Hecho Pedazos 5

El Gozo Del Sufrimiento

By Richard Martinez, Pastor Principal, December 18, 2022

INTRODUCCION

Cuando hablamos de gozo en el sufrimiento, muchas personas se llegan a confundir, porque lo que entienden por gozo es: un momento o evento en la que se pasa bien, en la que se está disfrutando de lo que se está aconteciendo.

Pero la palabra gozo es más profunda que la satisfacción temporera y superficial de un evento,

la palabra gozo significa: una alegría permanente del corazón que viene como resultado de conocer, experimentar y confiar en Jesús.

O mejor dicho; el gozo es la respuesta y la reacción del alma cuando hemos conocido a Cristo Jesús.

Cuando usted medita en el día en el que conoció a Cristo como su Señor y Salvador, se dará cuenta de que en ese momento en que Cristo llegó a su vida, usted no pensó en nada, no se enfocó en nada, no se preocupó por nada, porque lo que sentía era un gozo que nada, ni nadie se lo podía quitar, en ese momento tuvo la conciencia de que su vida jamás sería la misma.

Por esa razón es que el gozo no se basa en nuestras posesiones o circunstancias. Si todo lo contrario, cuando miramos en las Escrituras nos damos cuenta de que el gozo produce una paz interior que no se ve afectada por las circunstancias externas.

Esto no significa que a los cristianos no les duela nada o que no se quejen, sino que cuando estamos sufriendo a pesar del dolor, a pesar de todo, para los que estamos en Cristo hay una satisfacción que no puede ser alterada por las circunstancias externas, por dolorosas que sean.

MENSAJE

El Gozo En El Sufrimiento

Muchas personas, hoy en día, piensan que hacer las cosas bien, ayudar a las personas, amar a Dios, servir a Dios, buscar a Dios, significa que no tendrán por qué sufrir, ni pasar dificultades, y eso está muy lejos de la verdad. Cristo nunca nos dijo que no sufriremos; más bien nos dijo en

Juan 16: 33 “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.”

En Job 31 y Job 32; vemos que Job expresa su angustia y confusión porque había buscado vivir una vida justa e íntegra y no entendía por qué tenía que pasar tal sufrimiento, por ello Job cuestiona el hecho del porqué tenía que sufrir y en su confusión sus palabras estaban cargadas de dolor, aflicción y reclamos a Dios, por eso es que cuando Dios lo confronta, vemos que en

Job 38: 2 - 3 que Dios le dice: “¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con palabras tan ignorantes? 3 Prepárate, muestra tu hombría porque tengo algunas preguntas para ti y tendrás que contestarlas.”

Luego Dios comienza a hacerle preguntas y le dice cosas como: ¿Dónde estabas tú cuando puse los cimientos de la tierra?; ¿Quién decidió sus dimensiones y extendió la cinta de medir?; ¿Alguna vez has ordenado que aparezca la mañana o has causado que el amanecer se levante por el oriente?: ¿De dónde viene la luz y adónde va la oscuridad?: ¿Quién envía la lluvia para saciar la tierra seca y hace que brote la hierba tierna?; ¿Es tu sabiduría la que hace que el halcón alce vuelo y extienda sus alas hacia el sur?

En cada una de estas preguntas, Dios estaba mostrándole no solo que Él es Soberano, sino también que Él sabe exactamente lo que hace.

Pero luego le hizo unas preguntas que me parecen impresionantes, le dijo en

Job 40: 1 “¿Todavía quieres discutir con el Todopoderoso? Tú criticas a Dios, pero ¿tienes las respuestas?». V. 8 - 9: ¿Pondrás en duda mi justicia y me condenarás solamente para probar que tienes razón? ¿Acaso eres tan fuerte como Dios? ¿Puede tronar tu voz como la suya?”

Cuando nosotros sufrimos y renegamos contra Dios, es impresionante como es que llegamos a la arrogancia de pensar que podemos justificarnos delante de Dios, como si hubiésemos vivido vidas tan justas para poder pararnos delante de Dios y reclamarle.

Luego en

Job 42: 1 - 6 nos dice: “Entonces Job respondió al Señor: 2 Sé que todo lo puedes, y que nadie puede detenerte. 3 Tú preguntaste: “¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con tanta ignorancia?”. Soy yo y hablaba de cosas sobre las que no sabía nada, cosas demasiado maravillosas para mí. 4 Tú dijiste: “¡Escucha y yo hablaré! Tengo algunas preguntas para ti y tendrás que contestarlas”. 5 Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos. 6 Me retracto de todo lo que dije, y me siento en polvo y ceniza en señal de arrepentimiento”

Cuando Dios confronta a Job,

Job le dice: Hasta ahora solo había oído de ti, pero ahora te he visto con mis propios ojos.

En otras palabras: Ahora he podido ver que en medio de todo, tú siempre has estado conmigo, en medio de todo puedo sentirte, en medio de todo, no me has dejado, pero su dolor y sufrimiento no le permitían a Job darse cuenta de que Dios siempre estuvo ahí.

Le sucedió como al salmista en

Salmo 73: 21 - 28, que dijo: “Entonces me di cuenta de que mi corazón se llenó de amargura, y yo estaba destrozado por dentro. 22 Fui tan necio e ignorante; debo haber parecido un animal sin entendimiento. 23 Sin embargo, todavía te pertenezco; me tomas de la mano derecha. 24 Me guías con tu consejo y me conduces a un destino glorioso. 25 ¿A quién tengo en el cielo, sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra. 26 Puede fallarme la salud y debilitarme mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre. 27 Los que lo abandonen, perecerán, porque tú destruyes a los que se alejan de ti. 28 En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios! Hice al Señor Soberano mi refugio, y a todos les contaré las maravillas que haces”

El salmista también se dio cuenta de que en medio de su dolor y aflicción, había reaccionado bajo la confusión que produce el sufrimiento, pero luego se percató de que Dios había estado siempre con él y por eso declara:

Te deseo más que cualquier cosa en la tierra. Y por eso viviré con la convicción de que: Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre.

No es interesante, que cuando estamos sufriendo rápidamente se nos olvida todo lo que Dios ha hecho en nosotros, como Dios nos ha bendecido, nos ha amado, nos ha cuidado, como envió a su hijo a morir en la cruz por nosotros, es interesante e impresionante como el sufrimiento presente, nos hace olvidar la obra de Dios en nuestras vidas, que es eterna y permanente.

Quiero animarles a que entendamos que cuando estamos sufriendo, si mantenemos presente lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, no perderemos el gozo, a lo mejor no tendremos fuerzas para reírnos, posiblemente lloremos, nos duela el alma, pero el gozo va por encima de los sentimientos, el gozo en el sufrimiento nos recuerda lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, nos mantiene con la conciencia clara de que Dios está con nosotros, por nosotros y para nosotros.

CONCLUSION

Dice

Job 42: 10: “Cuando Job oró por sus amigos, el Señor le restauró su bienestar. Es más, ¡el Señor le dio el doble de lo que antes tenía!”.

También dice en los

  1. 12 - 13: “Así que el Señor bendijo a Job en la segunda mitad de su vida, aún más que al principio. Pues ahora tenía catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras. 13 Además dio a Job otros siete hijos y tres hijas.”

Luego dice en el

  1. 17: “Luego murió siendo muy anciano, después de vivir una vida larga y plena”

Pero sinceramente, yo no creo que eso haya sido lo que impactó la vida de Job, yo no creo que las conversaciones de Job fueron: Dios me hizo pasar por todas estas cosas, pero mira ahora todo lo que me ha dado y como Dios me ha bendecido, miren cuantos camellos tengo, miren con cuántas ovejas, Dios me ha bendecido, miren mis nuevos hijos, estas hijas son más lindas que las anteriores.

Creo que las conversaciones de Job eran:

Fue difícil y bien doloroso todo lo que pasé; pero en el proceso pude ver a Dios, en el proceso conocí una parte de Dios que no conocía, en el proceso Dios siempre estuvo conmigo y sé que ahora Él sigue conmigo,

por eso es que; puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre.

La realidad es que personalmente no me gusta sufrir, no me gusta pasar por procesos difíciles y dolorosos, he podido descubrir que hay algo que sucede en el sufrimiento y es que podemos encontrar una paz que de lo contrario no encontraríamos, el sufrimiento nos permite experimentar algo mayor de parte de Dios que en las victorias y la quietud no experimentamos.

Por ejemplo, una de las escrituras que más me ministra es

2 Corintios 12: 7 - 10 donde el Apóstol dice: “aun cuando he recibido de Dios revelaciones tan maravillosas. Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso. 8 En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. 9 Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. 10 Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Imagínese estar sufriendo, lo que sea que signifique el aguijón de Pablo y estarle pidiendo a Dios, que te quite el sufrimiento, que te ayude, que aparte de ti el sufrimiento, estar clamando a Dios, para que este enviado de Satanás que te está atormentando te deje en paz y que Dios te conteste: No, no te lo voy a quitar, porque

“Mi gracia es todo lo que necesitas, porque mi poder se hace más evidente en la debilidad; porque mi presencia se hace más palpable en tu dolor.”

Estoy seguro de que muchos han experimentado ese No de Dios, que un día estaban orando para que algo sucediera y no sucedió, estuvieron orando por sanidad y no le sanó, que le evitará el sufrimiento y no se lo evitó. Y esos procesos de Dios son difíciles, complicados y dolorosos. ¿Pero qué haremos?

¿Nos revelaremos contra el que todo lo sabe, pondremos en tela de juicio la justicia y el amor de Dios, porque nos duele o dolió el proceso?

O podremos decir como Pablo en nuestro evento de sufrimiento: Me voy a deleitar en mis debilidades, en mi sufrimiento, me voy a gozar en medio de mi dolor, mientras más sufra, más voy a alabarlo, mientras más necesidades tenga, más voy a diezmar y más generoso voy a ser; mientras más adolorido me sienta más voy a servir; mientras más angustiado esté, más voy a orar; porque su poder se hace más evidente en mi debilidad.

Porque si ya sabemos que no podemos evitar el sufrimiento, porque no aprovecharlo para ver lo mejor de Dios y experimentar lo mejor de Dios en nuestras vidas.

¿Acaso hemos visto a Dios decepcionar a alguien que en medio del sufrimiento lo exaltó? Recordemos a:

  1. Sadrac, Mesac y Abed-nego como ellos, no se postraron ante la estatua del rey, y decidieron glorificar a Dios, y Cristo se encontró con ellos en el horno de fuego;

  2. Daniel que en el tiempo en que se prohibió la oración, él decidió honrar a Dios, y sabiendo que estaría en peligro, aun así oró al Señor, y lo echaron en el foso de leones, allí se encontró Dios con él.

  3. Esteban iba a ser apedreado, acaso no vio a Cristo de pie a la diestra del Padre en ese momento.

Hay muchos ejemplos que vemos en las Escrituras, de cómo Dios siempre está con nosotros en medio del sufrimiento y lo veremos si mantenemos el gozo en medio del dolor y el sufrimiento.

Tome un tiempo para pensar en su mayor logro, su mayor éxito en la vida; piense el día en que usted vio un milagro de parte de Dios, el día en el que le aprobaron la casa; o consiguió el trabajo que quería, el día que se caso, el día que tuvo a sus hijos, el éxito que sea medita en él, y piensa: ¿Qué recuerdas de Dios ese día? ¿Cómo era la presencia de Dios en ese día?

Ahora medita en tu mayor proceso de sufrimiento; el día más triste de tu vida, el día que experimentaste el mayor nivel de dolor y angustia. Y medita ahora: ¿Qué recuerdas de Dios ese día? ¿Cómo era la presencia de Dios ese día? Te garantizo que la presencia de Dios, en el día de tu mayor angustia, era más palpable, más evidente que en tu mayor victoria. Porque hay algo impresionante que Dios produce en nuestras vidas por medio del Espíritu Santo en el sufrimiento.

Quiero decirte que si estás enojado con Dios, te entiendo, si estás confundido, te entiendo; pero quiero decirte que Dios estuvo contigo, Dios nunca te dejó, Dios nunca te abandonó y si te preguntas:

¿Por qué tuviste que pasar ese proceso?

Mi respuesta es: No sé, no tengo idea, pero lo que sí te puedo decir es que Dios estuvo contigo y es tiempo de sanar, es tiempo de encontrar nuevamente el gozo de Dios, que sea el gozo de Dios, tu fortaleza, no permitas que el enemigo te continúe robando la habilidad de poder saber que Dios te ama, te ha amado siempre y te amará por la eternidad.

Por eso, en este día, si estás pasando por un proceso de dolor o sufrimiento, si estás angustiado; si has pasado un proceso de sufrimiento que aún te tiene angustiado, quiero invitarte a que en este día busques el consuelo de Dios para tu vida y que declares que Jesús es tu fundamento, que Él es tu roca, que nada te moverá, que: Puede fallarte la salud y debilitarse tu corazón, pero Cristo seguirá siendo la fuerza de tu corazón; él es tuyo para siempre.

Si nunca le has entregado tu vida a Jesús, si has estado huyendo de Dios, si no tienes una relación con Dios, es posible que sea por experiencias pasadas, dolorosas que te marcaron, es tiempo, de sanar, es tiempo de venir a Jesús y experimentar el mayor nivel de amor, consuelo y gozo que puedas experimentar en tu vida, cuando estás en Cristo el gozo que se siente, nada, ni nadie te lo puede dar y por eso Él te está permitiendo que leas este mensaje hoy, para darte la oportunidad de venir a Él, y que puedas sanar cada área de tu vida, tan solo necesitas confesarlo como tu señor y salvador.

El Apóstol Pedro dijo en

1 Pedro 5: 8 - 11: “Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. 9 Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes en todo el mundo también está pasando por el mismo sufrimiento. 10 En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido. 11 ¡A él sea todo el poder para siempre! Amén.”

Es tiempo de estar alertas, amando a Dios, buscando a Dios, sirviendo a Dios, confiando en Dios, porque después que hayamos sufrido un poco de tiempo; Él nos restaurará, nos sostendrá, nos fortalecerá y nos afirmará sobre un fundamento sólido y viviremos para declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO