FeRara 1

Proceso De Fe

By Richard Martínez, Pastor Principal, July 02, 2020

INTRODUCCIÓN

Hay ocasiones y aún más en este tiempo, que pareciera que el tener fe, el vivir en fe, el guardar la fe es raro; y muchas veces a las personas de fe, se les ve como que son raros. Es por eso que llamamos esta Serie de Mensajes, Fe-rara.

Y es que la fe en sí es rara; la Biblia nos enseña en

Hebreos 11: 1 que ¨La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos, es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver¨,

y eso en este tiempo es raro.

Es raro confiar en que Dios hará algo que no puedo ver, aún más cuando se me hace difícil creer que puede suceder; es raro continuar creyendo cuando todo a mi alrededor va de mal en peor, es raro confiar en medio de una crisis mundial;

pero eso es lo que hace la fe en nosotros y es precisamente por lo que decimos que la fe es rara, porque nos lleva a pensar muy diferente al resto del mundo.

La fe es rara porque aún en los momentos más difíciles y complicados de nuestras vidas, nos impulsa a confiar en que Dios tiene un propósito y sigue en control aún cuando todo a mi alrededor es un completo caos. Por eso, en este día hablaremos del proceso complicado de la fe.

MENSAJE

La Incertidumbre De La Fe

Una de las cosas que muchas personas no entienden son los procesos de Dios en nuestra vida, muchas personas no se percatan cómo es que Dios nos pasa por procesos que sirven para afirmar nuestra fe y nuestro carácter en Él.

Lucas 22: 31 – 32 Jesús le dice a Pedro: ¨Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo; pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mi fortalezcas a tus hermanos¨.

Parece interesante cómo es que Jesús de antemano le advierte a Simón Pedro lo que había de suceder; le advierte que estaba por enfrentar un proceso difícil y complicado en su vida, porque así como sucedió con Job donde Satanás le pidió a Dios permiso para zarandearlo, así Jesús está diciendo que Satanás ha pedido zarandearlos.

Esto es algo difícil de absorber, porque la mayoría de nosotros interpretamos que la razón por la que estamos en Cristo; que oramos a Cristo, que vivimos para Cristo, que servimos a Cristo es precisamente para evitar que el enemigo pueda zarandearnos; pero en este caso Pedro uno de los discípulos más cercanos a Jesús sería objeto de ser zarandeado por Satanás y Jesús no lo impidió.

Si miramos atrás, en Job 1 cuando el Señor y Satanás tienen una conversación de Job, era en relación a su fe y su fidelidad; de cómo es que Dios se gozaba con la fe que Job tenía y cómo Satanás quería probar que su fe y su devoción a Dios no era tan genuina y fue ahí que Dios le dio permiso a Satanás para zarandear a Job.

En este caso lo mismo sucedió con Pedro, Jesús no le dijo a Pedro, Satanás pidió zarandearlos, pero YO le dije que NO; sino que Jesús lo que le dijo a Pedro fue, pero YO he rogado en oración por ti Simón para que tú no falles.

Esto hace aún peor esta escena, porque en vez de Jesús asegurar a Pedro que todo va a estar bien, le expresa que cabe la posibilidad de que su fe falle; que cabe la posibilidad que en el proceso, su fe se vea debilitada por el dolor del proceso.

En este tiempo la fe de muchas personas está siendo probada de muchas formas; algunos su fe ha sido probada en el área de la salud, otros en el área laboral, otros en el área familiar, en el área financiera, en el área emocional y esto nos debe mostrar que el que estemos en Cristo no nos limita de que nuestra fe sea probada; de que vamos a pasar por procesos en nuestra vida en que nuestra fe si será puesta a prueba, que pasaremos momentos en que nuestra fe va a flaquear.

La Prueba No Es El Final

Jesús no sólo Le dice a Pedro que va a ser probado, sino que la prueba que atravesará sería muy fuerte, tanto que será lanzado y zarandeado como trigo.

Es difícil el absorber que nuestra fe tenga que ser probada, es difícil el aceptar que tengamos que pasar por momentos difíciles en nuestra vida; que nuestra fe sea probada, más cuando Jesús no le dice a Pedro: Simón, YO he rogado por ti para que no pases por esa prueba, sino que Le dice a Pedro:

YO estoy orando por ti para que cuando pases por la prueba que inevitablemente vas a pasar y estés en medio de ella tu fe no falle; tu fe no se debilite, tu fe sea lo suficientemente firme para que te sostenga en ese momento doloroso; que te sostenga cuando nada haga sentido, que te sostenga cuando lo que vas a atravesar sea tan difícil y doloroso que te sientas morir.

Esto es lo que muchas personas no entienden de la fe, no entienden que la fe no es para vernos bien o para probar qué tan bien nos va, o cuántas buenas cosas podemos lograr con la fe; sino que la fe es la que nos sostiene en esos momentos dolorosos y difíciles donde sentimos como que todo se nos viene abajo,

en los momentos complicados es la fe la que nos va a sostener y nos va a mantener firmes cuando sentimos que nada nos hace sentido.

La fe es la que en los momentos dolorosos de nuestra vida, nos afirma que Dios tiene un propósito mayor; la fe nos recuerda que la razón por la que estamos atravesando ese proceso doloroso, es porque hay un propósito mayor. El proceso nos lleva al propósito, no llegamos al propósito sin el proceso.

Por eso vemos, que dice en Romanos 8: 26 – 28 que el Espíritu Santo nos ayuda en nuestras debilidades, ora e intercede por nosotros y esto nos revela que todas las cosas cooperan para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que tiene para nosotros.

La oración de Jesús por Pedro y la oración del Espíritu Santo por nosotros NO nos lleva a escapar de la prueba, pero sí nos lleva a reconocer que hay un propósito mayor; que no estamos atravesando la prueba sólo porque sí, sino que Dios tiene un propósito mayor que lo que podemos imaginar.

Y esto es importante conocerlo, porque sino permitiremos que la prueba nos derribe y nos derrumbe; porque aún en esa declaración de Jesús, Él Le dice a Pedro: “de modo que cuando te arrepientas”. Al parecer Jesús sabía que esta situación iba a devastar a Pedro; pero a la vez le estaba diciendo a Pedro que él saldría de esa situación, que todo eso pasaría.

Esto es lo mismo que tenemos que entender en nuestras vidas, que todo lo que estamos atravesando no es el fin; que todo lo que estamos pasando no es el resultado final y que aún a Dios Le queda mucho por escribir en nuestras vidas, aún Dios tiene otro capítulo que escribir; aún Dios no ha terminado tu historia, la de tu familia, la de tu matrimonio, la de tu Iglesia, la de tu Ministerio; éste no es tu capítulo final, es sólo parte de la historia.

El Propósito De La Prueba

Jesús le dice a Pedro que no era el final, sino que él vencería, cuando Le dijo: “de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a Mi, fortalezcas a tus hermanos”. En otras palabras, al final de todo esto, cuando salgas de todo esto; cuando venzas sobre todo esto, cuando pase todo esto Pedro, tengo un propósito para tu vida, tengo un plan para ti, tengo una misión para ti.

En otras palabras, Le dice: Tu pasarás por una prueba durísima, pero Pedro tu llamado, tu propósito, tu encomienda, tu comisión será que al final de todo esto fortalezcas a tus hermanos.

¿Por qué esto es importante? Si nos fijamos en el v. 31 Jesús Le llama Simón, Simón y lo llama dos veces por su nombre original que significa:

¨quien es movido por el viento, quien es sacudido de un lado para otro¨;

pero luego en el v. 34 cuando le revela lo que iba a acontecer Le llama ahora por el nombre que Jesús Le puso y Le llamó Pedro que significa: fuerte y firme como una roca.

Lo que podemos aprender de todo esto, es que Dios tenía un propósito para Pedro; el propósito era que lo usaría para afirmar a sus hermanos en la fe, lo usaría para fortalecer a sus hermanos no sólo en esa temporada sino en el comienzo y avance de la Iglesia; si recordamos fue Pedro quien corrió a la tumba cuando le dijeron que Jesús había resucitado, fue Pedro quien se lanzó al agua cuando Jesús fue a la orilla del mar; fue Pedro quien predicó el día de Pentecostés, fue Pedro quien le dijo a los líderes después de ser azotado que no obedecería al hombre más que a Dios, fue Pedro quien sanaba con su sombra, fue Pedro quien trajo paz cuando había una división en la Iglesia.

Por esa razón, al Jesús llamarlo Simón dos veces cuando se dirigió a él y luego llamarle Pedro, estaba mostrando que el proceso que atravesaría no sería para destruirlo sino para formarlo; para sacar de él al viejo hombre de Simón y seguir formando su carácter, porque el propósito que Dios tenía con él era tan significativo y poderoso que tenía que pasarlo por un proceso.

CONCLUSIÓN

Debemos entender que hay cosas que Dios quiere hacer con nosotros, que hay cosas que usted y yo somos llamados a cumplir, que somos llamados a realizar; que hay un propósito que Dios ha determinado en nuestras vidas para que cumplamos y que los procesos que atravesamos en la vida vienen a formar nuestro carácter y fortalecen nuestra fe, para que cumplamos el propósito.

Por ejemplo, el proceso de Abraham donde esperó hasta ser anciano para tener un hijo, llevó a Abraham a convertirse en el padre de la fe; el proceso de Moisés en el desierto, llevó a Moisés a ver la Gloria de Dios; el proceso de David donde tuvo que huir y escapar por su vida, lo llevó al reinado; el proceso de Pablo en la cárcel, lo llevó a escribir los libros que escribió en la Biblia; el proceso de Job donde lo perdió todo, lo llevó a declarar: De oídas te había oído, pero ahora mis ojos hoy te ven; el proceso de Pedro, lo llevó a convertirse en quien fortaleció y le dio dirección a los hermanos.

Así mismo es con nosotros, los procesos de Dios no vienen a destruirnos vienen a formarnos; vienen a fortalecer nuestra fe, vienen a formar nuestro carácter y si no huimos, si no desmayamos, si no negamos la fe, si no desertamos nos daremos cuenta que el propósito será mayor que el proceso; nos daremos cuenta que al otro lado del proceso habrá algo mucho mayor y mucho más recompensante que lo que sufrimos en el proceso.

Ninguna madre se arrepiente de haber tenido un hijo después del proceso de dolor de parto, porque la recompensa es mayor que el dolor.

El proceso que Pedro atravesó fue devastador, fue duro; ese proceso donde Pedro negó a Jesús fue tan fuerte, que la Biblia nos dice en Lucas 22: 60 – 62:

el Señor se volvió y miró a Pedro y esto produjo que Pedro saliera del patio llorando amargamente.>

Para Pedro este proceso fue devastador y doloroso, pero al final Pedro mismo escribió en >1 Pedro 1: 6 – 7 ¨6 Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. 7 Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.¨

Es posible que estés pasando por un proceso muy fuerte, muy doloroso, por un proceso devastador; pero en medio del proceso, recuerda que el Espíritu Santo es Quien te ayuda en tu debilidad, está orando e intercediendo por ti y que si te mantienes firme en tu fe, al final comprobarás que todas las cosas cooperaron para tu bien, que tu victoria es mayor y absoluta.

Por ejemplo, el proceso que puedes estar atravesando con tus hijos, puede ser la plataforma que los catapultará a conocer a Cristo; el que estás pasando en tu matrimonio, puede llevar a tu matrimonio a estar más firme; en tu salud, puede llevarte a una convicción mayor del poder de Dios; en las finanzas, puede mostrarte cómo Dios es fiel; cada proceso viene acompañado de un propósito.

Por eso es, que Pedro mismo dijo que cuando soportamos el proceso de la prueba nos espera una alegría inmensa; y el proceso demostrará que nuestra fe es auténtica y purifica nuestra fe, y cuando permanecemos firmes traerá mucha alabanza, gloria y honra a Cristo.

Dios jamás te permitirá pasar por un proceso, sino tiene un propósito en el que ese proceso te forme y prepare para cumplir ese propósito.

Pero la realidad del caso es, que sin Cristo no soportaremos los procesos, es más, la mayoría de las personas que se resisten a entregar sus vidas a Cristo, es porque han pasado por un proceso devastador y doloroso; pero el que tiene a Cristo puede soportar la prueba, porque no lo hacemos en nuestras fuerzas, sino en las Suyas, porque es Cristo Quien nos fortalece.

La razón por la que Dios permitió que Pedro pasara por su proceso, es porque tenía un propósito y la razón por la que Dios te ha permitido, te está permitiendo o te permitirá en un futuro pasar por tus procesos es porque tiene un propósito; así que no te rindas, no tires la toalla, que no desmaye tu fe, porque si soportas el proceso, llegarás al propósito y ese propósito te llevará a afirmar con convicción que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO