Dios Siempre Gana 5

Dios En La Oposición

By Richard Martínez, Pastor Principal, November 01, 2020

INTRODUCCION

Una de las confusiones que muchas personas aún tienen; es pensar que Dios existe para nosotros, que Dios existe para nuestra comodidad, que Dios existe para que nos vaya bien en todo, que Dios existe para que no suframos y ese tipo de mentalidad y pensamientos son precisamente lo que nos limita ver el amor, el poder y las victorias de Dios. Porque nuestra visión de Dios está condicionada a lo que estemos atravesando en ese momento.

MENSAJE

El Protagonista De La Historia

Cuando leemos en la Biblia que Dios le dio victorias a diferentes personas, podemos cometer el error de poner a esas personas como el centro de la historia y a Dios como un actor secundario.

Posiblemente la razón por la que podemos llegar a verlo de esa manera, es porque de forma consciente o inconsciente miramos a Dios como nuestro ayudante, el que se encarga de que yo este bien, de que yo viva bien, de que yo luzca bien, de que me vaya bien en todo. Es decir Dios existe solo para eso.

Pero cuando leemos y analizamos con detenimiento las historias, nos damos cuenta que esas personas que vieron a Dios en sus procesos reconocían que no eran los protagonistas de la historia, al contrario; ponían a Dios como el que venía a rescatarlos y socorrerlos.

Tomemos la historia de David y Goliat en 1 Samuel 17. Cuando la leemos en lo primero que nos enfocamos es en el gigante; luego admiramos a David; como se indignó, como quiso la armadura; como manejó la honda; como mató al gigante. Y hay personas que hasta han llegado a la conclusión de que la razón por la que mató al gigante es porque de la región de David los hombres manejaban hondas que cuando lanzaban una piedra, la piedra se movía a tal velocidad etc. y llegamos a todas estas conclusiones donde pareciera que el protagonista de la historia era David y no Dios.

Sin embargo cuando miramos los v. 45 – 47 nos damos cuenta que el mismo David no se consideraba el protagonista de la historia, sino que reconocía que la única razón por la que enfrentó al gigante es porque fue Dios quien lo impulsó; él dijo:

¨Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado. 46 Hoy el Señor te conquistará, y yo te mataré y te cortaré la cabeza. Y luego daré los cadáveres de tus hombres a las aves y a los animales salvajes, ¡y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel! 47 Todos los que están aquí reunidos sabrán que el Señor rescata a su pueblo, pero no con espada ni con lanza. ¡Esta es la batalla del Señor, y los entregará a ustedes en nuestras manos!¨

Vemos que David dijo que él reconocía que era Dios quien conquistaría a Goliat, la palabra conquista significa:

quien entrega a otro atado o dominado; también significa: quien lo entrega para estar bajo la autoridad de…

Como cuando la policía arresta a alguien y lo lleva a la cárcel esposado.

David tenia la convicción de que si Dios no conquistaba a Goliat; el no podría matarlo, en otras palabras el dijo: Yo podré matarte y cortarte la cabeza solo porque es Dios quien te conquistará.

David reconocía que sin Dios él no podría lograr nada, que la única razón por la que llegaría a vencer a su enemigo es porque Dios se lo entregaría, atado y vencido. Y el motivo por lo que lo haría era para que todo el mundo supiera que hay un Dios en Israel y que Dios no necesita espada, ni lanza para rescatar a su pueblo.

En otras palabras, Dios le daría la victoria, no para que se fijaran en David sino para que le dieran la gloria a Él. Cada vez que Dios nos da una victoria, un milagro, cada vez que nos sana, cada vez que nos rescata, no es para nuestra comodidad; porque no somos los protagonistas de la historia sino para que sepamos que Él es Dios, que Él fue quien lo hizo y le demos gloria y honra.

La Bendición De La Oposición

Dios es quien nos da la victoria, pero también es Dios quien nos permite atravesar por la oposición y la complicación. Por ejemplo: Dios pudo dar la orden y Goliat morir de un infarto; o enviar un ángel y matarlo; pero Dios no lo hizo así, aun Dios pudiendo hacer eso, envió a David a enfrentarlo.

Usted se preguntará: ¿porque Dios nos permite pasar por la oposición, por la situación, por la complicación? Porque no hay gloria sin oposición, no hay victoria sin batalla, no hay campeón sin competencia, no hay milagro sin angustia; la manera más certera y clara en la que podemos ver manifestada la gloria de Dios es por medio de mantener la fe y la confianza en medio de la oposición.

Por eso es que aunque Dios sea el protagonista, aunque Dios sea quien vence; nos permite enfrentar la oposición, el dolor y el proceso, para que al final nos demos cuenta que fue Él quien lo hizo y que fue por su amor que nos dio la victoria.

En otras palabras; cuando usted y yo estuvimos en el calor de una batalla, enfrentando momentos duros, cuando estuvimos en medio de la desesperanza, en medio de la desesperación o en medio del dolor vimos cómo es que no teníamos la oportunidad de vencer; como es que pensábamos que moriríamos en esa condición, pero también pudimos ver cómo Dios intervino, como se manifestó, como nos respondió, como nos rescató, como nos cuidó, como nos guardó y eso nos lleva a tener que admirarlo, eso nos impulsa a vivir agradecidos y dependiendo de El.

Hay un gran peligro cuando en nuestros procesos no reconocemos a Dios, cuando llegamos a pensar que fuimos nosotros los que nos salvamos, los que nos sanamos, y aunque no lo expresemos con palabras es muy fácil expresarlo con nuestra forma de actuar, de vivir, de tratar a Dios; se nos puede olvidar muy fácil que si hoy estamos de pie y estamos aquí es gracias a Dios.

Por eso vemos en los versículos 51 – 53 la diferencia entre los que confiaron en ellos mismos, en sus fuerzas, en sus habilidades y entre los que confiaron en Dios. Cuando David venció a Goliat, los filisteos salieron huyendo; porque aquel en el que habían puesto su esperanza y daban gloria había sido derrotado y al Goliat morir también murió la esperanza de ellos.

Por eso mi insistencia en que como padres vivamos el evangelio de una manera apasionada y radical. Porque cuando nuestros hijos nos ven amar a Dios, orar, ir a la Iglesia le estamos dejando un legado y un ejemplo de que quien transformó nuestras vidas fue Dios; cuando nos ven diezmar, le estamos dejando un ejemplo de que vivimos agradecidos con Dios, que nuestra dependencia viene de Él y que lo honramos con todo; cuando nos ven hacer discípulos y servirle; eso les deja un legado y un ejemplo de que vivimos para Dios, porque quien nos sostiene es El.

Pero cuando no nos ven haciéndolo, le enviamos el mensaje de que Dios no es el protagonista de nuestra historia y les puede pasar como a los filisteos, muere su héroe y mueren sus esperanzas.

CONCLUSION

En 2 Corintios 4: 11 – 18 el Apóstol Pablo expresa que la oposición que enfrentaban era que estaban en constante peligro de muerte y vivían cara a cara con ella; pero él decía que ellos seguían predicando, que ellos seguían hacia adelante por amor a Dios y a ellos; él expresa que mientras más personas ganaran para Cristo Dios recibiría mas y mas gloria.

En el v. 16 el dice algo impresionante, el dijo:

16 Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu va renovándose cada día.

El expresó que la fortaleza que ellos tenían para seguir dándole gloria Dios, no provenía de ellos, que la fortaleza que ellos tenían para no rendirse no era gracias a ellos, sino que la fortaleza que ellos tenían para continuar provenía de algo más fuerte , algo que los renovaba, los impulsaba y los fortalecía cada día.

El reconocer que Dios era el protagonista, que era Dios quien lo fortalecía fue lo que lo impulsó a decir en los v. 17 – 18:

¨Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! 18 Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre. ̈

El explica que era Dios quien los motivaba a no rendirse, lo impulsaba a que a pesar de la oposición y las dificultades no se diera por vencido y que se había dado cuenta que aun las dificultades que enfrentaban no era nada comparado con lo que Dios tenía preparado para ellos.

Es lo mismo con nosotros; nosotros tenemos una historia donde hemos visto la oposición, hemos conocido el dolor, hemos visto la angustia, pero también hemos vimos cómo Dios intervino, como Dios peleó, como Dios venció, todos nosotros tenemos una historia que contar acerca de cómo Dios ha hecho algo poderoso, sobrenatural o grandioso, a lo mejor para los demás no fue tan impresionante; pero para usted que lo sufrió reconoce que Dios le permitió ver Su gloria.

Puede ser que en este momento de su vida, usted este pasando por una situación dolorosa, difícil, una oposición terrible, un momento triste, un tiempo de angustia; pero es importante que se dé cuenta que la razón por la que aún permanece , no es porque usted es fuerte, no es porque usted es un buen cristiano, la razón es porque hoy el

Espíritu Santo que está dentro de usted no le deja rendirse;

porque cuando en su carne quiere tirar la toalla el Espíritu Santo lo renueva cada día; porque cuando quiere salir corriendo el Espíritu Santo en usted le vuelve a dar fuerzas y le pide que lo trate otra vez, que crea otra vez , que dependa otra vez , que confie otra vez. Y por más que quisiéramos que ya todo se acabe, el Espíritu Santo en nosotros no nos deja, no nos suelta, nos vuelve a dar fe, nos vuelve a animar, a levantar, a restaurar y eso es lo que nos lleva a mirar que las dificultades que ahora vemos no son nada comparado con lo que Dios tiene preparado para nosotros.

David no peleó contra Goliat porque fue valiente, David peleó contra Goliat porque Dios lo impulsó, porque Dios lo escogió, porque Dios lo posicionó; Pablo no siguió predicando porque era fuerte, sino porque el Espíritu Santo lo fortalecía, del mismo modo pasa con nosotros, seguimos de pie no porque seamos fuertes, sino porque el Espíritu Santo dentro de nosotros nos fortalece.

  • ¿Quién es el protagonista de tu historia?
  • ¿Estás viviendo tu vida de forma tal que reconoces que es gracias a Dios que estás de pie? O
  • ¿Estás viviendo como que fuiste tu quien te salvó, que fuiste tu que cambiastes?

Cuando le entregué mi vida a Cristo; comencé a orar y a orar porque me sentía muy atraído por regresar con mi amante y a las drogas; comencé a leer la Biblia y cada vez que venía ese deseo leía otro y otro capítulo, comencé a participar en todos los grupos, clases, actividades y programas de la Iglesia con el fin de mantenerme tan ocupado que no pudiera llegar a pensar en regresar atrás.

Hoy estoy aquí no porque fui fuerte, estoy porque fui tan y tan débil, tan y tan cobarde, tan y tan frágil que tuve que esconderme en Dios, depender totalmente de Dios porque estaba a un paso de regresar atrás y en el proceso no me di cuenta cuando fue el día que deje de pensar en las drogas, que deje de pensar en regresar con mi amante, cuando fue el día que sentí un amor impresionante por mi esposa; porque el protagonista de mi historia fue Dios, es Dios y seguirá siendo Dios, porque aún vivo a una decisión de cometer cualquier tontería, cualquier ridiculez y solo dependiendo de El es que puedo mantenerme de pie hoy.

Si usted está cansado hoy de la vida que está viviendo y necesita un cambio, usted puede estar a solo un paso de que Dios también sea el protagonista de su vida y que pueda ganar. Porque hoy Dios le está dando la oportunidad de obtener salvación, restauración y perdón. El cambio está en decidirse por CRISTO.

Palabras Finales

Dios nos permite pasar por eventos , no solo para darle gloria a Él, sino para que otros crean y ahora ellos también le den gloria a Él, como sucedió con Israel que cuando vieron la gloria de Dios ellos se movieron en fe y vencieron, como decía Pablo que lo hacía para el beneficio de ellos, para alcanzar a más y más personas. Así mismo cuando usted y yo dependemos de Dios y vivimos para Dios, otros creerán por el testimonio que ven en nosotros.

Por eso es que yo insisto, no se quede callado, no se quede en la comodidad, salga a hablarle a alguien de Cristo, hágalo x1mas, para ganarse a uno mas, bendecir a uno más, discipular a uno más, restaurar a uno más, hasta que todos declaren que

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO