Jesús 11

Entre Angustiadores y Acusadores

By Richard Martínez, Pastor Principal, February 21, 2021

INTRODUCCION

Cuando tenemos un encuentro con Jesús, nuestras vidas jamás vuelven a ser las mismas; pero tenemos que aprender en medio de los diferentes procesos que experimentamos en nuestra relación con Dios, a alabar en medio de angustiadores.

Cuando se habla de angustiadores o acusadores no se está haciendo referencia a las personas de la Iglesia, sino a que tenemos que aprender a alabar a Jesús, servir a Jesús y honrar a Jesús, cuando todo y todos a nuestro alrededor buscan persuadirnos de NO hacerlo.

MENSAJE

Alabando en Medio de Angustiadores

En el libro de Juan 12 los v. 1 – 6 nos dicen que luego del milagro de la resurrección de Lázaro, Lázaro y su familia prepararon una cena en honor de Jesús y dice en el v. 3: Entonces María tomó un frasco con casi medio litro de un costoso perfume preparado con esencia de nardo, le ungió los pies a Jesús y los secó con sus propios cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume.

Me parece interesante que cuando leemos Juan 11: 53 podemos ver que por el milagro que Jesús hizo en la vida de Lázaro, los fariseos comenzaron a conspirar para matarlo; mientras que por otro lado, por ese mismo milagro María quiso darle lo mejor de ella a Jesús en actitud agradecimiento por lo que hizo.

La Biblia no especifica porque María hizo esto, pero podemos suponer que María estaba tan agradecida con Jesús por resucitar a su hermano que quiso honrarlo con lo mejor que ella poseía.

También vemos en Juan 12: 4 – 5 lo siguiente ¨Sin embargo, Judas Iscariote, el discípulo que pronto lo traicionaría, dijo: 5 Ese perfume valía el salario de un año. Hubiera sido mejor venderlo para dar el dinero a los pobres¨. Inclusive en Marcos 14: 5 nos dice que: ¨Algunos que estaban en la mesa la regañaron severamente¨. En otras palabras regañaron a María por honrar a Jesús, como lo hizo.

Solo María sabía lo que sentía dentro de ella, solo ella sabía cómo latía su corazón, ella conocía el dolor tan grande que sintió cuando su hermano murió y la emoción tan grande que sintió cuando escuchó a Jesús gritar: ¨Lázaro sal de ahí¨ y vio a su hermano salir de la tumba.

Solo usted conoce lo que Cristo ha hecho en su vida, nadie le puede quitar o robar la experiencia de lo que Cristo ha hecho por usted, por esa razón nadie tiene que sentir lo que usted siente, porque solo usted lo conoce. Solo los que hemos visto a Cristo hacer algo poderoso en nuestras vidas conocemos lo que se siente recordarlo.

Sin embargo, cuando queremos endurecer nuestros corazones no importa lo que veamos o lo que presenciamos, simplemente no viviremos agradecidos. Por ejemplo; Judas vio muchos más milagros que María, Judas vio a Jesús detener el viento y el mar, Judas vio a Jesús resucitar no solo a Lázaro, sino a muchos más; Judas vio cuando Jesús multiplicó los panes y los peces; pero aun así consideraba que era un desperdicio la ofrenda de María.

No fue María quien le puso un precio al perfume, sino Judas y los demás que se dejaron influenciar por él, fue Judas quien dijo que: Ese perfume valía el salario de un año. Se estima que el perfume costaría como unos $25,000 hoy en día; y María lo derramó en Jesús, sin que le pesara hacerlo, porque ella vivía agradecida con Jesús, por lo que hizo en su hermano, pasarlo de muerte a vida.

Pero Judas a quien le pesó que alguien honrara a Jesús de esa manera; días después entregaría al mismo Jesús por un promedio de $1000, y días más tarde Judas pasaría de vida o muerte.

¿No le parece interesante ver como hay personas que cuando se trata de invertir o darle a Jesús su tiempo, recursos, dinero, talentos llegan a pensar que es un desperdicio?

Y otros hasta llegan a criticar a los que quieren invertirse en Jesús; porque piensan que es un desperdicio.

Por ejemplo: Una persona puede durar 12 años de su vida estudiando y la gente lo aplaude, pero si invierte 12 horas en Cristo, la gente lo critica y dice que está desperdiciando su vida; un matrimonio puede invertir todos sus ingresos en un negocio y la gente lo felicita, pero si invierte sus tardes haciendo discípulos la gente los critica y les dice que están echando a perder su familia.

Las personas no entenderán el nivel de entrega y el nivel de devoción que usted tiene, porque solo usted conoce cuánto valora lo que Cristo ha hecho en su vida, pero tendrá que decidir, si lo que Cristo ha hecho en su vida es tan significativo y poderoso como para que no le importe lo que los demás piensen o digan y dar así lo mejor de usted a Cristo.

María decidió adorar a Jesús con lo mejor de ella en medio de los que la criticaban y la juzgaban, porque lo que Cristo había hecho por ella, nadie se lo podía quitar.

Alabando en Medio de Burladores

Otro ejemplo se encuentra en 1 Samuel 1 donde vemos a una mujer llamada Ana que no podía tener hijos y que su esposo Elcana tenía otra esposa llamada Penina. Para estos tiempos el que una mujer no pudiera tener hijos era algo humillante, pero encima de todo nos dice los v. 6 – 7 que: ¨…Penina se mofaba y se reía de Ana porque el Señor no le había permitido tener hijos. Años tras año sucedía lo mismo… En cada ocasión Ana terminaba llorando y ni siquiera quería comer¨.

Una cosa es el tener que estar enfrentando una situación dolorosa y otra muy diferente es que alguien constantemente se la este recalcando y burlándose de su dolor sin compasión, hasta el punto que su corazón sea quebrantado. Esto era lo que estaba enfrentando Ana.

Por mucho tiempo Ana, permitió que Penina le robara el gozo, que Penina le robara la paz, pero un día Ana se cansó de la condición en la que vivía y nos dicen los v. 10 – 11 que en vez de confrontar a Penina, en vez de enfocarse en Penina, en vez de razonar con Penina, Ana se levantó y fue a orar. y dice:

̈Ana con una profunda angustia, lloraba amargamente mientras oraba al Señor él hizo el siguiente voto: Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, si miras mi dolor y contestas mi oración y me das un hijo, entonces te lo devolveré. Él será tuyo durante toda su vida, y como señal de que fue dedicado al Señor, nunca se le cortará el cabello”.

Lejos de Ana enfocarse en su enemiga, en su calumniadora, en su rival, en su hostigadora; Ana enfocó su mirada en Dios; en vez de pelear con el problema, Ana decidió buscar a Dios; en vez de perder el tiempo razonando con su calumniadora, Ana invirtió su tiempo en Dios y en encontrar consuelo, esperanza y paz en El.

Sin embargo nos dicen los 12 – 13 que:

¨Mientras Ana oraba al SEÑOR, Eli la observaba y la veía mover los labios. Pero como no oía ningún sonido pensó que estaba ebria. Y le reclamó a Ana¨.

Pero Ana le contestó en los versículos 15 – 16

¨¡Oh no, señor!. No he bebido vino ni nada más fuerte. Pero como estoy muy desanimada, derramaba ante el Señor lo que hay en mi corazón. ¡No pienses que soy una mujer perversa! Pues he estado orando debido a mi gran angustia y a mi profundo dolor¨.

Eli no entendía la magnitud de la angustia, del dolor y del desánimo de Ana, no entendía que Ana estaba desesperada por encontrar consuelo, paz, esperanza, fortaleza en Dios y por eso era que estaba derramando su vida y su mejor alabanza delante de Él.

Cuando uno está en una necesidad profunda por la presencia de Dios, por el consuelo de Dios, por la fortaleza de Dios, la gente no entenderá porque uno ora cómo ora, porque alabas como alabas, porque sirves como sirves, porque vives como vives y es que no lo tienen que entender porque a quien le duele es a uno. Por eso Ana no se resintió sino que le dijo a Eli en otras palabras: Nadie entiende el dolor de mi corazón, nadie sabe el nivel de mi necesidad; estoy orando así porque estoy sufriendo un momento de gran angustia y de profundo dolor.

En ese momento Eli le contestó en el v. 17

̈ En ese caso, ¡ve en paz! Que el DIOS de Israel te conceda lo que le has pedido ̈ y cuando Eli le dio la Palabra a Ana, nos dice el v. 18 que: ̈ Ana se fue, comenzó a comer de nuevo y ya no estuvo triste ̈.

Cuando Ana recibió la Palabra de parte de Dios ya no estuvo más triste; porque cuando llevamos nuestras cargas al Señor en alabanza, en oración, en adoración y en clamor, podemos estar en paz, confiar en que Dios nos ha escuchado y que Él tiene cuidado y todo está bajo su control.

Ana tuvo que aprender a alabar a Dios, a buscar a Dios, a enfocarse en Dios, a no permitir que nada ni nadie le robará la paz, nada ni nadie le robara el gozo, nada ni nadie le robara la esperanza y eso lo logró buscando la presencia de Dios.

Eso es precisamente lo que nosotros tenemos que aprender a hacer; a no permitir que nada ni nadie nos robe la paz, el gozo, la esperanza, la alabanza y la devoción; sino aprender a alabar a Dios en medio de nuestros acusadores, de nuestros transgresores, de nuestros calumniadores, de nuestros burladores y no perder el tiempo con nadie, sino simplemente invertirlo en amar, honrar y glorificar a Dios; porque solo de Dios es que recibimos consuelo y fortaleza.

CONCLUSION

Alabando en Medio de Acusadores

Esta es la misma actitud que vemos en Lucas 7: 37 – 38 donde un fariseo invitó a Jesús a comer a su casa y en medio de la cena; nos dice que:

¨Cuando cierta mujer de mala vida que vivía en la ciudad se enteró de que Jesús estaba comiendo allí, llevó un hermoso frasco de alabastro lleno de un costoso perfume. 38 Llorando, se arrodilló detrás de él a sus pies. Sus lágrimas cayeron sobre los pies de Jesús, y ella los secó con sus cabellos. No cesaba de besarle los pies y les ponía perfume.¨

Ella sintió el rechazo, las miradas, las críticas, pero la necesidad de un cambio que había en su corazón era mayor que toda crítica, que todo comentario, que toda burla y por eso no le pesó postrarse, humillarse y rendirle a Jesús su mayor nivel de adoración y devoción.

Cuando Simón critica a Jesús por aceptar tal gesto de una mujer pecadora, Jesús le hizo la comparación de como cuando llegó a su casa; él lo trató con indiferencia, pero como esta mujer en su condición de pecado lo había reconocido mucho más que él, que lo había invitado.

Luego le dice en el v. 47:

¨Te digo que sus pecados—que son muchos—han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco demuestra poco amor ̈

Con esto Jesús no estaba diciendo que él no tenía pecados, sino que él no reconocía que tenía una necesidad tanto como la que tenía ella.

Lo que llevó a esta mujer a darle a Jesús su mejor alabanza, su mejor adoración, no fue el agradecimiento por un milagro. Esta mujer vino a Jesús por una necesidad urgente de transformación, de renovación, de salvación, de libertad y por eso cuando se enteró donde estaba Jesús; ella llegó a donde Él estaba y se arrodilló llorando y con sus lágrimas lavó sus pies y con sus cabellos los secó y no cesaba de besarlos y ungirlos con perfume. Todo esto mostraba una actitud de arrepentimiento, de necesidad de perdón y transformación.

Esta mujer en su necesidad de ver un cambio en su vida, decidió rendirse, decidió derramarse delante de Jesús y su vida jamás fue la misma porque Jesús le declaró:

̈ Tus pecados son perdonados¨; Tu fe te ha salvado, ve en paz¨.

La expresión ¨ve en paz¨ significaba: que la paz de Dios la acompañara de ahí en adelante, que la paz de Dios la cubriera el resto de su vida.

Así mismo es con nosotros, es posible que usted este cansado de la vida que lleva, que este hastiado, que haya tratado de cambiar y no haya encontrado cómo lograrlo ; hay personas que llevan años batallando con una situación, una adicción, un resentimiento y saben que no quieren seguir viviendo en esa condición, pero no saben que hacer, no saben cómo salir, han tratado de cambiar y no pueden.

Esta mujer nos da la clave, ella no vino a Jesús por su perfección, ni porque era seguidora, inclusive aún Jesús no había hecho nada por ella; ella vino porque tenía una necesidad en su alma, ella tenía una necesidad urgente en su corazón, una necesidad de cambio en su vida y buscó a Jesús para que su vida fuera transformada y es lo mismo que podemos hacer nosotros; buscar a Jesús, postrarnos delante de Él y reconocer que no podemos más, que lo necesitamos urgentemente.

Hoy usted puede venir a Jesús. Si está cansado de la vida que lleva, si siente que no puede más, si piensa que no hay esperanza; no permita que nadie lo limite, derrame su vida delante de Él.

La Biblia nos dice en Juan 11: 3 que cuando María ofreció adorar a Jesús de la manera que lo hizo:

¨La casa se llenó de la fragancia del perfume¨;

ni la crítica de Judas, ni de los demás, pudo evitar que la fragancia de la adoración llenara la casa; la adoración siempre será mayor que todo ataque del enemigo, que toda situación que atravesemos, la adoración siempre prevalecerá sobre la maldad.

Cuando adoramos, nada puede evitar la fragancia de la adoración. Por eso el Salmista dijo en el Salmo 27: 6

¨Entonces mantendré mi cabeza en alto, por encima de los enemigos que me rodean. En su santuario ofreceré sacrificios con gritos de alegría, y con música cantaré y alabaré al Señor.¨

El dijo que lo que lo mantenía por encima de sus enemigos que lo rodeaban era su enfoque en Dios por la alabanza; lo mismo hizo Ana, decidió que su alabanza, su devoción y su búsqueda fuera por encima de su dolor; lo mismo hizo la mujer de mala vida, no permitió que nada limitara su adoración.

Del mismo modo no permitamos que nada ni nadie nos impida, nos limite, nos estorbe y vivamos dándole a Dios lo mejor de nosotros, porque es cuando le damos lo mejor de nosotros que viviremos para declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO