Vida Victoriosa 11

Cuando Nos Asota Lo Terrible e Inesperado

By Alex Robles, Pastor Jovenes Adultos, November 14, 2019

INTRODUCCIÓN

Una persona que enfrenta adversidades terribles e inesperadas, debe esforzarse en hacerse más fuerte. Quejarse y tener lástima de sí mismo, son reacciones que no nos dejan avanzar, aunque parecen muy lógicas y nos hagan sentir mejor.

UNA PERSONA QUE ENFRENTA CRISIS TERRIBLES E INESPERADAS SE FORTALECERÁ O SE DESALENTARÁ POR MEDIO DE ESTA.

En el mundo de la biología existe un concepto llamado” LA LEY DE LA ADVERSIDAD” que opera en todo lo creado en el mundo.

Por ejemplo, sabe que ese color hermoso que usted ve en las hojas de los árboles responde a que los árboles están respondiendo a una adversidad climática que enfrenta, el árbol deja de alimentar las hojas , le retira todos los nutrientes y los concentra en su parte más fuerte, sus raíces; y los guarda hasta que la adversidad climática pase y por eso vemos la manifestación hermosa de la primavera.

Un pollito si usted cuando lo vé que está saliendo del cascarón y lo ayuda a salir, en realidad lo afecta; ya que el pollito al hacer el esfuerzo por salir del cascarón activa su sistema sanguíneo y articulaciones para enfrentar lo que le espera afuera.

A pesar de lo extraño que parezca, el vivir sin enfrentar adversidades no es bueno para ninguna especie.

Una existencia sin desafíos sólo produce víctimas.

Entonces si entendemos que los tiempos difíciles producen fuerza y firmeza emocional, física y espiritual; entonces lo opuesto es que: LA VIDA FÁCIL Y LA ABUNDANCIA PRODUCEN UNA PROFUNDA DEBILIDAD.

Ahora seamos honestos con esto: Cuántos han pasado por alguna lucha o situación difícil en su vida, en su matrimonio y parecía que todo se acababa pero ahora en Dios has crecido, aprendes a sostenerte de Su mano, aprendes a perdonar, a sanar heridas, comienzas a amar como Cristo ama y todo eso te ha hecho más fuerte.

Por otro lado, todos aquellos que cada día persiguen el ideal de no experimentar dolor nunca; millones de personas se levantan para alcanzar una vida más fácil, sin problemas, una vida segura y con abundancia y en su ideal de perfección cuando aparece algo terrible e inesperado sienten que la vida se les va porque por estar ocupados queriendo construir un castillo de arena jamás se percataron que las olas los iban a alcanzar y todo se viene abajo.

Ahora para todos aquellos que se han preguntado: hasta cuándo hay que soportar procesos en la vida, cuándo se van a terminar; déjeme darle una palabra que le levante el ánimo.

MENSAJE

1 PEDRO 1:3-7

“3 Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación 4 y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse. 5 Por la fe que tienen, Dios los protege con su poder hasta que reciban esta salvación, la cual está lista para ser revelada en el día final, a fin de que todos la vean. 6 Así que alégrense de verdad.[b] Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. 7 Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo”.

SALMO 90:10

“10 ¡Setenta son los años que se nos conceden! Algunos incluso llegan a ochenta”.

Por eso, no nos asustemos por las circunstancias que David enfrentaba una tras otra, porque esa perfectamente puede ser la película de nuestra vida. Lo maravilloso que Dios nos enseña a través de la vida de David es cómo el enfrentaba la adversidad.

David pensó que ya no soportaría una más, y era tanto el desgaste y la desconfianza en Saúl que llegó a pensar: este no va a dejar de perseguirme así que tengo que desarrollar una estrategia donde ya Saúl me deje en paz.

Si bien Dios lo había guardado de las manos de Saúl, David estaba cansado y dijo tengo que actuar y entonces vino y en lugar de seguir confiando en Dios mire dónde puso su confianza, en los filisteos; aquellos a quienes pertenecía el gigante que el había matado, porque pensó: aquí Saúl no vendrá a perseguirme.

Prefirió confiar en sentirse seguro dentro del ejército enemigo que en Quien lo había sacado con vida en ocasiones anteriores.

Hay muchas personas que atraviesan un divorcio y pasan por ese dolor y ponen su confianza en Dios y Él los afirma, pero luego conoces a una persona y no buscas la dirección de Dios sino que te olvidas porque ahora él o ella te condicionan tu fe y como pusiste tu confianza en ellos pues ahora te alejas de Dios.

Lo mismo pasa con aquellos que le piden a Dios un trabajo, un aumento de sueldo o un negocio y cuando lo obtienen se olvidan de Dios, porque ahora están poniendo su confianza en ese trabajo o ese negocio, no diezman, no sirven a Dios, etc.

Ahora en 1 Samuel 29 el ejército filisteo salió a pelear pero no quisieron llevar a David porque había comandantes que no creían en él y no le permitieron pelear y tuvo que regresar a su casa.

Cuando regresó encontró que un ejército enemigo había venido y destruyó la ciudad y se llevó a las mujeres y las familias de sus soldados también, este fue un gran golpe para David y sus hombres y dice la Biblia que lloraron hasta más no poder, era algo que no esperaban.

De la misma manera nos sucede cuando enfrentamos cosas que no esperábamos y si no sabemos qué hacer o cómo actuar pueden debilitar nuestra fe en Dios. Y la primera impresión que tenemos es el pensar: Dios me ha librado de muchas pero ésta no sé cómo lo voy a pasar, de ésta sí que no salgo. Imagine cómo estaba David y además de eso sus hombres lo culpaban y hasta querían apedrearlo.

Sin embargo, David nos enseña cómo actuar y cómo enfrentar situaciones terribles e inesperadas; lo que él hizo nos puede dar esperanza, llenar de confianza y hasta nos puede dar la victoria ante la situación.

1. ENCONTRAR FUERZAS EN EL SEÑOR.

1 SAMUEL 30:6

“6 David ahora se encontraba en gran peligro, porque todos sus hombres estaban muy resentidos por haber perdido a sus hijos e hijas, y comenzaron a hablar acerca de apedrearlo. Pero David encontró fuerzas en el Señor su Dios”.

Y es que a pesar de la situación difícil podemos ver cada cosa que Dios ya obró, de dónde nos sacó, los milagros que hemos recibido. Su misericordia recibida, Su perdón y amor inmerecidos.

Cuando recordamos todo esto, no podemos pensar que la misericordia se acabó, que Su amor se acabó o que Sus planes para nosotros se acabaron; tampoco podemos pensar que Su paciencia con nosotros se acabó.

Cuando recordamos que cada cosa que hemos recibido de Él no la merecíamos, sino que todo ha sido por Su Gracia y Amor y que ni aún escúcheme bien, ni aún si la situación fuera causa de nuestro pecado o el resultado de nuestras malas decisiones; ni eso nos descalifica, porque es por Su Amor y Gracia.

El entender esto nos hace encontrar fuerzas en Él otra vez, porque no depende de qué tan bueno o malo soy, depende de lo bueno que Dios es.

2. DEPENDENCIA DE LA ORACIÓN.

“7 Entonces le dijo a Abiatar, el sacerdote: —¡Tráeme el efod! Así que Abiatar lo trajo 8 y David le preguntó al Señor: —¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los atraparé? Y el Señor le dijo: —Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado”.

Cuando los momentos difíciles e inesperados llegan a nuestra vida, tenemos que hacer de la oración nuestro primer, mayor y más importante recurso.

El error que muchos cometemos es que cuando atravesamos situaciones difíciles en lugar de buscar a Dios en la oración, a quien viene y le cuenta primero es a la comadre, a el compañero de trabajo y al tío de mi mejor amigo.

David lo que hizo fue buscar a Dios en oración, a Él venía y Le consultaba por dirección, a pesar de que antes decidió venir y estar con el ejército enemigo ahora David que conocía el camino de regreso para buscar a Dios viene y le dice: qué debo hacer, me vas a dar la victoria?

Usted qué cree que Dios piensa cuando aún después de haber tomado malas decisiones venimos y le decimos Dios perdóname, ayúdame; tengo esta situación, ayúdame, qué debo hacer.

Dios nunca nos va a juzgar por nuestra condición, siempre estará dispuesto a escucharnos a través de la oración, aunque nos hayamos equivocado.

Por eso, busquemos a Dios primero a través de la oración en tiempos difíciles, porque no hay mejor lugar que estar a los pies de Cristo cuando atravesamos situaciones difíciles.

3. OBEDIENCIA INCONDICIONAL.

En el versículo 9 y en adelante relata cómo David una vez que Dios le confirmó la orden de que saliera a la guerra contra los amalecitas, David obedeció sin ponerle condiciones a Dios; aunque las órdenes de Dios pudieran ser ilógicas, porque mire esto: un ejército de seiscientas personas que primero querían apedrearlo porque lo culpaban de lo ocurrido, ahora por verlo cómo buscaba dirección de Dios decidieron obedecerlo; y es que es ilógico que primero quisieron apedrearlo y ahora decidieron obedecerlo; cómo convenció a 600 hombres de que cambiaran su actitud hacia él?, esas son cosas que sólo Dios puede hacer.

Las cosas que tendrás que enfrentar cuando obedeces a Dios incondicionalmente serán cosas que sólo Dios puede darte la victoria, así que confía Dios, te sostendrá!

Obedecer a Dios es permanecer, es estar firme aún cuando otros se rindan o quieran abandonarlo todo, obedecer es continuar confiando hasta obtener la victoria.

Aunque sientas que no puedes más, mantente firme con una obediencia ilógica hacia Dios porque Él va a responder.

CONCLUSIÓN

Los procesos en nuestra vida no se van a terminar, siempre estaremos atravesando situaciones; sin embargo, el mejor lugar desde donde podemos lidiar con cualquier situación siempre será tomados de la mano de Cristo.

Estos pasos fueron los que sostuvieron a David en medio de su dolor, en medio de algo inesperado y de la misma forma nos sostendrán a nosotros:

  • Encontrar fuerzas en Dios.
  • Depender de la oración.
  • Obedecer a Dios incondicionalmente.

Cuando otros se debilitan y se rinden, nosotros continuaremos adelante para vivir declarando que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO