INTRODUCCIÓN En estos días hemos estado hablando de cómo cuando enfrentamos situaciones dolorosas y difíciles en nuestra vida, esto nos produce un ataque al corazón, que si no tenemos cuidado nos limitará de cumplir con el propósito de Dios en nuestras vidas y no sólo eso, sino que nos puede llevar a la amargura, nos puede limitar de creer y confiar en el amor de Dios. Pero en esta semana quisiera hablar de cómo es que las situaciones que vienen a amedrentarnos, a sembrar pánico, a intimidarnos puede ser un ataque directo al corazón que termina afectando nuestra fe, nuestra devoción, nuestra alabanza y nuestra entrega. De la semana pasada a hoy las cosas han cambiado dramáticamente. Para esta hora la semana pasada estábamos aquí en este edificio más de 800 personas adorando a Dios, unidos en un mismo edificio; y esta semana por el Coronavirus no es posible. Personas han expresado que el Coronavirus está limitando y afectando la Iglesia, pero yo difiero de esto; porque yo creo lo que Jesús dijo a Pedro en Mateo 16: 18 “…y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará”.. Por esa razón, yo no creo que el Coronavirus está afectando la Iglesia, porque no es posible que algo tan pequeño como un virus, pueda afectar algo tan poderoso como lo es el Cuerpo de Cristo, el cual tiene influencia en el cielo y en la tierra. Ahora, que Dios esté utilizando el Coronavirus para transformar la Iglesia, para llevarnos a ser más intencionales, para penetrar la sociedad como cuando Dios permitió la muerte de Esteban para que el pueblo de Israel se espandiera y mientras huían predicaran el Evangelio; eso hace más lógica. Personalmente, yo creo con todo mi corazón que todo esto es una forma en la que Dios está manifestando Su Gracia con la humanidad, porque por medio del Coronavirus está mostrando a la humanidad que si algo como el Coronavirus los está poniendo en este estado de pánico e histeria al punto que no lo pueden soportar, cuánto menos podrán soportar el castigo eterno. Por eso es, que mi enfoque en este día es el cómo reaccionamos ante las amenazas de la vida. MENSAJE La Confusión De Que Los Cristianos No Deben Sufrir Una de las cosas más peligrosas para nosotros los Cristianos en este tiempo, es que todavía hay personas que piensan que los Cristianos no debemos pasar por necesidades o por situaciones difíciles y dolorosas; cuando los hijos de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis casi todos, sino todos pasaron por momentos difíciles y complicados en sus vidas. Por mucho tiempo la religión ha vendido una falsedad como si el Cristiano tiene que vivir en una burbuja donde nada malo se supone que nos pueda pasar y pensamos que el atar y desatar, que el reprender y renunciar nos lleva a escapar o evitar que atravesemos por momentos difíciles en nuestra vida; cuando todo el tiempo hay Misioneros que mueren, Cristianos que mueren y se enferman y atraviesan por situaciones dolorosas. Pero el asunto es, que muchas personas no entienden la diferencia entre prueba y consecuencia, entre castigo y proceso. Por ejemplo, para los que se rebelan contra Dios, las situaciones difíciles y dolorosas que atraviesan es porque están pagando las consecuencias de su rebelión; pero para los que están en Cristo el atravesar la misma situación difícil y dolorosa es una prueba; o sea el que resiste a Cristo, cuando atraviesa una situación difícil lo ve como un castigo, mientras para los que están en Cristo esa misma situación difícil es parte de un proceso de Dios. Para las dos personas puede ser la misma situación, pero la manera en que lo perciben es completamente diferente; la manera en que lo asimilan es totalmente diferente. Pero lo difícil es diferenciarlo entre el uno y el otro, porque en los dos casos hay dolor y en los dos casos hay sufrimiento y en los dos casos hay lágrimas; pero el cómo se interpreta es totalmente diferente. Por ejemplo en Mateo 7: 24 – 27 dice: ¨ 24 »Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. 25 Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. 26 Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. 27 Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo¨. Si nos fijamos, la inundación y los vientos azotan las dos casas. Impactan las dos casas, pero al final de la tormenta, sólo la casa que construyó su fundamento sobre la roca sólida fue la que prevaleció y se mantuvo firme, pero la tormenta azotó las dos casas. Es como lo del Coronavirus, para el inconverso esta crisis le produce pánico, miedo, desesperación, egoísmo, etc. ; pero para el Cristiano le debe presentar una oportunidad para predicar a Cristo, para dar a conocer a Cristo, para amar, para hacer la diferencia, para cumplir con el propósito de Dios en nuestras vidas. Pero hoy día aún hay tantos Cristianos escandalizados por el Coronavirus; que tienen miedo, pánico, están desesperados; porque no han considerado el hecho de que Dios puede usar lo que sea, cuando sea y por lo que sea con el fin de atraernos a Él. Cómo Reaccionar Ante Una Crisis Pero la pregunta es: ¿Cómo puedo mantener la calma en medio de esta crisis mundial? ¿Cómo no permito que mi corazón se llene de angustia y miedo cuando todo a mi alrededor va de mal en peor? En 2 Corintios 1: 3 – 11 el Apóstol Pablo nos revela cómo podemos lograrlo y qué hacer en tiempos de crisis; él dice: ¨ 3 Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo. 4 Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros. 5 Pues, cuanto más sufrimos por Cristo, tanto más Dios nos colmará de su consuelo por medio de Cristo. 6 Aun cuando estamos abrumados por dificultades, ¡es para el consuelo y la salvación de ustedes! Pues, cuando nosotros somos consolados, ciertamente los consolaremos a ustedes. Entonces podrán soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros. 7 Tenemos la plena confianza de que, al participar ustedes de nuestros sufrimientos, también tendrán parte del consuelo que Dios nos da. 8 Amados hermanos, pensamos que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. 9 De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos. 10 Efectivamente él nos rescató del peligro mortal y volverá a hacerlo de nuevo. Hemos depositado nuestra confianza en Dios, y él seguirá rescatándonos, 11 y ustedes nos están ayudando al orar por nosotros. Entonces mucha gente dará gracias porque Dios contestó bondadosamente tantas oraciones por nuestra seguridad.¨ 1. En los tiempos difíciles nuestra Alabanza tiene que ser única y estrictamente para Dios. (v. 3) No podemos alabar la prueba, la pandemia, la enfermedad, porque eso es lo que el mundo está haciendo; donde quiera que uno llega lo único que se habla es del Coronavirus y lo que sale continuamente de nuestra boca es lo que alabamos; porque lo que sale de nuestra boca es porque sale de nuestro corazón. Pero el Salmista dijo en el Salmo 34: 1 ¨Alabaré al Señor en todo tiempo; a cada momento pronunciaré sus alabanzas¨. Es indispensble que en los tiempos difíciles, nuestro enfoque sea alabar a Dios, porque cuando en medio del dolor no escogemos la alabanza como estilo de vida, el miedo y el pánico es inevitable. Me explico, cuando atravesamos por momentos dolorosos y lo que hacemos es enfocarnos en lo que estamos atravesando, no podemos evitar sentir miedo y pánico; pero si en medio del dolor y la incertidumbre escogemos el alabar a Dios, eso nos desenfoca del dolor y nos enfoca en Dios y la realidad es que el miedo no puede penetrar un corazón que está lleno de la Alabanza de Dios. 2. Somos consolados para consolar. (v. 4 – 5). Cuando alabamos a Dios en medio del dolor, recibimos el consuelo de Dios y al ser consolados por Dios, ahora Dios espera que así como hemos sido consolados, consolemos a otros. Es importante que entendamos que el consuelo de Dios viene como resultado de la Alabanza que levantamos en medio del dolor; sin Alabanza no hay consuelo, porque sin Alabanza nuestro enfoque está en el dolor. Sin embargo, la Alabanza en medio del dolor no significa sólo cantar; significa el mantener nuestra mirada en Cristo en medio del dolor y la crisis, para así no permitir que el dolor y la crisis nos roben la habilidad de gozarnos y de creer en Él. Cuando desarrollamos este estilo de vida de Alabanza es que somos consolados por Dios, pero el consuelo no significa que no vamos a llorar o a sufrir; significa que en medio de las lágrimas y el dolor alcanzamos un nivel de paz interna que no nos desenfoca de Dios y de Su gran amor. Pero, cuando somos consolados por Dios no es para nuestra comodidad o para sentirnos bien, sino que es para poder consolar a otros; por eso es, que no podemos dejar de servir a Dios en medio del Coronavirus o cualquier otra cosa que llegue a la humanidad, porque como Cristianos estamos llamados a consolar a los demás. Creo que en este tiempo más que nunca, tenemos que consolar a nuestros vecinos, a nuestros amigos; ahora más que nunca debemos aprovechar el tiempo que tenemos para ser de consuelo a los que nos rodean, a compartir lo que tengamos con los que no tienen, a ser más generosos que nunca. Porque creemos que nuestro consuelo viene del Señor. 3. Ponemos nuestra confianza en Dios. (v. 7 – 10). Como individuos y como Iglesia yo creo que estábamos en un momento en que confiábamos en nosotros mismos, confiábamos en nuestros recursos, confiábamos en nuestra comodidad, confiábamos en que nada tocaría esta nación. Cuando el Coronavirus estaba en China, nosotros aquí estábamos confiados en que eso no llegaría aquí. Pero las cosas han cambiado, ahora hemos tenido que dejar de confiar en nosotros para poner nuestra confianza en Dios. Cuando vamos a la tienda y compramos todo por si acaso es porque estamos confiando en nosotros mismos; pero cuando confiamos en Dios, vamos a la tienda y pensamos en qué puede necesitar nuestro vecino o hermano en Cristo. Creo que Dios está utilizando esta situación para que no continuemos dependiendo de nosotros mismos y comencemos a depender de Él. Como hemos dicho anteriormente: no hay una mejor manera de vivir que en la de total dependencia de Dios. 4. Tenemos que mantener la fe, para que muchos crean. (v. 11) En este tiempo si hay algo que tenemos que hacer es mantener la fe, mantener la devoción, mantener la entrega, mantener la confianza, mantener la pasión; para que de esa manera mucha gente dé gracias. En este tiempo más que nunca tenemos que continuar Haciendo Discípulos; el tiempo llegó donde tenemos que avanzar, para que otros crean; donde Dios nos sacó de nuestra zona de comodidad y nos está impulsando a hacer la diferencia, para que otros crean. CONCLUSIÓN Este no es tiempo para desmayar, este tiempo es para permanecer firmes; este tiempo es para tener paz, para alabar en medio del dolor, la incertidumbre y la angustia; porque cuando lo Alabamos, Él nos consuela y mantenemos esta única paz interna que nos mantiene enfocados en Su Amor y ese consuelo nos mueve a una confianza absoluta en Dios que da como resultado el que otros crean. Por eso es, que personalmente yo creo que como hijos de Dios, estamos en un momento importante y crucial. Porque estamos en un momento en que nos estamos viendo forzados a tener que atravesar por estos momentos difíciles y esto nos obliga a conocer un lado de Dios que no hemos conocido; o más bien nos ayuda a conocer la mejor parte de Dios, la parte de ver a Dios haciendo cosas impresionantes en medio nuestro. Dios es experto en manifestarse en tiempos como estos y el nosotros tener que vivirlos; al otro lado de esta crisis, cuando todo haya pasado las experiencias que tendremos con Dios, serán tan significativas, serán tan maravillosas, tan impresionantes que nada ni nadie nos podrá arrebatar nuestra fe, nada ni nadie podrá hacer menguar nuestra devoción, entrega y pasión. Por eso es, que tenemos que continuar haciendo HDHD, tenemos que continuar ganando almas para Cristo, tenemos que continuar avanzando el proceso, tenemos que continuar mostrando a los demás que Cristo Vive, que Cristo Reina, que Cristo es Rey, Sanador, Redentor y Salvador. Estamos en una temporada ideal para conocer otro lado de Dios que muchos aún no conocen y que podremos ver tal como Pablo, lo maravilloso que es nuestro Dios; y cuando en el proceso tengamos que confiar sólo en Dios y no en nosotros mismos, declararemos con confianza que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANOS