Desiertos 10

Presión en el Desierto

By Richard Martínez, Pastor Principal, May 16, 2021

INTRODUCCION

¿Alguna vez le ha sucedido que le llega una situación tras otra y siente una presión tan fuerte que no sabe qué hacer, ni cómo reaccionar? ¿Que se hace en ese momento? ¿Cómo se reacciona ante la presión que llega para agobiarnos? De eso estaremos hablando el día de hoy.

MENSAJE

La Presión del Corazón

Muchas personas cuando se encuentran bajo una presión extrema pueden terminar en depresión, otros pueden terminar afectados en su salud, su estado de ánimo; en ocasiones algunas personas se han quitado la vida por la presión que sienten, otros han terminado divorciados o cometiendo algunos de los errores más terribles de sus vida.

Una de las cosas con la que más los pastores tienen que lidiar es con la presión; porque los pastores tienen la obligación de continuar haciendo lo que fueron llamados a hacer no importando el nivel de presión en el que se encuentren; por eso es que es considerada una de los cinco profesiones de más presión en los Estados Unidos y uno de los de tercer mayor índice de muerte prematura.

Pero no solo los pastores operan bajo presión; cantidad de padres, de esposos, de esposas y de madres vivimos enfrentando desafíos, conflictos, problemas y desiertos que causan una presión impresionante en sus vidas, porque cuando no se trata con esos asuntos, pueden llevarnos al colapso emocional, espiritual, natural, y familiar.

En Números 20 vemos lo que puede suceder cuando operamos bajo presión

  • Miriam la hermana de Moises murió. (v. 1)
  • Como no había agua para la gente beber, ellos se rebelaron contra Moises y Aaron; a la vez el mismo Moisés tenía sed. (v. 2)
  • El pueblo culpó a Moisés de la condición en la que estaban viviendo. (v. 3)
  • Lo acusaron de que los había llevado para morir. (v.4)
  • Lo criticaron y acusaron que los obligó a salir de Egipto. (v. 5)

En otras palabras, el nivel de presión que Moisés estaba enfrentando era impresionante; la presión en la que se encontraba en ese momento era frustrante.

En los v. 6 - 7 vemos que cuando Moisés se vio bajo presión tomó algunas decisiones favorables; por ejemplo:

  • Moisés se apartó del pueblo.
  • Fueron al tabernaculo.
  • Buscaron a Dios.
  • La presencia de Dios se apareció.

Luego en el v. 8 Dios le dio a Moisés y Aarón unas instrucciones bien específicas y le dijo que: Tomara la vara; reuniera al pueblo y hablara a la roca y saldria agua.

Sin embargo la presión en la que Moisés se encontraba era tan fuerte que en vez de seguir las instrucciones que Dios le había dado, hizo lo que ya estaba acostumbrado y que había funcionado en el pasado; porque nos dice en los v. 9 - 11 que Moisés: *tomó la vara, reunió al pueblo pero en vez de hablarle a la roca, golpeó la roca dos veces. *

Este error de Moisés causado por la presión llevó a que Moisés se vio limitado de entrar en la Tierra Prometida como Dios le había prometido.

El Peligro de la Presión

El peligro de la presión es que nos puede llevar a tal confusión que nos sucede como Moisés que en el proceso recurrimos a lo que estamos acostumbrados, a lo que ya conocemos. Por ejemplo, la razón por la que Moisés golpeó la roca es porque ya una vez en Éxodo 17 en ese mismo desierto; había ocurrido lo mismo y en esa ocasión nos dicen los v. 5 - 6 que las instrucciones que Dios le dio a Moisés fue que Dios se pararía sobre la roca y Moisés la golpearía y saldría agua.

Por eso es que Moisés en esta ocasión, se apartó del pueblo, fue al tabernáculo, buscó a Dios y la presencia de Dios se apareció; pero cuando Dios le dio instrucciones a Moisés de que hacer; Moisés no escuchó las instrucciones, no prestó atención o simplemente se enfocó en hacer lo que estaba acostumbrado.

Cuando estamos bajo presión es fácil volver a lo acostumbrado, volver a los patrones viejos, volver a las conductas que una vez teníamos, porque cuando se está en este estado no analizamos bien las consecuencias y generalmente volvemos a hacer uso de la vieja naturaleza y esto puede llevarnos a cometer errores devastadores.

Es por eso que nos dice Efesios 4: 21 - 24:

Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, 22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. 23 En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. 24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.

Debemos preguntarnos: ¿Cómo reaccionamos cuando estamos bajo presión? ¿Cómo nos comportamos cuando estamos bajo presión? ¿Qué hacemos cuando estamos bajo presión?

Esto es importante porque la presión nos puede llevar a cometer los peores errores de nuestra vida y luego para reparar, arreglar y restaurar lo que ocasionamos bajo presión es muy difícil y el daño que podemos causar puede ser irreparable.

Si tomaramos un Jarrón, se nos quebrara, y quisiéramos repararlo; por más que tratemos de poner las piezas nuevamente, es casi imposible y aún cuando lo lográramos no quedaría igual y los daños serían an irreparables en el corazón y en las vidas de los que amamos.

Moisés se apartó; fue al Tabernáculo; buscó a Dios y recibió instrucciones de Dios.

Lo mismo sucede con nosotros, cuando estamos bajo presión por lo general hacemos lo que sabemos: nos apartamos de la situación, vamos a la iglesia, buscamos a Dios y la presencia de Dios nos cubre, nos llena etc.

  • ¿Pero qué sucede cuando a pesar de que la presencia de Dios nos llene, de que oramos, de que hacemos todo lo que sabemos hacer, aún la presión nos agobia y nos oprime y terminamos frustrados, terminamos en amargura, terminamos confundidos?

  • ¿Por que a pesar de que hacemos lo que tenemos que hacer, aún sentimos este peso en nuestras mentes o nuestros corazones que no soportamos?

  • ¿No es cierto que en ocasiones cuando estamos bajo presión y hacemos todo lo que nos han enseñado a hacer, usamos todos los recursos que conocemos y aún nos sentimos abrumados por la presión?

CONCLUSION

Venciendo la Presión

Debemos tener presente y muy claro que

la presión viene como resultado de una fuerza, de una condición, de una situación externa que viene a afectarnos en lo interno;

es por eso que ve que el problema económico externo, el problema matrimonial externo, el problema familiar externo, el problema en nuestro trabajo externo, causa presión en lo interno, en la mente, en nuestras emociones, en nuestro espíritu y en nuestros pensamientos.

Todos vivimos bajo algún nivel de presión; pero el remedio a las presiones de la vida no es evitarlas, porque no se pueden evitar; el remedio no es pelear contra ellas; sino que el remedio es llenarnos tanto en lo interno, para que la presión que se produce en lo externo no nos lleva a colapsar.

En otras palabras, tenemos que buscar que en lo interno de nosotros acontezca, se produzca y se manifieste algo más fuerte que la presión que proviene de lo externo.

La mayoría de nosotros cuando oramos, cuando buscamos a Dios, cuando servimos, cuando clamamos, cuando ayunamos, cuando hacemos todas estas cosas que sabemos hacer, lo hacemos con el fin de evitar la situación o la presión; pero nuestra oración tiene que cambiar.

Por ejemplo nos dice 2 Corintios 4: 7

¨Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos.¨

El Apóstol Pablo no está diciendo que lo que les permite soportar las dificultades no es que sean fuertes, no es que su fe es fuerte, no es que su conocimiento sea fuerte, no es que su carácter es fuerte, más bien lo que él está diciendo es que somos tan débiles como una vasija de barro; pero que el gran poder que se ve en ellos proviene de Dios.

Luego en los v. 8 - 10 él añade que por todos lados les presionaban las dificultades, pero no se sentÍan aplastados; que estaban perplejos, pero no caían en la desesperación, que estaban derribados, pero no destruidos; pero que la razón que podían soportar todo esto era por el Cristo que estaba en ellos.

Por último en los v. 16 - 18 él expresa que: la razón por la que a pesar de que sus cuerpos estaban muriendo, no se daban por vencido no era porque tenían una gran unción, una gran revelación; sino que la razón por la que podían soportar sin darse por vencido era porque su espíritu se renovaba cada día; al punto que las dificultades que estaban atravesando eran pequeñas comparadas con la obra que Dios estaba produciendo dentro de ellos.

En otras palabras, la obra que Dios estaba produciendo dentro de ellos, la obra en lo interno, era mayor que las tribulaciones y dificultades que experimentaban en lo externo y aunque sentían la presión en lo externo, esto no afectaba la obra que se había producido en lo interno.

Por eso es que si usted dice: Es que yo no puedo más, estoy cansado, no puedo seguir, no puedo aguantar, quiero tirar la toalla, es entendible y normal.

Inclusive el mismo apóstol Pablo pasó por otra situación que él lo describe como que un enviado de Satanás que lo atormentaba y el describe en 2 Corintios 12: 7 que el dolor que sentía era como una espina enterrada en su carne, o sea un dolor terrible, una presión horrible, una tribulación violenta.

Luego él describe que el dolor y la presión era tan fuerte que en tres ocasiones le suplicó al Señor que le quitara esa presión, que le quitara ese aguijón, ese dolor, esa tribulación y nos dice el v. 9: Cada vez él me dijo:

«Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad».

Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.

No es que Dios estaba disfrutando como Pablo se hacía fuerte en su fe, sino que Dios le estaba mostrando, mientras dependas de ti, el dolor y la presión serán más intensas, pero cuando confíes en mí, cuando dependas de mí, cuando me busques a mí, cuando me mires a mí te darás cuenta que mi poder actúa mejor en tu debilidad, mi poder actúa mejor cuando te das cuenta que no puedes más, mi poder actúa mejor cuando se acaban tus fuerzas.

Y eso es lo mismo que Dios quiere mostrarnos; no se trata de cómo nosotros soportamos la presión, no se trata de orar para que se vaya la presión, no se trata de creernos que somos fuertes, sino que se trata de pedirle a Cristo que su poder se manifieste en lo interno, en nuestro corazón y que ahora en el proceso sea por sus fuerzas que soportamos las presiones de la vida.

La forma en la que comenzamos permitiendo que su poder actúe en nosotros es rindiendo nuestras vidas a Cristo, donde le decimos que no podemos más, que no queremos seguir ni un solo dia sin El, que nos sentimos vacíos y solos y lo necesitamos a El.

Es necesario que nuestra oración, nuestro clamor en este dia no sea Señor quita esta presión de mi vida, porque si lo hace, vendrán otras y luego otras, sino que nuestro clamor sea: Señor enséñame a reconocer que tan débil soy y que dependo de ti, porque deseo que Tu poder se manifieste en mí vida y me fortalezcas en lo interno, para no permitir que las presiones de la vida me lleven a negar la fe, a rendirme, a desanimarte; sino que en todo tiempo yo pueda vivir para declarar que. . .

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO