Desiertos 1

De la Incertidumbre al Propósito

By Richard Martínez, Pastor Principal, March 12, 2021

INTRODUCCION

En esta nueva serie de mensajes titulada “Desiertos” estaremos hablando de cómo Dios en muchas ocasiones nos permite o nos dirige por un desierto con un propósito mayor del que podemos imaginar.

Cuando miramos en la Biblia los diferentes procesos de desiertos que atravesaron algunas personas podemos observar lo siguiente:

  1. Dios los estaba sacando de un lugar.
  2. Para llevarlos a un destino mejor o un destino determinado.
  3. El desierto no era el destino, el desierto era el proceso.
  4. El desierto era el proceso para producir en ellos lo necesario no solo para llegar a su destino, sino para permanecer en él.

Sin embargo,

el desierto es un lugar árido, escasamente habitable y en el que no se puede vivir permanentemente y así mismo son los procesos de desierto en nuestras vidas.

Los desiertos en nuestras vidas son procesos o situaciones difíciles que no están diseñados para que vivamos permanentemente ahí ; aunque si podemos llegar a acostumbrarnos a vivir en ellos.

MENSAJE

El Dolor de la Incertidumbre

Los desiertos producen retos a los que no estamos acostumbrados, es muy fácil perderse en ellos, sacan lo mejor o peor de nosotros y por eso es que las temporadas o procesos de desiertos son tan difíciles y desagradables.

Cuando tomamos el reto del ministerio, del matrimonio, de establecer una familia, de un negocio, de un cambio de vida, de comprar una casa o tomar una decisión significativa en nuestras vidas, este reto; puede venir acompañado de un proceso de desierto, de un proceso difícil que en ocasiones es doloroso y si no nos preparamos para enfrentarlo, podemos dejarnos morir en el.

No hay nada garantizado en la vida, ninguna decisión que tomemos nos garantiza que no atravesaremos conflictos, dolores, amarguras; inclusive toda decisión puede venir acompañada de conflictos o situaciones difíciles, de temporadas complicadas y si no nos preparamos para enfrentarlas y para soportarlas, dejaremos que la tristeza, la amargura y el dolor nos domine y terminemos rindiéndonos ante las circunstancias.

Abram no fue la excepción, en Génesis 12: 1 - 3 Dios le dijo a Abram.

El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. 3 Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti”

En otras palabras Dios le dijo a Abram: te voy a bendecir, haré de ti una gran nación, serás bendición; pero para que eso suceda: tendrás que dejar tu patria, a tus parientes, a la familia de tu padre e ir a la tierra que te mostraré. Es decir; Abram si quieres ver lo que voy a hacer contigo, tendrás que estar dispuesto a dejar tu comodidad, a salir de su zona de confort y confiar en mí, mientras te atravieso por un desierto.

Abram vivía en una tierra de idolatría, donde su padre rendía culto a dioses y Dios lo estaba llamando a salir de ese estilo de vida, de abandonar ese ambiente, pero para eso Abram tenía que atravesar el desierto.

Hay ocasiones que Dios nos esta tratando de sacar de donde nos encontramos, nos esta tratando de sacar del ambiente tóxico, dañino, en el que nos encontramos para llevarnos a una tierra de bendición, para darnos un propósito en la vida;

pero como hemos vivido tanto tiempo en ese ambiente y hemos aprendido a sobrevivir en esa condición

se nos hace difícil tomar una decisión de cambiar y en ocasiones preferimos quedarnos en la misma condición que creerle a Dios por algo nuevo y mejor.

Esto también puede ocurrir con nuestra manera de ser, con nuestras actitudes, con la forma en la que tomamos decisiones. Por ejemplo hay personas que no les gusta vivir en amargura, pero como ya aprendieron a sobrevivir así; cuando Dios los llama y les ofrece una vida mejor, una vida de paz y gozo, se les dificulta creer que eso pueda ser posible.

Hay personas que van de una relación tóxica en otra y cuando Dios ahora les ofrece una vida mejor, una familia de bendición, un futuro más prometedor; pero que para ello tienen que confiar y esperar en Él, se les hace difícil, porque ya han aprendido a sobrevivir en medio de relaciones tóxicas y dañinas.

Dios estaba llamando a Abram a salir de la condición en la que se encontraba, para experimentar una vida mejor, un futuro de bendición, una vida relevante y la decisión no era fácil; porque para lograrlo Abram tenía que pasar por un desierto conocido como Neguev que significa tierra seca.

Camino de Sequía

Nadie quiere atravesar una temporada de desierto, un tiempo de incertidumbre, un tiempo de dolor, de angustia, de soledad, de sequía, aunque eso signifique que lo mejor de Dios está al otro lado; pero si confiamos en Dios, nos daremos cuenta que los desiertos en nuestras vidas nos ayudarán a desarrollar en nosotros áreas que son importantes y que nos sirven para el cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas.

Y ese es el mayor problema cuando estamos en momentos difíciles o en desiertos, que al no entender que Dios tiene un plan mayor y que nuestro desierto por duro, difícil y doloroso que sea nos está llevando a un destino, podemos confundirnos en el proceso; como cuando una persona está en medio del desierto que no sabe para donde ir, ni qué dirección tomar. Pero si soportamos el proceso nos daremos cuenta que los desiertos de la vida:

1. Nos enseña a depender de Dios.

Aprender a depender de Dios es importante, porque la mayoría de los problemas que buscamos vienen como consecuencia de nuestras decisiones; algunos de nosotros debemos admitir que estamos donde estamos porque no dependimos de Dios y tomamos decisiones que terminaron afectandonos.

Es importante también porque lo que cada cual estamos atravesando hoy en día no será el único problema que tendremos en la vida, tendremos algunos más grandes, constantes, dolorosos etc. y si mientras más rápido aprendemos a depender de Dios, más fe tendremos para enfrentar lo que venga más adelante.

Abram pasó varios procesos que le enseñaron a depender de Dios:

  1. En Génesis 12 tuvo que salir al desierto;

  2. En Génesis 13 tuvo que separarse de su sobrino que era como su hijo;

  3. En Génesis 14 tuvo que salir a la guerra contra guerreros cuando él solo tenía algunos criados; pero en todos estos procesos pequeños en los que Abram vio la mano de Dios, lo enseñaron a depender de Él.

El Apóstol Pablo también expresó como él aprendió a depender de Dios en 2 Corintios 1: 8 - 10 cuando explicó el proceso que ellos atravesaron en Asia, donde los obligó y enseñó a dejar de depender en ellos mismos y comenzar a confiar y depender de Dios.

Cualquiera que sea la situación que puedas estar pasando en este día, debemos comenzar a depender de Dios, sea grande o pequeña, depende de Dios en oración y en la Palabra, porque cuando dependemos de Dios también descansamos en Dios.

2. Forma nuestro carácter.

Dios está más interesado en la formación de nuestro carácter que en nuestra comodidad y en los desiertos, porque aunque pasar un desierto sea un proceso difícil y doloroso nos ayuda a formar nuestro carácter.

¿Por qué la formación de carácter es importante? Porque es lo que nos sostiene firmes en los procesos de la vida. Porque cuando nuestro carácter es formado, nada nos moverá de la verdad, nada nos limitará de alcanzar lo que Dios tiene para nosotros.

Abram fue tan quebrantado por los procesos que Dios lo llevó a atravesar, que vemos que en Génesis 17 que cuando tuvo otro encuentro con Dios; esta vez Abram se postró, esta vez Abram no quiso que pasara más tiempo sin que Dios hiciera en él, lo necesario.

La manera más efectiva en que nuestro carácter sea formado es a través de los desiertos de nuestra vida y aunque es complicado de aceptar, lo cierto es que es así. En mi vida yo he visto que cuando Dios me pasa por un desierto, es porque quiere formar algo de mí carácter.

El Apóstol Pablo explicó en 2 Corintios 12: 7 - 8 que su proceso doloroso vino como consecuencia de que Dios quería formar sus caracter; él dijo:

¨Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso. En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. ̈

CONCLUSION

3. Vemos lo sobrenatural de Dios.

No es que Dios nos tenga que pasar por situaciones para ver lo sobrenatural de Él. Pero los desiertos en nuestra vida son tan duros y dolorosos que nos hace sensibles y eso nos ayuda a estar a la expectativa de lo que Dios va a hacer.

Abram vio lo sobrenatural de Dios , en Génesis 22 Dios le pidió a Abram que sacrificara a su hijo y fueron 3 días en los que Abram tuvo que caminar por el desierto y ese debe haber sido el camino más doloroso y difícil; ese debe haber sido el desierto más largo que Abram tuvo que haber atravesado.

Me imagino a Abram esos 3 días, debatiendo si obedecia o no a Dios; en sí había sido Dios quien le había hablado o no; en si seguía el camino o no.

Hay momentos en que somos retados a obedecer porque de ello depende si vemos lo sobrenatural de Dios o no.

Hay personas que en sus desiertos, desertan, se rinden, reniegan, se apartan, se limitan y siempre se quedan cortos en ver lo sobrenatural de Dios operando en sus vidas, se quedan cortos en ver el propósito de Dios completado en sus vidas.

A pesar de lo difícil, doloroso, duro, complejo, complicado que ese desierto haya sido para Abraham, el persistió, el confió, el continuó porque Abram había aprendido a depender de Dios y su carácter había sido formado y ahora lo que había aprendido de sus desiertos anteriores, no le permitia rendirse en este nuevo proceso de su vida.

Por eso es que vemos a Dios que le declaran en Génesis 22: 16 - 18

¨El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que 17 ciertamente te bendeciré. Multiplicaré tu descendencia hasta que sea incontable, como las estrellas del cielo y la arena a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos; 18 y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Todo eso, porque me has obedecido. ̈

Debemos entender que el propósito que Dios tiene para nosotros, el destino que Dios tiene para nuestras vidas, es muy probable que venga acompañado de un desierto; pero el desierto no es nuestro destino final; el desierto es solo el camino que nos prepara y nos equipa para el destino y el propósito que Dios tiene para nosotros.

Pero aún sabiendo esto, la realidad es que los desiertos no dejan de ser duros, difíciles, complicados, dolorosos y lo cierto es que no es un proceso agradable.

Pero el mayor peligro está en que no hay atajos a nuestros desiertos, no hay un shortcut, solo tenemos que atravesarlo; la diferencia está en cómo lo hacemos, si renegando, apartandonos, quejándonos, deprimiendonos; o lo atravesaremos confiando, alabando, sirviendo, clamando.

No sé qué desierto pueda usted estar atravesando en este dia; posiblemente esté atravesando el desierto más duro o posiblemente ya ha atravesado tantos desiertos en su vida que está cansado de ellos, pero sea uno o el otro diga como dijo Job , porque Job también pasó por el proceso de ver lo sobrenatural de Dios; Job después de atravesar el desierto más terrible que cualquier ser humano pudo atravesar donde perdió su estabilidad económica, su estabilidad social, perdió a todos sus hijos; nos dice que Job declaró en Job 19: 23 - 26

̈Oh, que mis palabras fueran grabadas; oh, que quedaran escritas en un monumento, talladas con cincel de hierro y rellenas de plomo, y labradas en la roca para siempre. Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios!¨.

En su desierto Job estaba seguro que Dios se manifestaría.

Nuestro Redentor vive y se llama Jesus; y si en este día, en medio de tu proceso, en medio de tu desierto, en medio de esos momentos en los que quieres tirar la toalla, salir corriendo, le entregas tu vida a El y pones en Él tu confianza, será todo lo que necesitas para atravesar ese desierto y el otro y el otro en victoria.

Los desiertos de la vida son tan dolorosos que nos quebrantan; pero si No nos rendimos en el proceso, el produce lo mejor en nosotros, forma nuestro carácter; nos enseña a depender de Dios; y podemos llegar a ver lo sobrenatural de Dios.

Por eso vemos que Job al final de su proceso declaró en Job 42: 5

̈ Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos¨.

Yo quiero ver a Dios, yo anhelo ver lo que Dios tiene para mí vida, por eso es que no me puedo rendir en mis desiertos; porque yo se que al final viviré para declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO