaron no fue en vano, sino que Dios tenía un plan mayor que el dolor que enfrentaron.

¿Qué si pudiéramos en este día creer que las lágrimas que estamos derramando hoy, que el dolor que estamos sintiendo hoy, que la desesperación que estamos viviendo hoy, que los sollozos de hoy nos están preparando para la bendición de mañana? ¿Por qué sería tan difícil creer eso?

Yo sé que es difícil entenderlo; pero yo prefiero vivir creyendo lo que dice la Biblia y no lo que mi situación me está diciendo:

No vivimos conforme a todo lo que sale de nuestro corazón, ni conforme a lo que me dice mi situación, sino que vivimos conforme a todo lo que sale de la boca de Jehová

y Él ha declarado en Su Palabra que mis dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! 2 Corintios 4: 17

Y aunque no entendamos nuestro dolor, aunque no entendamos por qué tenemos que atravesar por esta situación difícil, tengamos la certeza de que: Salmo 37: 17 – 22

¨17 Pues la fuerza de los malvados será destrozada, pero el Señor cuida a los justos. 18 Día a día el Señor cuida a los inocentes, y ellos recibirán una herencia que permanece para siempre. 19 No serán avergonzados en tiempos difíciles; tendrán más que suficiente aun en tiempo de hambre. 20 Pero los perversos morirán; los enemigos del Señor son como las flores del campo, desaparecerán como el humo. 21 Los perversos piden prestado y nunca pagan, pero los justos dan con generosidad. 22 Los bendecidos por el Señor poseerán la tierra, pero aquellos a quienes él maldice, morirán.¨.

Por esa razón creamos que Dios tiene un propósito mayor en nuestras vidas, que Dios conoce lo que está haciendo; el dolor que estamos enfrentando será una inversión en nuestro carácter y nuestro destino y aunque eso no quita el dolor; debemos estar seguros de que Dios nunca nos deja en medio del dolor y por eso…

La mejor forma en que podemos resistir los momentos de dolor y sufrimiento en nuestra vida es rendidos a Sus pies, abriendo nuestros corazones y siendo sinceros con nuestro Padre que nos ama

y diciéndole: Papi, no aguanto el dolor, ayúdame, cárgame, consuélame, fortaléceme y nos daremos cuenta que la esperanza no acabará en desilusión. Sino que nos recuerda con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.¨ Romanos 5: 5 Cuando podemos en medio del dolor poner nuestra esperanza en Dios, jamás seremos desilusionados, porque el que en Dios pone su confianza vivirá declarando que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO