Marcados 3

Qué Tanto Lo Deseas?

By Richard Martínez, Pastor Principal, November 21, 2021

INTRODUCCION

Uno de los conceptos de vida que mantengo es el que nosotros no tomaremos una decisión de cambiar nuestras vidas sino hasta que realmente nos cansemos de la condición en la que estamos viviendo. Por esa razón es que cuando una persona me dice que ya no soporta la situación en la que se encuentra o que quiere cambiar su vida, lo primero que le pregunto es ¿Qué tanto lo desea?. Y hago esta pregunta porque muchas veces podemos quejarnos de cosas o situaciones que nos pasan en la vida y acostumbrarnos a esas quejas, a hacer de la queja un hábito y no hacer nada por cambiar la condición.

La queja y el lamento son terapéuticos, nos ayudan a que las personas nos tengan lastima y nos proveen un consuelo temporal y superficial. El problema no es que las personas se quejen, el problema es cuando deciden vivir quejándose haciendo de la queja un estilo de vida. Pero sería diferente si las personas no sólo se quedaran en la queja sino que la aprovecharan para entender su condición y decidir hacer algo al respecto, usar la queja para impulsarse, para animarse y no para resignarse.

Por eso el mensaje de hoy es:

¿Qué tanto lo deseas?. ¿Qué tanto desea lo que ha estado pidiendo, lo que ha estado buscando, lo que ha estado anhelando, lo que ha querido superar?

MENSAJE

Total Dependencia De Jesús

En Marcos 5: 21 - 43 vemos dos historias que se entrelazan, dos personas que no estaban dispuestas a resignarse a su condición, dos personas que rompieron los parámetros e hicieron cosas que estaban fuera del entendimiento de los que los rodeaban y su necesidad los llevó a desarrollar una fe y una devoción radical.

Del primero nos dice la Biblia en los v. 22 - 23:

“Entonces llegó uno de los líderes de la sinagoga local, llamado Jairo. Cuando vio a Jesús, cayó a sus pies 23 y le rogó con fervor: «Mi hijita se está muriendo—dijo—. Por favor, ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva.”

Este hombre, esposo, padre y líder hizo algo que iba en contra de la sociedad en la que él se encontraba y en contra del circulo en el que se rodeaba; él se postró delante de un hombre y esto era algo inaceptable, era algo que él no debía hacer porque podía perder su estatus, sus amigos, su trabajo. Sin embargo a él no le importaba perder su posición siempre y cuando Jesús llegara a su casa y sanara a su hija.

En ocasiones la necesidad nos lleva a hacer cosas radicales, cosas que van en contra de lo aceptable por la sociedad. Estamos en un tiempo en el cuál la sociedad está haciendo todo lo posible por alejarnos de Jesús, está haciendo lo imposible por apartarnos de Jesús; pero todos en un momento dado, no importa cuánto dinero tengan, no importa la fama o poder que tengan, no importa cuánto éxito alcancen, todos en un momento dado por más que traten de huir de Jesús, tendrán que postrarse delante de Él, porque

Filipenses 2: 9 - 11 dice: 3“Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres 10 para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, 11y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre".

Sin embargo este hombre tenía tanta necesidad que no le importó desarrollar una devoción radical y fue y se postró a los pies de Jesús, le rogó con fervor para que viniera y salvara a su hija que se estaba muriendo. Es impresionante cómo la necesidad nos lleva a desarrollar una devoción radical, y creo que el mayor problema que muchos de nosotros tenemos es que queremos que Dios obre algo sobrenatural y profundo en nuestras vidas cuando tenemos una relación superficial con Él.

Para algunos, los Cristianos que tienen una relación profunda con Dios son aquellos que oran una hora diaria y se leen siete capítulos de la Biblia; es decir solo el 5% de los cristianos. El problema es que el resto de las personas se sienten como que no tienen acceso a Dios porque no son parte de ese 5%; por eso es que la mayoría de los cristianos se la pasan buscando a las personas que parecen más espirituales en la iglesia para pedirles que oren por su situación o condición. Pero una relación profunda con Dios es una de total dependencia de Él, es aquella en la que la persona se levanta cada día consciente de que está de pie gracias a Dios y busca hacer aquello que entiende que Dios le llamó a realizar, es aquella en la que se pone toda la esperanza y confianza en Cristo.

Por ejemplo, Jairo no tenía una relación profunda con Cristo, pero en su necesidad no se conformó, sino que fue y

“le rogó a Cristo con fervor;”

porque sabía que solo Jesús tenía la solución a su situación, en otras palabras Jairo se posicionó bajo la total autoridad y dependencia de Cristo.

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Dependencia De Dios

Cuando Jairo cayó a los pies de Jesús, él no solo estaba pidiéndole que hiciera algo en su vida, sino que estaba poniéndose bajo la autoridad de Cristo, con esto él estaba declarando: “ésta es mí situación, mí hija está muy enferma, yo sé quien tú eres y lo que puedes hacer y también sé que si tu vienes y pones tus manos sobre ella, ella sanará y vivirá. Así que lo que tu me digas que haga, eso haré”

La reacción de Jesús no fue decirle tu oración, no fue muy sincera que digamos. Sino que la Biblia nos dice en el v. 24:

“Jesús fue con él y toda la gente lo siguió, apretujada a su alrededor”.

Muchos de nosotros pensamos que tenemos que rogarle a Dios para que haga algo que Él no quiere hacer. Por ejemplo, nosotros pensamos que la oración, la vida devocional, el ayunar, el servir, el clamor y el alabar, son formas en las que lo convencemos a hacer algo que de lo contrario Él no haría; pero el

Salmo 139: 4 nos dice: ‘Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, Señor.”

Tenemos que entender que nosotros no tenemos que convencer a Dios de nada, porque Dios nos ama, siempre nos ha amado y siempre nos amará, y el mayor y más importante sacrificio que Él hizo por nosotros, lo hizo sin nosotros pedirlo y fue morir en la cruz del Calvario. Por eso es que nos dice el

Salmo 139: 5 “Vas delante y detrás de mí. Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza”.

Sin embargo la razón por la que la oración, la alabanza, el servicio, el clamar y todo lo demás es importante es porque es la forma en la que nosotros nos posicionamos voluntariamente bajo la total autoridad y total dependencia de Dios.

Someternos bajo la autoridad y dependencia de Dios es el renunciar a nuestra voluntad para hacer la de Él; es estar dispuestos a escuchar, recibir y obedecer sus instrucciones para nuestras vidas, es confiar en que Él conoce mejor que nosotros lo que necesitamos y lo que está haciendo.

Cuando no aprendemos a someternos a Dios y a depender de Dios buscaremos resolver todo en nuestras fuerzas y es ahí donde entonces nos podemos desesperar, frustrar o desanimar, porque no entendemos lo que Dios está haciendo; pero cuando dependemos y nos sometemos a Él no tenemos que entenderlo, sólo tenemos que confiar. Él está en control, Él tiene el volante, Él sabe a donde nos quiere llevar, Él sabe lo que necesitamos para llegar y es maravilloso saber que Dios sabe perfectamente lo que está haciendo, sólo disfrutemos el viaje, sólo disfrutemos su compañía, sólo disfrutemos el momento, disfrutemos su presencia y confiemos que Él tiene el control.

El Salmista lo dijo en el

Salmos 139: 1 - 3: “Oh Señor, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí. 2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos, aun cuando me encuentro lejos. 3 Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago”

Inclusive expresó:

¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu! ¡Jamás podría huir de tu presencia! (v.7)

Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. (v.13)

Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. (v.15)

Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara. (v.16)

Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar! Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, ¡todavía estás conmigo! (v.17 - 18)

Es impresionante el amor de Dios por nosotros, por eso es que tenemos que entender y tener claro dos cosas:

  1. Dios no está interesado en que lo trates de convencer con tu oración, porque Él quiere darte lo mejor.

  2. La oración y la devoción sirve para someter nuestra voluntad y posicionarnos bajo su voluntad y depender totalmente de Él.

CONCLUSION

El someternos a Dios y someter nuestra voluntad a Dios es una lucha constante; por eso llamé a este mensaje ¿Qué tanto lo deseas?. Porque si lo desea con todo su corazón, si desea un milagro de parte de Dios, no es más acción lo que usted necesita, sino más dependencia, no es más oración forzada y obligada, sino más dependencia.

Los milagros en nuestra vida no llegan porque nos esforzamos, cerramos los ojos y clamamos a Dios para que haga el milagro, sino que mientras oramos, más disfrutamos de su presencia y más dependemos de Él; mientras más leemos la Biblia, más conocemos a Dios y mientras más servimos, más nos enfocamos en Él; todo lo que hacemos debe llevarnos a una dependencia total de Él.

El someternos a Dios es una lucha, porque significa que mientras más dependo de Dios menos dependo de mí, menos trato de controlar la situación, menos trato de hacerlo en mis fuerzas y eso es difícil de manejar, especialmente cuando no vemos a Dios obrando en nuestra situación y cada vez la situación se agrava.

Como lo que sucedió con Jairo que mientras Jesús iba de camino, hubo una interrupción en su viaje y Jesús se detuvo para resolver la situación. Mientras Jairo hizo todo lo que tenía que hacer;

  • Buscó a Jesús.
  • Se postró delante de él.
  • Se sometió a Jesus.
  • Le rogó con fervor a Jesus.
  • Esperó en Jesús y luego mientras espero a que Jesús contestara, y que llegara

Nos dice el

  1. 35 que sucedió lo que Jairo no quería que sucediera: “Mientras Él todavía hablaba con ella, llegaron mensajeros de la casa de Jairo, el líder de la sinagoga y le dijeron: tu hija está muerta. Ya no tiene sentido molestar al Maestro”.

Pero en el v. 36 nos dice que:

“Jesús oyó lo que decían y le dijo a Jairo: «No tengas miedo. Solo ten fe”.

Esta situación fue complicada para Jairo, porque ya él había puesto su confianza en Jesús para que nada de esto sucediera y sucedió, y ahora Jesús le estaba diciendo: “No tengas miedo. Solo ten fe”.

Cuántos de nosotros probablemente pudimos haber pensado en ese momento que perdimos el tiempo siguiendo a Jesús, dependiendo de Jesús, buscando a Jesús y esperando en Jesús.

O tal vez cuántos nos hemos preguntado o pensado lo mismo pero sobre alguna área de nuestras vidas. Por eso es que es importante someter nuestra voluntad a Dios y someternos a su autoridad y total dependencia; porque como el Salmista dijo en el

Salmo 139: 6: “semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí; ¡es tan elevado que no puedo entenderlo!”.

Jairo en ese momento tuvo que tomar una decisión, si continuar confiando y dependiendo de Jesús o si creer lo que las personas le estaban informando. Hay algo que sucede cuando nuestra mayor necesidad se conecta con nuestro mayor temor y es que nos derrumba o nos impulsa a un mayor nivel de fe y esto fue lo que sucedió con Jairo, que cuando escuchó las palabras de Jesús decidió creerle a Él.

No debió haber sido fácil para Jairo tener que quedarse en paz cuando su mundo se ha derrumbado, cuando su corazón se ha roto, cuando su esperanza se ha esfumado, cuando su razonamiento se terminó. La única razón lógica que encuentro por lo que Jairo no enloqueció en ese momento es porque las palabras de Jesús le dieron consuelo, le dieron paz, le dieron la fortaleza que necesitaba en ese momento.

Me imagino que cuando Jairo recibió la noticia lo primero que hizo fue posiblemente mirar a Jesús buscando consuelo y respuestas, y cuando recibió la palabra de Jesús, fue todo lo que necesito. Pero la clave está en que Jairo ya había sometido su voluntad bajo la autoridad de Cristo y había decidido depender de Jesús y por eso cuando llegó la mala noticia, su mirada se dirigió a Él y recibió de Él el consuelo y la paz que necesitaba para ese momento.

Si en los momentos de incertidumbres de nuestra vida ponemos nuestra mirada en la gente, en cosas, en la familia, en el trabajo, en lo que sea, seremos confundidos y devastados, pero si ponemos nuestra confianza en Jesús, seremos fortalecidos y consolados. Cuando Jesus entró a la casa de Jairo, les expresó que aquello cambiaría, que algo sucedería, y nos dice el v. 40 que la gente se comenzó a reír de él. Pero eso no limitó a Jesús de hacer lo que tenía que hacer, y Jairo se mantuvo confiado y enfocado en él, pese a la burla de la gente.

Posiblemente mucha gente no entenderá porqué mantenemos la fe, porque la devoción, porque no nos resignamos, porque no nos rendimos, porque hacemos lo que hacemos, porque servimos, porque alabamos, porque nos congregamos; pero nosotros que hemos escuchado su voz, que hemos visto su amor, mantengamos firmes, confiando, enfocados y sometidos. Es posible que usted aún no haya recibido de Dios lo que espera, lo que tanto anhela; porque lo está limitando. No crea que Dios le va a contestar el deseo y el anhelo de su corazón para que viva una vida independiente de Él, indiferente con Él, es tiempo de volver a someter toda nuestra vida a ÉL, es tiempo de depender de Él, es tiempo de volver al primer amor, es tiempo de apasionarse por Dios, es tiempo de confiar en El.

Tomemos una decisión en este día de que pase lo que pase o venga lo que venga, no dejaremos de buscar, de esperar, de confiar, de seguir, de amar a Dios, de vivir para Él y no dejaremos de declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO