Diagnóstico Del Corazón 2

Un Corazón Quebrantado

By Angel López, Pastor, July 09, 2023

INTRODUCCION

Hay ocasiones en que el corazón necesitará curitas y en algunos casos no solo curitas, si no todo un tratamiento de sanación. Esta serie “Diagnóstico del corazón” tiene la intención de ayudarnos a sanar nuestros corazones, en el caso de que hubiera alguna situación interior que necesitara ser atendida.

Cuando nuestro corazón no está sano esto produce lo peor en nosotros y de nosotros.

Hay personas que están operando o sobreviviendo con un corazón lastimado, herido, dañado, o quebrantado, y en vez de estar viviendo están sobreviviendo y esa no es la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es que vivamos con un corazón sano, firme, seguro, lleno de amor y fe. Por eso en este día quiero hablar de “El Corazón Quebrantado”.

MENSAJE

Muchas veces hemos escuchado a alguien decir: Tengo el corazón roto o quebrantado y pensamos que eso es algo metafórico. Esto se usa para describir un evento que fue muy triste o doloroso, donde llegamos a sufrir un shock emocional fuerte.

El corazón roto o quebrantado no es algo meramente poético o metafórico; no es meramente un decir. La realidad es que si hay una condición médica que se llama Síndrome del corazón roto o quebrantado.

El síndrome del corazón quebrantado o roto es una condición que sufren algunas personas cuando pasan por un momento doloroso, muy triste o difícil, o por una temporada de desaliento profundo, estrés o pérdida y esto hace que el cerebro desate unos químicos que afectan directamente las paredes del corazón y produce un dolor como el de un ataque del corazón.

Nadie sabe cómo es que esto ocurre, pero lo que sí se sabe es que es una realidad y este síndrome se ha descubierto con personas que han experimentado: la pérdida de un ser amado; que han recibido un diagnóstico médico terminal; personas que han sufrido violencia doméstica; personas que han atravesado un divorcio, una traición o abandono en el matrimonio o familia; personas que frecuentemente hablan en público (pastores, políticos, etc.); personas que han perdido un negocio o un trabajo; personas que están atravesando una situación con emociones elevadas; personas que tienen situaciones fuertes sin resolver (falta de perdón, rechazos, etc.).

El síndrome del corazón roto, aunque afecta el corazón, su efecto no es permanente y solo afecta una parte. El resto del corazón continúa funcionando con más fuerza y vigor compensando la parte del corazón afectada. Sin embargo, si no se trata a tiempo, aun esa parte del corazón puede terminar afectándose; o puede empeorar cuando la persona tiene que enfrentar otra situación que le produce la misma condición.

Juan 13:1 nos dice: “Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos durante el ministerio que realizó en la tierra y ahora los amó hasta el final”.

En otras palabras, Jesús sabía lo que sucedería, sabía que sus discípulos lo abandonarían, sabía que lo que atravesaría le dolería, pero Él tomó la decisión de amarlos no importando lo que sucediera. Fue en ese preciso momento donde Jesús aprovecha para dar una de las más grandes lecciones de humildad y servicio que los discípulos pudieron recibir. Él decidió lavar los pies de los discípulos, él decidió someterse y humillarse aún cuando su propio corazón estaba quebrantado y luego de lavarles los pies, viene otro ataque a su corazón, la confirmación de que Judas lo traicionaría.

Por último, Jesús les informa a los discípulos que iba a ser entregado y morir; y en eso Pedro le dice en los

  1. 37 – 38: “Estoy dispuesto a morir por ti ̈, y Jesús le contesta: ̈ ¿Morir por mí? Pedro te digo la verdad, mañana por la mañana antes de que cante el gallo, negarás 3 veces que me conoces”.

Imagínese la escena; Los discípulos habían estado con Jesús desde el inicio de su ministerio. Habían estado caminando con Jesús, amando a Jesús, comiendo con Jesús, todo estaba bien hermoso, vieron a Jesús hacer milagros y de repente todo cambia. Cómo nos ha pasado a muchos, que estamos bien, las cosas nos van bien, la salud bien, la familia bien, las finanzas bien y de repente algo sucede y todo cambia, de repente llegan las malas noticias y las cosas van de mal en peor.

Esto rompió el corazón de los discípulos; pero en el proceso de ellos tener roto el corazón; Jesús les dice en

Juan 14: 1 “No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios, confíen también en mi”.

Jesús reconocía que esta situación les rompió el corazón y por eso les exhortó a que no permitieran que el corazón roto y lleno de angustia les cohibiera el poder confiar en Dios. No permitamos que el corazón quebrantado nos angustie a tal punto que perdamos la confianza en Dios.

Hay medicamentos para tratar el corazón roto; pero el mejor tratamiento que recomiendan los médicos es el evitar lo más posible las situaciones que lo rompen.

Pero esto es casi imposible porque no importa cuánto tratemos de evitar, nada ni nadie nos puede garantizar que no nos romperán el corazón o que pasemos por alguna situación dolorosa que lo lastime; porque para que alguien pueda rompernos el corazón tiene que ser alguien que esté muy cercano de nosotros, tiene que ser alguien de confianza, alguien que amamos, alguien que se supone que nos ame, alguien a quien le hemos abierto el corazón; pero no podemos dejar que el corazón se nos llene de angustia, porque si así hacemos podemos perder nuestra confianza en Dios en el proceso. No podemos evitar que nos rompan el corazón, pero si podemos evitar que nuestro corazón se llene de amargura.

La Verdadera Solución Al Corazón Roto

La Biblia nunca nos dice que podemos evitar el que nuestros corazones sean rotos; pero lo que sí nos dice en el

Salmo 34:15 - 20 “Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio. 16 Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo; borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.17 El Señor oye a los suyos cuando claman a él por ayuda; los rescata de todas sus dificultades.18 El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado. 19 La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión. 20 Pues el Señor protege los huesos de los justos; ¡ni uno solo es quebrado!”

La Biblia no nos garantiza que nuestros corazones no serán quebrantados o rotos pero nos dice que en el

  1. 18: ̈̈ El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado”.

La palabra cerca que se utiliza aquí es “qarab” que significa: que no está distante ni en distancia, espacio, ni tiempo, ni circunstancia; también expresa una relación cercana e íntima.

Es interesante cómo este versículo describe la gravedad del corazón quebrantado y roto, porque menciona que cuando el corazón está quebrantado no es lo único que se afecta, sino que termina destrozando el espíritu. Es por eso que cuando el corazón de una persona es quebrantado, puede afectar su fe, su devoción y su pasión; porque lo que sigue a un corazón roto es un espíritu destrozado.

Sin embargo, algo que podemos resaltar es que el versículo infiere que cuando nuestros corazones están rotos, cuando nos han quebrantado el corazón vemos que Dios no está esperando que nosotros seamos fuertes, que aparentemos que todo está bien, que hagamos fuerza para sentirnos bien; sino que nos dice que cuando nuestro corazón ha sido quebrantado;

Dios desde su propia iniciativa decide estar cerca de nosotros, Él no nos deja. No hay distancia, ni espacio, ni tiempo, ni circunstancia que lo mantenga lejos, ni apartado de nosotros.

Si alguien conocía muy bien esto, era el escritor de este Salmo 34, el mismísimo Rey David. Las palabras del Salmo 34 están contextualizadas en los eventos que se describen en 1 de Samuel capítulo 21. David se encuentra huyendo de Saúl, ya que este quería de todos modos matarlo y es entonces donde David, en su huida, trata de buscar refugio con el rey Aquis en la ciudad de Gat. Pero estando allí siente que su vida está en peligro y finge estar loco, arañando las puertas y dejando que la saliva escurriera por su barba. Esto hizo que el rey Aquis lo tomara por un loco y así lo dejó ir, escapando así, por poco, de la mano del rey Aquis. Entonces, en el Capítulo 22 se nos dice que David salió de Gat y escapó a la cueva de Adulam y es allí donde se entiende que Davis escribe el Salmo 34 después de haber tenido esta experiencia.

Ahora bien, veamos el cuadro completo. David está sufriendo en su corazón la traición, el desprecio, la difamación y la persecución de Saúl para matarlo. Tiene que despedirse y alejarse de su esposa y su mejor amigo Jonatán. En su huida no encuentra refugio, sino amenazas de muerte, pero, aun así, al llegar a la cueva de Adulam, en la quietud y las sombras de aquella cueva, medita, analiza, valora, entiende y reconoce, que quien lo había librado, guardado, cuidado, sustentado, guiado y librado de todas sus dificultades, había sido Dios.

El Salmo 34 es una joya de exaltación a Dios por todos sus beneficios. Pero también es un Salmo de promesas para todos los de corazón quebrantados.

¿Qué debe hacer el hijo de Dios que tiene su corazón quebrantado?,

simplemente confiar en las promesas de su Padre Celestial. Cuando tenemos el corazón quebrantado, cuando tenemos el corazón roto, cuando tenemos el corazón destrozado pensamos que es el fin, que ese es el resultado de nuestra vida, pero la Biblia nos dice que El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado.

CONCLUSION

Muchas personas sienten que cuando han tenido que enfrentar una situación difícil y dolorosa donde fueron abandonados, traicionados, desechados, acusados, vituperados, que cuando están en el calor de las batallas matrimoniales, financieras, ministeriales, familiares, de salud, etc. que Dios no estaba ahí con ellos; porque no se explican: Cómo es posible que Dios haya estado aquí cuando tuve que enfrentar lo que enfrenté y no hizo nada al respecto, cuando me vio que me dolía, cuando me voy llorando con un corazón destrozado, cuando me vio que sentía que me moría, cuando me vio que estaba pasando el momento más doloroso de mi vida y me dejó pasar por lo que pasé.

Yo sé que es la manera en que nos sentimos; porque en ocasiones yo me he encontrado ahí. En ocasiones, en mi humanidad, he sentido como que Dios está lejos y he peleado con el cielo, para a lo último siempre rendirme y en realidad saber que lo que dice el Salmo 34:18 es cierto.

Lo que sucede es que, en medio del dolor, de la traición, de la prueba se nos dificulta ver a Dios, sentir a Dios, reconocer que Dios está con nosotros, pero ahora que ha pasado el tiempo podemos decir que si pasamos lo que pasamos; si atravesamos lo que atravesamos y hoy estamos aquí de pie; es porque Dios siempre nos sostuvo, siempre estuvo con nosotros y siempre estuvo cerca cuando tuvimos quebrantado nuestro corazón, y nos rescató cuando tuvimos nuestro espíritu destrozado.

El apóstol Pablo dijo en

2 Timoteo 4: 16 – 18: “ La primera vez que fui llevado ante el juez, nadie me acompañó. Todos me abandonaron; que no se lo tomen en cuenta. 17 Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas, a fin de que yo pudiera predicar la Buena Noticia en toda su plenitud, para que todos los gentiles la oyeran. Y él me libró de una muerte segura. 18 Así es, y el Señor me librará de todo ataque maligno y me llevará a salvo a su reino celestial. ¡A Dios sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén”.

El apóstol Pablo dijo que en el momento difícil cuando necesitaba que los que decían que lo amaban estuvieran ahí con él, nadie lo acompañó y todos lo abandonaron; pero él dijo: no se lo tomen en cuenta; porque a pesar de que todos me dejaron; a pesar de que lo abandonaron; él dijo:

  • Dios no me dejó.
  • Sino todo lo contrario: el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas.
  • Me libró de una muerte segura.
  • El Señor me librará de todo ataque maligno.
  • Me llevará a salvo a su reino celestial. ¡A Dios sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén. ̈

No podemos evitar que nos rompan el corazón; pero cuando suceda no olvidemos que Dios siempre está cerca, está en relación, no está limitado por espacio, ni distancia, tiempo, ni circunstancia. Él siempre ha estado cerca, Él siempre está cerca y siempre estará cerca.

En fin, cuando tengamos el corazón roto o quebrantado, recordemos que el daño que se produce en nuestro corazón es solo en una parte de nuestro corazón, y dicen los médicos que otra parte del corazón que no ha sido dañada trabaja con más fuerza y vigor.

Lo que significa que si nos resentimos y renegamos hacemos más profunda la herida y el daño; pero si aprovechamos la parte que tiene más fuerza y vigor para darle lugar a Dios en nuestras vidas, para alabar a Dios, para vivir en devoción con Dios, entonces podremos sanar más rápida y más efectivamente y el corazón roto o quebrantado no nos limitará de alcanzar el propósito de Dios en nuestras vidas y experimentar el amor de Dios por nosotros.

Ha sido la parte del corazón no afectada, la cual, por la gracia de Dios, Él ha guardado sin que se dañara en los momentos de angustia, la que me seguía impulsando a alabarlo, a orar, a servir, a predicar, a continuar hacia adelante para así poder declarar que

NO HAY NADA MEJOR QUE SER CRISTIANO