Esclavos o Libres 6

Madres Ejemplares

By Richard Martínez, Pastor Principal, May 08, 2022

INTRODUCCION

En el mensaje de hoy hablaremos sobre algunas madres de la Biblia que desarrollaron el coraje, la valentía y la fe para creerle a Dios en medio de las circunstancias que atravesaban.

MENSAJE

El Ejemplo De Una Madre

La Biblia nos enseña en

Hechos 16: 1 - 2 que: Pablo fue primero a Derbe y luego a Listra, donde había un discípulo joven llamado Timoteo. Su madre era una creyente judía, pero su padre era griego. Los creyentes de Listra e Iconio tenían un buen concepto de Timoteo.

Observamos que el testimonio de Timoteo era impecable, que la gente tenía un buen concepto de él, gracias a la inversión de su madre,

quien a pesar de no tener un esposo creyente, no permitió a eso la limitara de poder enseñarle a su hijo los principios de la fe.

Lo digo así, porque dice en 2 Timoteo 1: 5 - 7 que en un tiempo en el que Timoteo se encontraba en un proceso complicado y difícil¡; Pablo le escribe para animarlo, y la forma que lo hace es que le dice:

5 Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti! 6 Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. 7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez, sino de poder, amor y autodisciplina.

La madre y abuela de Timoteo tuvieron que haber vivido una vida de devoción y entrega impresionante para que Pablo las reconociera y luego le dijera a Timote en otras palabras: Vamos Timoteo, no te rindas, recuerda la fe de tu mamá y tu abuela; vamos Timoteo, tú vienes de un legado de mujeres que guardaron la fe, que amaron a Dios en medio de toda circunstancia; vamos Timoteo que ese ejemplo de fe que aprendiste de tu madre y tu abuela está vivo en ti.

Esto debe animar a toda madre, porque al parecer la madre y abuela de Timoteo no estaban vivas o al menos no estaban con él;

pero es maravilloso saber que el ejemplo que le dejamos a nuestros hijos no es en vano, que el ejemplo de fe que ellos ven en ustedes, posiblemente sea lo que ellos tengan presente en los días más complicados y oscuros de sus vidas.

Es importante entender que lo que sus hijos ven en usted, será el mayor ejemplo que ellos tendrán, que lo que le invertimos hoy, lo que ven, lo que reciben, es lo que los marcará y los guiará cuando ya usted no esté ahí, cuando usted ya no esté cerca y si el ejemplo que le da es el de una mujer de oración, de devoción y dedicación, cuando ese hijo esté lejos, podrá mantenerse firme en la fe gracias a su ejemplo como mamá, tal como sucedió con Timoteo.

Por eso yo siempre le digo a los padres que tienen hijos apartados o en malos pasos que ellos no se aparten de la fe, que ellos continúen sirviendo a Jesús, amando a Jesús, enfocadas en Jesús, honrando a Jesús;

porque ese ejemplo un día será más fuerte, más valioso, más impactante en la vida de nuestros hijos que toda influencia de amigos, del mundo, de la sociedad y del infierno.

La Obediencia De Una Madre

En 1 Reyes 17: 8 - 24; vemos la historia de otra madre, en el

  1. 9 Dios le habló al profeta Elías y le dijo: ”vete a vivir a la aldea de sarepta, que está cerca de la ciudad de sidón. Yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente.”

Cuando Elías llegó vio a una viuda que juntaba leña y le pidió un poco de agua. Cuando la mujer se dirigía a buscarle el agua, Elías la llamó nuevamente y le pidió que le diera un poco de pan. Luego en el

  1. 12 la viuda le contestó: “le juro por el señor su Dios que no tengo ni un pedazo de pan en la casa. Solo me queda un puñado de harina en el frasco y un poquito de aceite en el fondo del jarro. Estaba juntando algo de leña para preparar una última comida, después mi hijo y yo moriremos.”

A lo que Elías le contestó, en los

  1. 13 - 14: “13 ¡no tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo. 14 pues el señor, dios de israel, dice: “siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el señor mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”.

¿Cuántas madres hubieran armado un problema, hubieran corrido al pastor, lo hubiesen golpeado diciendo: como que te cocine a ti primero, cuando te acabo de decir que es lo último que nos queda para morirnos y tú vienes para quitarme lo que me queda y encima de eso que yo te lo cocine?.

Esta historia es interesante porque Dios le dijo a Elías que se fuera a la aldea de sarepta y le dijo:

yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente.(v.9).

Dios no le había hablado a la mujer, tampoco lo hizo un ángel, entonces

¿Qué significaba eso?

Podemos ver que ya Dios había desatado la palabra de bendición y provisión, y lo único que tenía que suceder ahora era que la palabra que Dios desató se conectara con la obediencia de esta madre.

Cuando la palabra le llega a esta madre, por medio de lo que el profeta le dice, era como si solo se estuviera esperando para que todo operara a favor de ella y de su casa, pero se requería que la viuda obedeciera la palabra para que viera el cumplimiento de ella.

Así nos sucede a nosotros, en ocasiones lo único que está impidiendo nuestra bendición es nuestra limitación a obedecer lo que Dios nos ha llamado a hacer.

La historia de esta madre nos enseña que gracias a la obediencia, ella y su hijo pasaron de estar a punto de morir de hambre a abundancia y bendición, porque nos dicen los

  1. 15 - 16 que: 15 “Así que ella hizo lo que Elías le dijo, y ella, su familia y Elías comieron durante muchos días. 16 siempre había suficiente harina y aceite de oliva en los recipientes, tal como el señor lo había prometido por medio de Elías.”

Muchas personas están esperando a que Dios derrame su bendición para luego obedecer, pero Dios ya nos bendijo cuando desató la palabra y en ocasiones solo está esperando nuestra obediencia para que se cumpla lo que él ya declaró.

Pero no esto no termina ahí, porque nos explica la biblia que algún tiempo después el hijo de la mujer murió y la madre llevó su niño muerto a Elías. Cuando ella le reclamó él le dijo: dame a tu hijo. Esa frase me impactó, porque

la palabra dame que se utiliza aquí es nathan, que significa: desprenderse, entregar para estar bajo el control de otro.

Elías no le dijo a esta madre: pásamelo a ver que hago, sino que le dijo: despréndete de tu hijo y entrégamelo para que este bajo mi control, en ocasiones yo siento que es lo que Dios nos dice de nuestros hijos: entrégamelos a mí, ponlos bajo mi control, yo los amo más que tú, déjame a mí ser quien haga la obra.

Esta madre solo se lo entregó, porque reconocía que si alguien podía hacer algo por él, era la misma persona que declaró la palabra sobre ella. Es lo mismo que como padres debemos hacer, poner a nuestros hijos bajo el control de Dios, porque si alguien puede hacer algo por ellos, es el mismo que hizo la obra en nuestras vidas.

Me imagino que esta madre antes de llevárselo a Elías tuvo que haber intentado todo lo que pudo para resucitarlo. Pero cuando el hijo ya se puso frío, le faltó el aliento y se veía pálido, ya no había esperanza y lejos de esta madre resignarse, lo que ella hizo fue que lo trajo a Elías.

Por eso quiero decirle a toda madre que cuando ya no sepa que más hacer, cuando ya no encuentre más que decir, de que forma hablar, como convencer a sus hijos para que cambien, cuando sienta que ha intentado todo y nada funciona, recuerde que todavía falta algo; falta desprenderse de ellos, entregarlos a Dios y descansar en que Dios tiene el poder de hacer el milagro en sus vidas.

Entregar los hijos a Dios, no es dejar de amarlos, de atenderlos, dejar de preocuparse por ellos, que no nos duela lo que les pasa; sino desprenderse de la carga, no resolver en nuestras fuerzas, es enfocarse en Dios, buscar a Dios, adorar a Dios, obedecer a Dios, tener fe en Dios y dejar que sea Dios quien haga el milagro en la vida de sus hijos que en sus fuerzas por más que trate no podrá hacer.

Madre descansa en el hecho de que la vida de nuestros hijos no depende de lo que nosotros podamos hacer por ellos, sino de lo que Dios ha declarado y determinado hacer en ellos.

CONCLUSION

Esperanza De Una Madre

La tercera historia de la biblia de la cual quiero hablar, es la de Jocabed, Jocabed tuvo a su hijo Moisés en uno de los peores tiempos de la historia, porque Éxodo 1: 22 nos enseña que el nuevo rey de Egipto ordenó que tiraran al río Nilo a todo niño hebreo recién nacido.

Éxodo 2 nos enseña que cuando Jocabed tuvo a Moisés trató de ocultarlo por tres meses. Pero cuando no pudo protegerlo más, cuando no pudo esconderlo más, hizo una canasta y lo puso en ella, y luego puso la canasta en el río, con la esperanza de que no lo mataran. Jocabed tomó una de las decisiones más difíciles para una madre, ella tuvo que desprenderse de él y dejarlo ir;

la decisión de desprenderse de un hijo es dura, no importa si el hijo tiene 3 meses o 20 años.

Luego nos dicen los v. 5 - 9 que la hija del faraón encontró al niño en el río y la hermana de Moisés que la observaba de lejos se le acercó y le ofreció si le conseguía a una mujer hebrea para que amamantara al bebe, a lo cual ella accedió y buscó a Jocabed, así que la madre tuvo la oportunidad de criar a su hijo. Jocabed sabiendo todo lo que le ocurría a los niños en ese tiempo, tuvo la valentía de creerle a Dios y confiar en Él en medio de todo lo que estaba sucediendo, tuvo la valentía de poner a su hijo en el mismo lugar donde echaban a los niños para asesinarlos.

  • ¿Cómo fue que Jocabed pudo hacer esto?
  • ¿Cómo ella encontró la valentía de poder desprenderse de su hijo de esa manera?

Si ella hubiera retenido, tarde que temprano lo encontrarían y lo matarían, pero si ella se lo confiaba a Dios, ella creía que sobreviviría. Nosotros nos desprendemos de nuestros hijos todo el tiempo, cuando los llevamos a la escuela por primera vez, cada mañana cuando salen de la casa, cuando llegan a la universidad, cuando se enamoran, cuando se casan y lo único que podemos hacer es confinarlos a Dios y creerle a Dios.

Hebreos 11: 23 nos enseña que fue lo que mantuvo a Jocabed confiando en Dios.

“Fue por la fe que cuando nació Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses. Vieron que Dios les había dado un hijo fuera de lo común y no tuvieron temor de desobedecer la orden del rey.”

Jocabed sabía que su hijo tenía un propósito y ella tuvo fe para confiar en que Dios tenía el control del destino de su hijo y por eso ella pudo desprenderse y confesárselo a Dios.

Esto no fue fácil para Jocabed, no es fácil el ver como a un hijo sé lo lleva el río y no saber si sobrevivirá o no; o que es criado por alguien más, con principios diferentes a los nuestros, enseñándole a adorar dioses falsos y costumbres paganas. No es fácil ver como un hijo después de adulto es perseguido para ser asesinado por un rey malvado, todo esto lo sufrió Jocabed con Moisés. Pero ella estaba segura en que Dios le había dado un hijo fuera de lo común

  • ¿Sabe por qué las madres piensan que sus hijos son los más hermosos del mundo?
  • ¿Sabe por qué las madres piensan que sus hijos son los mejores?,

porque cuando los sintieron en su vientre, sintieron vida, sintieron algo que no es común sintieron vida creciendo dentro de ellas, y cuando nacen y los sostienen por primera vez, ellas ven destino, ellas ven propósito, ellas ven que tienen a alguien fuera de lo común en sus brazos y en realidad lo son, porque ningún hijo es igual al otro, todos vienen con propósito y destino de parte de Dios a esta tierra.

Una madre no tiene que resignarse a su condición presente, no tiene que resignarse a la vida que está viviendo, no tiene que resignarse a ver que no logran su propósito en la vida, sino que tiene que seguir haciendo guerra, luchando, peleando , pero en el Señor, en oración, en clamor, en adoración, en alabanza, en obediencia, con la Palabra, en ayuno, en todo lo que tenga que hacer, porque el hijo(a) que Dios le ha entregado, ese hijo(a) que tuvo en el vientre, puede ser el próximo Apóstol Pablo, el próximo predicador, el próximo ministro, el próximo ingeniero, no se deje llevar por lo que está viendo, sino que cree en lo que declaró cuando lo sintió por primera vez, cuando lo vio por primera vez. Despréndase de la culpa y el temor y muévase en valentía y fe. No permita que nada ni nadie le robe la fe de creerle a Dios por la vida de tus hijos.

Quiero animarte a que no te dejes controlar por las situaciones, no te dejes controlar por lo que ves, sino que aviva el fuego del don de Dios, creele a Dios, confía en Dios, pon tu fe en Dios y verás que un día junto con tus hijos declararán que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO