Vida de Esperanza 13

Esperanza En La Soledad

By Richard Martinez, December 01, 2019

Introducción

Estamos en la Serie Vida de Esperanza y en esta serie estamos buscando la forma de tocar asuntos delicados que en ocasiones nos pueden llevar a una crisis de fe.

Recordemos que, la crisis de fe son esos momentos dolorosos en que no sabemos qué hacer; donde pasamos por un desánimo profundo donde sentimos que la pasión desaparece y todo va de mal en peor.

Pero lo peor no es el tener que atravesar los momentos difíciles de la vida, sino lo peor es tenerlos que atravesar solos; tenerlos que atravesar mientras estoy tratando todo lo posible por mantener el mayor grado de fe posible, pero todos a mi alrededor buscando que me rinda, porque todo esto nos lleva a la soledad, a sentirnos desechados o abandonados.

Por eso en este día, quiero que miremos el tema: Esperanza en la Soledad, porque el proceso de la soledad en nuestras vidas, es bien complicado.

Mensaje

El dolor de la soledad

El abandono y la soledad son unas de las cosas más difíciles de atravesar y de procesar; la soledad nos lleva a atravesar por etapas verdaderamente difíciles. Inclusive en ocasiones la soledad tiende a aumentar la confusión en la dificultad.

Cuando hablamos de la soledad no estoy hablando de que no tenemos a nadie a nuestro alrededor; porque en muchas ocasiones cuando estamos atravesando temporadas difíciles, estamos rodeados de personas; pero eso no nos limita de sentirnos solos.

Porque podemos estar rodeados de personas y aún así nadie entender el nivel de dolor que estamos sintiendo, la profundidad de tristeza que tenemos, la magnitud de la incertidumbre que nos abruma, la extensión de miedo y confusión que sentimos.

Por ejemplo en 1 Samuel 1 cuando Ana anhelaba un hijo y no podía tenerlo, para ella era un proceso muy complicado; porque no solo ella estaba atravesando este momento difícil, sino que encima de eso, tenía una mujer llamada Penina que también era esposa de Elcana el esposo de Ana y ella sí había podido tener hijos de Elcana y nos dice el v. 6 que Penina se mofaba y se reía de Ana porque el Señor no le había permitido tener hijos. Inclusive dice el v. 7 que esto sucedía año, tras año.

Luego en el v. 8 dice que Elcana le decía a Ana: ¿Por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Por qué estás desanimada? ¿Sólo por no tener hijos? Me tienes a mí, ¿acaso no es mejor que tener diez hijos?.

Si nos fijamos, Ana no estaba sola, pero se sentía sola y mientras ella buscaba mantener su fe, mientras esperaba en el Señor, mientras se esforzaba por mantener la esperanza viva; no faltaba que alguien le recordara de su dolor, de sus limitaciones, de su necesidad.

¿Sabe lo difícil que es el tener que estar atravesando un momento difícil, mientras todo el mundo a tu alrededor te está llevando o motivando a que te rindas? Y uno querer creer que las cosas van a cambiar, que lo mejor está por venir; pero aún así, tener una Penina atormentándote.

Al igual que con Ana que tenía una angustia terrible, así mismo para nosotros estos momentos de silencio de Dios, de soledad profunda, de incomprensión son terribles; porque nosotros generalmente pensamos que el amor de Dios es sinónimo de comodidad o no enfrentar pruebas; pero la realidad es que el amor de Dios es sinónimo de confianza.

Me explico: Mientras nosotros pensamos que si Dios nos ama, significa que no debe pasarnos nada difícil o doloroso; así mismo Dios espera que si conocemos que Él nos ama; debemos confiar en Él, en los momentos difíciles y dolorosos. Por eso es, que en ocasiones en los momentos difíciles escogemos alejarnos de Dios y de Su propósito por la confusión que tenemos en cuanto a la relación que tenemos con Dios.

Lo cierto es que yo detesto la soledad con todo el alma, pero me he dado cuenta que muchas más veces que las que quisiera admitir, en las situaciones más difíciles de mi vida; las he tenido que enfrentar completamente solo, aún estando rodeado de personas.

Pero si hay algo que me he fijado, es que en ocasiones Dios nos permitirá enfrentar las situaciones en soledad con el fin de que lo busquemos a Él y dependamos totalmente de Él.

El proceso de soledad de Job

Es interesante como es que más veces de lo que quisiéramos recordar o pensar, nos encontramos enfrentando situaciones dolorosas y difíciles solos.

Ahora bien; una cosa es que yo me sienta solo o que experimente la soledad porque aun Dios no me contesta o porque estoy atravesando alguna situación como consecuencia de mis errores; otra cosa es que tenga que atravesar la soledad como resultado de serle fiel a Dios.

Nuestro problema es que vemos la fe como la economía de la comodidad; la vemos como la oportunidad para que todo nos vaya bien y cuando las cosas nos van mal, nos desilusionamos.

Pero cuando miramos el ejemplo de Job; en Job 1: 8 Dios le describe a Job a Satanás y le dice: ¨¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal.¨

Pero Job perdió a sus hijos e hijas en el proceso y como si fuera poco, cuando estaba todavía llorando el dolor de la muerte de sus hijos y ahora con llagas en la piel y sentado entre cenizas y rascándose con un pedazo de teja; nos dice Job 2: 9 que: ¨Su esposa le dijo: ¿Todavía intentas conservar tu integridad? Maldice a Dios y muérete¨.

Qué palabras tan duras para un momento como el que Job estaba atravesando y aún más cuando vienen de la persona con la que tu esperas poder pasar este proceso tan difícil. La esposa de Job es muy criticada; pero si nos fijamos en lo que ella dijo es interesante; ella le dijo a Job: ¿Todavía intentas conservar tu integridad?

Era como si Job estuviera luchando con entender el por qué de las cosas; Job posiblemente estaba confundido de como él estaba tratando de hacer todas las cosas bien, como él tenía una profunda devoción a Dios y ahora le ocurre todo esto. Job pudo haber pensado: ¿Por qué? ¿Qué hice? ¿Dónde fallé? ¿Dónde está Dios? Pero él continuó luchando con su fe y manteniendo su integridad.

Pero el que la persona que está más cercana a ti, te diga: Vamos. Solo maldice a Dios y muérete. Era como que la esposa de Job se resintió, se decepcionó con Dios al punto tal que era como achacarle a Dios la culpa y la responsabilidad de su desgracia.

Esto fue un proceso difícil para los dos; era posible que la esposa de Job, que lo vio adorando a Dios, que lo vio sacrificando para Dios, que lo vio siendo fiel a Dios, ahora se estaba preguntando: ¿Cómo es posible que después de haber sido tan fiel a Dios, ahora Dios nos haya pagado con esta desgracia?

Pero no somos quienes para culparla porque todos nosotros en un momento dado hemos hecho lo mismo, hemos culpado a Dios de nuestras desgracias, del resultado de nuestra vida. Aún cuando nosotros mismos hemos tomado las decisiones que nos han llevado a donde estamos.

Job le contestó en el v. 10: ¨Hablas como una mujer necia. ¿Aceptaremos solo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo?. A pesar de todo, Job no dijo nada incorrecto¨.

Job le dio una enseñanza a su esposa que todos debemos aprender; sólo queremos recibir de Dios lo que queremos; no lo que nos conviene; porque nosotros mismos no sabemos lo que nos conviene; pero queremos recibir de Dios lo que nos parece bueno; pero no los procesos de Dios.

Por eso vemos que Job haya tenido que enfrentar este proceso sin la ayuda, ni el apoyo, ni el consuelo de su esposa; lo cual tuvo que haber hecho su proceso aún más difícil.

No sólo eso, sino que la soledad de Job llegó a tal punto que nos dice en Job 19: 7 – 22; que Job expresa lo desesperado y angustiado que estaba por su soledad; él dijo: Yo clamo: ¨socorro¨, pero nadie me responde (v.7); Dios; por todos lados me ha destruido, y estoy acabado. Arrancó de raíz mi esperanza como un árbol caído. (v. 10); Mis familiares se mantienen lejos, y mis amigos se han puesto en mi contra. Mi familia se ha ido y mis amigos íntimos se olvidaron de mí. (v. 13 – 14); Mis sirvientes y mis criadas me consideran un extraño. (v. 15); Mi aliento le da asco a mi esposa; mi propia familia me rechaza. (v. 17); Hasta los niños me menosprecian. (v. 18); Mis amigos íntimos me detestan; los que yo amaba se han puesto en mi contra. (v. 19).

Hay ocasiones que nuestro dolor y sufrimiento puede llegar a tal punto que las personas cuando nos ven venir nos sacan el cuerpo; o posiblemente es que las personas culpaban a Job de que había algo escondido que él tenía por lo que le sucedió lo que sucedió; o posiblemente como la esposa de Job, no sabían cómo Job podía seguir manteniéndose íntegro a pesar de lo que estaba atravesando. No se sabe, pero la realidad es que Job tuvo que enfrentar todo esto solo.

La soledad de Josué y Caleb

Otro ejemplo es el de Josué y Caleb en Números 14: 7 – 9 cuando fueron en contra de los espías y animaban al pueblo a que confiaran en Dios y declararon a todo el pueblo de Israel: ¨7 «¡La tierra que atravesamos y exploramos es maravillosa! 8 Si el SEÑOR se agrada de nosotros, él nos llevará a salvo a esa tierra y nos la entregará. Es una tierra fértil, donde fluyen la leche y la miel. 9 No se rebelen contra el SEÑOR y no teman al pueblo de esa tierra. ¡Para nosotros son como presa indefensa! ¡Ellos no tienen protección, pero el SEÑOR está con nosotros! ¡No les tengan miedo!¨.

Cuando ellos decidieron poner su confianza en Dios, cuando ellos decidieron creerle a Dios, afirmar su fe y la del pueblo en Dios, lo que el pueblo quiso hacer fue apedrearlos; porque el pueblo ya había perdido su esperanza en Dios por creer más a los obstáculos y los gigantes que a la promesa de Dios.

Pero Josué y Caleb tuvieron que permanecer firmes en las promesas de Dios y no perdieron su esperanza en Dios y la fe en la promesa de Dios. Pero esto significó que se quedaron completamente solos; porque todo el pueblo ahora los rechazaba.

¿Alguna vez ha tenido que enfrentar el rechazo de las personas, por su fe? O ¿Alguna vez ha tenido que enfrentar la burla de las personas porque usted le sigue creyendo a Dios por algo que todo el mundo le está motivando a que se rinda?

El asunto es que estamos en un tiempo en que las personas dependen de lo que otras personas comentan y opinan y su fe en ocasiones se ve comprometida y afectada más por lo que piensa la gente, que por lo que su alma necesita para creer y confiar.

En este ejemplo a Josué y Caleb le tocó tener que confiar, le tocó tener que ir en contra de todo lo que la gente pensaba, ellos tuvieron que mantenerse firmes a pesar de que todo el mundo quería que ellos pensaran como ellos, que ellos rechazaran a Dios como ellos, que ellos le siguieran el juego a ellos, que ellos limitaran a Dios como ellos, que ellos desobedecieran a Dios como ellos.

Pero Josué y Caleb simplemente tuvieron que continuar creyendo aunque su vida estuviera en riesgo, aunque se vieran solos, aunque no solo los desecharan, sino que los amenazaran.

Así mismo es, que en ocasiones cuando Dios te demanda que Le creas por encima de lo que estás atravesando, aunque todos te rechacen, aunque todos te animen a dejar de confiar, a que pienses como ellos, a que te rindas; tú tendrás que decidir si vas a confiar en Dios o en la gente, si le vas a creer a Dios o a la gente.

El hecho de que ellos no lo vean como tú lo ves, el hecho de que ellos no lo crean como tú lo crees, no tiene por qué desanimarte de creerle a Dios en el proceso.

En otras palabras, valió la pena ir en contra de lo que todo los demás pensaban y creían, aunque fueran los únicos que pensaban de esa manera y los únicos que le creyeron a Dios.

Conclusión

En todas las ocasiones que estas personas enfrentaron la soledad y la oposición, aunque fueron desechados, abandonados o rechazados por las personas; nunca fueron abandonados, ni rechazados por Dios; Dios nunca los desamparó, nunca los abandonó.

Por eso vemos que nos dice en Números 14: 10 que justo cuando todos habían decidido apedrearlos hasta la muerte por ir en contra de lo que ellos habían creído; en ese momento, dice el v. 10 que: ¨…la gloriosa presencia del Señor se apareció…¨

Luego de eso en los v. 24 el Señor le dijo a Moisés: ¨24 Sin embargo, mi servidor Caleb tiene una actitud diferente a los demás. Él se ha mantenido fiel a mí, por lo tanto, yo lo llevaré a la tierra que él exploró. Sus descendientes tomarán posesión de la porción de la tierra que les corresponde.¨

Si se fijan, no estamos hablando de la soledad a causa de el abandono, ni de la soledad a causa de la separación, sino que estamos hablando de la soledad a causa de creerle a Dios, de mantener en Él nuestra esperanza.

Por eso vemos, que Job no dejó que su soledad lo limitara; Job no dejó que la soledad le robara la esperanza; por eso es que declaró en Job 19: 23 – 27 ¨¿No me han despellejado ya bastante? 23 »Oh, que mis palabras fueran grabadas; oh, que quedaran escritas en un monumento, 24 talladas con cincel de hierro y rellenas de plomo, y labradas en la roca para siempre. 25 »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. 26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!¨.

Job entendió que aunque estuviera solo, aunque fuera despreciado, menospreciado, abandonado, desechado, a pesar de todo esto él estaba seguro que Dios estaba con él y tarde que temprano se había de manifestar y así fue, porque en Job 42: 1 – 6 Job expresa tales palabras a Dios con tanta pasión que es increíble cuando meditamos en ellas; pero en especial cuando Job declara en el v. 5: ¨Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos¨.

Con Ana fue igual, Ana se cansó, Ana llegó a tal punto que no aguantó más y tuvo que tomar la decisión que todos tenemos que tomar en un momento dado; correr de Dios o correr a Dios y nos dice 1 Samuel 1: 9 – 11 que un día Ana, tomó la decisión de correr a Dios, Ana en su soledad, decidió derramar su corazón angustiado en la Presencia de Dios.

La oración, el clamor, la alabanza, la adoración de Ana era tan intensa que aún Eli el sacerdote pensaba que estaba borracha; porque la manera en que Ana estaba orando por el nivel de aflicción y soledad, Ana estaba simplemente derramando su corazón a los pies del Señor. Por eso Ana le contesta en el v. 15 ¨… como estoy muy desanimada, derramaba ante el SEÑOR lo que hay en mi corazón.¨

Cuando miramos estos ejemplos que hemos visto hoy, nos damos cuenta que todos ellos siguieron el mismo patrón; todos ellos buscaron a Dios, creyeron en Dios, en medio de la soledad, ellos buscaron su consuelo en Dios; porque la realidad es que cuando te sientes solo, lo mejor es correr a Dios, porque la soledad no hay ser humano que la pueda saciar.

Cuando analizamos estos 3 ejemplos nos damos cuenta de que en medio de su aflicción, del dolor, de la soledad ellos no permitieron que la opinión de las personas determinara su devoción, sino que más bien ellos buscaron intensamente el ser consolados y fortalecidos por Dios.

No permitas que la soledad, que el rechazo de la gente que te abandonó, que el proceso de dolor te venda una mentira de que Dios te ha dejado solo; al contrario, cuando todos te abandonen es cuando más cerca está Dios; por eso es que Él dijo en Salmo 27: 10 ¨Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me mantendrá cerca¨. Él siempre ha estado, está y estará con nosotros.

Por eso es que en este día, yo quisiera animarte, que en los momentos más difíciles, de mayor soledad de tu vida, cuando todo te va de mal en peor, cuando la vida te golpea y la gente te abandona, cuando te toca creer solo, sin el respaldo de nadie; declara como Job: Yo sé que mi Redentor vive y yo lo voy a ver con mis propios ojos; declara como Ana: Yo he venido a derramar lo que hay en mi alma y mi corazón ante el Señor; declara como Josué y Caleb: El Señor está con nosotros no hay por qué temer y que todo esto te lleve a creer en Él, a confiar en Él, a buscarlo a Él.

Cuando aprendes a derramar tu corazón a los pies del Señor, aprenderás que en medio de la soledad podrás vivir para declarar: QUE NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANOS.