INTRODUCCION Antes de poder hablar del Proceso de la bendición, es importante conocer ciertos aspectos que preparan el terreno para la bendición de Dios. Lucas 8 nos enseña la parábola del sembrador y nos dice que el sembrador esparció la semilla por el campo y el resultado de la cosecha fue de acuerdo a como estaba el terreno. No es que al sembrador le faltara semilla, es que había terrenos que no estaban preparados para que la semilla produjera el resultado para lo que se esparció. Jesus dijo en Lucas 8: 15: Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a las personas sinceras, de buen corazón, que oyen la palabra de Dios, se aferran a ella y con paciencia producen una cosecha enorme. Dios bendice abundantemente, pero la pregunta es: ¿Cómo está el terreno de nuestro corazón? #CMENSAJE El Terreno Para La Bendición En 2 Reyes 4: 1 - 2 leemos sobre la mujer viuda, que mientras aún lloraba la muerte de su esposo, el acreedor vino a amenazarla; si ella no pagaba su deuda se llevaría a sus dos hijos como esclavos. Esto era una situación devastadora para esta mujer y su familia, pero observemos lo que sucedió y cómo estaba el terreno del corazón de esta mujer. 1. Lo primero que vemos es que la madre sabía a dónde acudir en su necesidad, porque lo primero que hizo fue buscar al profeta de Dios. Creo que muchos pensamientos debieron cruzarse por sus mentes, pensamientos como: ¿Cómo nos puede estar sucediendo esto, cuando mí esposo fue un hombre que amó a Dios? ¿Cómo puede estar sucediendo esto cuando mí familia y yo hemos servido a Jehová?, porque generalmente cuando estamos en crisis, en escasez o en dificultad comenzamos a sentir lástima por nosotros mismos y hablar negativo. Cuando nos hablamos a nosotros mismos, estando en la condición de lastima, la conversión se puede convertir en una conversación peligrosa, porque en ese momento no estamos en la mejor posición; por eso es que tenemos que dejar de hablarnos a nosotros mismos y buscar a Dios, hablar con Él, preguntarle cuál es su voluntad y poder escuchar sus instrucciones; esto nos llevará a poner nuestra confianza en Él y poder recibir la bendición que ha sido establecida por Dios para nuestras vidas. 2. Lo segundo que vemos es que la casa de esta viuda era una familia de fe que servía y temía a Dios. Porque dice el v. 1 que su esposo temía y servía a Dios. Ella dice: y tú sabes cuánto él temía al Señor. Ella estaba segura de cuanto su esposo servía y temía a Dios. Si queremos ver a Dios obrar en nuestras familias y que sean bendecidas, los padres tenemos que ser el modelo de fe. Este padre tuvo que haber vivido de devoción y fe, para que ahora después de su muerte, su esposa e hijos mantuvieran la fe y el temor de Dios en el momento más difícil de sus vidas. El ejemplo que nuestros hijos vean de cómo mantenemos la fe y como tememos a Dios en los momentos más difíciles de nuestras vidas será más valioso que cualquier herencia, casas o bienes que les dejemos. Porque aún el Apóstol Pedro nos enseña que la fe es mucho más preciosa que el oro. Cuando yo muera y ya no pueda ayudar o socorrer a mis hijos; quiero que ellos recuerden que su padre siempre dependió de Dios y que mí ejemplo los impulse a ellos hacer lo mismo, para que así como yo, ellos puedan también ver el favor de Dios operando en sus vidas. Por eso es que debemos preguntarnos: ¿Qué dicen nuestros hijos y cónyuge de nuestra fe? ¿Cómo nos ven reaccionar en momentos de crisis, de dolor, de dificultad en cuanto a nuestro temor y fe en Dios? Ya el terreno de la viuda estaba listo; como ellos vivían, como amaban a Dios y temían a Dios indicaba que podían esperar de Dios una respuesta. El problema es que muchas personas quieren comenzar a vivir una vida de devoción, temor y fidelidad a Dios cuando las cosas van mal, pero como Dios conoce los corazones y las intenciones no podemos engañarlo. Es por eso que siempre estamos animando a las personas a que sean fieles a Dios antes de que llegue la calamidad y el dolor, para que así con conciencia limpia vayan a Dios y esperen de Él su bendición. El Proceso De La Bendición Ahora podemos ver el proceso de la viuda para ver la manifestación de la bendición de Dios, lo cual es muy similar a lo que Dios hace en nuestras vidas en este tiempo. 1. Nos dice que lo primero que el profeta le preguntó a la viuda fue: ¿Cómo puedo ayudarte? Cuando él expresa: ¿Cómo puedo ayudarte? Estaba desenfocando a la mujer de su condición y enfocándola en Dios, desenfocando a la mujer de poner su confianza en lo que tenía o no tenía y llevándola a poner su confianza en lo que Dios haría. Esto es lo primero que nosotros tenemos que hacer, porque se nos hace más fácil enfocarnos en lo que está sucediendo a nuestro alrededor o en lo que nos falta, pero cuando lo buscamos a él para que nos socorra en nuestra necesidad, lo primero que Dios hará es llevarnos a enfocarnos únicamente en Él. Imaginemos que estamos en una tienda de Home Depot buscando algo que no encontramos y estamos yendo pasillo por pasillo. De repente escuchamos una voz que nos dice: ¿Cómo puedo ayudarte? ¿Puedo ayudarle a encontrar lo que busca? ¿Qué hace usted en ese momento? Usted no sigue buscando en sus propias fuerzas, sino que usted sabe que la persona que le está ofreciendo la ayuda conoce donde usted puede encontrar lo que busca y ahora solo se enfoca en ella y camina por donde camina la persona, porque sabe que la persona lo llevará al lugar correcto. Así mismo es en nuestra vida, cuando estamos esperando algo de Dios y Dios entra en escena y nos dice: ¿Cómo puedo ayudarte? Significa que tenemos que dejar de buscar en nuestras fuerzas y escuchar sus instrucciones, ser dirigidos por Él y mantenernos enfocados en El. 2. Luego el profeta le dice: ¿Qué tienes en casa? La segunda pregunta del profeta pareciera innecesaria, pero es importante porque como hemos visto que nos enfocamos más en lo que no tenemos que en lo que Dios nos ha dado, Eliseo lleva a la viuda a través de esta pregunta a enfocarse en lo que sí tenía Cuando dejamos de enfocarnos en lo que no tenemos, en lo que Dios no ha hecho, no podremos vivir agradecidos con Él, pero cuando comenzamos a analizar lo que Dios sí ha hecho y que lo que Dios ha hecho es más valioso que lo que nos falta, comenzaremos a honrarlo y agradecerle. Tenemos que dejar de comparar a Dios con el padre que el hijo le pide zapatos. Escucho decir, Si tu hijo te pide zapatos, ¿No se los compras? Cuanto más Dios si le pides te da. Dios no es como el padre que le compra zapatos a su hijo si se los pide; Dios es el Padre que cuando caminamos en un desierto no permite que nuestros pies se hinchen; Dios es el Padre que es Alfa y Omega, Principio y Fin y Él conoce desde ayer lo que necesitamos mañana, y podemos estar seguros que ya Dios nos capacitó y nos dio ayer todo lo que necesitamos para salir victoriosos hoy. Como lo hizo con esta viuda, cuando el profeta le pregunta: ¿Qué tienes en casa? Porque lo que ella tenía en casa y que no había valorado sería lo mismo que Dios usaría para hacer el milagro en su vida. En otras palabras, ya Dios le había dado lo que necesitaba para hacer la obra, lo que le tocaba era creer. Cuando le creemos a Dios y somos obedientes; Dios utiliza lo poco que tenemos y hace mucho. Así como Jesus usó los 2 panes y 5 peces para alimentar a miles, así mismo Dios puede usar lo poco que tenemos para hacer algo mayor. Por eso es que nunca menosprecie lo que hace, nunca menosprecie como sirve a Dios, nunca menosprecie la clase de niños que enseña, nunca menosprecie servir como ujier, nunca menosprecie cuando da sus diezmos, nunca menosprecie sus ofrendas, nunca menosprecie adorar al Señor en el templo, nunca menosprecie la clase de ECC, nunca menosprecie su Grupo CAFE, porque Dios hace mucho con lo poco cuando lo que hacemos lo hacemos en obediencia. 3. Lo tercero que el profeta le dijo fue: Pídeles a tus amigos y vecinos que te presten todas las jarras vacías que puedan. Podemos ver como ella envolvería a otros en su milagro, como necesitaba la intervención de otros. Lo maravilloso del cuerpo de Cristo es que cuando somos obedientes a Dios, Él siempre prepara, equipa, envuelve a otras personas en nuestro milagro y proceso. Hay personas que siempre están buscando que las personas hagan algo por ellos, siempre están buscando que todo el mundo les ayude, que la gente le eche la mano. Pero no buscan invertirse en otros, no son fieles a Dios con los recursos que Dios les ha delegado. Si hay algo por lo que vemos que esta mujer pudo aplicar este principio es por lo que vemos en el 1, que ella le dice al profeta: Mi esposo, quien te servía, ha muerto, y tú sabes cuánto él temía al Señor; pero ahora ha venido un acreedor y me amenaza con llevarse a mis dos hijos como esclavos. Ella le recuerda al profeta que su esposo era un siervo de Dios, que su esposo vivió en fidelidad y obediencia a Dios. Lo que significa que cuando nosotros vivimos en fidelidad y obediencia, Dios enviará recursos a nuestra vida de donde nosotros no imaginamos. No viva una vida esperando que las personas hagan por usted, que la iglesia haga por usted, buscando quien le da la mano, viva su vida dando, viva su vida invirtiendo, viva su vida bendiciendo, viva su vida sirviendo y Dios se encargará de ser quien le envíe los recursos necesarios en el tiempo indicado. CONCLUSION Por último la viuda obedeció. En medio de todo lo que estaba atravesando obedeció las instrucciones de Dios aunque parecieran absurdas. Este era el momento en que la viuda tendría que aplicar y poner en práctica lo que había recibido. Por eso vemos en el v. 5: Entonces ella hizo lo que se le indicó. Muchas personas escuchan mensajes de servir, de diezmar, de dar, de bendecir, de perdonar, de hacer discípulos, de amar, de adorar, de ser fieles a Dios. Pero si no estamos viendo los beneficios de lo que escuchamos es porque no estamos aplicando lo que aprendemos. No hay bendición al solo escuchar un mensaje, un mensaje produce en nosotros motivación y convicción; por eso es que nos dice que la fe viene por el oír de la Palabra de Dios; pero tenemos que ponerle acción a la fe que ha venido por medio de escuchar la Palabra de Dios. No sólo por oírla y motivarnos recibimos el resultado de ella, sino que somos bendecidos cuando aplicamos y ponemos por obra lo aprendido. Si la mujer se hubiese motivado con las instrucciones pero no hubiese aplicado lo que escuchó, no le hubiese servido de mucho, pero cuando lo que recibió fue lo que aplicó, pudo entonces disfrutar de la bendición de Dios para su vida. El 7 dice: “Cuando ella le contó al hombre de Dios lo que había sucedido, él le dijo: «Ahora vende el aceite de oliva y paga tus deudas; tú y tus hijos pueden vivir de lo que sobre” No sé actualmente que pueda estar enfrentando, puede ser algo en su familia, finanzas, salud, matrimonio etc, pero no es la voluntad de Dios que viva en esa condición, Dios también quiere hacer un milagro en su vida, pero para ello tiene que poner su mirada y confianza en Jesús. Dios ya le ha provisto de lo que necesita pero aún usted no se ha dado cuenta. ¿Qué paso le falta dar? ¿Qué más necesita hacer Dios para que pueda confiar en Él, para que pueda depender de Él, para que pueda obedecerle a Él? ¿Qué más tiene que hacer para convencerlo de que puede creer en El? Pídale a Dios en este día que le ayude a poder renunciar a lo que lo limita de confiar en Él y de ser obediente y fiel a Él. Toma la decisión de que vivirá una vida para ser de bendición a otros, que va a servir a Dios para bendecir a otros, que vas a ser fiel con sus diezmos y ofrendas para que el Evangelio llegue a otros, que vas a hablar de Cristo para que salve también a otros y que a que va a hacer todo lo que esté a tu alcance x1+, para alcanzar a uno más, para bendecir a uno más, para discipular a uno más hasta que todos declaren que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO