INTRODUCCION Este será el último mensaje de esta serie “Dios es…” y quiero cerrar con uno de los atributos que más disfrutamos de Dios, hablaremos de cómo Dios es… misericordioso. MENSAJE La Misericordia De Dios Misericordia significa, cuando una persona no recibe el castigo que merece. Uno de los atributos de Dios es que Dios es justo, y al ser justo, debería ejercer sobre toda persona el castigo que merecemos, porque ejercer justicia es cuando una persona recibe el castigo conforme a las infracciones que ha cometido. Pero Dios en su soberanía decidió que aunque es justo, a la vez es misericordioso. Esto lo podemos ver en Romanos 9: 15 - 16: “Pues Dios le dijo a Moisés: «Tendré misericordia de quien yo quiera y mostraré compasión con quien yo quiera». 16 Por lo tanto, es Dios quien decide tener misericordia. No depende de nuestro deseo ni de nuestro esfuerzo” Para muchas personas, la misericordia de Dios se manifiesta con base en nuestro esfuerzo, con base en como nosotros convencemos a Dios de nuestro amor, admiración o fidelidad hacia Él, cuando en realidad yo no tengo que convencer a Dios de nada, porque Dios conoce mi corazón, conoce mis pensamientos, mis intenciones y en ocasiones nosotros tratamos con el Dios Omnisciente de manera en que creemos que podemos convencer a Dios de nuestra devoción a Él conforme a cuánto oramos, cómo oramos, que tan emotiva es nuestra oración o adoración a Él, cuando Dios está al tanto de las áreas más profundas de nuestro ser. A lo que quiero llegar es que nosotros no podemos por más que nos esforcemos convencer a Dios a ser misericordioso con nosotros, porque Dios es quien determina extender su misericordia a quien Él decide extenderla y decide no extenderla a quien Él decida no extenderla. Por eso es que Dios en su soberanía decide ser justo y misericordioso a la vez. Es importante entender cómo es que Dios es misericordioso, porque si no lo hacemos podemos entrar en la arrogancia humana, de que somos salvos, bendecidos, redimidos y transformados, por nuestro esfuerzo humano, cuando nada está más lejos de la verdad. El arrepentimiento del hombre no es lo que mueve a Dios a tener misericordia, porque no es que Dios tiene misericordia, sino que Dios es misericordioso. Me explico, si una persona le hace algo y lo lleva a tal punto donde usted quiere agredirle, pero en el proceso la persona le ruega que no lo agreda y usted decide no hacerlo, fue porque usted fue movido a misericordia, pero no es misericordioso. Pero Dios en su naturaleza es misericordioso y por eso Él puede extender la misericordia como a Él le parece. La Misericordia De Dios Para Con Nosotros Dice en Tito 3: 3 - 8: “En otro tiempo nosotros también éramos necios y desobedientes. Fuimos engañados y nos convertimos en esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Nuestra vida estaba llena de maldad y envidia, y nos odiábamos unos a otros. 4 Sin embargo, Cuando Dios nuestro Salvador dio a conocer su bondad y amor, 5 él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo.” Pablo le explica a Tito y le dice que en otro tiempo, nosotros éramos necios, desobedientes, engañados y éramos esclavos de nuestras pasiones y placeres, que nuestra vida estaba llena de maldad y envidia, al punto de que había odio en nosotros. Lo que significa que teníamos las condiciones perfectas para merecer un boleto directo al infierno, al lugar donde arde con fuego y azufre, al lugar donde las personas son atormentadas de día y de noche por la eternidad y eso era lo que merecíamos. Pero aquí nos explica que cuando estábamos en esa condición, Dios nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos salvó eliminando nuestros pecados y nos dio un nuevo nacimiento por medio del Espíritu Santo. Por eso es que las lágrimas que derramó en mis oraciones o en mi adoración no mueven más el corazón de Dios, que si no las derramo, porque Dios conoce mi corazón. Pero las lágrimas que derramo en mi oración y mi adoración nacen de cuando reconozco lo que merezco, reconozco cuán vil y malvado soy, reconozco cuántas veces le he fallado a Dios y ahora me doy cuenta de cuanto amor Dios tiene por mí y por eso no he recibido el pago de lo que merezco, sino la misericordia que no merezco. Eso es lo que debe llevar a nuestros corazones a compungirse delante de Dios, recibimos la misericordia que no merecemos en vez de recibir el castigo que si merecemos. Así es la misericordia de Dios. Si los seres humanos llegáramos a comprender la magnitud de la misericordia de Dios, correríamos a Dios quebrantados y no habría nada que pudiera persuadirnos, viviríamos en absoluta fidelidad a Dios porque nos daríamos cuenta de lo impresionante que es el amor de Dios que nos salvó no por nuestras acciones, sino por su misericordia, aun cuando no la merecíamos. La Misericordia De Dios En La Eternidad La misericordia de Dios no es nada nuevo, toda la Biblia es un relato de su misericordia. Por eso es que vemos que Dios crea un lugar llamado el Edén y pone allí a un hombre llamado Adán, creado a su imagen y semejanza, y lo rodea de todo bien y todo árbol, y le instruye que solo del árbol de la ciencia del bien y del mal no podían comer; luego Dios le da a Adán una ayuda idónea, huesos de sus huesos y carne de su carne. De ahí se desencadena una serie de eventos de como Dios mostraba su misericordia y como el diablo buscaba engañar a la humanidad para persuadirlos a que no creyeran en el amor y la misericordia de Dios. Por eso vemos que Adán y Eva fueron engañados por el diablo y pecaron contra Dios y el pecado y la rebelión comienzan a tener efecto en la humanidad. Pero Dios, en vez de darle el castigo que merecían, en su misericordia asesina a un animal y los cubre con las pieles del animal para no matarlos. Luego ellos tienen dos hijos, uno de sus hijos llamado Caín asesina a su hermano Abel y; pero Dios en su misericordia le da un hijo llamado Set y Set tuvo un hijo llamado Enós y fue en ese tiempo que las personas comenzaron a adorar a Dios. Luego el enemigo volvió a engañarlos y persuadirlos a tal punto que dice Génesis 6: 5 - 6: “El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. 6 Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón.” Pero Dios movido a misericordia, llamó a un hombre llamado Noé y le ordenó que hiciera un arca para preservar a la raza humana. Luego del diluvio, la raza humana vuelve a adorar al único y eterno Dios, pero en el proceso el diablo los persuade a rebelarse contra Dios; pero Dios, en su misericordia, levanta a un hombre llamado Abraham, para formar por medio de él una nación, su pueblo escogido y lo saca de una familia de idolatría y hace un pacto con él. Cuando avanzamos en la historia vemos que los efectos de la maldad, la rebelión, el engaño de Satanás lleva ahora al pueblo escogido de Dios hasta la esclavitud y estando en la esclavitud por más de 400 años, nos dice Dios le habla a un hombre llamado Moisés y le dice en Exodo 3. 9 - 10: “¡Mira! El clamor de los israelitas me ha llegado y he visto con cuánta crueldad abusan de ellos los egipcios. 10 Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel.” Y este hombre obedece a Dios, saca al pueblo de Israel de la esclavitud, los dirige por el desierto hasta el patio de la Tierra Prometida y cuando llega hasta allí, muere. Pero en el proceso Dios levanta a un joven líder llamado Josué para dirigir al pueblo a una gran victoria de la Tierra Prometida. Una vez que tomaron la Tierra Prometida, nuevamente el pueblo fue haciendo lo que Dios les advirtió que no hicieran, que una vez que estuvieran bien, no se olvidaran, que fue por la misericordia de Dios, que estaban disfrutando de los beneficios y la bendición de la Tierra Prometida, que no se olvidaran que fue por la misericordia de Dios tuvieron victoria y que fueran fieles a Dios. Pero el enemigo los persuadió y ellos se olvidaron de Dios, al punto tal que según fueron pasando los años, las personas fueron dando menos gracias a Dios por su misericordia, hasta que toda una generación no conoció a Dios, ni lo que Dios había hecho. Luego de la maldad que se levantó entre los jueces, el diablo persuadió al pueblo de Dios a pedir un rey, y ellos escogieron un rey cobarde y malvado; pero Dios en su misericordia les dio a un rey conforme a su propio corazón y fue así que un joven pastor de ovejas escuchó como un gigante guerrero insultaba a Dios y se manifestó dentro de él un celo por Dios, que enfrentó al gigante y alabando a Dios declaró: Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado.” Y fue así que David mató a Goliat. Tiempo después Dios envía a sus profetas y profetas, tras profetas, buscaban volver al pueblo a la adoración a Dios, mientras el enemigo los persuadía a la idolatría y luego otro profeta los atraía a la adoración y otra vez el enemigo los atraía a la idolatría y luego vino el profeta Malaquías y los llamó nuevamente al arrepentimiento, a la adoración, a honrar correctamente a Dios, a serles fieles a Dios con sus diezmos y ofrendas, a avisarles del juicio eterno y luego de eso hubo 400 años de silencio y no había profeta que hablara de Dios, no había adoración a Dios, todo fue un silencio celestial. De repente, Dios en su misericordia, envía a un hombre que vestía de manera rara, con vestidos de pelo, de camello, y comienza a exclamar, y su voz resonaba por todos los rincones de Israel, mientras decía: “¡Preparen el camino para la venida del Señor! ¡Ábranle camino! Y estando Juan bautizando en el Jordán, aquel que había de venir, el Salvador del Universo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, Jesús el Mesías entra en escena y cuando es bautizado se escucha una voz desde el cielo que declaró: “Este es mi hijo amado, quien me da gran gozo” Ahora todo el enfoque del enemigo era derrotar a este Jesús y estando Jesús en el desierto, el enemigo intenta hacer lo mismo que hizo en el Edén, persuadirlo, engañarlo, tentarlo; pero cuando vio que le fue imposible, intentó hacer lo que fuera necesario para derrotarlo, destruirlo. Pero no pudo. Y en el tiempo determinado, el Padre movido en amor y misericordia, da la orden al Hijo que el tiempo había llegado a entregar su vida por la humanidad, y Jesús es arrestado, humillado, escupido, abofeteado, luego azotado, su cuerpo destrozado, coronado con espinas, luego clavado en una cruz, mientras todo esto acontecía, el diablo incitaba a las personas a la burla y la humillación; pero la misericordia de Dios se manifestó nuevamente, cuando Jesús exclamó desde la cruz: Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen y pareciera que el diablo había ganado, cuando ante los ojos de todos, Jesús murió. El diablo con todo el infierno celebraban su victoria, su maldad había llenado los corazones de la humanidad y las personas estaban en su máxima expresión de maldad. Pero cuando todos pensaban que todo estaba terminado, el diablo, los demonios, el infierno entero junto con toda la humanidad quedaron asombrados cuando al tercer día la piedra fue movida, y Jesús resucitó de entre los muertos, como lo había declarado y de esa manera la misericordia de Dios se manifestó en su máxima expresión para darnos salvación y vida eterna a todos los que ponemos en Él nuestra fe y confianza. No sé si alcanzamos entender que si no hemos sido consumidos es porque Dios es misericordioso, que si no hemos sido borrados de la faz de la tierra, es porque Dios es misericordioso, que si somos salvos, es porque Dios es misericordioso, si tienes vida, comida, trabajo, salud, familia, hijos, nietos, gozo, paz, alegría, bendición, no es por tus fuerzas, talentos, esfuerzos, sino que todo lo que tienes, todo lo que eres, todo lo que logres, es solamente y simplemente porque Dios es misericordioso. CONCLUSION Por eso es que el enemigo no quiere que conozcas la misericordia de Dios, porque cuando conocemos su misericordia nuestras vidas jamás son las mismas, cuando conocemos su misericordia, nuestros corazones son transformados, cuando conocemos su misericordia, nada nos puede separar de su amor. Por ejemplo, nos dice en 1 Timoteo 1: 15 - 17: “La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla: «Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores», de los cuales yo soy el peor de todos. 16 Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Cristo Jesús me usara como principal ejemplo de su gran paciencia, aun con los peores pecadores. De esa manera, otros se darán cuenta de que también pueden creer en él y recibir la vida eterna.” Pablo perseguía a los cristianos, los encarcelaba, los maltrataba, los asesinaba y por eso le dice a Timoteo: Timoteo, Cristo vino al mundo para salvar a los pecadores; pero Timoteo de todos los pecadores, yo soy el peor de todos; pero Timoteo, Dios tuvo tanta misericordia conmigo, y ahora Dios está usando mi vida, para que las personas y aún los peores pecadores puedan ver que tan grande es la misericordia de Dios y así puedan creer y recibir la vida eterna. Dios quiso que por medio de la vida de Pablo nosotros entendamos que no hay un pecado tan grande que Dios en su infinita misericordia no pueda perdonar, que no hay un corazón tan endurecido que Dios en su misericordia no pueda sanar, que no hay una vida tan perdida que Dios en su misericordia no pueda alcanzar; que no hay una profundidad tan grande a la que Dios en su misericordia no pueda llegar; que no hay una vida tan malvada que Dios en su misericordia no pueda transformar y que si estás aquí hoy, es porque Dios en su misericordia te trajo para salvarte y mostrarte que no hay un amor más grande que el que Él está dispuesto a mostrarte. Medite por un momento todo lo que ha hecho, todos los pecados, las injusticias que ha cometido, toda la maldad, todos los malos pensamientos, todos los pecados ocultos, todos los errores, todo lo que ha fallado y se dará cuenta de que es solo por su misericordia que aún estamos aquí, que es por su misericordia que no hemos sido consumidos, avergonzados, desechados, condenados, maldecidos, solo por su misericordia. Pablo dijo: … De esa manera, otros se darán cuenta de que también pueden creer en él y recibir la vida eterna. Puedes hablarle a alguien esta semana de la misericordia que Dios ha tenido contigo, puedes decirle a alguien que Dios también puede mostrar misericordia con ellos, puedes expresarle a alguien como la misericordia de Dios te ha motivado a vivir declarando que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO