Dios Siempre Gana 3

La Victoria Eterna

By Richard Martínez, Pastor Principal, October 18, 2020

INTRODUCCION

Estamos en la serie de mensajes “ Dios Siempre Gana” y por medio de esta serie queremos mostrar cómo son los planes y los procesos de Dios, cuáles son sus cualidades y atributos de Dios para de esa manera poder conocer mas a Dios y asi poder confiar más en él.

En los mensajes anteriores vimos como los planes de Dios se cumplen eternamente y como nada ni nadie es capaz de invalidar lo que Dios ya ha determinado, lo que nos demuestra que Dios Siempre Gana.

MENSAJE

La Preparación Del Gran Evento

Cuando miramos a través de la Biblia nos damos cuenta de que todo lo que Dios hace y ha hecho durante la historia ha sido a través de una serie de eventos, tanto grandes como pequeños que apuntan a un gran evento.

Por ejemplo: Con la creación hubo 6 días de pequeños eventos, 6 días de eventos consecutivos para el gran evento de la creación. Luego de la caída del hombre vemos como Dios anuncia que de la mujer saldría quien heriría a la serpiente en la cabeza; el sacrificio de Abraham con su hijo Isaac; luego la pascua y la muerte de los primogénitos y la salvación de los hijos de Israel; la sangre en los dinteles de las puertas y un sin número más de eventos que apuntaban al gran evento de la llegada del Mesías, su muerte, resurrección y la victoria por medio de la cruz.

Cuando usted medita en el día en que fue salvo, se dará cuenta que atravesó una serie de pequeños eventos, para algunos fue alguna situación difícil, para otros algo que lo llevó a algún tipo de convicción; alguien que le habló de Cristo, las oraciones de algunas personas; alguien que le invitó a la Iglesia, a lo que quiero llegar es que todo esto colaboró para el gran evento en el que usted ahora rindió su vida a Cristo. Dios estuvo orquestando una serie de pequeños eventos, para llevarlo al gran evento.

Del mismo modo pasa con lo que estamos viviendo hoy día,

las escrituras nos revelan una serie de pequeños eventos que no entendemos en el momento; pero que apuntan a un gran evento que acontecerá cuando Cristo regrese nuevamente; cuando Cristo venga a reinar sobre la humanidad.

El temor que tengo es que al muchas personas no entender lo que Dios está haciendo; la atracción al mundo, la indiferencia y la frialdad de los corazones que muchos han desarrollado en este tiempo; haga que ese gran día de la venida no sea un deleite, sino un día de dolor, amargura y sufrimiento eterno.

El Apóstol Pedro, explica que la venida de Cristo será el mayor y más emocionante evento que presenciaremos tanto los vivos como los muertos; pero para algunos la segunda venida de Cristo será el evento más devastador que podrán experimentar.

Él escribió en 2 Pedro 3: 8 – 14

8 Sin embargo, queridos amigos, hay algo que no deben olvidar: para el Señor, un día es como mil años y mil años son como un día. 9 En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan. 10 Pero el día del Señor llegará tan inesperadamente como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán con un terrible estruendo, y los mismos elementos se consumirán en el fuego, y la tierra con todo lo que hay en ella quedará sometida a juicio. 11 Dado que todo lo que nos rodea será destruido de esta manera, ¡cómo no llevar una vida santa y vivir en obediencia a Dios, 12 esperar con ansias el día de Dios y apresurar que este llegue! En aquel día, él prenderá fuego a los cielos, y los elementos se derretirán en las llamas. 13 Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios. 14 Por lo cual, queridos amigos, mientras esperan que estas cosas ocurran, hagan todo lo posible para que se vea que ustedes llevan una vida pacífica que es pura e intachable a los ojos de Dios.

El Apóstol Pedro nos anuncia que el día en que Cristo venga:

  • No habrá un anuncio previo.
  • No habrá una advertencia.
  • Que la razón por lo que aun Dios no ha venido es porque está siendo paciente.
  • Que Dios no desea que nadie sea destruido, sino que todos se arrepientan.
  • Pero de seguro llegará y todo será destruido.
  • Que toda la tierra será sometida a juicio.
  • Que debemos llevar una vida santa y en obediencia con Dios.

El Gran Evento

Es importante que recordemos que lo que Dios hará, ya lo habló, ya lo mostró en pequeños eventos; que los pequeños eventos apuntan a un gran evento y por eso Dios le dio la revelación a Juan de lo que había de acontecer en el Gran Día del Señor, el día de la Segunda Venida de Cristo.

La segunda venida de Cristo será maravillosa; ese gran día, todos lo presenciaremos, estemos vivos o muertos, ese día por fin nuestro Señor acabará con toda la maldad de Satanás y ese día celebraremos porque por fin se hará justicia contra el responsable de tanta maldad y sufrimiento.

Satanás es el responsable de toda la maldad; él es el engañador que perturba al mundo, por eso es que hay tantas violaciones, ultrajes, divorcios, maltrato, violencia doméstica, muertes a sangre fría, secuestros, guerras, alcoholismo, drogadicción etc. Satanás es el responsable de todo esto y por esa razón es que el día del Señor será maravilloso, porque ese día será su fin.

Si usted no ha atravesado ninguna injusticia en la vida, si usted no ha tenido que sufrir posiblemente no este esperando ese día; pero los que hemos sufrido, los que han sido abandonados, maltratados, violados, vituperados, tratados con crueldad y maldad, todas las personas que han atravesado momentos como estos debieran estar esperando ese gran día de la justicia eterna de Dios.

Según nos vayamos acercando a ese gran día, su maldad avanzará, muchas personas serán persuadidas y engañadas; otros negarán la fe y muchos corazones se enfriaran y luego vendrá el anticristo y engañará a muchos y buscará la adoración de todos.

Dice Apocalipsis 16: 1 - 18: Luego oí una voz potente que venía del templo y decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios». 2 Así que el primer ángel salió del templo y derramó su copa sobre la tierra, y a todos los que tenían la marca de la bestia y que adoraban a su estatua les salieron horribles llagas malignas. 3 Después el segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y el agua se volvió como la sangre de un cadáver, y murió todo lo que estaba en el mar. 4 Entonces el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y los manantiales, y estos se convirtieron en sangre. 5 Y oí que el ángel que tenía autoridad sobre todas las aguas decía: «Oh Santo, el que es y que siempre era, tú eres justo, porque has enviado estos juicios. 6 Como derramaron la sangre de tu pueblo santo y de tus profetas, tú les has dado a beber sangre. Es su justa recompensa». 7 Y oí una voz que venía del altar y decía: «Sí, oh Señor Dios, el Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos». 8 Entonces el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, esto hacía que quemara a todos con su fuego. 9 Todos sufrieron quemaduras debido a la descarga de calor y maldijeron el nombre de Dios, quien tenía control sobre todas estas plagas. No se arrepintieron de sus pecados ni se volvieron a Dios ni le dieron la gloria. 10 Después el quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia, y el reino de la bestia quedó sumergido en la oscuridad. Sus súbditos rechinaban los dientes[b] por la angustia 11 y maldecían al Dios del cielo por los dolores y las llagas, pero no se arrepintieron de sus fechorías ni volvieron a Dios. 12 Luego el sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y este se secó para que los reyes del oriente pudieran marchar con sus ejércitos sin obstáculos hacia el occidente. 13 Y vi que de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta saltaban tres espíritus malignos[c] que parecían ranas. 14 Estos son espíritus de demonios que hacen milagros y salen a reunir a todos los gobernantes del mundo para pelear contra el Señor en la batalla del gran día del juicio de Dios, el Todopoderoso. 15 «Miren, ¡yo vendré como un ladrón, cuando nadie lo espere! Benditos son todos los que me esperan y tienen su ropa lista para no tener que andar desnudos y avergonzados». 16 Y los espíritus de demonios reunieron a todos los gobernantes y a sus ejércitos en un lugar que en hebreo se llama Armagedón. 17 Luego el séptimo ángel derramó su copa en el aire, y desde el trono del templo salió un fuerte grito: «¡Todo ha terminado!». 18 Entonces rugieron y retumbaron truenos, y salieron relámpagos; y se produjo un fuerte terremoto, el peor desde que el hombre fue puesto sobre la tierra. 19 La gran ciudad de Babilonia se partió en tres secciones, y las ciudades de muchas naciones cayeron y quedaron reducidas a escombros. Así que Dios se acordó de todos los pecados de Babilonia, y la hizo beber de la copa que estaba llena del vino del furor de su ira. 20 Entonces desaparecieron todas las islas, y las montañas se vinieron abajo y no existieron más. 21 Hubo una gran tormenta de granizo, y piedras de granizo, como de treinta y cuatro kilos[e] cada una, cayeron del cielo sobre las personas. Maldijeron a Dios debido a la terrible plaga de granizo.

Dios le reveló a Juan en Apocalipsis 16 que antes de ese día; habrá un sin número de eventos que sucederán y vemos que:

  1. Los que se marquen con la marca de la bestia y adoren su estatua, le saldrán horribles llagas malignas.v.2
  2. El agua se volverá como sangre y morirá todo lo que hay en el mar. v3.
  3. Los ríos y los manantiales se convertirán en sangre; v.4
  4. Todos los que se marcaron sufrirán quemaduras y maldecirán a Dios; y no se arrepentirán. v.9
  5. El trono y el Reino de la bestia quedará sumergido en oscuridad y rechinarán los dientes por la angustia que sufrirán. v.10
  6. El río Éufrates se secará para que todos los reyes puedan llegar al lugar de batalla sin interrupción porque ocurrirá la gran batalla de Armagedón. v.12 - 16
  7. De la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta saltarán tres espíritus malignos y estos son espíritus de demonios que reunirán a todos los gobernantes del mundo para pelear contra el Señor en la batalla del gran día del juicio de Dios. v.13 - 14
  8. Ese día Dios declarará a su pueblo fiel. v.15
  9. Desde el trono del templo saldrá un fuerte grito que declarará: «¡Todo ha terminado!». v.17
  10. Habrá un gran estruendo y se producirá un fuerte terremoto, el peor desde que el hombre fue puesto sobre la tierra. v.18

Fijémonos en esta última declaración. Vr. 17 – 18. Nosotros hemos escuchado esas palabras anteriormente, las escuchamos en el evento de la cruz, cuando Cristo entregó su espíritu y con esas palabras fue que venció al diablo y luego de eso hubo un gran estruendo en el cielo.

En esta ocasión volvemos a escuchar las mismas palabras; pero las escuchamos ya no desde la cruz, sino desde la victoria de Jesús como rey, las volvemos a escuchar en la victoria eterna de nuestros Salvador sobre el enemigo, por la eternidad.

Nos enseña Apocalipsis 19: 1 - 21: Entonces vi el cielo abierto, y había allí un caballo blanco. Su jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque juzga con rectitud y hace una guerra justa. 12 Sus ojos eran como llamas de fuego, y llevaba muchas coronas en la cabeza. Tenía escrito un nombre que nadie entendía excepto él mismo. 13 Llevaba puesta una túnica bañada de sangre, y su título era «la Palabra de Dios». 14 Los ejércitos del cielo vestidos del lino blanco y puro de la más alta calidad lo seguían en caballos blancos. 15 De su boca salía una espada afilada para derribar a las naciones. Él las gobernará con vara de hierro y desatará el furor de la ira de Dios, el Todopoderoso, como el jugo que corre del lagar. 16 En la túnica, a la altura del muslo, estaba escrito el título: «Rey de todos los reyes y Señor de todos los señores». 17 Después vi a un ángel parado en el sol que les gritaba a los buitres que volaban en lo alto de los cielos: «¡Vengan! Reúnanse para el gran banquete que Dios ha preparado. 18 Vengan y coman la carne de los reyes, los generales y los fuertes guerreros; la de los caballos y sus jinetes y la de toda la humanidad, tanto esclavos como libres, tanto pequeños como grandes». 19 Después vi a la bestia y a los reyes del mundo y sus ejércitos, todos reunidos para luchar contra el que está sentado en el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia fue capturada, y junto con ella, el falso profeta que hacía grandes milagros en nombre de la bestia; milagros que engañaban a todos los que habían aceptado la marca de la bestia y adorado a su estatua. Tanto la bestia como el falso profeta fueron lanzados vivos al lago de fuego que arde con azufre. 21 Todo su ejército fue aniquilado por la espada afilada que salía de la boca del que montaba el caballo blanco. Y todos los buitres devoraron los cuerpos muertos hasta hartarse. Luego Dios reveló en Apocalipsis 19 que en medio de estos eventos; el cielo comenzará a alabar al Señor; los 24 ancianos, los 4 seres vivientes y una inmensa multitud lo alabarán también y es que Dios jamás se escandaliza con nada y los que confiamos en Él, aprendemos a alabarle en cualquier circunstancia. Imagínese que en medio de todo esto; en vez del cielo estar escandalizado; lo que hacen es alabarle, reconociendo que él es Dios en medio de toda situación

Y en los v. 9 – 10: el ángel de Dios le revela a Juan que él era de los invitados a la boda del Cordero y cuando Juan lo confunde y se postra; el ángel le dice:

No me adores a mi, Yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que dan testimonio de Jesús. Y le añade: Adora únicamente a Dios, porque la esencia de la profecía es dar un claro testimonio de Jesús.

Le explica que la razón por la que ha venido es para mostrarte claramente quién es Jesús, es para revelarte quién es Jesús, es para que tu mirada se centre solamente en Jesús.

Dice: 1 Tesalonicenses: 5: 1 - 11: Ahora bien, amados hermanos, con respecto a cómo y cuándo sucederá todo esto, en realidad no es necesario que les escribamos. 2 Pues ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará inesperadamente, como un ladrón en la noche. 3 Cuando la gente esté diciendo: «Todo está tranquilo y seguro», entonces le caerá encima la catástrofe tan repentinamente como le vienen los dolores de parto a una mujer embarazada; y no habrá escapatoria posible. 4 Pero ustedes, amados hermanos, no están a oscuras acerca de estos temas, y no serán sorprendidos cuando el día del Señor venga como un ladrón.[a] 5 Pues todos ustedes son hijos de la luz y del día; no pertenecemos a la oscuridad y a la noche. 6 Así que manténganse en guardia, no dormidos como los demás. Estén alerta y lúcidos. 7 Es en la noche cuando la gente duerme y los bebedores se emborrachan; 8 pero los que vivimos en la luz estemos lúcidos, protegidos por la armadura de la fe y el amor, y usemos, por casco, la confianza de nuestra salvación. 9 Pues Dios escogió salvarnos por medio de nuestro Señor Jesucristo y no derramar su enojo sobre nosotros. 10 Cristo murió por nosotros para que —estemos vivos o muertos cuando regrese— podamos vivir con él para siempre. 11 Así que aliéntense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen.

Usted y yo somos benditos porque estamos invitados a la cena de las bodas del cordero. Por eso es que no tenemos que temer ese día, sino esperarlo con alegría y regocijo; como nos enseña: 1 Tesalonicenses 5: 1 – 11 nos dice que:

  1. Es cierto que el día del Señor llegará inesperadamente.
  2. Que cuando la gente este diciendo que todo está tranquilo y seguro caerá encima como catástrofe.
  3. Que ese día no habrá escapatoria para nadie.
  4. Pero para los que estamos en Cristo no seremos sorprendidos; porque somos hijos de luz.
  5. Los que estamos en Cristo seremos protegidos por la armadura de la fe, y la confianza de nuestra salvación.
  6. Que Dios escogió salvarnos y no derramar su enojo sobre nosotros.
  7. Los que estamos en Cristo viviremos con él para siempre.

CONCLUSION

Juan explica que en medio de todo esto, cuando la humanidad experimentaba el evento más trágico y devastador que jamás vieron; aparece Cristo y la descripción que nos da de Él, es impresionante; porque nos dicen los v. 11 – 21:

Entonces vi el cielo abierto, y había allí un caballo blanco. Su jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque juzga con rectitud y hace una guerra justa. 12 Sus ojos eran como llamas de fuego, y llevaba muchas coronas en la cabeza. Tenía escrito un nombre que nadie entendía excepto él mismo. 13 Llevaba puesta una túnica bañada de sangre, y su título era «la Palabra de Dios». 14 Los ejércitos del cielo vestidos del lino blanco y puro de la más alta calidad lo seguían en caballos blancos. 15 De su boca salía una espada afilada para derribar a las naciones. Él las gobernará con vara de hierro y desatará el furor de la ira de Dios, el Todopoderoso, como el jugo que corre del lagar. 16 En la túnica, a la altura del muslo, estaba escrito el título: «Rey de todos los reyes y Señor de todos los señores». 17 Después vi a un ángel parado en el sol que les gritaba a los buitres que volaban en lo alto de los cielos: «¡Vengan! Reúnanse para el gran banquete que Dios ha preparado. 18 Vengan y coman la carne de los reyes, los generales y los fuertes guerreros; la de los caballos y sus jinetes y la de toda la humanidad, tanto esclavos como libres, tanto pequeños como grandes» 19 Después vi a la bestia y a los reyes del mundo y sus ejércitos, todos reunidos para luchar contra el que está sentado en el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia fue capturada, y junto con ella, el falso profeta que hacía grandes milagros en nombre de la bestia; milagros que engañaban a todos los que habían aceptado la marca de la bestia y adorado a su estatua. Tanto la bestia como el falso profeta fueron lanzados vivos al lago de fuego que arde con azufre. 21 Todo su ejército fue aniquilado por la espada afilada que salía de la boca del que montaba el caballo blanco. Y todos los buitres devoraron los cuerpos muertos hasta hartarse.

Vemos una imagen de Cristo muy diferente a la que muchos están acostumbrados a ver. Aquí nos explica que Cristo el Jinete que su nombre es Fiel y Verdadero; llevaba una túnica bañada de sangre porque El es el Cordero de Dios que derramó su sangre para el perdón de nuestros pecados; su titulo en esta ocasión no era motivo de burla como el nombre que le pusieron en la cruz, que decía en tono de burla ¨Rey de los Judíos¨; sino que esta vez su titulo declara que

El es ¨La Palabra de Dios¨; esto significa que El es el cumplimiento de la promesa de Dios.

Todo esto nos demuestra que cuando Cristo regrese nuevamente; no viene a entregar su vida como sacrificio; sino que vendrá a derribar naciones, a gobernar con vara de hierro, a desatar el furor de Dios y en su túnica llevará otro nombre escrito que dirá:Rey de todos los Reyes y Señor de todos los Señores; al final de todo nos dice que la bestia, junto con todos los ejércitos del mundo se juntaron para luchar contra El Señor; pero fracasaron y fueron derrotados y tanto la bestia, como el anticristo, el falso profeta fueron lanzados vivos al lago de fuego y azufre.

Todo esto nos demuestra que al final de la historia Satanás será derrotado y el pueblo de Dios; aquellos que no se marcaron, los que le servimos, los que lo amamos, los que lo alabamos, los que pusimos nuestra fe en Él, los que lo honramos, los que lo exaltamos, los que le obedecimos; nos dice que al final venceremos con ÉL, viviremos con Él y reinaremos con Él.

Por eso es que no menosprecie todo lo que está viviendo hoy, porque todo lo que hacemos hoy, todo lo que Dios nos esta mostrando hoy, cada servicio, cada alabanza, cada oración, cada reunión, cada discipulado, cada clase de ECC, cada vez que le habla a alguien de Jesús, cada vez que sirve en el ministerio, cada capitulo que lee de la Palabra, cada momento que le da gloria a Dios, son los pequeños eventos que nos están preparando para el gran evento, para el máximo evento de la Segunda Venida de Cristo donde al final nuestra victoria será absoluta y eterna.

La pregunta es:

¿Está listo para ese día? ¿Ese día será para usted un día de gozo y de bendición o de dolor, calamidad y angustia eterna?

Porque la realidad es que Dios jamás quiso, ni quiere que nadie se pierda, porque Él nos amó, nos ama y nos amará; Dios no quiere que usted se pierda, Dios quiere que sea salvo, que disfrute de su gracia, de su bendición y de su amor por la eternidad.

Palabras Finales

No hay mayor ejemplo y bendición que podamos dejar en las generaciones futuras que el que ellos conozcan a Cristo y vean en nosotros la pasión que tenemos por ÉL; porque las generaciones futuras también darán cuenta en este gran día. Por eso viva su fe con pasión y determinación.

Para los que estamos en Cristo el día de la segunda venida, será el evento más esperado de nuestra existencia; para los que rechazan a Cristo, será el evento más trágico y devastador de su existencia; por eso es que tenemos que seguir haciendo lo que hacemos x1+, hablarle a uno más, predicarle a uno más, discipular a uno más, testificarle a uno más; porque el deseo de Dios es que todos se salven y que nadie se pierda, porque en el día del Señor nos daremos cuenta que por la eternidad:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO