INTRODUCCION En esta nueva serie de mensajes Hecho Pedazos estaremos hablando de la manera en que podemos enfrentar una de las cosas que más tratamos de evitar: el Sufrimiento. Nosotros, los seres humanos, somos especialistas en buscar alternativas, maneras y recursos que nos traten de evitar a toda costa situaciones que nos puedan hacer sufrir. Nos hemos inventado todo un sistema social que busca tener la vida perfecta, fuera del dolor y el sufrimiento, porque el sufrimiento “No vende”. Quiero preguntarles a todos los que tenemos redes sociales, o seguimos cuentas de alguien, si usted acostumbra subir fotos en las que está sufriendo, por ejemplo, una discusión fuerte con su esposa, cuando su hijo lo está sacando de control o cuando va tarde para el trabajo y esta ponchada la llanta; en esos momentos nadie se quiere tomar una selfie y tomar el tiempo de escribir un copy: “yo aquí, mordiéndome la lengua, enojado, estresado y sufriendo”. Este mundo, gobernado por Satanás, ha realizado todo un montaje escenográfico, que nos vende la vida perfecta, llena de lujos, alejada del dolor y el sufrimiento, donde la busca de la felicidad es lo más importante, donde la meta es tener todo resuelto desde los 20 años, jubilarte a los 30 y recorrer el mundo sin ningún tipo de preocupaciones, porque TU TE LO MERECES; te has esforzado, tienes un don o un talento que es especial y te hace diferente a los demás, la busca del sueño americano, o mejor del sueño mundano. Pero esa no es la realidad que nos enseña la Biblia. Hoy en día, nos hemos alejado tanto de la Palabra de Dios y de su enseñanza, que nos hemos dejado llevar por un falso mensaje motivador que nos invita a “Pare de sufrir”, “Lucha por tus metas”, “El límite es el cielo”, “eres un hijo de Dios y te lo mereces”; no hay nada más alejado de la realidad que eso, y si no, lee la biblia, pero tú, no te quedes solamente con lo que te cuenta alguien más. Y siendo honestos, al leer la Biblia, y meditar en las enseñanzas que trae, a nadie le gusta saber que el sufrimiento es parte del proceso de todos los seres humanos, es imposible atravesar esta vida sin tener que enfrentar momentos y procesos de sufrimientos. Por esa razón, nació esta serie de mensajes, donde estaremos mirando a través de la vida de Job, como podemos mantenernos firmes, aun cuando sentimos que las situaciones nos han hecho pedazos. MENSAJE 1. TODO BIEN: LA BENDICIÓN. (Job 1:1-5) El libro de Job inicia mostrándonos a un hombre intachable, un hombre ejemplar, el modelo perfecto de cristiano que el mundo quiere ver: creyente del Dios verdadero, íntegro, prudente, sabio, bendecido, lleno de prosperidad y de riquezas que todo hijo de Dios debe tener. Ese es el modelo de cristiano que nos gusta consumir, es el modelo que buscamos en la iglesia, el que mantiene una imagen correcta, perfecta en las redes sociales, dónde alcanza para pagar todos los seguros de protección de sus propiedades, el que tiene la familia perfecta, el que presenta ofrendas por todo el mundo, eso sí, menos por él, porque él se siente que ha llenado todos los checks de la lista del buen cristiano. Muy parecido al joven rico que se encuentra con Jesús “ya he llenado toda la lista que pide la ley, qué más debo hacer para tener la vida eterna”. Los 5 primeros versículos nos dan la introducción a la universidad del cielo, la introducción al Reino de Dios, nos muestran el brochure que te entregan antes de empezar la universidad, antes de comprar el plan, todo se ve perfecto y nadie quiere leer la letra pequeña; pero en la Biblia, el resto de versículos y capítulos van con la letra grande. ¿Y quién no quiere quedarse solo con los 5 primeros versículos del libro de Job? ¡Yo quiero hacerlo!. Es lo que muchas veces quiero, limitar el evangelio y limitar a Dios simplemente a estos pasajes. Dios nos ama y anhela con todo su corazón tener una relación contigo y conmigo, una relación íntima, donde podamos conocerlo, realmente cómo es, él no quiere que nos perdamos, porque él es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro Señor. Y si eso te emociona, si eso te llama la atención, conocer a tu creador, al creador del universo, y tener una relación con él, debes seguir leyendo los siguientes versículos y aceptar que aun allí Dios sigue siendo Dios. 2. TODO MAL: LAS PRUEBAS Primera prueba: (Job 1:6-20) La Biblia nos cuenta una historia acerca de un encuentro entre Satanás y Dios, para resumirlo, llega toda la corte celestial, todos los seres espirituales creados por Dios a rendir informe. Entre ellos se encuentra Satanás, y Dios “quien parece no se mide mucho cuando habla”; alardea de uno de sus hijos y le dice: “no has visto a mi siervo Job, es el mejor hombre de toda la tierra, “es el cristiano perfecto”. Y satanás responde: “pues claro, si has puesto un muro de protección sobre él, mira lo rico que es, pero! ¡Déjame quitarle todo a ver si no te maldice en tu propia cara!”. Y Dios, sin reparos, en contra de todo lo que todos pensamos, se atreve a declarar: “Pues hazlo, atrévete a quitarle todo lo que tiene y a probarlo”. Efectivamente, Job en un solo día pierde todo lo que posee, aun sus propios hijos, por la orden directa de Dios. Es aquí donde empezamos a dudar acerca de la imagen que realmente tenemos de Dios. La respuesta de Job es: ¿Cuánto sufrimiento crees que llego a sentir Job en ese momento, cuánto dolor crees que llegó a experimentar.? Me emocionan las palabras de Job al final, pero me inquieta lo que empezó a pensar. Imagino a Job tratando de digerir todo lo sucedido, tratando de encontrarle sentido a lo que acaba de experimentar, tratando de recordar que tal vez pudo iniciar esta catástrofe, pero especialmente, preguntando: ¿Dónde está Dios?. Segunda prueba: (Job 2:1-9) Y no solo sucede esto, ahora en el capítulo 2, se vuelve a reunir la corte celestial, y allí vuelve a ir Satanás y Dios, quien parece que de verdad habla mucho, y le vuelve a decir: “Te has fijado en Job, quien a pesar de haberle quitado todo, no a maldecido contra mí (pero Dios, que conoce aún los pensamientos más profundos, sabe de la lucha interna de Job)”; a eso Satanás le responde: “pues cualquiera puede perderlo todo con tal de salvar su propia vida, así que quítale la salud y verás cómo te maldice en tu propia cara”. Para muchos de nosotros esto ya sería suficiente, todos pensaríamos que la respuesta de Dios sería contundente para un cristiano ejemplar. Para todos ya sería suficiente con saber que sin “Merecerlo”, Job ya había probado su fidelidad a Dios. Pero sin remordimientos, sin titubear, Dios le dice: “puedes hacer con él lo que quieras, pero no puedes tocar su vida”. Tal vez esas son las palabras que a ninguno de nosotros nos gustaría escuchar, cuando nuestro nombre está en la boca de Dios. No vemos en qué momento parece que a Dios se le movió la teja. Parece que esto le puede pasar a alguien del pasado como Job, pero si en vez del libro de Job se llamará el libro de Jonathan Hencker, si por un momento cambiaras el nombre de Job y pusieras el tuyo, ¿NO DUDARÍAS DE LA SOBERANÍA DE DIOS?. Pero aun así, la Biblia nos enseña que Job no maldijo a Dios. El problema de Job nunca fue de boca para afuera, el problema de Job nunca fueron sus intenciones o sus acciones, el verdadero problema de Job es que no conocía realmente la soberanía de Dios. 3. EL PROPÓSITO: ACEPTAR LA SOBERANÍA DE DIOS. Entender el sufrimiento como parte del propósito de Dios puede llegar a sonar contradictorio en un evangelio lleno de motivación y superación. Pero el verdadero evangelio nos prepara para aceptar la soberanía de Dios aún en los peores momentos de nuestras vidas. Si estudiamos la Biblia con detenimiento, nos daremos cuenta de que en ningún momento, desde que Adán y Eva salieron del edén hasta la llegada de Cristo, pasando por los discípulos y toda la historia del cristianismo, Dios nos prometió una vida que solo se limitará a los 5 primeros versículos del libro de Job. La Biblia nos advierte que el sufrimiento es parte esencial de la vida de los seres humanos, que nadie está exento por mejor persona que sea, que si aún hemos visto las películas de Jesús y vemos que su misión y mayor obra en la tierra estuvo enmarcada en el sufrimiento, cuanto más nosotros que estamos llamados a compartir su dolor. Job pasa los siguientes 40 capítulos tratando de entender y comprender qué fue lo que pasó, qué fue lo que estuvo mal en la ecuación, que fue lo que olvido o peor aún, luchar con las dudas en su mente de dónde está realmente Dios. Hasta que al final del libro, después de escuchar al mundo, a sus amigos, y aun al mismo Dios, no le quedó otra cosa más que declarar Esa lucha intensa a la que nos vamos a enfrentar, es para la cual nos debemos preparar. La misma Biblia nos enseña que el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar, pero también nos muestra que si el dueño de casa está alerta y preparado para cuando llega el ladrón, puede evitar que entre, no que deje de sufrir, pero si estar preparado para contenerlo con las armas que el mismo Dios nos ha entregado. CONCLUSION Es necesario entender, que Dios nos ama de tal manera, que al crearnos, realizó una obra perfecta, puso un potencial increíble en los seres humanos, fuimos su obra maestra y para guardarnos de nuestro propio orgullo, así como le sucedió a satanás, permite que en medio del sufrimiento podamos conocerlo aún más, podamos entender su soberanía, aceptarla y abrazarla como parte del propósito que tenemos en nuestras vidas. Su propósito es que hoy comiences a caminar con él, si aún no lo has hecho. Si nunca has hecho una oración para aceptarlo, te invito a que lo hagas conmigo. Pablo nos enseña como él mismo lo hizo (2 Corintios 12:7-10). Pablo nos muestra el camino para declarar que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO