Obstáculos De La Vida De Fe 11

El Obstáculo De La Queja

By Richard Martínez, Pastor Principal, June 18, 2023

INTRODUCCION

En este mensaje estaremos hablando del obstáculo de la queja y creo que el mensaje de hoy va a ser de bendición a todos, pero en especial a los Hombres y padres de esta casa.

MENSAJE

El Obstáculo De La Queja

En esta porción del libro de Santiago, vemos algo importantísimo, él le dice al pueblo de Dios:

Santiago 5: 7 - 11 “Amados hermanos, tengan paciencia mientras esperan el regreso del Señor. Piensen en los agricultores, que con paciencia esperan las lluvias en el otoño y la primavera. Con ansias esperan a que maduren los preciosos cultivos. 8 Ustedes también deben ser pacientes. Anímense, porque la venida del Señor está cerca. 9 Hermanos, no se quejen unos de otros, o serán juzgados. ¡Pues miren, el Juez ya está a la puerta! 10 Amados hermanos, tomen como ejemplo de paciencia durante el sufrimiento a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11 Honramos en gran manera a quienes resisten con firmeza en tiempo de dolor. Por ejemplo, han oído hablar de Job, un hombre de gran perseverancia. Pueden ver cómo al final el Señor fue bueno con él, porque el Señor está lleno de ternura y misericordia”.

Santiago le estaba escribiendo a personas que estaban pasando por un proceso complicado y difícil, y por eso les dice que no se desesperen por la condición en la que se encuentran y que no permitan que la desesperación los lleve a quejarse.

La queja nunca produce nada positivo en nosotros, al contrario:

  1. Nos limita de ver que lo que estamos atravesando puede ser un proceso de Dios.
  2. Limita nuestra fe y alimenta la incredulidad.
  3. No nos permite ver el amor, bondad y favor de Dios en nuestras vidas.
  4. Afecta nuestra habilidad de alabar y adorar a Dios.

Por esa razón es que vemos que Santiago les recuerda del proceso de Job, les recuerda que fue un hombre de gran perseverancia. En otras palabras Santiago lo que buscaba era que las personas recordaran que Dios había mostrado su favor a pesar de todo lo que Job atravesó y que ese favor de Dios con Job no era porque Job era bueno y fiel, sino porque Dios es bueno y fiel, él está lleno de ternura y misericordia.

El Efecto De La Queja

Por ejemplo en

Números 11: 1 - 3 vemos algo muy interesante: “Poco después el pueblo comenzó a quejarse de las privaciones que enfrentaba, y el Señor oyó todo lo que decían. Entonces el enojo del Señor se encendió contra ellos y envió un fuego que ardió entre ellos y destruyó a algunos en las afueras del campamento. 2 Así que el pueblo pidió ayuda a gritos a Moisés, y cuando él oró al Señor, el fuego se apagó. 3 Después, ese lugar fue conocido como Taberá (que significa «lugar del fuego que arde»), porque el fuego del Señor ardió allí entre ellos”.

La queja del pueblo provocó el enojo de Dios, enviando un fuego que destruyó a algunos de los israelitas. Esto debe llevarnos a preguntarnos.

¿Por qué el enojo de Dios vino sobre ellos, si ellos estaban pasando por necesidad?

La necesidad no nos da una excusa para quejarnos, durante ese tiempo, Dios nunca los había dejado, no los había desamparado, no los había abandonado.

Sin embargo, los v. 10 - 15 nos enseña que Moisés también se quejó delante de Dios:

“Entonces Moisés escuchó los lloriqueos de las familias a la entrada de sus carpas y el Señor se enfureció. Moisés también estaba muy molesto, 11 y le dijo al Señor: —¿Por qué me tratas a mí, tu servidor, con tanta dureza? ¡Ten misericordia de mí! ¿Qué hice para merecer la carga de todo este pueblo? 12 ¿Acaso yo los engendré? ¿Los traje yo al mundo? ¿Por qué me dijiste que los llevara en mis brazos como una madre a un bebé de pecho? ¿Cómo puedo llevarlos a la tierra que juraste dar a sus antepasados? 13 ¿De dónde se supone que voy a conseguir carne para toda esta gente? No dejan de quejarse conmigo diciendo: “¡Danos carne para comer!”. 14 ¡Solo no puedo soportar a todo este pueblo! ¡La carga es demasiado pesada! 15 Si esta es la manera como piensas tratarme, sería mejor que me mataras. ¡Hazme ese favor y ahórrame esta miseria!”.

Por otro lado, esta porción nos muestra que Moisés también se quejó, pero cuando lo hizo Dios le dijo que les daría carne para comer por todo un mes.

¿No nos parece interesante que una queja provocó el enojo de Dios mientras la otra queja provocó el favor de Dios?

Y es que la diferencia entre la queja del pueblo y la queja de Moisés es que el pueblo se estaba quejando de Dios y Moisés se estaba quejando de Dios. Hay una gran diferencia cuando nos quejamos a Dios y nos quejamos de Dios.

Usted puede decir: Yo no me quejo de Dios, yo me quejo de la vida, yo me quejo de mis hijos, yo me quejo de la economía, yo me quejo de la iglesia, yo me quejo de los líderes, en otras palabras no de Dios, sino de la vida que me dio Dios, de la familia que me dio Dios, de la iglesia que me dio Dios.

¿Acaso no es lo mismo que quejarnos de Dios?

Moisés se quejaba de cómo él estaba dando lo mejor de él, haciendo todo lo posible, pero, aun así, no era suficiente y expresó a Dios como el liderar al pueblo estaba siendo un proceso difícil y duro.

Dijo cosas como:

  1. No dejen de quejarse conmigo.
  2. Solo no puedo.
  3. La carga es demasiado pesada.
  4. Ahórrame esta miseria.

Me parece interesante la forma en que Moisés habla con Dios; creo que muchos hombres nos podemos identificar y sentir como Moisés , que por más que tratamos, que por más que damos lo mejor de nosotros, que por más que le intentamos, en ocasiones no sabemos que más hacer para sacar la familia adelante, no sabemos que más hacer para sacar a los hijos adelante, para salir de la condición en la que nos encontramos y sentirnos que todo el peso, toda la responsabilidad cae sobre nosotros, que solo no podemos, que la carga es demasiado pesada.

El asunto es que muchos hombres no admitirán que se sienten de esta manera, porque la mayoría no se quejan, los hombres por lo general lidian con las circunstancias en silencio y posiblemente por eso es que cometen 5 veces más suicidios que las mujeres, porque la mayoría de los hombres llevan la carga de los problemas y las familias en silencio, la mayoría no se quejan, porque en ocasiones sus quejas son ignoradas, tomadas en poco o son motivo de burla.

CONCLUSION

Si observamos los v. 21 - 22 dicen:

Entonces Moisés respondió al Señor: —¡Hay seiscientos mil soldados de infantería aquí conmigo y, aun así, dices: “Yo les daré carne durante un mes entero”! 22 Aunque matáramos a todos nuestros rebaños y manadas, ¿podría eso satisfacerlos? O si pescáramos todos los peces del mar, ¿alcanzaría? Pero Dios le contesta a Moisés en el v. 23: … ¿Acaso mi brazo ha perdido su poder? ¡Ahora verás si mi palabra se cumple o no! Que maravilloso poder entender esto.

Por esa razón yo quisiera que todo hombre, padre, esposo entienda en este día que el brazo de Dios no ha perdido su poder y su Palabra se cumple sobre nuestras vidas. Así que no usemos las situaciones para quejarnos de Dios; sino que vayamos a Dios y quejémonos con Dios, porque cuando lo hacemos encontraremos en él las respuestas, la paz, el consuelo, la fortaleza y la dirección que necesitamos.

Vimos lo que sucedió con Jairo, cuando su hija estaba enferma, él se postró a los pies de Jesús, se quejó con Jesús y su hija resucitó; cuando el padre del niño lunático no encontró soluciones, vino a Jesús y se quejó con Jesús y su hijo fue libre. ¿Por qué? Porque no se quejaron de Dios, sino que se quejaron con Dios y recibieron de Él su favor que trajo sanidad, libertad y bendición.

Un hombre que se queja con Dios es muy diferente a un hombre que se queja de Dios. Un hombre que se queja de Dios, dice cosas como: Ya no soporta esta esposa, me busco a otra, ya no soporto esta familia, me largo de aquí y a ver cómo le hacen; ya no soporto esta vida me voy a tomar y a drogarse porque no sé qué hacer, ya no soporto esta iglesia me largo de aquí y me voy a otra. Pero el hombre que se queja con Dios, viene a Dios y le comunica: Ya no sé qué hacer Señor, la carga es muy pesada para llevarla, no sé cómo restaurar mi matrimonio; no sé qué hacer con mis hijos, no sé qué hacer con mi familia, no sé cómo ayudar a mi iglesia, no sé cómo ser bendecido y cuando el hombre de Dios se queja con Dios, recibe el favor de Dios, que lo lleva a vivir agradecido con Dios. Y no solo eso, sino que nos dicen los

  1. 24 - 25: 24 “Así que Moisés salió y comunicó al pueblo las palabras del Señor. Juntó a los setenta ancianos y los colocó alrededor del tabernáculo. 25 Después el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Entonces les dio a los setenta ancianos del mismo Espíritu que estaba sobre Moisés; y cuando el Espíritu se posó sobre ellos, los ancianos profetizaron; pero esto nunca volvió a suceder”.

Cuando Moisés salió de la presencia de Dios, les impartió a los que lo rodeaban lo que había recibido de parte de Dios y Dios les impartió a los setenta ancianos del mismo Espíritu que estaba sobre Moisés y todos en vez de quejarse, profetizaron Y exaltaron el nombre de Dios.

Esto es lo que sucede cuando llevamos nuestras cargas a Dios y nos quejamos con Él, recibimos de Dios su paz, fortaleza, y gozo, y entonces los que nos rodean serán contagiados no de nuestra queja o incredulidad, sino de nuestra fe y pasión por Cristo.

Por esa razón yo quiero animar a que todos los hombres busquemos a Dios, dediquemos tiempo para ir delante de Dios y depositar en Él nuestras cargas, que corramos a sus pies y recibamos de su parte el consuelo, la fortaleza, la paz, el ánimo, y la fe que necesitamos para liderar nuestras familias, y así contagiarlos.

Si usted no le ha entregado su vida a Cristo, quiero decirles que hoy Dios le da la oportunidad de que su vida jamás sea la misma, Dios de que se dé cuenta de lo maravilloso que es la vida en Cristo, porque si estás leyendo este mensaje es porque Dios quiere hacer algo poderoso en tu vida, quiere ministrar tu vida, bendecir tu vida, edificar tu vida.

Santiago le dijo al pueblo estas palabras: Honramos en gran manera a quienes resisten con firmeza en tiempo de dolor. En este día en medio del dolor, en medio de lo que sea que puedas estar atravesando, no te quejes de Dios, quéjate con Dios, no te lamentes de Dios, laméntate con Dios, busca a Dios, ama a Dios, sirve a Dios, adora a Dios y vive para declarar que:

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO