Identidad 2

Adoptados Por Dios

By Richard Martínez, Pastor Principal, June 12, 2022

INTRODUCCION

El propósito de esta serie de mensajes es afirmar la identidad que tenemos en Cristo, contrario a lo que en este tiempo se está enseñando. Una de las razones por lo que la sociedad va en esta dirección es por la falta de paternidad; por eso es que este mensaje de hoy es importante, porque la Biblia dice que fuimos adoptados por Dios como hijos, lo que afirma que nuestra identidad está en Dios y no en el mundo o la sociedad.

MENSAJE

El Dolor Que Trastorna La Identidad

En uno de los mensajes de la serie anterior, hable de un hombre llamado Mefiboset, y mencione que

el nombre original de “Mefiboset” era “Meri-baal” que significa: quien destruye dioses falsos, ese era el destino de Mefiboset,

esa fue la identidad que él obtuvo de sus padres; el padre de Meri-baal era un príncipe llamado Jonathan y su abuelo era el Rey Saúl.

Pero la Biblia nos dice que a Mefiboset le aconteció algo trágico,

2 Samuel 4: 4 dice “(Jonatán, hijo de Saúl, tuvo un hijo llamado Mefiboset, quien quedó lisiado de niño. Cuando Mefiboset tenía cinco años, llegó la noticia desde Jezreel de que Saúl y Jonatán habían muerto en batalla. Al enterarse la niñera, tomó al niño y huyó; pero, con el apuro, se le cayó y quedó lisiado)”.

Esta situación fue la que llevó a Meri-baal a renunciar a la identidad que había adquirido de su padre,

cambiándose el nombre de “quien destruye dioses falsos” a “quien lo destruye la vergüenza”.

Y no solo eso, sino que Mefiboset pasó de vivir, bajo el cuidado de su padre y su abuelo, a un lugar llamado Lo-debar.

Históricamente, Lo-debar era reconocido como un sitio que no tenía las condiciones apropiadas para una persona vivir dignamente. Por eso es que llegaban personas cargadas de dolor, tristeza, oscuridad, soledad y desesperanza.

Esa no fue la identidad que el padre de Mefiboset había determinado para su hijo, sino que fueron las circunstancias, un evento traumático y trágico que lo llevó a vivir en esa condición, en otras palabras, estaba tan atormentado por lo sucedido cuando era niño que no encontró otra alternativa para su vida, sino renunciar a su identidad, cambiarse el nombre y mudarse lo más lejos posible a lo que le recordara lo que un día fue su vida, su inocencia y su identidad.

En muchas ocasiones, el renunciar a la identidad dada por Dios, viene como consecuencia de la desobediencia, como sucedió en el Edén con Adán y Eva; pero, pero en otras ocasiones, viene por un evento traumático, doloroso o trágico que los llevó al dolor, la tristeza, la soledad, o la desesperanza.

Inclusive las personas que enfrentan disforia de género, donde habiendo nacido hombres se consideran mujeres o viceversa cuando verdaderamente abren sus corazones, vemos que la mayoría han sido víctimas de un evento traumático que atravesaron en la niñez o la adolescencia, y no solo por violaciones, sino que algunos han enfrentado abandonos, abuso, físico o emocional y esto lleva a cualquier persona a un Lo-debar.

Esto ocurre no solo con las personas que tienen una confusión con su identidad sexual o de género, sino aún con:

  1. Las personas que viven una vida sexualmente desenfrenada.
  2. Las personas que viven atormentadas por celos.
  3. Los asesinos como lo que vimos en Uvalde.
  4. Las personas que roban.
  5. Las personas que son movidas por el rencor y el odio.
  6. Las personas que viven atadas al alcoholismo o la drogadicción.

Bendecidos Por Dios

Mefiboset quedó no solo lisiado de los pies, sino que también quedó huérfano, en un solo día toda su vida cambió. Cualquier persona pudo haber mirado a Mefiboset, pensar o aún expresarle: ¿por qué no cambia? ¡Ya levántate de esa condición¡ ¡Toma decisiones diferentes! Pero por eso Mefiboset se mudó a Lo-debar, porque no sabía cómo salir de su condición.

  • ¿Cómo una persona que le robaron su inocencia, puede dejar de pensar en eso?
  • ¿Cómo una persona que fue abandonada puede ya no sufrir?
  • ¿Cómo hace una persona que se siente culpable por haber dañado a alguien, personarse a sí mismo?
  • ¿Cómo una persona que fue maltratada, puede recuperar su estima?

No es fácil, muchas personas están en su condición, no porque quieren estar en ella, sino porque no encuentran como salir de ella.

No es fácil lidiar con los pensamientos que nos atormentan cuando hemos enfrentado un momento trágico y doloroso; el mismo Rey David dijo en

Salmos 6: 6 - 7: 6 “Estoy agotado de tanto llorar. Toda la noche inundo mi cama con llanto; la empapo con mis lágrimas. 7 El dolor me nubla la vista; tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos.

Inclusive Jeremías declaró en

Jeremías 20: 17 - 18: 17 ¡Oh, si tan solo hubiera muerto en el vientre de mi madre, si su cuerpo hubiera sido mi tumba! 18 ¿Por qué habré nacido? Mi vida entera se ha llenado de dificultades, de dolor y de vergüenza.”

Así se sentía Mefiboset y así se sienten muchas personas en este tiempo, están en la condición en la que se encuentran, no porque quieran, sino porque como Mefiboset han permitido que el evento doloroso que atravesaron determine su identidad y no saben como salir. Es más fácil permanecer en la condición en la que nos encontramos que creer que Dios tiene algo mejor para mí;

es más fácil acostumbrarnos a vivir con el dolor que arriesgarnos a ser sanados.

Pero la Biblia dice en

2 Samuel 9: 1 que: Cierto día, David preguntó: «¿Hay alguien de la familia de Saúl que aún siga con vida, alguien a quien pueda mostrarle bondad por amor a Jonatán?

Uno de los siervos del Rey David le comentó que si había alguien de la casa de Jonatán a quien podía mostrarle bondad y le habló de Mefiboset, David mandó a que le trajeran a Mefiboset. Cuando le trajeron a Mefiboset, nos dicen los

  1. 7 - 8:

7 “—¡No tengas miedo!—le dijo David—, mi intención es mostrarte mi bondad por lo que le prometí a tu padre, Jonatán. Te daré todas las propiedades que pertenecían a tu abuelo Saúl, y comerás aquí conmigo, a la mesa del rey. 8 Mefiboset se inclinó respetuosamente y exclamó: —¿Quién es su siervo para que le muestre tal bondad a un perro muerto como yo?”

Mefiboset había tomado la identidad de una persona que lo destruye la vergüenza al punto tal de creer que no había remedio para su condición y que no merecía la bondad, el amor y la bendición del rey.

Pero cuando Mefiboset se presenta delante del Rey, el rey le expresa que su intención era:

  1. Mostrarle bondad.
  2. Bendecirlo.
  3. Adoptarlo como un hijo (porque comería en la mesa del rey, donde solo se le permitía comer a la familia del rey).

Si las personas supieran que esto es precisamente lo que nuestro Padre Celestial quiere hacer por nosotros y con nosotros; Él quiere mostrarnos su bondad, bendecirnos y adoptarnos, quiere que seamos sus hijos, que nos sentemos en su mesa de bendición, quiere eliminar las heridas que no le permiten conocer su verdadera identidad.

El rey decidió de antemano bendecir a Mefiboset, decidió de amarlo, decidió adoptarlo, no importando cuál fuera su condición, no importando que se haya cambiado el nombre, no importando lo que él pensara del mismo. Por eso dice en

2 Samuel 9: 13: “Y Mefiboset, quien estaba lisiado de ambos pies, vivía en Jerusalén y comía a la mesa del rey.”

El rey no estaba mirando la condición de Mefiboset, el rey lo que quería era mostrarle su bondad, amarlo, bendecirlo y adoptarlo.

CONCLUSION

Muchas personas que están en pecado, que están en drogadicción, en alcoholismo, prostitución, homosexualismo, lesbianismo, disforia de géneros, adulterio, fornicación, no vienen a Cristo porque creen:

  1. Que no hay lugar para ellos.
  2. Que no hay amor para ellos.
  3. Que no hay perdón para ellos.

Pero si tan solo supieran que Dios los ama a tal punto que entregó a su hijo a morir en la cruz por nuestros pecados, si tan solo creyeran que Dios es quien les está buscando y mandando a llamar, si tan solo supieran que el hecho de estar leyendo este mensaje es porque Dios quiere hacer algo nuevo en sus vidas, sanar sus corazones y sus pensamientos, que lo que Dios quiere hacer es sacarlos de su Lo-debar y darles un lugar para que se sienten en su mesa de bendición.

Esto es lo que el Apóstol Pablo dijo en

Efesios 1: 3 - 8, él dijo: 3” “Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo. 4 Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. “

Estas bendiciones espirituales no son cualquier cosa, estas bendiciones espirituales sanan los corazones, sanan las heridas del pasado, sanan las traiciones, los golpes, las violaciones, sana la maldad, limpia de las adicciones, sana el alcoholismo, nos restaura del rechazo y el dolor causado por las personas que se suponía nos amaran, que se suponía nos cuidaran; esas bendiciones espirituales llenan cada espacio del corazón del ser humano, llenan las áreas que ni el sexo, el dinero, ni nada, ni nadie puede llenar y esas bendiciones espirituales son las que recibimos cuando nos unimos a Cristo.

Muchas personas ven la vida cristiana como una ridiculez, ven el que adoremos a Dios, sirvamos a Dios, diezmemos de lo que Dios nos ha dado, que oremos, que vivamos para Dios, ven todo eso como una ridiculez, inclusive aún hay algunos cristianos que también lo ven de la misma forma.

Todos tenemos una historia, un día estábamos también como Mefiboset, nos había destruido la vergüenza y la desgracia, todos un día vivíamos en un Lo-debar, pero cuando el Rey nos llamó y le entregamos nuestras vidas a Él, pudimos ser bendecidos y por eso es que hacemos lo que hacemos, no porque tenemos miedo a condenarnos en el infierno, porque ya vivíamos en un infierno, sino porque cuando Dios nos llamó nos sanó, nos rescató, nos restauró, nos bendijo con toda bendición espiritual y no solo eso, sino que nos amó.

Examine su propio corazón y se dará cuenta de que la razón por la que se comporta como lo hace, la razón por la que vive en la condición en que vive, la razón por la que aún tiene luchas de identidad, la razón por la que batalla con los pensamientos de odio y rencor, la razón por la que está batallando con su sexualidad, con el alcoholismo, la drogadicción, cualquiera que sea el pecado, es el resultado de una experiencia dolorosa, traumática e injusta.

Pero no tiene que quedarse en esa condición, sino que puede ser libre hoy, puede sanar hoy, puede experimentar su amor hoy. Dios le está llamando, Él le mandó a buscar, para mostrarle su amor, para llenarle, para darte una vida nueva, para salvarle. Examine su corazón y se dará cuenta de que lo que está viviendo hoy está conectado con el daño y el dolor que le causaron en el pasado, que el Lo-debar que está viviendo es por causa del dolor que experimentó en el pasado.

Lo más impresionante que Mefiboset obtuvo de David no fueron sus tierras, sino ser adoptado por David como un hijo. Hubo un tiempo que cuando David tuvo que huir, pasó cerca de la casa de Mefiboset y el siervo de Mefiboset se aprovechó de que era lisiado para engañarlo y no permitirle que llegara a ver al rey David. Pero cuando David no tuvo que continuar huyendo y se encontró nuevamente con Mefiboset vemos en 2 Samuel 19: 24 - 30 que David le preguntó a Mefiboset el por qué no había ido a verlo.

Nos dice la Biblia que desde el día que David tuvo que salir huyendo, Mefiboset no se había cuidado sus pies, no se había afeitado, ni había lavados sus ropas y Mefiboset le dijo a David: Como cree que no quise ir a verlo, si:

“Todos mis parientes y yo solo podíamos esperar la muerte de su parte, mi señor, ¡pero, en cambio, me honró al permitirme comer a su propia mesa! ¿Qué más puedo pedir? (v.28)

Lo que más Mefiboset valoraba no eran las tierras, no era la prosperidad, no eran las casas, lo que más Mefiboset valoraba era que había sido adoptado por el rey, que pertenecía a la familia del Rey. Por eso, cuando David, dijo que le quitarían las tierras a Siba y se la dieran a Mefiboset, él contestó en el

  1. 30: “Désela toda a él. ¡Estoy satisfecho con que haya vuelto a salvo, mi señor el rey!”

En otras palabras, lo más importante es que estoy aquí y que mí, rey está aquí y no hay nada más importante que eso, no hay algo que sea más valioso que eso, así que no me importa más que eso.

Lo más impresionante que Dios ha hecho en mi vida, después de haberme perdonado, fue adoptarme, adoptarme como un hijo.

Efesios 1: 5 que: “Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo”.

Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.

Babe Ruth, el mejor jugador de las grandes ligas, Dave Thomas, el fundador de Wendys, Nelson Mandela fue presidente en Sur África, Gerald Ford quien fue presidente en Estados Unidos; Steve Jobs, el fundador de Apple; Simone Biles, quien es la gimnasta que ha ganado la mayor cantidad de medallas en olimpiadas, todas estas personas fueron adoptadas y alcanzaron logros históricos, porque alguien vio algo en ellos, alguien creyó en ellos.

Usted y yo fuimos adoptados por Dios, lo que significa que ya no tenemos la identidad que nos da el mundo, ni el enemigo, ni el pasado, ni la persona que nos hizo daño, sino que nuestra identidad proviene de Dios

y gracias a que fuimos adoptados por Dios es que podemos lograr vencer sobre toda artimaña, maldad, estrategia o ataque del enemigo porque tenemos los derechos de hijos de Dios y los hijos de Dios vivimos para declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO