INTRODUCCIÓN

Por las pasadas tres semanas hemos estado estudiando la Serie de Mensajes “Atrapados”. ¿Cuántos en alguna ocasión se han sentido atrapados? ¿Cuántos han estado atrapados en el tráfico? Para algunos eso sucede a diario.

2 Reyes 7:3-10 “Sucedió que había cuatro hombres con lepra sentados en la entrada de las puertas de la ciudad. ¿De qué nos sirve sentarnos aquí a esperar la muerte? —se preguntaban unos a otros—. 4 Si nos quedamos aquí, moriremos, pero con el hambre que hay en la ciudad, moriremos de hambre también allá si regresamos. Así que mejor sería ir y entregarnos al ejército arameo. Si ellos nos perdonan la vida, mucho mejor; pero si nos matan,igual habríamos muerto.5Así que, al ponerse el sol, salieron hacia el campamento de los arameos; pero cuando se aproximaron al límite del campamento, ¡no había nadie! 6 Pues el Señor había hecho que el ejército arameo escuchara el traqueteo de carros de guerra a toda velocidad, el galope de caballos y los sonidos de un gran ejército que se acercaba. Por eso se gritaron unos a otros: ¡El rey de Israel ha contratado a los hititas y a los egipcios para que nos ataquen! 7Así que se llenaron de pánico y huyeron en la oscuridad de la noche; abandonaron sus carpas, sus caballos, sus burros y todo lo demás, y corrieron para salvar la vida.8 Cuando los leprosos llegaron al límite del campamento, fueron de carpa en carpa, comieron y bebieron vino, sacaron plata, oro y ropa, y escondieron todo. 9 Finalmente se dijeron entre ellos: Esto no está bien. Hoy es un día de buenas noticias, ¡y nosotros no lo hemos dicho a nadie! Si esperamos hasta la mañana, seguro que nos ocurre alguna calamidad. ¡Vamos, regresemos al palacio y contémosle a la gente!. 10Así que regresaron a la ciudad e informaron a los porteros lo que había sucedido. Salimos al campamento arameo dijeron, ¡y allí no había nadie! Los caballos y los burros estaban atados, y todas las carpas estaban en orden, ¡pero no había ni una sola persona!”

Para hacer la historia corta, los arameos se habían levantado contra el pueblo de Israel y los tenían atrapados dentro de los muros de la cuidad. Como era de costumbre los leprosos tenían que vivir afuera de la cuidad, por temor a que podían afectar a más personas.

La “lepra” era una enfermedad en la piel causada por una bacteria y que causaba granos y manchas en la piel. Era una enfermedad mortal cuando no era tratada de manera rápida; el proceso de curación podía durar más de un año.

Y es por eso que una persona infectada le mandaban a vivir afuera de las puertas de la cuidad. Allí pedían limosna y comida. Estaban atrapados afuera de las puertas de la cuidad, entre medio del campamento del enemigo y con una ciudad muriendo de hambre atrapados en sus muros hasta que se cansaron de vivir de esa manera.

La mayoría de las personas no hacen cambios en sus vidas hasta que se cansan o hartan de lo que viven. No provocan un cambio en sus vidas, hasta que no se cansan de la condición en la que están viviendo o en la que se encuentran. Buscan adaptarse al estilo de vida antes de buscar hacer un cambio.

Estos leprosos se adaptaron a la idea de que se iban a morir afuera de la ciudad,hasta que se cansaron de pensar en la muerte y decidieron ariesgar sus vidas entregándose a lo que el pueblo de Israel tenía miedo. Se cansaron de tener hambre! Se cansaron de su situación!

Antes de anhelar un cambio en nuestras vidas, lo primero que buscamos hacer es adaptarnos a vivir atrapados y limitados; aunque esto signifique no vivir en un mejor estilo de vida.

Estos leprosos se cansaron de adaptarse a la situación en que se encontraban. Se cansaron de la costumbre que se esperaba de un leproso, de vivir afuera de la cuidad esperando a que alguien pasara por allí para darles de comer y esperar su muerte.

Tú puedes estar atrapado en una relación matrimonial difícil, atrapado en un vicio o pecado, depresión, soledad; atrapado en tu situación financiera, el trabajo, o atrapado en un sin número de situaciones. El problema más grande es, que nos tratamos de conformar con nuestras circunstancias presentes antes de buscar hacer un cambio.

Mi esposa y yo hemos tenido el privilegio de aconsejar a varios matrimonios en los casi 29 años que tenemos de casados. Y muchas de las veces no llegan con nosotros hasta que ya están tan cansados, que piensan que la única solución es el divorcio.

Han aguantado malos hábitos, abuso, infidelidad, peleas, separaciones y ya están cansados porque ya no se aguantan. Lo bueno es, que cuando se cansan y corren a buscar ayuda en Cristo Jesús, Jesús puede restaurar el matrimonio cuando se deciden a hacer un cambio.

Hay muchas cosas en la vida que nos pueden venir a atrapar. Cosas que pasaron en nuestra niñez, malas decisiones, malos hábitos, mal carácter, aún conociendo a Cristo hay cosas que nos pueden atrapar.

El Pastor Moisés habló la semana pasada de que nuestro primer enemigo es nuestra mente; y usó al pueblo de Israel como ejemplo de cómo ellos fueron atrapados en el desierto por 40 años cuando se supone que era un viaje de 11 días. Porque 8 espías dejaron que les convencieran de que parecían como grillos (gigantes) delante de el pueblo que ocupaban la tierra donde Dios les quería entregar.

Esos 8 espías contaminaron al resto del pueblo. Este era el pueblo escogido por Dios que iban rumbo a la promesa de Dios. Ellos habían recibido una Palabra de Dios cuando salieron de Egipto. Se acostumbraron a estar atrapados en el desierto, se acostumbraron a estar bajo la red.

En Deuteronomio 1:6-8 dice: "Cuando estábamos en el monte Sinaí, el SEÑOR nuestro Dios nos dijo: “Ya pasaron bastante tiempo en este monte. 7 Es hora de levantar el campamento y seguir adelante. Vayan al territorio montañoso de los amorreos y a todas las regiones vecinas: el valle del Jordán, la zona montañosa, las colinas occidentales, el Neguev y la llanura costera. Vayan a la tierra de los cananeos y al Líbano, y avancen hasta el gran río Éufrates. 8 ¡Miren, les doy toda esta tierra! Entren y tomen posesión de ella, porque es la tierra que el SEÑOR juró dar a sus antepasados —Abraham, Isaac y Jacob— y a todos los descendientes de ellos”.

Por 8 espías con poca visión se dejaron ser atrapados. Podemos ser atrapados por la contaminación de otros. Nos convencen de que no podemos lograr más porque somos Hispanos y hay mucho racismo. Nos dicen: nunca vas a cambiar, eres igual a tu padre, borracho eres siempre borracho, nunca vas a llegar a hacer nada.

Nos convencen de que la Iglesia sólo quiere nuestro dinero, y no queremos dar nuestros Diezmos y Ofrendas cuando la Palabra de Dios nos dice que el primer 10% de nuestras entradas le pertenece a Él. El Diezmo y las Ofrendas no son una opción!

En el libro de Malaquías Dios nos dice: “probadme ahora en esto” y YO abriré las ventanas de los cielos y derramaré una bendición tan grande que no tendrás espacio para guardarla.

Cómo no voy a estar alegre cuando en este año pudimos apoyar a Iglesias en Colombia y México, crear un nuevo espacio para nuestros hijos y jóvenes para que ellos tengan su propio espacio para adorar a Dios a su nivel. Yo no tengo hijos con necesidades especiales, pero me encanta el salón que se les preparó a estos niños, donde se ha creado un ambiente especial para que ellos puedan aprender del Amor de Cristo.

Me tuve que cansar de tener una mente de pobreza que me limitaba en dar. En la Palabra de Dios aprendí que si quería ser bendecido tenía que dar. Es la Palabra que nos dice: “que es mejor dar que recibir”; es la Palabra de Dios que nos dice: "lo que sembramos es lo que cosechamos"; es la Palabra de Dios que nos dice: “que Dios bendice al dador alegre”.

Es fácil adaptarnos a la condición que estamos, hasta que nos cansemos. Es fácil adaptarse a la rutina de ir al mismo trabajo donde te hacen la vida imposible y seguir atrapado al temor de lo que va a pasar si buscas otro trabajo porque tal vez te van a requerir más sacrificio para ver lo que Dios tiene para ti.

Es fácil adaptarse a vivir en una relación con tu cónyugue por costumbre, hasta que te canses de no experimentar todo lo que Dios tiene para tu vida. Es fácil adaptarse al pecado escondido, al cabo nadie más sabe qué te está limitando de ver el propósito de Dios para tu vida, hasta que te canses.

Es fácil adaptarse a vivir conforme a los que te han contaminado para no alcanzar todo lo que Dios tiene para tu vida, hasta que te canses. Dios dio al pueblo de Israel una vez más una Palabra, le dijo: “Ya pasaron bastante tiempo en este monte". Es hora de levantar el campamento y seguir adelante.”

Dios les dijo: “Ya basta de esta comodidad, ya basta de estar aquí, es tiempo de levantarse e ir a conquistar lo que les he prometido". Miren, les doy esta tierra. Entren y tomen posesión de ella.”

Muchos viven en condiciones donde no están mal, pero están limitados de ver el TODO que Dios tiene para ellos.

Los Pastores Jonathan Hencker, Alex Robles, y Moisés Márquez nos dieron herramientas de cómo ser libres; tú puedes cantar y saber todas las canciones que cantamos aquí, tú puedes venir al frente para que oremos por ti, tú puedes pasar horas en la Palabra y buscando la Presencia de Dios para un cambio en tu vida.

Pero hasta que te canses no vas a salir de debajo de esa red que te tiene atrapado. Si no queremos seguir viviendo una vida atrapados y que a la vez terminemos afectando a los que nos rodean, tenemos que tomar una decisión y cansarnos de vivir atrapados y limitados.

El Apóstol Pablo dice en Romanos 8:2 que: ̈y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte ̈.

El poder del Espíritu Santo nos ha librado y por eso podemos obtener un cambio radical en nuestras vidas. No tenemos que vivir nuestras vidas atrapados en el pecado, en las limitaciones, en la conducta tóxica, en una vida de mediocridad espiritual, dominados por nuestra carne y el temor.

En Cristo el poder del Espíritu en nosotros es mucho mayor que el pecado que nos busca dominar. El poder del Espíritu en nosotros es mayor sea lo que sea; sea la pornografía, el adulterio, los chismes, la drogadicción, el alcoholismo,la mentalidad de pobreza, la avaricia, la comodidad o cualquiera que sea lo que nos puede tener atrapados; el Espíritu en nosotros es mayor que todo ello, pero tenemos que cansarnos de vivir en la condición en la que nos encontramos.

CONCLUSION

En Marcos 10: 46 – 52 “Después llegaron a Jericó y mientras Jesús y sus discípulos salían de la ciudad, una gran multitud los siguió. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino. 47 Cuando Bartimeo oyó que Jesús de Nazaret estaba cerca, comenzó a gritar: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!48¡Cállate!, muchos le gritaban, pero él gritó aún más fuerte: ¡Hijo de David, ten compasión de mí!. 49 Cuando Jesús lo oyó, se detuvo y dijo: Díganle que se acerque. Así que llamaron al ciego. Anímate —le dijeron—. ¡Vamos, él te llama! 50 Bartimeo echó a un lado su abrigo, se levantó de un salto y se acercó a Jesús. ¿Qué quieres que haga por ti? preguntó Jesús. Mi Rabi dijo el hombre ciego, ¡quiero ver! 52 Y Jesús le dijo: Puedes irte, pues tu fe te ha sanado. Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino”.

Un hombre que estaba cansado de la condición en la que se encontraba, estaba cansado de estar atrapado por la ceguera, estaba cansado de mendigar; y dice que cuando él escuchó que Jesús estaba cerca comenzó a gritar: Jesús Hijo de David, ten compasión de mí!

En el v. 48 nos dice: que la gente le decía a Bartimeo que se callara. Cuando estamos cansados de la condición en la que nos encontramos y buscamos salir de allí, no importa quién nos mande a callar; por no quedarnos en nuestra condición haremos todo para salir.

Bartimeo estaba cansado de su condición, mientras la gente le ordenaba que se callara y no molestara a Jesús, más fuerte gritaba y llamaba a Jesús; Él sabía que la respuesta estaba en Cristo y no dejó de gritar. Gritó tan fuerte que llamó la atención de Jesús y Jesús dijo: Díganle que se acerque.

Jesús no fue a él como había hecho en otras ocasiones, posiblemente porque una cosa es gritarle a Jesús de lejos y llamar Su atención y otra cosa es acercarnos a Jesús y venir a Él.

Nos dice la Biblia en el

5. 50 que: ̈Bartimeo echó a un lado su abrigo, se levantó de un salto y se acercó a Jesús ̈.

Una de las posesiones más valiosas para un hombre en su condición de mendigo era su abrigo, porque el abrigo representaba lo que le cubría; y al dejar el abrigo muestra que él estaba convencido que no lo iba a necesitar más.

El cambio en su vida era seguro, porque conocía que la respuesta estaba en Cristo. Dice la Biblia que cuando Jesús le preguntó:

¿Qué quieres que haga por ti? Él contestó: Mi Rabí, quiero ver. Y Jesús le dijo: Puedes irte, pues tu fe te ha sanado".

Jesús le dijo: Puedes irte y lo sanó; pero Bartimeo en vez de irse, “siguió a Jesús por el camino diciendo: Ahora que veo, ahora que me has transformado, ahora que me ha sanado, ahora no te suelto, no te dejo, porque reconozco que la respuesta está en Jesús.

Bartimeo tuvo que levantarse y dejar su abrigo, salir debajo de la red que lo atrapaba de ser libre.

• ¿Hasta cuándo te cansarás de estar atrapado?

• ¿Cuál es tu red?

• ¿Qué te está deteniendo de vivir conforme la Voluntad de Dios?

• ¿Qué te detiene de vivir una vida bendecida?

• ¿Si no has entregado tu vida a Cristo?

• ¿Qué es lo que te detiene?

Dios te dice: "ya basta de vivir una vida atrapado y lejos de Mí, hoy es tu día de salvación.

A los que han entregado sus vidas a Cristo, pero siguen atrapados, Dios te dice hoy: salte de debajo de esa red, tú ya eres libre! Levántate, camina y haz el sacrificio. Y vive para declarar,

QUE NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO