Dios Siempre Gana 4

Hasta La Muerte

By Richard Martínez, Pastor Principal, October 25, 2020

INTRODUCCION

Una de las cosas que más perturban y confunden a las personas es la muerte, inclusive muchas personas la ven como la derrota final, como el mayor fracaso; es importante hablar de la muerte en este tiempo en que tantas personas han perdido la vida como resultado de complicaciones por el COVID, porque aun la muerte nos revela que Dios siempre gana.

MENSAJE

Razonando La Muerte

La muerte es uno de esos acontecimientos que no admitimos, que nos da miedo; que nadie quiere que le llegue. Pero es importante que entendamos que la muerte es tan real como la vida, la muerte es tan significativa como el nacimiento y todos los que hemos nacido también vamos a morir. Como nos dice

Eclesiastés 3: 1 – 2 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir”.

A muchos se les hace difícil creer en Dios; porque no entienden la muerte; porque la ven como un castigo, una maldición, una fatalidad, pero la muerte no es nada de eso; la muerte es el boleto a la eternidad, es el paso a lo próximo que Dios ha determinado para nosotros.

Por ejemplo en

Jeremías 1: 5; Dios le dijo a Jeremías: ¨Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes que nacieras, te aparté y te nombré mi profeta…¨.

Aquí podemos ver cómo todos nosotros antes de que nuestros padres se unieran teníamos vida; y no solo eso, sino que ya Dios tenía un propósito para nosotros y por eso tuvimos que dejar el lugar donde teníamos vida en Él; Dios nos depositó en los lomos de nuestro padre para que cuando se uniera a nuestra madre, nos formará en su vientre. Y luego que pasaron los nueve meses, tuviéramos que partir con dolor de parto y salir del lugar donde nos encontrábamos, para nacer a esta nueva vida; pero así mismo un día tendremos que pasar al próximo paso; a la vida eterna, por medio de la muerte.

Si usted cree que fue Dios quien le dio vida, entonces usted debe creer que Dios también preparó la muerte con un propósito mayor que lo que alcanzamos a imaginar o considerar.

Para los que estamos en Cristo no podemos ver la muerte como el fin; porque aun Jesucristo dijo en

Juan 14: 1 – 3: “1 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. 2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? 3 Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy¨

Pero aun así, entendiendo y creyendo en la vida eterna, conociendo todo lo que podemos mirar acerca de la eternidad; si usted me pregunta: ¿Pero porque tiene que ser así? ¿Por qué las personas tenemos que morir? No sabría qué decir. Lo único que sé es que Dios nunca ha dejado de sorprenderme; y algo que sí tengo claro es que el amor de Dios, los planes de Dios, los propósitos de Dios sobrepasan mi entendimiento y el que en nuestro razonamiento limitado no podamos entender algo tan real como la muerte; lo cierto es que no tenemos que entenderla, solo aceptarla.

El Apóstol Pablo explica la muerte así en

1 Corintios 15: 53 – 55: 53 Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales. 54 Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria. 55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?».

El nos enseña que la muerte es un proceso de vida el cual todos atravesaremos y que para los que estamos en Cristo la muerte es una transición donde nuestros cuerpos mortales se transforman en cuerpos que se visten de inmortalidad y listos para heredar, recibir y disfrutar todo lo que Dios nos ha prometido por la eternidad.

Apocalipsis 21 – 22 nos enseña para los que estamos en Cristo que en la vida eterna:

  • Dios vivirá entre nosotros.
  • Él secará todas nuestras lágrimas.
  • No habrá más muerte, ni llanto, ni tristeza, ni dolor.
  • El hará nuevas todas las cosas.
  • Beberemos sin límite del agua de la vida.
  • Heredaremos todas sus bendiciones.
  • No habrá más maldiciones.
  • Veremos su rostro.
  • Tendremos su nombre escrito en nuestras frentes.
  • Reinaremos con Él por siempre.

Paz En La Muerte

Uno de los mayores conflictos con la muerte es que produce un grado impresionante de incertidumbre; por eso es que vemos que muchas personas en el lecho de muerte buscan ponerse a cuentas con Dios, con otras personas etc. Porque es ahí donde la conciencia se activa y si nuestras conciencias no están claras, nos torturan.

Por eso es que una de las Escrituras que más me ministran en relación con la muerte la encontramos en Hebreos 11: 21 ¨ Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara.

Jacob se encontraba en la hora de mayor incertidumbre de cualquier ser humano y nos dice que en el momento de su muerte lo encontraron en posición de adoración apoyado de su vara.

¿Cómo es que un hombre en el momento más trágico de su vida pudo adorar en vez de estar en incertidumbre, triste, o confundido, y es que en aquellos tiempos los hombres generalmente utilizaban varas como instrumento de apoyo para los tiempos en que les esperaba un largo trayecto, la utilizaban para abrirse camino en lugares densos, la utilizaban para defenderse y la utilizaban como cabeceras para descansar.

Pero hay algo en particular que siempre me ha llamado la atención y es que las varas también las utilizaban para registrar los eventos más importantes, dramáticos y trascendentales de sus vidas. Todo lo que marcaba la vida de un hombre era registrado en su vara. En aquel tiempo no había cuadernos o libretas y los hombres escribían los eventos más importantes de sus vidas ahí. , o sea que la vara servía como un diario para el hombre.

En la vara de Jacob; él tuvo que haber registrado todo lo que Dios le habló, todo lo que Dios le prometió; todo lo que Dios hizo en su vida; Me imagino que en su vara estaba escrito el día en que tuvo la visión de la escalera donde veía ángeles que subían y bajaban del cielo; me imagino que también tenía registrado el día que peleó con el ángel y cómo su vida fue transformada y como Dios le cambió el nombre o como Dios lo trajo de regreso a su tierra, como lo había prometido.

Supongo que cuando Jacob atravesaba los momentos más difíciles de su vida, todo lo que tenía que hacer era mirar la vara, leer lo que estaba escrito ahí y ver como Dios lo había rescatado, transformado, cuidado, guardado y eso era más que suficiente para Jacob mantener su fe; porque cuando analizaba su vida, se percataba que Dios siempre lo había amado y siempre estuvo con el.

Por eso es que vemos que en el momento de su muerte en vez de tener miedo, dolor, angustia, tormento; Jacob adoró; porque Jacob se había acostumbrado a ver a Dios, a confiar en Dios, a creerle a Dios,a tener fe en Dios; porque en su vara tenía registrado como Dios había sido fiel, como nunca lo dejó y como nunca lo desamparó y ahora en el momento de su muerte él reconocía que el Dios que nunca lo había dejado; no lo dejaría ahora y en vez de atormentarse, eso lo llevó a adorarle.

Eso precisamente es lo que nos debe dar paz; porque nosotros no usamos una vara; pero tenemos conciencia y cuando analizamos nuestras conciencias y nuestra vida, nos damos cuenta de que Dios siempre nos ha amado, cuando analizamos todo lo que hemos atravesado; nos damos cuenta que Dios siempre ha estado con nosotros, cuando analizamos nuestra historia nos damos cuenta que Dios nunca nos ha dejado y el Dios que nos ha amado, siempre ha estado con nosotros.

¿Como no lo estará en el momento de mayor incertidumbre de nuestras vidas, como no tendrá algo mejor preparado para nosotros, como todo se terminará con la muerte?

Como nos dice en

1 Tesalonicenses 4: 13 – 14 ¨ 13 Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. 14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto.¨

Por eso es importante entender que en el tiempo de nuestra muerte lo que nos dará paz dependerá de:

  • Que tanto le hayamos creído a Dios en vida.
  • Que tan cerca hayamos estado de Dios en vida.
  • Cuánto hayamos conocido a Dios en vida.
  • Cuánta relación hayamos tenido con Dios en vida y que tanto le hemos obedecido.

Esto hará toda la diferencia si en el día de nuestra muerte estaremos en tormento o en paz, en desesperación o adoración.

CONCLUSION

Cuando nuestras vidas las hemos vivido ignorando a Cristo, siendo indiferentes con Cristo, viviendo a medias con Cristo, rechazando a Cristo, fríos en nuestra fe;

la muerte será un evento trágico que afectará nuestras conciencias y lejos de sentir gozo, lo que sentiremos será angustia, tormento, miedo.

No estoy diciendo que para los que estamos en Cristo la muerte no produzca tristeza; por supuesto que sí; pero una cosa es sentir tristeza porque no veremos por un tiempo a nuestros seres amados, porque quisiéramos seguir con ellos; pero otra cosa es sentirse atormentado y angustiado porque nuestras conciencias nos están castigando y ahora no sabemos qué será de nosotros.

Pero cuando nuestras vidas las hemos vivido para honrar, servir, amar, obedecer, adorar, ser fieles y cumplir el propósito de Dios; veremos la muerte como la transición a la nueva asignación que Dios tiene para nosotros, la transición a lo próximo.

Como nos enseña el Apóstol Pablo de su propio proceso de muerte en

2 Timoteo 4: 6 – 8 que dice: ¨6 En cuanto a mí, mi vida ya fue derramada como una ofrenda a Dios. Se acerca el tiempo de mi muerte. 7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel. 8 Ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso; y el premio no es solo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida.¨

Así quiero terminar mi vida; diciéndole a mis hijos tanto naturales como espirituales: Tienes vida; pues sigue peleando la batalla de la fe, sigue corriendo la carrera de la fe; tienes vida, vamos permanece fiel, no te rindas. Te critican, te juzgan, has tenido que llorar, has sufrido; no te des por vencido, pelea, corre, lucha, no te rindas; porque:

  • El premio que te espera es mayor que el dolor que has enfrentado.
  • Porque el premio que Dios tiene preparado es mejor que cualquier cosa que el mundo tenga para ofrecerte.
  • Porque la satisfacción eterna, es mejor que los placeres temporales de este mundo.
  • Vamos no te rindas, porque aún no has visto lo mejor de Dios y lo mejor de Dios está reservado para los que no se rinden y para los que mantengan la fe. Así que pase lo que pase y venga lo que venga no te rindas.

Por eso es que yo he venido a decirte hoy:

¡No te rindas! tu sigue; pelea, corre, sécate las lágrimas; te caíste, entonces levántate, porque aún no has visto lo mejor de Dios; aun no has visto el premio que Dios tiene preparado en la vida eterna; por eso aunque estés sufriendo no te rindas; estás cansado, pero no te rindas, estás desanimado pero no te rindas, pelea la batalla, corre la carrera; pero pase lo que pase, permanece fiel.

El Apóstol Pablo expresa que la razón por la que él tenía paz estando cerca de morir fue porque tenía su conciencia clara, de que en medio de sus batallas, carreras y situaciones había permanecido fiel.

Los que amamos a Dios, confiamos en que El siempre tiene algo mejor para nosotros después de cada proceso que atravesamos en la vida y la muerte no es diferente; Dios también tiene preparado algo mayor y mejor para nosotros al otro lado de muerte; algo que no se compara con lo que hemos visto de Dios.

Por eso es que si usted no está seguro de cómo está su relación con Dios; si usted no ha tomado la decisión de entregar su vida a Cristo. Este es el mejor día para hacerlo y heredar todo lo que Él tiene preparado para usted en la vida eterna.

Lo mejor de Dios nos está esperando en la eternidad y es por medio de la muerte que lo veremos y lo recibiremos; por eso es que aun la muerte nos revela que Dios Siempre Gana.

Palabras Finales

El cómo vivimos nuestra vida hoy, es lo que determinará cómo enfrentaremos la muerte mañana. La mayor herencia que podemos dejarle a nuestros hijos, el mejor legado que le podemos delegar es el ejemplo de cómo vivimos una vida de fidelidad a Dios hasta la muerte; un ejemplo de lo que significa vivir amando, sirviendo, honrando a Cristo hasta la muerte, para que al igual que nosotros ellos vivan para declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO