Dios Siempre Gana 7

Que Hacer Cuando No Sabemos Que Hacer

By Richard Martínez, Pastor Principal, November 15, 2020

INTRODUCCION

Todo el mundo en un momento dado de sus vidas ha atravesado un evento o una temporada difícil y complicada, los que aun no lo han atravesado con el pasar del tiempo lo harán, porque los momentos difíciles en la vida son inevitables.

Como vimos la semana pasada no sabemos el porqué tenemos que atravesar este tipo de situaciones; lo que sí sabemos es que cuando Dios nos permite atravesarlas, es porque quiere producir algo mayor en nosotros, algo que tiene mucho más peso que lo que estamos atravesando.

Por esa razón cuando estemos en medio de una situación complicada, entendamos que lo que Dios está formando en nosotros es mucho más grande que lo que podemos imaginar.

MENSAJE

¿Qué hacemos, cuando no sabemos que hacer?

La pregunta nunca debe ser:

¿Cómo evitamos que lleguen estos momentos difíciles? La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué hacemos cuando llegan estos momentos? ¿Cómo reaccionamos ante estas situaciones?.

Cuando nuestra salud está bajo ataque, cuando nuestro matrimonio está bajo ataque, cuando nuestro corazón está bajo ataque, cuando nuestras finanzas están bajo ataque, cuando nuestra familia está bajo ataque, cuando al parecer todo lo que somos está bajo ataque. ¿Qué podemos hacer?. Ya sabemos que Dios siempre gana; pero en el proceso, mientras Él gana en mi situación. ¿Qué hago?

En 2 Reyes 18 nos habla del Rey Ezequías y nos dice en los v. 5 – 7 que:

5 Ezequías confiaba en el Señor, Dios de Israel. No hubo nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después de él. 6 Permaneció fiel al Señor en todo y obedeció cuidadosamente todos los mandatos que el Señor le había dado a Moisés. 7 Por eso el Señor estaba con él, y Ezequías tuvo éxito en todo lo que hizo. Se rebeló contra el rey de Asiria y se negó a pagarle tributo.

Sin embargo por la decisión que Ezequías tomó de honrar a Dios y no continuar pagando tributo al Rey de Asiria, el rey de Asiria decidió invadir Judá. Y nos dice en 2 Reyes 19: 10 – 11 que Senaquerib rey de Asiria le envió una carta a Ezequías donde le decía:

«Este mensaje está dirigido al rey Ezequías de Judá. No dejes que tu Dios, en quien confías, te engañe con promesas de que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. 11 Tú sabes perfectamente bien lo que han hecho los reyes de Asiria en todos los lugares donde han ido. ¡Han destruido por completo a todo aquel que se ha interpuesto en su camino! ¿Por qué serías tú la excepción?¨

Los v. 14 – 19 nos enseñan cómo fue la reacción de Ezequías cuando recibió la amenaza de Senaquerib y nos dice que:

Después de recibir la carta de mano de los mensajeros y de leerla, Ezequías subió al templo del Señor y desplegó la carta ante el Señor. 15 En presencia del Señor, el rey hizo la siguiente oración: «¡Oh Señor, Dios de Israel, tú estás entronizado entre los poderosos querubines! Solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Solo tú creaste los cielos y la tierra. 16 ¡Inclínate, oh Señor, y escucha! ¡Abre tus ojos, oh Señor, y mira! Escucha las palabras desafiantes de Senaquerib contra el Dios viviente. 17 »Es cierto, Señor, que los reyes de Asiria han destruido a todas esas naciones. 18 Han arrojado al fuego a los dioses de esas naciones y los han quemado. ¡Por supuesto que los asirios pudieron destruirlos, pues no eran dioses en absoluto! Eran solo ídolos de madera y de piedra, formados por manos humanas. 19 Ahora, oh Señor nuestro Dios, rescátanos de su poder; así todos los reinos de la tierra sabrán que solo tú, oh Señor, eres Dios».

Observemos algunos conceptos importantes de la reacción de Ezequías:
  • Ezequías no pretendió que no le afectó la amenaza del rey de Asiria.

  • Ezequías entendió en el peligro en que se encontraba.

  • En vez de aparentar; él llevó su situación a los pies del Señor (llevó las cartas al templo y la desplegó ante el Señor).

  • Ezequías expuso su situación, buscó consuelo, fortaleza y dirección por medio de la oración.

  • Ezequías tomó la determinación de poner su confianza en Dios, porque reconocía que él no tenía la capacidad de hacer nada al respecto.

Esta acción de Ezequías; donde no dependió de él mismo, no aparentó estar bien, sino que entendió lo vulnerable que era y dependió de la oración para encontrar dirección y confianza en Dios, provocó el que esa misma noche Dios enviara a su ángel y matara a 185,000 soldados asirios.

Necesitamos entender que la oración no es solo una acción religiosa o algo que hacemos, sino que la oración:

  1. Abre un canal de acceso a la intervención divina de Dios.

  2. Nos lleva a reconocer que el resultado de lo que estamos atravesando no depende de nosotros sino de Dios.

  3. Es mucho más que decirle a Dios lo que Dios ya conoce,

  4. SNos lleva a confiarle a Dios el resultado de nuestras vidas y de nuestra situación.

La oración que nos transforma

Muchos han malinterpretado la oracion; porque piensan que la oración sirve para que Dios haga cosas por nosotros, pero nos se dan cuenta que mas que Dios hacer cosas por nosotros, Dios esta buscando hacer algo en nosotros.

La oración es mucho más que lo que consideramos; porque la oración:

  1. Nos permite la oportunidad de admirar el poder de Dios manifestado en nuestras vidas.

  2. Provoca que lo celestial intervenga en lo terrenal.

  3. Impulsa a que lo espiritual gobierne sobre lo natural.

  4. Da lugar a que el poder de Dios se manifieste en lo que es imposible para el hombre.

Lo que nos lleva a la pregunta que muchos tienen, pero pocos hacen:

¿Por qué tengo que orar si Dios va a hacer su voluntad? O: ¿Por qué tengo que orar; si Dios sabe lo que estoy atravesando?

Es quye cuando oramos en medio de la calamidad, en medio de la desesperación, en medio del dolor y la angustia, la oración no solo servirá para cambiar nuestra situación, sino que también servirá para cambiar nuestro corazón.

Por ejemplo en Zacarías 13: 9 dice:

¨A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré cómo se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios¨

Aquí vemos que Dios nos permite pasar por pruebas con el fin de que las pruebas nos purifiquen y nos refinen como el fuego purifica y refina el oro. Pero la obra de la prueba no tiene un efecto completo en nuestras vidas hasta que esa prueba nos lleva a depender de la oración y la dependencia de Dios.

La definición bíblica para la palabra prueba determina la naturaleza de algo, para ver si es real lo que hay dentro; revela imperfecciones y defectos; pero también cualidades y fortalezas.

Esto nos enseña que como reaccionemos en medio de las pruebas, revelara en realidad lo que hay dentro de nosotros; si ante la prueba: renegamos, nos quejamos, nos deprimimos, nos apartamos, nos desanimamos esa reacción NO produce ningún beneficio en nuestras vidas y las pruebas nos devastarán.

Pero cuando en la prueba que nos purifica y refina, reconocemos que la prueba es más fuerte que nosotros, más dura que lo que esperábamos y dependemos de Dios por medio de la oración,esa prueba nos llevará a reconocer que somos su pueblo y que Él es nuestro Dios y que su amor por nosotros es mayor que cualquier situación que podemos enfrentar en la vida.

Lo que significa que cuando en las pruebas aprendemos a depender de Dios por medio de la oración, la oración nos lleva a un nivel de fe, de confianza y devoción que ni el mismo diablo podrá interrumpir.

También nos dice: Filipenses 4: 6 – 7:

6 No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. 7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.

Aquí nos enseña que lo otro que provoca la oración en nosotros es paz en nuestros corazones, la oración nos lleva no a experimentar cualquier paz, sino la paz de Dios que supera todo lo que podemos entender.

La paz de Dios que supera nuestro entendimiento significa que podemos estar en medio de la situación difícil, trágica, dolorosa y aun así:

  1. Tener paz cuando debemos estar desesperados.

  2. Tener gozo cuando debiéramos estar tristes.

  3. Tener amor cuando quisiéramos odiar.

  4. Tener fuerzas cuando debiéramos estar cansados.

  5. Tener victoria cuando debiéramos estar derrotados.

Todas esas cosas que van en contra de lo que debiéramos estar sintiendo, es lo que supera todo lo que podemos entender y esto es lo que hace la oración; la oración nos ayuda a estar confiados y en paz en medio de cualquier circunstancia. Y no solo eso, sino que la oración nos ayuda a mantener y cuidar la paz mental y emocional, porque nos mantiene viviendo en Cristo Jesús;

porque la oración siempre nos revelará y recordará que Dios nos ama más allá de lo que podemos entender.

CONCLUSION

Dependencia total de Dios

Por último en 2 Corintios 1: 8 – 11 Pablo nos explica cómo la oración nos ayuda en momentos de tribulación y calamidad y dice:

8 Amados hermanos, pensamos que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. 9 De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos. 10 Efectivamente él nos rescató del peligro mortal y volverá a hacerlo de nuevo. Hemos depositado nuestra confianza en Dios, y él seguirá rescatándonos, 11 y ustedes nos están ayudando al orar por nosotros. Entonces mucha gente dará gracias porque Dios contestó bondadosamente tantas oraciones por nuestra seguridad.

El explica que cuando enfrentaron las dificultades en Asia, fueron oprimidos y agobiados a un punto donde pensaban que morirían. Pero se percataron que la razón por la que salieron con vida fue porque la situación los enseñó a no confiar en ellos mismos sino a confiar y depender de Dios; porque reconocían que Dios es tan poderoso que resucita a los muertos. Y añade que como resultado de poner su confianza en Él, Dios los rescató y ahora estaban confiados de que EL volvería a hacerlo; porque ahora vivían solo poniendo su confianza en Dios.

Lo que aprendemos aquí es que cuando estamos en momentos o situaciones complejas, difíciles, complicadas, cuando estamos oprimidos, agobiados, en tribulación, en angustia, depresión o calamidad:

  1. Nuestra primera reacción es luchar en nuestras fuerzas y generalmente eso empeora la situación.
  2. Las situaciones deben enseñarnos que no tenemos la capacidad de resolver nuestros conflictos.
  3. Cuando oramos, estamos reconociendo que nosotros no tenemos la solución, sino que confiamos plenamente en el poder de Dios y no en el nuestro.
  4. Luego el confiar y depender de Dios se convierte en nuestro estilo de vida.
  5. Cuando esto sucede; no hay límites de lo Dios puede hacer en nosotros, por nosotros y a través de nosotros.

Tuve una experiencia que se convirtió en una enseñanza para el resto de mi vida. En una ocasión yo estaba buceando en Puerto Rico y cuando uno bucea uno comienza con 3000 libras de oxígeno en el tanque; lo que significa que si uno va en una dirección y consume 1500 libras, lo más sabio es que uses las otras 1500 para regresar.

Sin embargo antes de regresar me quedaban 700 libras de oxígeno en el tanque. En ese momento me percaté que estaba en aprietos. Lo que hice fue que comencé a subir poco a poco, tratando de consumir la menor cantidad de oxígeno posible. Cuando se me acabó el oxígeno subí; pero estaba aún muy lejos de la lancha, las olas estaban muy altas y la marea muy fuerte y estábamos en alta mar; lo que hice fue que comencé a nadar y nadar tratando de llegar a la lancha; mientras gritaba tratando de llamar la atención del capitán. Pero mientras más nadaba para llegar a la lancha y gritaba para llamar la atención del capitán de la lancha, más cansado, agotado y drenado me sentía y en el proceso las olas me seguían pasando por encima, llegó el momento que ya no tenía fuerzas para seguir; así que en medio del mar, cansado, lo único que me dio por hacer fue echarme para atrás y dejar que me llevara la corriente; porque ya no podía más.

Había tragado tanta agua y estaba tan cansado que perdí la esperanza de que me socorrieran y comencé a desmayarme; cuando ya pensaba que moriría de repente algo me pegó en la cabeza y era el flotador que me lo habían tirado y me llevó de regreso a la lancha.

Estoy seguro que hay personas que se sienten así como me sentía yo en ese momento, que están en medio de una situación complicada, difícil, dolorosa, y están tratando de resolverlas ustedes, están tratando de salvarse en sus fuerzas. Pero si sigues en tus fuerzas vas a desmayar.

Posiblemente hay otras personas que ya están desmayados, que no les queda nada de fuerzas ni para tratar de resolver la situación, que se sienten tan drenados emocionalmente, agotados espiritualmente, cansados sentimentalmente y ya no saben que más hacer, que mas decir y posiblemente hasta se sienten que Dios no los escucha, o que no le importan.

Pero no es así, lo que sucede es que la oración no es un discurso que le damos a Dios o un manual de instrucciones que le damos para que El haga, sino que la oración es como reconocer que no puedo más, que ya no hay más que pueda hacer y aunque no se como ni cuando, no me queda más remedio que simplemente dejarme llevar por la corriente de la gracia, la paz y el amor de Dios.

Yo no sabía si me iban a rescatar, ni como me rescatarían, no sabia cuántos días duraría en alta mar, no sabía cómo iba a ser el desenlace de mi historia y a veces cuando dependemos de la oración nos sucede igual, no sabemos cómo Dios va a contestar; no sabemos cómo lo va a hacer, no sabemos ni tan siquiera si lo va a hacer; lo que sí sabemos es que nosotros en nuestras fuerzas no podemos más.

Lo que he descubierto es que cuando dependo de la oración, no siempre Dios contesta como yo quisiera, pero lo que si se es que Dios siempre viene a mi encuentro, Dios siempre viene a mi rescate, en ocasiones a contestarme como le he pedido y en otras solo a fortalecerme para atravesar lo que quiero evitar.

Si usted se siente desmayado, sin fuerzas, sin voz, sin esperanza, sintiendo que no hay solución; créeme que Dios está atento a su oración.

La mayor oración a la que Dios le presta atención es a la que le decimos que lo necesitamos, que necesitamos que nos ayude, que necesitamos que sea el Señor de nuestras vidas, que le entregamos nuestras vidas.

Palabras Finales

Es posible que esté agotado, esperando que Dios intervenga en su situación, posiblemente lleva tiempo en altamar esperando que Dios le conteste y posiblemente se sienta desmayado; pero quiero decirle que no pierda la esperanza, porque Dios está interesado en contestarle; porque al hacerlo mucha gente dará gracias a Dios y su testimonio servirá para que muchas personas declaren que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO