1. ¿Qué significa esto para mí? ¿Soy consciente de que, sin Cristo, estoy espiritualmente separado de Dios? ¿He reconocido mi incapacidad de salvarme por mis propios méritos? ¿He aceptado el regalo de amor y salvación que Dios me ofrece en Cristo? 2. ¿Qué produce en mí? ¿De qué cosas me está llamando Dios a renunciar para vivir sobria, justa y piadosamente? ¿He permitido que el amor de Cristo me sane y me libere de aquello que me esclaviza? ¿Cómo se nota en mi vida diaria que Su amor me ha transformado? 3. ¿Qué reacción hace en mí? ¿Qué valor le doy realmente a la salvación que recibí en Cristo? ¿Estoy dispuesto a despojarme de cosas terrenales para abrazar lo eterno? ¿Vivo como alguien que tiene una deuda de amor con Dios y que desea honrarlo en todo?