CAOS En La Familia 5

Ataduras vs Avivamiento Familiar

By Richard Martínez, Pastor Principal, July 04, 2021

INTRODUCCION

La semana pasada hablamos de las consecuencias familiares y el día de hoy hablaremos de las Ataduras.

MENSAJE

Ataduras

Muchas personas piensan y enseñan que las ataduras son una manera en la que el diablo toma al cristiano y lo encadena de forma tal que solo se puede desatar si se dedica por un tiempo a la oración, o a no ser que alguien ore por él.

Hay personas que piensan que una familia atada es una familia en la que el diablo se metió e hizo estragos y con esto no estoy diciendo que no hay una influencia del diablo en algunas situaciones familiares, pero sí debemos tener cuidado al acusar al diablo sin antes analizar si lo que estamos viviendo en la familia es producto de nuestros comportamientos y conductas.

Cuando miramos a la luz de la Escritura podemos ver que una atadura es una conducta aprendida, conducta que no encontramos como cambiar o se nos dificulta cambiar; de la misma forma las ataduras familiares se pueden describir como conductas aprendidas que no vencemos y que nos llevan a desarrollar comportamientos que producen consecuencias y caos en la familia.

Para ilustrar esto, veamos algunos ejemplos de familias que se vieron afectadas y miremos si fue el diablo o producto de una conducta aprendida lo que terminó afectando sus vidas y familias.

Por ejemplo en 2 Samuel 11 vemos que el rey David se enamoró de una mujer casada llamada Betsabé; cuando David la vió la deseó tanto que la mandó a traer aunque le advirtieron que era una mujer casada. Esta decisión de David desencadenó una serie de eventos, porque en el proceso Betsabe quedó embarazada y David mandó a matar a su esposo.

En esta historia la Biblia no menciona al diablo, ni lo hace responsable, sino lo que vemos son ciertas conductas que David desarrolló y que por consiguiente dio lugar a un pecado muy desagradable.

Por eso es que cuando el profeta Natan va a David nos damos cuenta de cómo fue que David llegó hasta ese punto; nos dice en 2 Samuel 12: 7 - 10

¨… El Señor Dios de Israel, dice: “Yo te ungí rey de Israel y te libré del poder de Saúl. 8 Te di la casa de tu amo, sus esposas y los reinos de Israel y Judá. Y si eso no hubiera sido suficiente, te habría dado más, mucho más. 9 ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor e hiciste este acto tan horrible? Pues mataste a Urías el hitita con la espada de los amonitas y le robaste a su esposa. 10 De ahora en adelante, tu familia vivirá por la espada porque me has despreciado al tomar a la esposa de Urías para que sea tu mujer”.¨

Cuando Natan confronta a David le revela el cómo llegó hasta ese punto y le muestra que:

  1. David había sido desagradecido con Dios (v. 7 - 8).
  2. David llegó al punto que despreció la palabra del Señor y esto lo llevó a cometer este acto tan horrible (v. 9).
  3. David perdió el temor a Dios (v. 9).
  4. Todo esto produjo consecuencias graves para su familia.

Pero lo que podemos ver es que ahora podemos entender porque en la casa de David sucedieron actos tan atroces, no porque el diablo se haya metido; sino porque lo que Amon aprendió de David su padre es que si le gustaba una mujer usara la manipulacion y la influencia para acostarse con ella y por eso cometió el horrible acto de violar a su hermana.

Cuando David se ve confrontado por Natan, David tampoco acusa al diablo, él no menciona al diablo, sino que en el v. 13 David lo que dijo fue:

He pecado contra el Señor,

David no dijo que el diablo lo ató, sino que David simplemente aceptó que él era el responsable de los actos horribles que cometió.

Pero la atadura sobre su vida, se hace más clara cuando Natan le dice en el v. 14:

¨Sin embargo como has mostrado un total desprecio por la palabra del Señor con lo que hiciste, tu hijo morirá.

Una atadura se puede aún describir más como conductas aprendidas, que nos afectan a nosotros y los que nos rodean y que nos llevan a despreciar la palabra de Dios en nuestras vidas y nos desvían a una vida de desobediencia a Dios.

Ataduras Provocadas Por Los Padres

Muchos de nosotros estamos viviendo hoy conforme a las conductas que aprendimos de nuestros padres y eso se puede convertir en una atadura; algunas personas que se criaron en un ambiente de contienda, peleas o manipulaciones aunque lo detesten, aún así; eso se puede convertir en una atadura en sus vidas, en una conducta aprendida y en un patrón aprendido de los padres.

Hay personas que están viviendo el resultado de las enseñanzas y los ejemplos de sus padres

y aunque no quisieran, aunque no estén de acuerdo, hay patrones y conductas que están bien cimentados en sus vidas; porque fue en el ambiente en el que se criaron.

Esto lo vemos en: 1 Reyes 22: 51 – 53 que dice:

¨51 Ocozías, hijo de Acab, comenzó a gobernar Israel en el año diecisiete del reinado de Josafat en Judá; reinó en Samaria dos años. 52 Él hizo lo malo a los ojos del Señor al seguir el ejemplo de su padre y de su madre y también el ejemplo de Jeroboam, hijo de Nabat, quien había hecho pecar a Israel. 53 Ocozías sirvió a Baal y le rindió culto, con lo que provocó el enojo del Señor, Dios de Israel, tal como lo había hecho su padre.¨

Esto nos enseña que Ocozías no pudo evitar seguir el mal ejemplo de sus padres. En otras palabras él hizo lo que aprendió, imitó lo que vio, siguió el ejemplo que le fue dejado por sus padres y por eso rindió culto y sirvió a Baal y provocó el enojo del Señor. En otras palabras el diablo no vino a hacer que Ocozias sirviera a Baal, sino que Ocozias hizo lo que aprendió de sus padres, dice la Biblia que lo que llevó a Ocozías a hacer lo malo, fue el seguir el ejemplo de su padre y de su madre.

Luego nos dice 2 Reyes 1 que un día Ocozías se cayó y quedó gravemente herido y envió mensajeros para que consultaran a Baal y esto hizo que Dios se enojara a tal punto que envió a Elías a que le dijera a Ocozías:

¨¿Acaso no hay Dios en Israel? ¿Por qué recurren a Baal?

A Ocozías se le hizo fácil hacer lo que aprendió de sus padres y por esa razón cuando ahora estaba en necesidad, no supo recurrir a Dios; en medio de su prueba el no supo cómo consultar a Dios y no solo eso, sino que al hacer lo que aprendió, buscó a Baal y esto provocó el enojo de Dios y Dios le dijo que no se recuperaría y que su reinado se vería limitado

Yo estoy seguro que si el padre y la madre de Ocozías hubiesen sabido que sus decisiones y conductas llevarían a Ocozías a unas ataduras mortales y que afectarían significativamente el futuro y destino de su hijo, ellos hubiesen tomado otro tipo de decisiones, le hubiesen enseñado a buscar a Jehová, hubiesen invertido en él para que amara a Dios, porque todo padre y toda madre quiere lo mejor para sus hijos, pero lo mejor para nuestros hijos está atado a nuestras enseñanzas y ejemplo.

Nosotros tenemos que analizar NO solo lo que le estamos enseñando a nuestros hijos, sino modelando; qué ejemplo le estamos dando; porque

nuestro ejemplo habla más fuerte que nuestras palabras, y nuestro mal ejemplo puede invalidar cualquier gran enseñanza que podamos darle a nuestros hijos.

Pero lo peor es que cuando con nuestro ejemplo hemos enseñado a nuestros hijos a ser indiferentes con Dios, a rechazar a Dios, a negar a Dios, las consecuencias son devastadoras y uno podrá decir: Pues yo NO le enseño a mis hijos a negar, rechazar o ser indiferentes con Dios, por eso los traigo a la iglesia. Pero la pregunta es:

¿Qué dice nuestro ejemplo?

La Biblia no nos dijo que los padres de Ocozias le enseñaron como rendir culto a Baal o cómo adorar a Baal, lo que nos dice es que Él hizo lo malo a los ojos del Señor al seguir el ejemplo de su padre y de su madre; fue el ejemplo de sus padres lo que lo llevó a rechazar al Señor y adorar a Baal.

Lo que significa que no tenemos que enseñarle con nuestros labios o darle clases de indiferencia, o de rechazo a Dios, sino que

si intencionalmente con nuestro ejemplo no enseñamos a nuestros hijos a amarlo, entonces inintencionalmente le estamos enseñando con nuestro ejemplo a rechazarlo.

CONCLUSION

En Génesis 27 vemos una historia desgarradora, en el v. 1 Isaac estaba viejo y quedándose ciego y nos enseña más adelante que Rebeca la madre de Esau y Jacob colaboró con su hijo Jacob, para engañar a su padre Isaac y robarle la bendición que le pertenecía a su hermano Esau.

Podemos asumir que Jacob, por lo que su nombre significa usurpador , desde su nacimiento era un engañador; porque la Biblia dice que salió del vientre agarrando el talón de su hermano.

Pero aunque le pusieron usurpador por nombre, no significa que de nacimiento el nació siendo un engañador; el comportamiento de Rebeca y cómo planificó todo para engañar a su esposo y que su hijo Jacob robara la bendición de su hermano, nos demuestra que

Jacob aprendió a ser como era siguiendo el ejemplo de su madre, esto se convirtió en una atadura sobre su vida, una conducta aprendida que lo marcó para el resto de su vida.

Jacob obedeció las órdenes de su madre y engañó a su padre e Isaac desató su bendición sobre él pensando que era Esau y cuando Esau llegó a recibir su bendición, dice la Biblia en el v. 33 que cuando Isaac se dio cuenta de que lo habían engañado: Isaac comenzó a temblar de manera incontrolable.

Los v. 34 - 40 nos enseñan que cuando Esaú escuchó que su padre había desatado su bendición sobre su hermano Jacob, dice el v. 34 que:

Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, lanzó un grito fuerte y lleno de amargura. Oh padre mío, ¿y yo? ¡Bendíceme también a mí!—le suplicó. A lo que Isaac le contestó que: no había nada que se podía hacer, que su hermano bajo engaño se llevó la bendición. Luego Esau le suplicaba a su padre: ¿No has guardado una bendición para mí? ¿Pero acaso tienes una sola bendición? Oh padre mío, bendíceme también a mí.

Pero ya Isaac había gastado su bendición en el que vino para engañarle y no había nada que se podía hacer y dice más adelante en el v. 38:

Entonces Esau perdió el control y se echó a llorar.

Me temo que en muchas familias sucederá algo similar, el que algunos padres esten ciegos y no quieran ver la realidad de su condición espiritual y la condición espiritual de su familia, y que con el pasar del tiempo cuando sus hijos les pidan: Padre bendíceme, desata tu bendición sobre mí vida, no tengan una bendición para ellos, no tengan la autoridad de bendecir a sus hijos, porque el engañador, les engañó a pensar que todo estaba bien, que una vida espiritualmente limitada es el nuevo normal.

Pero este no tiene que ser nuestro destino, ni mucho menos el de nuestra familia,

nosotros tenemos que hacer la diferencia y clamar a Dios por un avivamiento para nuestras vidas y nuestras familias.

Él nos ha prometido en 2 Crónicas 7: 13 - 16 que:

Puede ser que a veces yo cierre los cielos para que no llueva o mande langostas para que devoren las cosechas o envíe plagas entre ustedes; 14 pero si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su conducta perversa, yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra. 15 Mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a cada oración que se eleve en este lugar. 16 Pues he elegido este templo y lo he apartado para que sea santo, un lugar donde mi nombre será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy preciado a mi corazón.

Es cierto que todo lo que ha pasado en este año ha enfriado los corazones de padres, hijos, cristianos, no cristianos, pastores, miembros, pero si nos humillamos, si reconocemos nuestra necesidad y urgencia de Dios, si reconocemos nuestra impotencia y nos humillamos dependiendo de la oración y buscamos su rostro y tomamos una decisión de morir a la indiferencia, de cambiar nuestras vidas.

Dios oirá desde los cielos, perdonará nuestros pecados y restaurará nuestras familias y sus ojos estarán abiertos y sus oídos atentos a cada oración que se eleve en nuestros hogares, no estaremos limitados de bendición; porque nuestras familias son preciadas al corazón de Dios.

El avivamiento y la transformación en nuestros hogares y familia comienza cuando una persona que no ha aceptado a Cristo, da el próximo paso de cambio de vida y toma la decisión de reconocerlo y pedirle que sea su Señor y Salvador.

Para los que ya le conocemos

es necesario pedirle a Dios que

nos ayude, que nos avive, que nos levante, que nos restaure, tenemos que pedirle a Dios que nos avive, que avive su fuego en nuestras vidas, que reviva la pasión en nuestros corazones, que nos ayude a volver al primer amor, que nos de las herramientas, los recursos necesarios para dejar un legado de bendición sobre nuestra familia.

Pero el avivamiento no comienza en la Iglesia, el avivamiento comienza con cada uno, comienza con la disposición de nuestro corazón, como padres; clamar, orar, buscar el rostro de Dios, cambiar nuestra vida, humillarnos delante de Él, reconocer que sin Él no podemos y no queremos estar, siendo un ejemplo para nuestros hijos, viviendo una vida apasionada y luego provocar a que todo esto se manifieste en casa.

El avivamiento no comienza por un culto avivado, por una iglesia carismática,

comienza cuando reconocemos que tenemos una necesidad urgente por la presencia de Dios y una urgencia por su intervención en nuestras vidas y familias.

Palabras Finales

Estoy creyendo por un avivamiento, un avivamiento donde nuestros hijos sean alcanzados, ministrados, salvados, transformados, un avivamiento donde nosotros con todos nuestros hijos y familia vivamos para declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO