Obstáculos De La Vida De Fe 1

El Obstáculo De La Incredulidad

By Richard Martínez, Pastor Principal, April 09, 2023

INTRODUCCION

La semana pasada comenzamos una nueva serie de mensajes titulada Obstáculos de la vida de fe y en ella queremos hablar sobre los diferentes obstáculos que en ocasiones tenemos que vencer.

MENSAJE

La Fe Y La Incredulidad

No me canso de explicar que la fe se ha malinterpretado, porque fe no es la forma con la que manipulamos a Dios, ni tampoco la forma en la que le torcemos el brazo a Dios. No es una fuerza que existe en nosotros, la cual hace que sucedan cosas que Dios no ha determinado o que están fuera de su voluntad. Mucho menos son pensamientos llenos de positivismo o declaraciones positivas; que al realizarlos alcanzamos lo que nos proponemos.

La fe es muchísimo más que eso. En términos sencillos podemos definir que la fe es la convicción de que Dios es el centro de todo lo que creemos y todo lo que esperamos. La fe también se puede definir como el mantenernos firmes en lo que Dios ha dicho, hablado o declarado a pesar de lo que podamos llegar a ver a nuestro alrededor o a pesar de lo que estemos o podamos estar enfrentando.

Es basado en esto que tenemos que ver el contexto de lo que se hablará en este mensaje. Porque la carta de Santiago fue escrita para personas que estaban enfrentando un proceso doloroso y complicado. Esta carta fue escrita a cristianos que estaban enfrentando procesos dolorosos y complicados, que habían quedado en el exilio, algunos perdieron sus familias y todo lo que tenían.

Es importante que entendamos la magnitud del sufrimiento que estaban atravesando los cristianos en ese tiempo; para poder comprender lo significativas que eran las palabras de Santiago.

Santiago 1: 2 - 4: dice: “Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho 3 porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. 4 Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.”

Para la mayoría de las personas eso no tendría ningún sentido. Pero Santiago les está animando a que se mantengan enfocados en Cristo y que no permitan que los sufrimientos que están atravesando, den lugar al obstáculo de la incredulidad.

Esto es importante porque

la incredulidad nos limita de poder abrazar las promesas de Dios para nuestras vidas y nos enfoca más en nuestro razonamiento y lo que vemos a nuestro alrededor o delante de nosotros que a lo que Dios nos ha prometido.

Santiago les dice en otras palabras: Si están pasando por un proceso difícil y doloroso, no permitan que ese proceso les limite de creer, más bien descubran dentro de ustedes la manera de alegrarse y les dice: Ustedes saben. En otras palabras, ustedes tienen la información que parte del proceso de Dios en nuestras vidas es poner a prueba la fe, para que se desarrolle la constancia y para que una vez que se desarrolle la constancia, sean perfectos, completos y no les faltará nada.

La Decisión De La Incredulidad

Es por esa razón que la incredulidad es un gran obstáculo a la fe. La incredulidad opera cuando una vez que conocemos lo que Dios ha dicho, decidimos no creerle, para creerle más a nuestra circunstancia, más a nuestra situación, más a nuestros sentimientos o a la evidencia presente.

Por ejemplo, en Marcos 6: 1 - 6 nos dice en los

  1. 2 - 3 “El siguiente día de descanso, comenzó a enseñar en la sinagoga, y muchos de los que lo oían quedaban asombrados. Preguntaban: «¿De dónde sacó toda esa sabiduría y el poder para realizar semejantes milagros?».

Lo que significa que no estaban faltos de información. Pero luego en el

  1. 3 nos dice que: “Y se burlaban: «Es un simple carpintero, hijo de María[a]y hermano de Santiago, José, Judas y Simón. Y sus hermanas viven aquí mismo entre nosotros». Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él.”

Esto nos demuestra que ellos tenían la información, pero aun así decidieron no creer, o más bien se negaron a creer en Él. Por eso vemos luego que en los

  1. 5 - 6 dice: “Y, debido a la incredulidad de ellos, Jesús no pudo hacer ningún milagro allí, excepto poner sus manos sobre algunos enfermos y sanarlos. 6 Y estaba asombrado de su incredulidad.”

Lo mismo nos puede suceder a nosotros que tenemos la información, los procesos difíciles, nos pueden limitar de creer.

La incredulidad y la fe es el hecho de que lo que estemos atravesando no nos da el derecho de dejar de creer en lo que Dios nos ha dicho o nos ha prometido.

Inclusive

Hebreos 3: 15 - 19 que nos da un marco más amplio de esto, porque dice: “Recuerden lo que dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron» 16 ¿Y quiénes fueron los que se rebelaron contra Dios a pesar de haber oído su voz? ¿No fue acaso el pueblo que salió de Egipto guiado por Moisés? 17 ¿Y quiénes hicieron enojar a Dios durante cuarenta años? ¿Acaso no fueron los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tirados en el desierto? 18 ¿Y a quiénes hablaba Dios cuando juró que jamás entrarían en su descanso? ¿Acaso no fue a los que lo desobedecieron? 19 Como vemos, ellos no pudieron entrar en el descanso de Dios a causa de su incredulidad.”

Aquí podemos ver que nos dice que los Israelitas oyeron la voz de Dios, pero a pesar de haber oído la voz de Dios y haber tenido la información, aun así, se rebelaron contra Él, no obedecieron a Dios y decidieron darle lugar la incredulidad. Pero nos enseña algo impresionante en todo esto y es:

  1. 19 “Como vemos, ellos no pudieron entrar en el descanso de Dios a causa de su incredulidad”.

Me impacta, porque nos muestra cómo la incredulidad nunca les permitió encontrar descanso.

Sin embargo, nos dice en

Hebreos 4: 1 - 3 “Todavía sigue vigente la promesa que hizo Dios de entrar en su descanso; por lo tanto, debemos temblar de miedo ante la idea de que alguno de ustedes no llegue a alcanzarlo. 2 Pues esta buena noticia—del descanso que Dios ha preparado—se nos ha anunciado tanto a ellos como a nosotros, pero a ellos no les sirvió de nada porque no tuvieron la fe de los que escucharon a Dios. 3 Pues solo los que creemos podemos entrar en su descanso.”

Esto nos muestra la diferencia entre la incredulidad y la fe, las personas que son movidas por la incredulidad como los que vimos en Marcos 6 no encuentran descanso, no encuentran paz, saben lo que Dios les ha prometido, pero deciden creer más a sus sentimientos, o sus circunstancias; pero los que deciden mantener la fe aún en medio de sus batallas y conflictos, encuentran el descanso que viene por la fe y la confianza que tenemos en Dios.

Por esa razón, en los

  1. 5 - 8 nos da la clave para vencer el obstáculo de la incredulidad, dice: “Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla. 6 Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. 7 Esas personas no deberían esperar nada del Señor; 8 su lealtad está dividida entre Dios y el mundo, y son inestables en todo lo que hacen”.

Santiago explica que para mantener la fe, debemos pedirle a Dios sabiduría, porque Dios no nos reprenderá por pedirla, debemos en el proceso asegurarnos de solo enfocarnos en Él, que nuestra fe, nuestra mirada, nuestra esperanza, devoción, enfoque y atención sea solo para Dios.

Un ejemplo que les puedo dar en esto es cuando a mi hijo Jose no lo aseguraban. Eso para mí era una batalla, el que te digan que tu hijo tiene la posibilidad de morir y tu no poder hacer nada. Recuerdo como yo me escondía para llorar, estaba muy afectado, estaba muy confundido, muy asustado. Pero ese v. 6 que dice: “Cuando se la pidan, asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro.” Tuvo un efecto en mi vida, no porque yo dije: Yo declaro que mi hijo es sano, si no que tuvo efecto en mi vida, cuando le dije a Dios: Pase lo que pase o suceda lo que suceda, yo nunca te dejaré, yo nunca te abandonaré, yo nunca dejaré de servirte, yo nunca dejaré de alabarte. Y continúe buscando a Dios con todo mi corazón.

Posiblemente, usted tiene también una batalla de fe en este momento. Dios no está esperando que usted haga declaraciones y promesas que verdaderamente no cree, como si pudiéramos engañar a Dios, lo que Dios si espera es que a pesar de lo que sea que veamos o atravesemos, que nos mantengamos enfocados en Él porque sólo en Él es que encontraremos descanso.

CONCLUSION

Es como lo que vemos en Mateo 14: 22 - 34. En esta porción de la Escritura nos enseña que Jesús le dio instrucciones a los discípulos que cruzaran al otro lado del lago y nos dice en el

  1. 24 que: los discípulos se encontraban en problemas lejos de tierra firme porque se desató una tormenta muy fuerte.

Nos podemos identificar mucho con ello, porque la mayoría de nosotros no pensamos que el obedecer a Jesús nos debe traer conflictos;

sin embargo, ellos obedecieron las instrucciones de Jesús y se encontraron en medio de una tormenta.

Pero en el proceso vemos que Jesús se acerca a ellos caminando por encima del agua y cuando lo ven caminar por encima del agua, nos dice el

  1. 26: “Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, quedaron aterrados. Llenos de miedo, clamaron: «¡Es un fantasma!».

Cuando Jesús los ve en su condición les imparte la información; porque nos dice en el

  1. 27: “Pero Jesús les habló de inmediato: —No tengan miedo—dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí”. Cuando Pedro escuchó esto, le dijo a Jesús: —Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua. Y Jesús le contesta: Sí ven.

Esta era la toda la información que Pedro necesitaba para bajarse de la barca e ir caminando sobre el agua en dirección a Jesús; no era más información que esa la que necesitó saber, que fue Jesús quien le habló; no necesitó una clase de como caminar por encima del agua, no necesitó que Jesús le mostrara cómo se camina por encima del agua, toda la información que necesitó fue escuchar de Jesús: Sí ven.

En el proceso nos dice el

  1. 30: “pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse.”

¿Qué llevó a Pedro a la incredulidad?

No fue falta de información, ni de evidencia, porque no solo había visto a Jesús caminar por encima del agua, sino que él también caminó por encima del agua.

Entonces. ¿Cuál fue el problema de Pedro?

Que se enfocó y le creyó más a la tormenta que a la información que tenía de Jesús y por eso comenzó a hundirse.

¿Qué es lo que todavía hoy nos afecta a nosotros?

Lo mismo, que le llegamos a creer más a lo que nos rodea, que a lo que la Biblia nos promete y a la información que encontramos en la Palabra de Dios.

Por esa razón es que podemos creerle más al problema que tengo con mis hijos, que al que me dice que confíe en Él, que dependa de Él; le creemos más al problema en el matrimonio que al Dios que restaura; le creemos más a la situación económica que a las promesas que tenemos en su Palabra y por eso es que en ocasiones comenzamos a hundirnos; no le creemos a Dios que tomó todos nuestros pecados en su cuerpo y los crucificó en la cruz.

Por eso es que todavía hay personas que se limitan de entregar sus vidas a Cristo y que no sirven a Cristo, porque están creyendo más una mentira que el mundo les promete que a la verdad del amor de Dios que nos mostró en la cruz del Calvario.

Pero hay una Buena Noticia y la Buena Noticia es que si tú clamas a Jesús, y le pides a Jesús que te salve, que te ayude, que te rescate, que te perdone, Él lo hace y lo puede hacer por ti en este día. Porque nos enseña que cuando Pedro vio que se estaba hundiendo y le clamó y le gritó a Dios: Sálvame Señor; nos dice en el v. 31: De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.

Y es lo mismo que Jesús quiere hacer con usted en este día, si usted entiende que su vida se está hundiendo, que no sabe cómo salir de la condición en la que se encuentra, que no sabe cómo ser libres del tormento en el que está viviendo, que no sabe cómo salir de las prisiones de las adicciones, que no sabe como cambiar su vida, que nunca le ha entregado su vida a Jesús, todo lo que tiene que hacer es pedirle a Jesús, Salvame Señor y de inmediato; Él extenderá su mano de amor y te salvará.

Para los que ya están cristo, quiero mostrarles lo mismo desde otra perspectiva, porque, por otro lado, nos enseña que cuando Pedro le creyó más a la tormenta que a Jesús y vio que, por su falta de fe, comenzó a hundirse; nos dice que De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.

Pero Jesús aún no detuvo la tormenta, sino que Pedro tuvo que volver a caminar por encima del agua, confiando en Jesús, enfocado en Jesús, creyendo en Jesús, y luego de que Jesús y Pedro subieron a la barca, fue que Jesús calmó la tormenta. Lo que significa que el hecho de que pongamos nuestra confianza en Jesús, nuestra fe en Jesús, no significa que él calmará nuestra tormenta de inmediato, sino que él extiende su mano, nos toma y nos lleva a caminar por encima de las aguas y a través de las tormentas. Por eso no dudes de que en medio de tu situación, Él está contigo, no dudes que en medio de tu dolor, Él te tiene bien agarrado y no te suelta. Nuestro trabajo es mantenernos enfocados en Él.

En este día que celebramos la resurrección de Jesús, haga un compromiso de hablarle a alguien de Cristo, de lo que Dios ha hecho en su vida, de invitar a alguien a la Casa de Dios, hágalo por uno más, para alcanzar a uno más, bendecir a uno más, discipular a uno más, hasta que todos declaren que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO