INTRODUCCION Imagínese que usted está en un crucero y está sentado cómodamente frente a la alberca, teniendo de fondo ante sus ojos todo el vasto océano. En ese momento usted podrá tener una comprensión total del agua que está en la alberca, ya que está limitada por las dimensiones visibles de dicha alberca. Puede ver donde comienza, donde termina, puede ver su superficie y su profundidad. Pero a diferencia del agua de la alberca, cuando observa el océano, usted no podrá ver donde comienza, ni donde termina. Podrá observar la superficie, pero no su profundidad. Así es el conocimiento que tenemos de Dios. Nuestra vida y conocimiento de Dios es tan limitada como esa alberca. Conocemos de Dios por lo que nuestra mente limitada alcanza a comprender; pero que maravilloso saber que Dios conoce todo de nosotros, que mientras nosotros alcanzamos a conocer y comprender de Él tan poco como el vasto océano, él conoce todo de nosotros como si estuviese mirando un vaso de agua. Lo que significa que Dios conoce absolutamente todo y de eso estaremos hablando en este día, estaremos hablando de la omnisciencia de Dios. MENSAJE La Omnisciencia De Dios La omnisciencia de Dios es uno de los atributos más fáciles de creer, pero también más difíciles y complicados de comprender; porque comenzamos a hacernos preguntas como: ¿Si Dios sabe todo, entonces porque…? El hacer esta pregunta es peligroso, porque nos puede llevar a poner en tela de juicio quien es Dios y porque hace las cosas como las hace. Estaríamos poniendo entre dicho la soberanía de Dios. . Si nosotros llegáramos a comprender completamente a Dios, no sería Dios. Ahora bien, a través de lo que él ha revelado por medio de la creación y la Palabra de sí mismo, podemos tener un conocimiento de Dios significativo, pero jamás podremos tener un conocimiento exhaustivo, no podremos comprender plenamente todo lo que Dios es. Nuestro conocimiento de él siempre será limitado, pero será lo suficiente para conocerle. Por ejemplo, en Éxodo 33 cuando Moisés le pidió al Señor que le permitiera ver su gloria, Dios le contestó. Éxodo 33:19-23: “El Señor respondió: Haré pasar delante de ti toda mi bondad y delante de ti proclamaré mi nombre, Yahve. Pues tendré misericordia de quien yo quiera y mostraré compasión con quien yo quiera. Sin embargo, no podrás ver directamente mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida. El Señor siguió diciendo: Párate cerca de mí, sobre esta roca. Cuando pase mi gloriosa presencia, te esconderé en la grieta de la roca y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. Después retiraré la mano y dejaré que me veas por detrás; pero no se verá mi rostro.” Mientras vivamos en este cuerpo mortal afectado por el pecado, no podremos tener acceso a toda la gloria, conocimiento y majestad de Dios. Sin embargo, en su gracia y misericordia, hemos sido escondidos en Cristo, la roca inconmovible. En él, nuestras mentes entenebrecidas por el pecado, fueron alumbradas para llegar a tener el suficiente conocimiento de Dios que nos ha otorgado la vida. Como seres finitos no podemos comprender lo infinito. Dios sobrepasa nuestra habilidad de comprender su plenitud. Sin embargo, es ahí donde debe residir nuestro asombro de la grandeza de Dios, él lo sabe y conoce todo. Así de grande e impresionante es la omnisciencia de Dios; la omnisciencia de Dios significa que: el entendimiento de Dios es infinito, que su conocimiento es perfecto, y que no hay nada, ni nadie en el universo que este fuera de su conocimiento y sus ojos. Hebreos 4: 13 dice: “No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.” No hay absolutamente nada que esté oculto a Dios, pasado, presente y futuro, nada está oculto; no hay nada que Dios no conozca, no hay nada que esté ajeno a Dios, Dios todo lo conoce, todo lo sabe. Romanos 11: 33 - 36 Pablo explica: 33 ¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos! 34 Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo? 35 ¿Y quién le ha entregado tanto para que él tenga que devolvérselo? 36 Pues todas las cosas provienen de él, y existen por su poder, y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén. Muchas veces nuestro mayor conflicto con Dios es que esperamos a que Él haga como nosotros queremos, por ejemplo, nuestras oraciones en ocasiones son instrucciones que le queremos dar a Dios de lo que esperamos que Él haga por nosotros y para nosotros; como si Dios estuviera limitado de conocimiento, y como si pudiéramos aconsejarlo. Romanos dice que la riqueza, sabiduría y conocimiento de Dios es tan grande que es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones. Aunque todos sabemos esto, cometemos el error de aun así tratar de instruir a Dios. Él dijo en Isaías 40: 13 - 15: ¿Quién puede dar consejos al Espíritu del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo o instruirlo? 14 ¿Acaso el Señor alguna vez ha necesitado el consejo de alguien? ¿Necesita que se le instruya sobre lo que es bueno? 15 ¿Le enseñó alguien al Señor lo que es correcto, o le mostró la senda de la justicia? No, porque todas las naciones del mundo no son más que un grano de arena en el desierto. No son más que una capa de polvo sobre la balanza. Él levanta el mundo entero como si fuera un grano de arena.” La manera en que podemos ver esto es como cuando estamos viendo un partido de Baloncesto o Soccer y estamos en las gradas o en la sala viendo el partido por TV; estando en las gradas tratamos de manera loca de gritarle a los jugadores que tienen que hacer o al coach qué jugada hacer, aun cuando ellos nos están oyendo, pero eso es más razonable que darle instrucciones a Dios, porque al menos en el deporte conocemos las reglas del juego, conocemos lo básico del deporte, lo hemos jugado etc. Pero nosotros no estuvimos ahí, cuando Dios creó todo de la nada, cuando creó al hombre, cuando creó los cielos y la tierra, sabemos qué ocurrió por su palabra, pero no sabemos cómo sucedió, cómo tomó forma, que tanto tiempo tomó, no sabemos nada, solo sabemos que Él nos creó, lo que significa que es una locura darle instrucciones a Dios, cuando aún el Salmista nos dice en el Salmo 147: 5: ¡Qué grande es nuestro Señor! ¡Su poder es absoluto! ¡Su comprensión supera todo entendimiento! La Omnisciencia De Dios y Nosotros: En Génesis 3 el hombre peca contra Dios y Dios se aparece en el Edén y les hace preguntas, las cuales vemos en los v. 9 - 13 ¿Dónde estás? ¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras? ¿Qué has hecho? Cada una de estas preguntas no significaba que Dios no supiera, sino que significaba que Dios quería que el hombre reconociera su condición. Esto es importante porque muchas veces vemos que Dios hace preguntas en la Biblia y podemos confundirnos y pensar que está preguntando, buscando información, pero cada vez que Dios le hace una pregunta al ser humano es con el fin de que conozca su condición. Dios conoce el fin desde el principio, conoce el mañana desde ayer, conoce lo que atravesaremos mañana, antes de que ocurra; Dios sabía el día en que yo iba a nacer antes de que mis tatarabuelos se conocieran; Él conoce cada cabello de nuestras cabezas, nuestros pensamientos, intenciones, nuestros deseos y anhelos, nada está oculto de Dios. El salmista dijo en Salmo 139: 1 - 4: “Oh Señor, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí. 2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos, aun cuando me encuentro lejos. 3 Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago. 4 Sabes lo que voy a decir, incluso antes de que lo diga, Señor” Esto nos revela que Dios conoce todo de nosotros, no hay ninguna información nuestra que se oculte de Dios. ¿Por qué es importante para nosotros saber que Dios es omnisciente? Una de las razones por las que creo que es importante saber que Dios todo lo conoce, todo lo sabe y todo lo ve, es porque si sinceramente lo creemos, buscaríamos vivir en un mayor nivel de santidad y temor reverente, si de verdad creemos que Dios conoce absolutamente todo acerca de nosotros, eso nos movería a un estilo de vida de devoción y temor por Dios. No podemos continuar viviendo nuestras vidas, haciendo cosas, tomando decisiones como si Dios no fuera omnisciente, como si pudiéramos ocultarnos de Dios, porque la Biblia nos dice en el Salmo 90: 8: “Despliegas nuestros pecados delante de ti —nuestros pecados secretos—y los ves todos.” Inclusive nos dice en Oseas 7: 2 “La gente no se da cuenta de que los estoy mirando. Están cercados por sus acciones pecaminosas y yo las veo todas.” Muchos de nosotros sabemos que Dios todo lo ve y lo creemos, pero, aun así, en ocasiones actuamos como si Dios no conociera, como si no tuviera conciencia de nuestros pecados y esto es un peligro, porque Dios todo lo ve y todo lo conoce. El saber que Dios es omnisciente me da paz, porque eso significa que no hay una situación en mi vida, que Dios no la conozca, que no hay absolutamente nada que pueda llegar a mi vida, que ya Dios no lo sepa, todo lo que ha llegado o llegará a mi vida, Dios lo conoce y si Dios lo conoce, entonces yo puedo tener la paz de que el Dios que me ama, sabe lo que es mejor para mi vida. En el Salmo 139: 1 - 4 podemos ver que Él conoce nuestros corazones, sus ojos están enfocados en cada detalle de nuestra vida, Él sabe cuándo nos sentamos y nos levantamos, conoce nuestros pensamientos, cuando viajamos o descansamos y esto me llena de consuelo y paz, porque significa que Dios siempre está conmigo porque es Omnipresente, pero no solo que siempre está conmigo, sino que sabía lo que iba a suceder antes de que sucediera y conocía cómo me daría la victoria, el consuelo, paz, dirección, fe o lo que fuera necesario, porque Él conoce todo detalle y nada está oculto para Él. Inclusive el v. 4 Debe animarnos y llenarnos de fe y paz, porque nos dice: “Sabes lo que voy a decir, incluso antes de que lo diga, Señor.” Isaías 65: 24 dice: Les responderé antes que me llamen. Cuando aún estén hablando de lo que necesiten, ¡me adelantaré y responderé a sus oraciones! Inclusive esto nos debe dar paz cuando oramos, porque Dios conoce aún aquellas cosas por las que se nos puede olvidar orar, en las que no encontramos palabras para expresar lo que sentimos, etc. CONCLUSION Entender la omnisciencia de Dios puede ser un reto para muchos, vuelvo y repito, porque es nuestro razonamiento lo que nos limita el poder comprender sus atributos. Me da paz no solo el saber que para Dios no hay nada imposible, sino también el hecho de saber que Él conoce todo, porque significa que a Dios nada lo sorprende, nada lo escandaliza, nada le es oculto. Nos dice en el Salmo 33: 13 - 18: “El Señor mira desde el cielo y ve a toda la raza humana. 14 Desde su trono observa a todos los que viven en la tierra. 15 Él hizo el corazón de ellos, así que entiende todo lo que hacen. 16 El ejército mejor equipado no puede salvar a un rey, ni una gran fuerza es suficiente para salvar a un guerrero. 17 No confíes en tu caballo de guerra para obtener la victoria; por mucha fuerza que tenga, no te puede salvar. 18 Pero el Señor vela por los que le temen, por aquellos que confían en su amor inagotable.” Es maravilloso saber que Dios me ve, que aunque está en su trono y llena toda la tierra, Él me ve, el conocer que Dios está al tanto de todo acerca de mí, es lo que nos debe llevar a poner nuestra confianza en Él. ¿Podremos confiar en Dios a este nivel? ¿Dónde descansamos en Dios sabiendo que Él conoce todo acerca de nosotros, que no hay nada que se le escape, que no hay pensamiento que se le oculte, que no hay un detalle que Él no haya considerado? ¿Podemos descansar y confiar en Dios de forma tal que podamos tener paz sabiendo que: el Señor vela por los que le temen, por aquellos que confían en su amor inagotable? Creo que en este tiempo en el que nos encontramos con tantas incertidumbres, tantas situaciones aconteciendo, tanta mentira circulando, tanta maldad, lo que nos puede dar descanso es saber que Dios es omnisciente, que Dios todo lo conoce, conoce todo lo que está aconteciendo, todos los que están sufriendo, todo lo que va a suceder; pero el Dios que en su sabiduría y omnisciencia creó los cielos y la tierra, no está escandalizado, no está amedrentado, porque ya él vio cómo será el mañana desde ayer y eso nos debe llenar de asombro y fe. Nada se le escapa a Dios, todo está dentro de su plan perfecto, aún este día, porque lo tenía preparado para ti, para que tú tuvieras la oportunidad de venir a Cristo, de confesar a Jesús como tu Señor y Salvador, de entregar tu vida a Cristo y para que seas perdonado y salvo. Por eso la próxima vez que llegue algo a tu vida, alguna situación dolorosa, difícil, complicada, antes de renegar, antes de maldecir, antes de desanimarte, antes de amargarte, medita en que Dios ya sabía que atravesarías por esa situación y si Él la permitió es porque sabe cómo tendrás victoria mañana. Vivamos nuestras vidas maravilladas con Dios y por Dios, vivamos nuestras vidas sabiendo que Dios todo lo sabe, todo lo conoce, vivamos nuestras vidas agradecidos con Dios, porque Él no nos deja, no nos ha dejado y no nos dejará jamás, vivamos nuestras vidas para declarar que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO!