INTRODUCCION En esta serie “Hecho Pedazos” estamos viendo cómo es que el sufrimiento tiene un propósito en nuestras vidas y cómo podemos enfrentarlo. ¿Alguna vez le ha sucedido que está pasando por un proceso o una temporada de sufrimiento y aparte de eso se siente solo, en el olvido o abandonado? Muchas personas se llegan a sentir así porque se aíslan; otros en realidad no es que estén solos, es que nada de lo que hagan por ellos funciona para consolarlos; y otros tienen procesos tan fuertes que prefieren evadirnos. El día de hoy quiero hablar del proceso de soledad en el sufrimiento. MENSAJE Proceso De Soledad En El Sufrimiento Job atravesó un proceso similar. Su esposa, que también estaba sufriendo, le dice en Job 2:9 «¿Todavía intentas conservar tu integridad? Maldice a Dios y muérete». Yo no sé si la esposa de Job lo culpaba de su desgracia o simplemente ya estaba amargada, pero lo que es cierto es que al menos uno espera que nuestro cónyuge este a nuestro lado cuando estamos en medio de un proceso de sufrimiento” A esto se le suma el hecho de que cuando sus amigos fueron a visitarlo y comenzaron a platicar, y a buscar cómo consolarlo, también querían saber que había hecho Job para merecer todo esto, y entonces comienzan a acusarlo y juzgarlo, lo cual hizo más profundo su sentimiento de abandono y soledad. La soledad no significa que no tenemos personas a nuestro alrededor, inclusive no sé si alguna vez ha estado en un lugar lleno de personas, pero aun así sentirse solo. Esto se debe a que la soledad no necesariamente es la ausencia de compañía, sino que en ocasiones es un estado de desconsuelo y vacíos que tenemos en el corazón. Veamos hasta dónde llegó la soledad de Job Job 19: v. 7: Yo clamo: “¡Socorro!” pero nadie me responde…; luego en los 13 - 19 dice: ‘familiares se mantienen lejos, y mis amigos se han puesto en mi contra. 14 Mi familia se ha ido y mis amigos íntimos se olvidaron de mí. 15 Mis sirvientes y mis criadas me consideran un extraño; para ellos soy como un extranjero. 16 Cuando llamo a mi sirviente, no viene, ¡tengo que rogarle! 17 Mi aliento le da asco a mi esposa; mi propia familia me rechaza. 18 Hasta los niños me menosprecian; cuando me levanto para hablar, me vuelven la espalda. 19 Mis amigos íntimos me detestan; los que yo amaba se han puesto en mi contra.’’ Estoy seguro de que muchas personas se identifican con este sentimiento, que cuando han estado en el peor proceso de sus vidas no encuentran con quien desahogarse, no tienen con quien hablar, no pueden contar con nadie. Job estaba en este proceso terrible de abandono. Estoy hablando de esos procesos que nos llegan en la vida, donde no importa si estás rodeado de personas, no importa cuántos mensajes de texto recibas, cuántas visitas, cuántos abrazos, nada alcanza a llenar el vacío que produce el sufrimiento. El problema con la soledad en el sufrimiento es que nos quedamos solos con nuestros pensamientos. Dios En La Soledad Esto fue lo que sucedió con Job en su sufrimiento y soledad, se quedó solo con sus pensamientos y estando solo con sus pensamientos, llegó a pensar que Dios lo había abandonado y que Dios también se había olvidado de él y no existe un mayor tormento que el sentir que Dios no está en nuestro entorno. Por eso expresa en Job 19: 6: ‘’pero es Dios quien me hizo daño cuando me atrapó en su red;’’ y en los v. 8 - 11: ‘’Dios ha cerrado mí camino para que no pueda moverme; hundió mí senda en oscuridad. 9 Me ha despojado del honor y ha quitado la corona de mi cabeza. 10 Por todos lados me ha destruido, y estoy acabado. Arrancó de raíz mi esperanza como un árbol caído. 11 Su furia arde contra mí; me considera un enemigo.’’ Job en su soledad dice cosas como: es Dios quien me hizo daño, Dios me hundió en la oscuridad; me despojó del honor; me ha destruido; etc. No hay nada peor que estar a solas con nuestros pensamientos en medio del sufrimiento. Por eso es que lo primero que tenemos que hacer es adorar a Dios, y así, someter nuestros pensamientos a Él, ya que si no lo hacemos, dichos pensamientos nos atormentarán. En ocasiones los sentimientos y pensamientos pueden llegar a nublar nuestras convicciones. Muchas personas en la Biblia llegaron a sentirse como Job, en un estado de profunda soledad, donde sintieron que Dios no estaba en su entorno o sintieron que Dios se había olvidado de ellos. Por ejemplo, en el Salmo 44: 23 - 26 vemos que los descendientes de Coré en su desesperación declaran ‘’:¡Despierta, oh Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. 24 ¿Por qué miras para otro lado? ¿Por qué pasas por alto nuestro sufrimiento y opresión? 25 Nos desplomamos en el polvo; quedamos boca abajo en la mugre. 26 ¡Levántate! ¡Ayúdanos! Rescátanos a causa de tu amor inagotable.’’ También vemos en el Salmo 22: 1 - 2 que David escribió: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos cuando gimo por ayuda? 2 Cada día clamo a ti, mi Dios, pero no respondes; cada noche levanto mi voz, pero no encuentro alivio.’’ Estoy seguro de que la mayoría de las personas aquí, en algún momento dado de sus vidas, han sentido que Dios no ha estado cerca y llenan sus mentes de pensamientos que no quieren tener; esos momentos son vulnerables y peligrosos. Cuando estamos en esa condición no es un momento para fingir, no es un tiempo para disimular, es un tiempo para gritar, es un tiempo para buscar ayuda, es un tiempo para buscar a Dios. ¿Pero qué hacemos si como Job: Yo clamo: “¡Socorro!” pero nadie me responde…; mis amigos íntimos se olvidaron de mí. ¿Cuándo mi propia familia me rechaza; cuando hasta los niños me menosprecian; cuando los que yo amaba se han puesto en mi contra? En ese tiempo tenemos que entender que es tiempo de buscar a Dios hasta que lo encontremos. Esto fue lo que vimos con Elías en 1 Reyes 19; Elías unos días antes había matado a cientos de profetas falsos, la gente lo rodeaba y exclamaba: ‘’El Señor es Dios, si el Señor es Dios.’’ Pero cuando le llega la amenaza de muerte de Jezabel, Elías huyó para salvar su vida. Elías se quedó solo con sus pensamientos y en el proceso nos dice la Biblia en 1 Reyes 19: 4: “Luego siguió solo todo el día hasta llegar al desierto. Se sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: «Basta ya, Señor; quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron.” Elías llegó al punto en donde sus pensamientos lo llevaron a desear su propia muerte y en el proceso se quedó dormido y cuando el ángel del Señor se le apareció, no le quitó el sentimiento que tenía, no le quitó la depresión o el desánimo, sino que lo despertó y lo único que le dijo fue: “Levántate y come” y cuando se despertó había un poco de pan horneado y una jarra de agua. Cuando Elías se volvió a dormir, el ángel del Señor lo despertó nuevamente y le dijo: “Levántate y come un poco más, de lo contrario, el viaje que tienes por delante será demasiado para ti” En otras palabras le dijo: Elías el proceso que vas a atravesar va a ser pesado, así que aliméntate bien, porque el camino que te espera va a ser bastante fuerte y nos dice la Biblia que esa comida fue todo lo que sostuvo a Elías por los próximos 40 días y 40 noches hasta que llegó a la montaña de Dios. Cuando tenemos una batalla con nuestros pensamientos, no es un proceso sencillo, es una guerra campal. Por eso es que yo sigo insistiendo en que todos tenemos que tener nuestra Biblia, comenzar a leer la Palabra, escudriñar la Palabra, deleitarnos en la Palabra, obedecer la Palabra, amar la Palabra, porque si no, créame que los pensamientos tienen la habilidad de atormentarnos. En el Salmo 119 vemos que el salmista se refugiaba en la Palabra y nos dice en el 25: ‘’Estoy tirado en el polvo, revíveme con tu Palabra. 28: Lloró con tristeza; aliéntame con tu Palabra. 81 dice: Estoy agotado de tanto esperar a que me rescates, pero he puesto mi esperanza en tu palabra. 153: Mira mi sufrimiento y rescátame, porque no me he olvidado de tus enseñanzas. El alimento que Dios le preparó a Elías fue suficiente para darle fortaleza, para llegar al monte de Dios, donde tendría un encuentro con Él; así mismo es la Palabra de Dios en nuestras vidas: La Palabra nos da la convicción para sostenernos en los momentos difíciles de nuestras vidas. Nos da el sustento que necesitamos para mantenernos firmes hasta que salgamos de nuestro proceso. Nos lleva a deleitarnos y ser como árbol plantado junto a corrientes de agua que dan su fruto a su tiempo y todo lo que hacemos próspera. La Palabra no nos evita el sufrimiento, sino que nos da la convicción que necesitamos en medio de él . CONCLUSION En el proceso de sufrimiento en el que Job se encontraba; se sentía solo, sentía que Dios lo había abandonado; que sus amigos lo detestaban, se sentía menospreciado, abandonado, pero en el mismo capítulo en Job 19: 23 - 27 Job mismo expresa una de las palabras más conmovedoras y llenas de confianza que podemos encontrar y declara: »Oh, que mis palabras fueran grabadas; oh, que quedarán escritas en un monumento, 24 talladas con cincel de hierro y rellenas de plomo, y labradas en la roca para siempre. »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. 26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro! ¿Por qué Job hizo esta declaración? ¿Por qué Job expresó que Dios es quien le hizo daño, que Dios había cerrado su camino, que lo hundió en la oscuridad, que lo había destruido y ahora declara este versículo? ‘’Oh, que mis palabras fueran grabadas; oh, que quedaran escritas en un monumento, 24 talladas con cincel de hierro y rellenas de plomo, y labradas en la roca para siempre. 25 Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. Porque la primera parte es como Job se sentía, es lo que los pensamientos y los sentimientos le informaban; pero en medio de sus sentimientos, ahora le dio lugar a la convicción, a lo que conocía de Dios. Es cierto que Cuando estamos sufriendo nos sentimos solos, desechados, abandonados, nos sentimos decepcionados y nos llenamos de sentimientos, pero tiene que llegar el momento en donde en medio de nuestros sentimientos le demos lugar a la convicción de lo que conocemos de Dios, de quien es Dios, la convicción del amor de Dios, de quienes somos para Dios, la convicción de que no hay nada que nos separa de su amor Recuerdo un día que manejaba y le di lugar a un pensamiento y luego a otro y otro, y de momento pensé: ‘’Y sí estrello este carro contra un muro.” Y es que cuando estamos en medio del sufrimiento y le damos lugar a los pensamientos equivocados, nos llegan a la mente los pensamientos más horribles que podemos imaginar. En ese momento, comencé a adorar a Dios y en medio de la adoración, comencé a declarar su Palabra sobre mi vida, mi matrimonio y mi familia y antes de darme cuenta, mis convicciones dominaron mis pensamientos. Cuando demos lugar a la convicción por encima de los sentimientos; Nuestros sentimientos nos harán sentir que estamos solos; pero, por otro lado, nuestras convicciones nos declararán que Él nunca nos abandonará. Nuestros sentimientos nos harán sentir que nadie nos ama, por otro lado, nuestras convicciones nos declararán que Dios nos amó a tal punto que dio a su hijo unigénito para que todo el que cree en Él no se pierda sino que tenga vida eterna; Nuestros sentimientos nos harán sentir que todo está perdido, por otro lado, nuestras convicciones nos declararán que cosa que ojo no vio, ni oído, oyó ni han subido al corazón del hombre son las que Dios tiene preparadas para los que lo aman; Nuestros sentimientos nos harán sentir que estamos derrotados y, por otro lado, nuestras convicciones nos declararán que: todas las cosas obran para el bien de los que aman al Señor. Por eso es que podemos hoy en medio del dolor adorar al Señor, aun si no lo sentimos podemos adorarlo, porque no lo adoramos por lo que sentimos, sino por lo que lo conocemos. Iglesia, es importantísimo que lea la Biblia, estudie la Biblia, sea discipulado en un Grupo CAFE, entre a ECC, todos los procesos que tenemos en CAFE son con el fin de llevarle a abrazar las convicciones que encontramos en la Palabra de Dios, porque cuando lo hagamos, no permitiremos que nuestros pensamientos determinen nuestras convicciones, sino que nuestras convicciones nos sostendrán en nuestras situaciones y de esa manera viviremos para declarar que: NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO