Obstáculos De La Vida De Fe 7

El Obstáculo De La Envidia

By Jonathan Hencker, Pastor Ejecutivo, May 21, 2023

INTRODUCCION

Una vez más Santiago sigue siendo consistente con lo que ha estado haciendo hasta ahora.

Porque una vez más lo vemos como él está buscando que las personas, incluyéndonos a nosotros hagamos una examinación de nuestros corazones.

Santiago 3: 13 - 16 él declara: 13 Si ustedes son sabios y entienden los caminos de Dios, demuéstrenlo viviendo una vida honesta y haciendo buenas acciones con la humildad que proviene de la sabiduría; 14 pero si tienen envidias amargas y ambiciones egoístas en el corazón, no encubran la verdad con jactancias y mentiras. 15 Pues la envidia y el egoísmo no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios. Dichas cosas son terrenales, puramente humanas y demoníacas. 16 Pues, donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase de maldad.

En esta ocasión él confronta una de las peores actitudes del ser humano, la envidia y el egoísmo

y explica nuevamente como lo hizo en el Cap. 2 que la vida de fe se debe notar, de como debemos tener evidencia del agradecimiento que tenemos por lo que Cristo hizo en nuestras vidas y nos explica que si es que entendemos los caminos de Dios, debemos demostrarlo, viviendo una vida honesta y haciendo buenas acciones.

MENSAJE

En este mensaje solo trataremos mayormente con la parte de la envidia, porque la envidia abarca también el egoísmo, porque el egoísmo manifiesta un excesivo amor por su mismo y que solo le interesa los suyo y la persona que es envidiosa, por consiguiente es egoísta y egocéntrica.

Santiago confronta la envidia y el egoísmo que produce amargura y las ambiciones egoístas y expresa la gravedad de la envidia y el egoísmo al decir que ambas no solo que no provienen de Dios, no solo que son terrenales y puramente humanas,

sino que lo lleva al punto de expresar que es un comportamiento demoniaco.

Y expresa que el resultado de la envidia y las ambiciones egoístas

es el desorden y el desenfreno de la maldad.

Estas son palabras muy fuertes de Santiago, especialmente cuando le está escribiendo a un grupo de personas que estaban pasando por unas situaciones bien fuertes, porque no podemos olvidar la condición que las personas a las que Santiago le escribió estaban viviendo, que estas personas estaban atravesando por unas fuertes necesidades.

La manera en que personalmente lo miro es que Santiago estaba queriendo traerles a la luz nuevamente que el hecho de que podamos estar atravesando por diferentes circunstancias o necesidades, pruebas o conflictos, dolor o escasez, no justifica el que desarrollemos comportamientos, actitudes, conductas pecaminosas y mucho menos demoniacas.

En ocasiones la necesidad nos vende una mentira que nos trata de informar que está bien si desarrollamos ciertas actitudes con la excusa de que Dios entiende que si estamos pasando por alguna necesidad, somos excusados de ciertas conductas. Eso está muy lejos de la verdad; porque

el Dios al cual amamos es Alfa y Omega y conoce la necesidad que estaríamos atravesando antes de que tan siquiera nos llegue y lo que Él espera que hagamos en esos momentos es que confiemos en Él y mantengamos nuestra fe, firme en Él.

Sin embargo, la envidia es uno de los sentimientos más fuertes y desagradables que no solo un cristiano, sino que cualquier ser humano puede tener. Los mayores y peores problemas o contiendas vienen a consecuencia de la envidia y el egoísmo.

Porque la envidia nace en el corazón del ser humano cuando comienza el hombre a compararse con otros y a desear lo que otros tienen.

Muchas personas ven la envidia como algo pasajero, insignificante. Pero Santiago dijo que la envidia y el egoísmo son actitudes y conductas demoniacas, lo que significa que no debemos justificarlas, sino confrontarlas y echarlas fuera de nosotros, porque si no, nos consumirán. Porque cuando le damos lugar a actitudes como estas no hay límites hasta donde nos puede llevar.

Por ejemplo, cuando miramos la vida de Jose y sus hermanos y analizamos su historia, vemos que sus hermanos trataron de matarlo, luego lo vendieron como esclavo, de ahí Jose fue esclavo, luego cayó en la cárcel. Pero en

Hechos 7: 9 nos revela que todo esto sucedió como producto de la envidia. Porque nos dice: Estos patriarcas tuvieron envidia de su hermano José y lo vendieron para que fuera esclavo en Egipto…

En el

Salmo 73: 1 - 4 el salmista expresa el resultado de la envidia y dice: En verdad Dios es bueno con Israel, con los de corazón puro. 2 Pero en cuanto a mí, casi perdí el equilibrio; mis pies resbalaron y estuve a punto de caer, 3 porque envidiaba a los orgullosos cuando los veía prosperar a pesar de su maldad. 4 Pareciera que viven sin problemas; tienen el cuerpo tan sano y fuerte.

Más adelante añade en los

  1. 21 - 22: 21 Entonces me di cuenta de que mi corazón se llenó de amargura, y yo estaba destrozado por dentro. 22 Fui tan necio e ignorante; debo haberte parecido un animal sin entendimiento.

CONCLUSION

Creo que Santiago estaba buscando que las personas hicieran un análisis profundo del corazón y analizaran si cabía la posibilidad de que sus situaciones y pesares les hayan llevado al punto de haber desarrollado una actitud tan desagradable como lo es la envidia y creo que lo mismo podemos hacer nosotros, que debemos examinar a profundidad nuestros corazones y analizar si en él se puede estar manifestando una actitud de envidia.

Cuando el salmista analizó su corazón y descubrió lo desagradable que había en su corazón, pareciera que se arrepintió de su actitud y comportamiento y declaró en los

  1. 23 - 26: 23 Sin embargo, todavía te pertenezco; me tomas de la mano derecha. 24 Me guías con tu consejo y me conduces a un destino glorioso. 25 ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra. 26 Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre.

Por eso es que vemos que Santiago culmina esta porción, similar a la experiencia del salmista, donde el salmista entiende que lo mejor para su vida no era el obtener lo que otros tienen, que lo movió a la envidia, sino que lo mejor para su vida estaba en Dios y Santiago culmina declarando en

Santiago 3: 17 - 18: 17 Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera. 18 Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia.

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISITANO