INTRODUCCION He estado hablando en los dos últimos mensajes de algunos de los atributos de Dios, y mientras más medito en ellos y escudriño en la Palabra, más tengo que admitir que conozco muy poco de Él; y esto me lleva no a sentir desánimo, sino a reflexionar en que necesito conocer no solo más de Dios, sino más a Dios. Quiero preguntarle, cuando piensa en Dios. ¿Qué le viene a la mente? ¿Qué piensa de Dios? ¿Cómo ve usted a Dios? ¿Qué cree usted de Dios? Sé que hemos hecho esta pregunta en muchas ocasiones, pero creo que es una de las preguntas más importante que debe hacerse en la vida, porque el responder va a determinar el resto de su día, su semana, su año, su vida, sus decisiones, su matrimonio, su paternidad, su maternidad, su misión, su paz, su esperanza, sus pensamientos, sus sueños, sus anhelos, etc. Porque como dice el Salmo 36: 9: “Pues tú eres la fuente de vida, la luz con la que vemos. Cómo veamos a Dios, determinará todas las demás cosas.” Por eso es que en este día quiero hablar de la Omnipotencia de Dios, y cuando hablamos de que Dios es omnipotente o todopoderoso no significa que Dios tiene poder, sino que Él es la fuente de todo poder. MENSAJE El Inexplicable Poder De Dios Una de las preguntas que en ocasiones me gusta hacerle a las personas y que en ocasiones también me ha confrontado es: ¿Cree todo lo que dice la Biblia y cómo lo dice?. Por ejemplo: Cuando Moisés sacó al pueblo de Egipto, y estaba frente al Mar Rojo, porque el ejército del faraón los perseguía, Dios le dice a Moisés que extendiera su vara sobre el mar, y que dividiera las aguas, Éxodo 14: 21 - 22: nos dice “Luego Moisés extendió la mano sobre el mar y el Señor abrió un camino a través de las aguas mediante un fuerte viento oriental. El viento sopló durante toda la noche y transformó el lecho del mar en tierra seca. 22 Entonces el pueblo de Israel cruzó por en medio del mar, caminando sobre tierra seca, con muros de agua a cada lado. ¿Cree lo qué acaba de leer? O es usted de los que cree que en ese tiempo el Mar Rojo se secaba y que por eso fue que el pueblo de Israel pudo cruzar, porque cruzaron por el lado más llano, pero como los egipcios iban en sus caballos y Dios había endurecido sus corazones ellos trataron de cruzar por el lado más profundo y por eso se ahogaron. Una vez escuche a una persona diciendo, que no fue que Moisés partió el Mar Rojo, sino que el Mar Rojo estaba seco y que en una parte del mundo hubo un Tsunami, dónde las ondas de ese Tsunami produjo que hubiera de repente una represa de agua que llenó el Mar Rojo, justo cuando los egipcios estaban cruzando. Mientras miraba el video, yo decía: ¿Por qué lo complican?. Cuando es fácil de entender que el pueblo cruzó en seco y Dios ahogó a los egipcios; pero yo lo creo exactamente como la Biblia lo dice. Ahora, ¿usted cree lo que dice la Palabra de Dios y cómo lo dice o no? Porque si no lo cree, tendrá muchos problemas creyendo en la omnipotencia de Dios. Al ser humano siempre le ha chocado la omnipotencia de Dios, porque la omnipotencia de Dios no la podemos medir, no la podemos limitar, no tiene explicación, ni comparación. Por eso es que se les hace más fácil creer que todo esto existe por la teoría del Big Bang, que creer en el principio de que Dios creó los cielos y la tierra. Por eso es que hay personas que prefieren creer que salimos del mono, y no en lo que dice la Biblia, que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Dios es tan poderoso que no requiere ningún esfuerzo en crear lo que quiere crear, en realizar lo que quiere realizar. Por ejemplo, la Biblia dice en Génesis 1: 1 “comienza con una de las declaraciones más sencillas que podemos encontrar y nos dice: En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.” Muy sencilla declaración. Pero en realidad no es tan sencilla o por lo menos para nosotros. Por ejemplo, si tomo un reloj y usted pregunta: ¿Qué es eso? Yo le voy a contestar: Un reloj. Y si me pregunta: ¿Y para qué funciona? Yo le voy a decir: Para mirar la hora. Sí me pregunta: ¿Y cómo funciona? Yo le voy a decir: eso si yo no sé, para eso tiene que hablar con el que lo hizo, él conoce las piezas y cómo funciona cada una. Así mismo sucede con la declaración de Génesis, Dios nos dijo todo lo que tenía que decirnos de la creación y todo lo que nosotros necesitábamos saber era que: “En el principio, Dios creó los cielos y la tierra”. Pero cuando pensamos cómo es que el mundo gira en su órbita, cuantos años luz se toma llegar a Marte, cuántas galaxias existen, como es que nacen los árboles, como es que la lluvia da a los árboles el agua necesaria para crecer, como es que los mares se detienen en su lugar etc. A nosotros se nos hace complicado entenderlo, pero a Dios no, porque Él fue quien lo creó. Todos los pensamientos de los seres humanos, combinados, no alcanzan a explicar cómo es que todo fue creado, por eso todo lo que necesitamos saber es que: “En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.” Sin embargo, la realidad por la que creo que Dios utilizó un solo versículo para describir cómo los cielos y la tierra fueron creados, es porque para Dios, no hubo ningún esfuerzo al crearlo, Dios no fue a la universidad para crear los cielos y la tierra, Dios no tuvo que recopilar los elementos para crear los cielos y la tierra, Él dijo y fue hecho, así de sencillo, porque Él es el Dios Todopoderoso. Dice el Salmo 33: 6 - 9: 6 “El Señor tan solo habló y los cielos fueron creados. Sopló la palabra, y nacieron todas las estrellas. 7 Asignó los límites al mar y encerró los océanos en enormes depósitos. 8 Que todo el mundo tema al Señor y todos estén ante él con temor reverente. 9 Pues cuando habló, el mundo comenzó a existir; apareció por orden del Señor.” Lo que significa que su poder no puede ser explicado, no puede ser razonado, no puede ser determinado; Dios habla y todo es hecho sin ningún esfuerzo, como dice en Jeremías 32: 17: “Oh Señor Soberano! Hiciste los cielos y la tierra con tu mano fuerte y tu brazo poderoso. ¡Nada es demasiado difícil para ti!” Qué Significa El Poder De Dios Para Nosotros: ¿Por qué reconocer que la omnipotencia de Dios es tan importante? Creo que es importante aclarar que Dios no necesita que tú y yo creamos en su poder para su beneficio, Él no es más Dios porque creamos o no en Él, su deidad y su fama no crece por nuestra fe. El mismo salmista dijo en el Salmo 8: 3 - 4: 3 “Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos, la luna y las estrellas que pusiste en su lugar—, me pregunto: 4 ¿qué son los simples mortales para que pienses en ellos, los seres humanos para que de ellos te ocupes?” Esto nos demuestra que nosotros somos simples mortales, lo que significa que ni mi fe, ni mi asombro, ni mi admiración por Dios beneficia en nada a Dios; el nosotros conocer el poder de Dios es para nuestro beneficio, porque cuando reconocemos su poder y nos damos cuenta cuanto nos ama, podemos de esa manera en los momentos de angustia recordar que el Dios que nos ama, no solo nos ama sino que también es Todopoderoso y para Él no hay nada imposible. Por ejemplo: Si vemos a Dios o pensamos en Dios con una visión limitada, cuando lleguen las malas noticias, los problemas y conflictos; nos llenaremos de angustia, nos cargaremos de preocupación; podemos llegar al desánimo, al tormento, a la depresión o aún hasta la amargura. Pero si vemos a Dios como la Biblia lo describe, si vemos a Dios como su Palabra nos enseña, si alcanzamos comprender el conocimiento más básico del poder de Dios, entonces en medio de cualquier situación estaremos a la expectativa de que Dios hará un milagro, si vemos a Dios como la Biblia lo describe, jamás seremos abatidos, ni persuadidos por el enemigo, sino que viviremos cada día de nuestras vidas con una paz y una confianza sobrenatural. El asunto con la omnipotencia de Dios es que como no lo podemos medir, nos cuesta entenderla y apreciarla. Algo así le sucedió a Abram, que luego de que tuvo un encuentro con Dios en Génesis 15 donde Dios le asegura que haría de él una gran nación, dice en Génesis 15: 6: Y “Abram creyó al Señor, y el Señor lo consideró justo debido a su fe”. Sin embargo, nos dice Génesis 16: 1 - 3: 1 “Ahora bien, Sarai, la esposa de Abram, no había podido darle hijos; pero tenía una sierva egipcia llamada Agar. 2 Entonces Sarai le dijo a Abram: «El Señor no me ha permitido tener hijos. Ve y acuéstate con mi sierva; quizá yo pueda tener hijos por medio de ella». Y Abram aceptó la propuesta de Sarai. 3 Entonces Sarai, la esposa de Abram, tomó a Agar, la sierva egipcia, y la entregó a Abram como mujer. (Esto ocurrió diez años después de que Abram se estableció en la tierra de Canaán)” Podemos ver que en Génesis 12 Dios le da una promesa a Abram, y esa promesa tenía como requisito que saliera de su tierra y de la casa de su padre; Abram obedece a Dios, pasan los años y nada sucede; luego Dios se le aparece nuevamente a Abram en Génesis 15 y le confirma la promesa; pero pasaron un promedio de diez años entre Génesis 15 y 16 y no sucedió nada y al Abram no ver cumplida la promesa de Dios, acepta la oferta de Sarai y decide acostarse con Agar. En este proceso, al Abram ver que pasaba el tiempo y nada sucedía, le pareció bien la oferta de Sarai; pero de lo que Abram no se había percatado es que Dios tenía el tiempo determinado para realizar el milagro, para que así la gloria fuera de Dios y no de Abram, pero al Abram tratar de hacer las cosas en sus fuerzas, lo que hizo fue complicarlas. A todos nos es posible en un momento de manifestación de la presencia de Dios creerle a Dios, creer en el poder de Dios, creer en la omnipotencia de Dios, creer que Dios todo lo puede, creer que para Dios no hay nada imposible; pero en el momento en que no vemos nada sucediendo, en el momento en que no vemos la promesa cumplida, en el momento en que las cosas no van como esperábamos se nos puede hacer fácil, comenzar a dudar de su poder, dudar de si lo va a hacer o no y nos vemos tentados a hacer las cosas en nuestras propias fuerzas. Lo que muchos no acabamos de entender es que en nuestras fuerzas no hay nada que podamos hacer para que la voluntad de Dios se cumpla, sino que lo único que podemos hacer para que la voluntad de Dios se cumpla es confiar en que el Dios que nos hizo la promesa es fiel para cumplirla. De Abram haber sabido, él se hubiera esperado, porque si se hubiera enterado de que Dios estaba esperando que su cuerpo no pudiera naturalmente producir un hijo, para que cuando Dios hiciera la obra fuera evidente para todos. Lo mismo nos sucede a nosotros, en ocasiones queremos resolver las cosas a nuestro modo en vez de esperar el tiempo de Dios y la manifestación del poder de Dios. Por eso es que el mismo Apóstol Pablo dijo en 2 Corintios 1: 9: “De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos.” Al parecer él había entrado en una etapa de su vida donde estaba confiando más en su capacidad que en el poder de Dios y en medio de una de las mayores crisis de su vida, tuvo que aprender a confiar en el poder de Dios y dejar de confiar en su capacidad. CONCLUSION En ocasiones podemos llegar a sentirnos tan capaces y confiados, que podemos llegar a la arrogancia de pensar que no dependemos de Dios y olvidarnos que si existimos aún hoy, es porque Dios nos preserva con vida. Y el problema es que al sentirnos cada vez más autosuficientes, al llegar los problemas, las crisis y las calamidades, como hemos dependido de nosotros mismos y nuestra capacidad, al vernos tan limitados de poder, comienza la desesperación, la angustia y el tormento, porque nos damos cuenta de que no tenemos poder alguno, sino que todo el poder proviene de Dios. Sin embargo, Romanos 4: 18 - 21 dice de Abraham: 18 Aun cuando no había motivos para tener esperanza, Abraham siguió teniendo esperanza, porque había creído en que llegaría a ser el padre de muchas naciones. Pues Dios le había dicho: «Esa es la cantidad de descendientes que tendrás». 19 Y la fe de Abraham no se debilitó, a pesar de que él reconocía que, por tener unos cien años de edad, su cuerpo ya estaba muy anciano para tener hijos, igual que el vientre de Sara. 20 Abraham siempre creyó la promesa de Dios sin vacilar. De hecho, su fe se fortaleció aún más y así le dio gloria a Dios. 21 Abraham estaba plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete. Aquí nos describe un Abram de fe, de esperanza, que no se debilitó. Este Abram que describe aquí es el Abraham de Génesis 17, solo que el Abraham de 99 años, se había dado cuenta de que las cosas en sus fuerzas y como él pensaba, no funcionaban. Por esa razón es que 14 años más tarde, cuando Dios ahora se le aparece nuevamente en Génesis 17: 1 - 3: nos dice que Dios le dijo: “Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy El-Shaddai, “Dios Todopoderoso”. Sírveme con fidelidad y lleva una vida intachable. 2 Yo haré un pacto contigo, por medio del cual garantizo darte una descendencia incontable». 3 Al oír eso, Abram cayó rostro en tierra.” En esta ocasión, cuando Dios le dijo a Abraham: Yo soy El-Shaddai, “Dios Todopoderoso”. Sírveme con fidelidad y lleva una vida intachable; lo que Dios le dijo con esto fue, que viviera en total dependencia de Él, que caminara con Él, que viviera una vida de entrega y de devoción a Él y en ese momento nos dice que Abram cayó rostro en tierra. Abraham en este momento dejó de depender de él, para depender y confiar en Dios. En ocasiones Dios tiene que dejarnos que nos cansemos de hacer las cosas en nuestras fuerzas, a nuestro modo y dejar que pase el tiempo hasta que nos rindamos a Él y pongamos en Él toda nuestra dependencia y confianza. En ese momento que Dios vio a Abram en una posición de sumisión y dependencia total a Él, fue que cambió su nombre y le dio la fortaleza que necesitaba para este nuevo proceso de fe en su vida. Fue ahí que Abraham entendió que en él no había poder alguno, que en sus fuerzas no podía solucionar, a tal punto que Pablo nos explica en Romanos 4 que ahora Abram cuando miraba su cuerpo envejecido, su imposibilidad, su incapacidad, a pesar de todas sus limitaciones pudo mantener su fe, porque en esta ocasión cuando entendió que Jehová es también El-Shaddai el Dios Todopoderoso, esto llevó a Abram a estar plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir lo que promete y por esa razón es que mientras esperaba que Dios cumpliera lo que le había prometido, nos dice la Biblia que: Siguió teniendo esperanza. Siguió confiando en Dios. Su fe no se debilitó. Continuó creyendo en la promesa de Dios sin vacilar. Dio gloria a Dios en todo tiempo. Todo esto fue porque Abraham aprendió a confiar en el poder de Dios y no en su capacidad. Esto nos demuestra que la omnipotencia de Dios no solo opera abriendo el Mar Rojo, resucitando a un muerto o sanando de una enfermedad terminal o algo así. Si no que la omnipotencia de Dios también opera en nuestras vidas, cuando por poner nuestra mirada, nuestra esperanza, nuestra fe en Él, recibimos la paz, la fortaleza y la confianza que necesitamos para esperar en Él y recibir de Él, lo que Él nos ha prometido. Como dice el Salmo 73: 26: “Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre” Por eso es que es importante que nos preguntemos: ¿Qué es lo que crees de Dios?. ¿Crees que Dios es tan poderoso como la Biblia lo describe?. ¿Cuál es la opinión que tienes de Dios?. Porque eso es lo que va a determinar tu fe, en los momentos de dificultad, eso es lo que va a determinar en este día si le vas a creer a Dios o a esa situación que estás atravesando. Quiero retar nuestra fe, quisiera retar los pensamientos limitados que tenemos de Dios, quisiera animarte a desenterrar aquel anhelo que tenías en tu corazón y que enterraste porque no veías nada sucediendo, yo quisiera retar a aquello a lo que te has resignado porque aún no ves el milagro y quisiera provocar la fe en cada uno de nosotros, a que dependamos de Dios y confiemos en el poder de Dios y no en el nuestro. Si usted está leyendo este mensaje y aún no le ha entregado su vida a Cristo, mi pregunta para usted sería la misma que he hecho: ¿Qué opinión tiene usted de Dios? ¿Piensa que Dios de verdad existe? ¿Cree que Dios de verdad creó el infierno, para los que lo rechazan? ¿Cree que no necesitas de Dios? ¿Por qué si sabes que Dios existe, que el infierno es real, que Dios te ama, porque no entregarle su vida a Cristo de una vez por todas?. No rebajemos a Dios a nuestra visión limitada, sino que veamos a Dios conforme a su inmenso e inagotable poder, porque solo así es que venga lo que venga o pase lo que pase, nos mantendremos firmes declarando que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO